Prólogo + Aclaraciones
Narrador:
En la oscuridad de la noche azul, el cielo se encontraba despejado y mostrando una enorme luna llena en todo su esplendor, iluminando con su tenue luz la ciudad de gran Bretaña.
Una tranquila noche era la que vivía Harry potter en la casa de sus tíos en privet drive, tenía una sonrisa en el rostro debido a que horas antes había recibido una carta de parte de la madre de su amigo Ron Weasley, Molly Waesley en la cual pedía amablemente a los tíos del joven el permiso para llevarlo con ellos al torneo mundial de quidditch y pasar las últimas dos semanas de las vacaciones en su hogar.
Los Dursley al principio estaban a punto de negarse debido a que eso significaba la felicidad de su sobrino, pero de igual manera era una oportunidad para deshacerse de él dos semanas antes de lo esperado. La decisión fue influenciada por Harry en cierta medida al mencionar a su padrino, Sirius Black, el tío Vernon había estado asustado de él desde que Harry mencionó que era un "asesino" y la sola mención de él fue suficiente para hacer que aceptarán.
—un mundial de quidditch, espero que sea emocionante— dijo antes de cerrar los ojos.
Pese a que la noche anterior había sufrido una pesadilla en la que se encontraba quien ustedes saben y su cicatriz dolía, había informado a su padrino.
Una vez entrado en el mundo de los sueños, Harry intentó dormir tranquilo aunque estaba preocupado si hedwig podría encontrar a Sirius, pues desde que lo ayudó a escapar de los dementores de azkaban, podría estar en cualquier lugar.
...
A la mañana siguiente harry despertó temprano y comenzó a reunir todas sus pertenencias en su baúl desde ropa hasta sus artículos mágicos, dando tres revisiones asegurándose de no dejarse nada olvidado nada, y había despegado el calendario que marcaba los días que faltaban para el 1 de septiembre, el día que regresaba a Hogwarts.
El ambiente en el número 4 de privet drive era tenso. La inminente llegada a la casa de un grupo de magos ponía nervioso e irritables a los dursley. El tío Vernon se asustó cuando harry le había puesto al tanto de la hora de llegada de los Weasley.
—Espero que le hayas comentado a esa gente que vistieron de manera adecuada— gruñó de inmediato —. He visto cómo van vestidos, deberían al menos un poco de decencia de ponerse ropa normal.
Las palabras del gran tío de Harry le hicieron tener un sentimiento de preocupación. Eran escasas las veces que había visto a los padres de Ron vistiendo algo que los Dursley pudieran calificar como normal. Los hijos a veces se ponían ropa muggle durante las vacaciones, pero los padres en general vestían con túnicas largas en diversos estados de deterioro. Harry no estaba inquieto por los pensamientos de los vecinos, pero si lo desagradables que podrían ser los Dursley con los Weasley si aparecen con el aspecto que aquellos reprobaban en los brujos.
Los Dursley vestían con su mejor ropa para la llegada de los Weasley. Dudley se mostraba algo decaído, no creía que fuera por su régimen alimenticio, si no por el miedo. La última vez que un brujo adulto llegó con ellos, había ganado una cola de cerdo.
—Vendrán en coche, espero— dijo a voces el tío Vernon desde el otro lado de la mesa.
—Ehhh... —Harry no supo que responder.
La realidad era que no había pensado en aquel detalle. ¿Como es que irían a buscarlo los Weasley? Ya no tenían coche, porque el viejo ford anglia que habían poseído corría libre por el bosque prohibido de Hogwarts. Sin embargo, recordó que el año anterior el ministerio de magia le había prestado un coche al señor Weasley. ¿Podría suceder lo mismo esta ocasión?
—creo que si —Respondió al final.
El tío Vernon dio un resoplido y su bigote se alboroto. Si hubiera seguido su comportamiento normal hubiera preguntado el coche en el que vendrían a buscarlo, ya que solía juzgar a la gente por el tipo de automóvil que utilizaban.
—Iré a mi habitación, debo buscar una cosa— dijo Harry para irse.
Pasando la mayor parte de tiempo en su habitación lejos de las constantes quejas y miradas que lanzaba el tío Vernon, tía Petunia y el tonto de Dudley. Hasta que dieron las cinco en punto decidió bajar, los minutos pasaron y los Dursley se impacienta.
—¡Se retrasan!— gruño a Harry.
—Ya lo sé —Murmuró Harry—. Debe ser por que hay tráfico, yo que sé.
El tiempo siguió corriendo, las cinco y veinte, cinco veinticinco... Harry se comenzó a preocupar. Harry había escuchado a sus tíos en resonando.
—¡no tienen consideración!
—podríamos tener un compromiso!
—Deben creer que los invitaremos a cenar si llegan tarde.
—Ni en sus sueños— dijo Vernon viendo a Harry—. Recogerán al chico y se van, solo harán eso. Claro está si no olvidaron el día, incluso me atrevo a decir que se confundieron... ¡Ahhhh!
Harry dio un salto. Del otro lado de la puerta de la sala un ruido llegó que hacían a los Dursley moverse con terror y descontrol por la sala.
—¿que pasa?—Preguntó el chico—. ¿Que es lo que ocurre?
Dudley no podía responder, estaba haciendo movimientos erráticos mientras se sostenía el trasero. Vernon y Petunia estaban con miedo sin saber que pudo ocurrir.
—¡oigan hubo un error!—grito una voz que harry reconoció—. Díganle a papá que hubo un error.
—Fred... George— dijo harry. —¡Señor Weasley! ¿Me oye?
El martilleo cesó. Alguien, dentro de la chimenea habló.
—¡Soy Harry, señor Weasley. ..! La chimenea está cegada. No podrán
entrar por aquí.
—¡Maldita sea! —dijo la voz del señor Weasley—. ¿Para qué diablos
taparon la chimenea?
—Tienen una estufa eléctrica —explicó Harry.
—¿De verdad? —preguntó emocionado el señor Weasley—. ¿Has dicho. ecléctica? ¿Con enchufe? ¡Santo Dios! ¡Eso tengo que verlo.
Pará poder salir de la chimenea, el señor Weasley tuvo que hacer un hechizo el cual destruyó parte de la misma incluyendo la estufa eléctrica, los Dursley asustados y con diversas emociones por la explosión. De la chimenea salieron un par de gemelos que llegaron a saludar a Harry y preguntaron.
—¿donde están tus cosas?— Preguntó uno de ellos—. Papá, iremos por el baúl de Harry.
—Esta bien George, no hagan nada que los meta en problemas—dijo el señor Weasley—. Lamento lo que ocurrió, fue una odisea hacer que conectarán su chimenea a la red Flu, pero de saber que estaba cegada hubiera sido otra historia, no se preocupe por los daños que yo mismo los arreglaré.
Arthur Weasley había salido para dejar que su hijo Ron saludara a Harry, los Dursley estaban muy asustados por lo que había ocurrido. Fred y George bajaron con el baúl de pertenencias de Harry, pero uno de ellos se tropezó justo en el último escalón dejando caer unos dulces envueltos en diferentes papeles de colores llamativos, se apuro a recogerlos y se levantó.
—Muy bien, estamos todos listos George y Fred vayan de regreso a la madriguera junto con Ron, esperare que Harry se despida de sus tíos— dijo el Señor Weasley viendo a Harry, sus hijos ya se habían ido—. Bien tienen una linda casa, pero debemos irnos cuanto antes.
Los Dursley no podían estar las tensos, el señor Weasley comenzó a hacer una serie de preguntas al ver la estufa eléctrica, pero de igual manera daba halagos a la familia y se comportaba de manera amable.
—Bueno... Pues adiós— Harry de despidió de sus tíos.
Ellos no parecían responder, eso le tomó sorpresa al señor Weasley que no parecía irse sin que se despidiera. De alguna manera hizo que los Dursley aceptarán despedirse de Harry, pero antes de irse vieron como Dudley había comenzado a llorar.
...
Una vez todos estuvieron en la madriguera, los gemelos recibieron un gran sermón del Arthur mientras que su madre Molly había llegado para unirse, haciendo que fuera aún peor. Harry había saludado a toda la familia Weasley desde los hermanos mayores de Ron hasta Ginny, se llevó una sorpresa al ver que Hermione estaba ahí con ellos.
Era de noche y había pocas nubes en el cielo, la señora Weasley decidió que cenaran en el jardín debido al poco espacio que había dentro.
A lo lejos comenzaron a oírse estruendos parecidos a los truenos, tan fuertes que llegaron a sorprender a los magos.
—Bill y Charly pongan las mesas fuera, si es necesario coloquen una carpa—ordeno su madre—. No esperaba que hubiera señales de lluvia.
Cuando terminó de preparar unos cuantos platos, Harry y los demás miembros de la familia Weasley estaban fuera, viendo como Bill y Charly jugaban con las mesas haciéndolas levitar. Estaban tan sumergidos en su diversos que un poderoso estruendo iluminó el cielo, haciéndolos saltar de su lugar de manera sorprendida, el cielo se despejó.
Una de las patas de la mesa salió volando hacia los pastizales de la familia, el gato de Hermione Crookshanks, salió corriendo del lugar algo asustado.
—Fred, George— Los llamó Bill—. ¿Pueden ir a buscar la pata de la mesa?
—Claro, volvemos en seguida— respondieron con tranquilidad—. Anda el primero en encontrarla gana.
Los dos entraron rápidamente a la búsqueda de la pata de la mesa que habían perdido, evitando a unos cuantos gnomos y algunos bichos graciosos. Fred y George se divertían mientras buscaban esa parte de la mesa.
—¡La encontré!—Grito George con emoción—. ¿Donde estas fred?
—¡Estoy por aquí!—Respondió con un Lumus para mostrar su ubicación—. Deberías traer a mamá y papá aquí, encontré una persona desmayada, parece que tiene heridas por todas partes.
—Enseguida vuelvo, no tardo—Fue la respuesta dada por George.
Pasaron unos cuantos minutos en lo que Arhur, Molly y los demás llegaron donde se encontraba Fred, quien estaba picando al chico con palito.
—Aun respira, pero parece muy lastimado—dijo soltando la rama.
—Por las barbas de Merlín, debió sufrir un accidente terrible—Dijo la señora Weasley preocupada por el chico—. Debemos ayudarlo cuanto antes, no sabemos si puede ponerse peor.
Molly Weasley sacó su varita e iluminó más el lugar, el chico parecía tener no más de 18 años, tenía el cabello castaño y sus ropas estaban rasgadas.
Intentaron hacerlo levitar para no moverlo de mala manera, pero el hechizo no funcionó. También intentaron curar unas cuantas heridas con un conjuro sanador, pero el resultado fue el mismo, parecían creer que estuviera bajo una maldición que impedía el uso de magia curativa en el por lo que decidieron cargarlo el camino hasta la madriguera.
Harry se le quedó viendo durante un momento, le parecía extraño que la magia no funcionaba con el. Del mismo modo Hermione quien tomó un libro de los muchos que poseía para buscar una posible razón de lo que le pasaba al sujeto que encontraron.
—Oigan ¿Que creen que le haya pasado?— preguntaba algo curioso—. Justamente tuvo que aparece cuando íbamos al mundial de Quidditch.
—Tu mamá no lo hubiera dejado tirado Ron, de seguro sufrió un accidente—Hermione seguía leyendo—. No lo sabremos hasta que despierte, pero es muy raro que los hechizos no funcionen.... Debe hacer una razón para eso.
—Creo que lo están pensando mucho chicos, ya envié una lechuza al profesor Dumbledore—era Arthur, quien estaba algo cansado—. Llegará después que haya terminado el mundial de Quidditch, así que no se preocupen que aún iremos—Sonrió con alegría—. Así que vayan a dormir que mañana nos iremos temprano, también dejen descansar a nuestro invitado.
Haciendo caso al padre de Ron, todos fueron a dormir para poder despertar temprano mañana.
...
Tal como había dicho Arthur Weasley Harry, Ron, Hermione y los gemelos partieron primeros en la mañana hacia donde irían a trasladarse para el juego del mundial de quidditch. Los tres hermanos mayores se quedaron con su madre hasta el medio día ya que ellos podían aparecerse en el lugar sin necesidad de un traslador.
Molly Weasley con ayuda de su hijo mayor Charly le dieron un baño de esponja al joven desmayado, todo para que sus heridas no se infectaran por la suciedad.
—Dios sabrá quien fue el que dejó a tan joven chico en ese estado, espero que pueda despertar pronto para que lo ayudemos a encontrar a su familia—La señora Weasley estaba algo preocupada por el chico, se imaginaba que podría pasarle a sus hijos—. Bien, ya está limpio... Viéndolo bien, parece ser apenas es mayor que George y Fred, sus padres deben estar muy preocupados.
—Quédate tranquila mamá, papá informó a profesor dumbledore y estará aquí para cuando ellos regresen—Explicaba Bill, terminando de peinarse—. Además no podemos hacer nada por el en este momento, dudo que en San Mungo puedan tratarlo correctamente ya que no sabemos que tiene.
En parte tenían razón, si alguien podría ayudarlos ese sería Albus Dumbledore. Molly pudo notar como el joven se movía ocasionalmente mostrando sus heridas, horrorizada por eso rápidamente tomó unas vendas y con magia hizo que se colocarán en el.
—Al menos ese hechizo funciono—Dijo algo satisfecha—. Bill, Charly y Percy deben irse ya o su padre podría comenzar la diversión sin ustedes.
—¿segura que estas bien con quedarte sola?—Preguntaba con algo de preocupación su hijo mayor—. Podría quedarme contigo mamá.
—No es necesario, no creo que despierte en amenos unos cuantos días—le resto importancia al asunto—. Además tengo que terminar unos deberes y buscar la lista de los libros que ocuparán Ron y los demás para este curso.
—Bien, nos vemos mañana— Se despidió.
Los 3 mayores se fueron con ayuda de Percy, Molly se quedó sola y comenzó a limpiar. El tipo desmayado seguía dormido, moviéndose constantemente sobre sí mismo, como si tratara de quitarse algo de encima.
...
Un campo cubierto de oscuridad, un chico con el cabello castaño estaba parado hablando con alguien.
—Oye Ddraig ¿porque no puedo despertar?— preguntaba alguien.
—Sufriste mucho daño al caer en ese estanque, tomará por lo menos dos días más en despertar—Explicó un enorme dragon de gran tamaño—. También hay un problema, no puedo ver lo que pasa fuera... Básicamente estamos ciegos.
—Le Fay debe estar preocupada, se veía tan feliz mientras estudiamos juntos—Recordó un poco antes de su accidente—. Por cierto Ddraig ¿no perdimos nada con el accidente?
—No compañero, tenemos todo con nosotros—dijo haciendo memoria—. Tus piezas sin usar, esa bolsa con oro que encontraste en la cueva y tu teléfono celular.
—Bueno, solo espero a despertar y ya ¿que podría pasar?— expresó sin darle importancia.
El chico y el dragon siguieron charlando sin preocuparse sobre lo que podría o no pasar, confiaban en su fuerza para sortear cualquier obstáculo.
...
Habían pasado dos días desde que los gemelos Fred y George encontraron al chico lastimado, habían ido a la copa mundial de quidditch. Todo parecía ir de las mil maravillas, pero en plena noche cuando todo el mundo descansaba fueron atacados por mortifagos, el ministerio de magia fue alertado pero todos se sorprendieron al ver que la marca tenebrosa.
Trataron de inculpar a Harry y sus amigos, pero una elfina doméstica llamada Winky había sido la que resultó afectada al encontrar la varita con la que fue convocada la marca tenebrosa, que fue también la varita de Harry.
Después de esos problemas regresaron a la Madriguera, recibidos por Molly con gran actitud y el desayuno listo.
—Leí todo lo que pasó en el Profeta, me alegra que todos estén bien—Dijo viendo a sus hijos—. Mis pequeños pudieron sufrir heridas, no puedo imaginar si los malos los atrapan, estaría destrozada.
—Fue todo un caos, debemos irnos percy y yo de inmediato al ministerio—Decía Arthur con prisa—. Desayunamos y nos vamos de inmediato.
Las cosas en el ministerio de Magia se pondrían muy duras a partir del incidente, buscarían cualquier cosa para hacerlos quedar como una mala administración y eso afectaría la reputación de muchas personas.
Harry, Ron y Hermione estaban charlando acerca de lo que podía a ver pasado, pero estaban aún más expectantes de lo que les contaba Harry a cerca de su cicatriz. Las reacciones fueron justo como las imagino, pero fueron llamados a la planta baja por la madre de Ron.
—¡Chicos, bajen por favor!—Dijo desde la planta baja.
Harry se levantó, pero al pasar cerca del chico que aún dormía sintió como una descarga subía por su cuerpo dándole una sensación extraña.
—¿sintieron eso chicos?— Preguntó Harry algo desconcertado—. Algo como una descarga.
—¿te sientes bien Harry?—Preguntó Ron—. Podría ser algo.
—Lo buscaré en un libro, no te preocupes—respondió Hermione—. Por ahora veamos lo que necesita la señora Weasley.
El trio de amigos bajaron y se llevaron una gran sorpresa.
—¡Profesor Dumbledore!— grito sorprendido Harry.
—Profesor Snape...— Ron dijo con miedo.
—Hola profesora Mcgonagall— Hermione saludo con normalidad.
El hombre mayor en el salón se levantó y acercó a los chicos.
—¿como han estado chicos? Espero que hayan disfrutado sus vacaciones—dijo con amabilidad el profesor dumbledore—. Vinimos tan pronto nos llegó su lechuza con el mensaje.
—Espero que mi presencia no sea inoportuna, sr.Potter— el profesor Snape estaba frente a ellos.
—Vinimos por petición del profesor dumbledore, era un extraño caso el que describen en su carta—Dijo la profesora Mcgonagall—. Así que estamos aquí para ayudar en lo que podamos.
—Minerva esta en lo correcto, así que por favor les pido que nos guíen con el joven en cuestión para ayudarlo a salir de este problema—Dumbledore parecía querer investigar este suceso.
Molly guió a los profesores por la casa, Harry junto con Ron y Hermione estaban curiosos de que podía pasar. En secreto los 3 chicos lanzaron hechizos de curación, intentos de maldiciones inofensivas y hasta intentar hacerlo levitar.
Severus fue el primero en acercarse, sacó su varita e hizo una revisión sobre el cuerpo del chico.
—Este... Al parecer no está bajo una maldición...—Apuntando al cuerpo del joven realizó un hechizo para sacar sus dudas—.Vulnera Sanentur.
Como describieron los Weasley, el chico no recibió ningún efecto del hechizo de curación.
—Esto es sin duda muy curioso, Minerva intenta hacerlo por favor—Pidió el profesor—. Desearía ver que sucede.
—Veremos que pasa Albus, al igual que tu me siento intrigada—respondía la profesora Mcgonagall.
Del mismo modo que severus, realizó un conjuro de curación. Esperaba que con hechizo diferente, pero el resultado fue tan desalentador que tuvo que desistir.
—Esto es sumamente increíble, déjenme hacerlo por mi cuenta—Dumbledore se acercó a donde estaba acostado el chico, preparo sus hechizos—. Vulnera Sanentur.
Los tres magos vieron como el hechizo sanador no tenía efecto alguno en ese chico, era algo sumamente extraño que desconcertó a los profesores y aún más la joven Hermione.
—Esto es totalmente impresionante— dijo Dumbledore —. No importa cuánto lo intentemos, no sanará.
—¿será que tiene algún maleficio?— Preguntó Mcgonagall.
—No existe maleficio que impida curar un cuerpo, a menos claro que este muerto— fue la opinión de Snape.
—Severus, tus conclusiones son ciertas pero algo...
Antes de poder continuar con sus intentos de curación, el chico abrió los ojos despertando con prisa. Una onda de invisible lanzó a todos a volar contra la pared.
Dumbledore al igual que todos fueron desarmados, el chico solo se quedó parado observando que pasaba.
Snape fue el primero en recoger su varita y atacó rápidamente.
—Petrificus Totalus— lanzó snape una maldición.
Impacto de lleno en el chico, pero Nuevamente asombro a los presentes al no sufrir el efecto y atacar a Snape desarmando y rompiendo su varita en miles de pedazos.
Dumbledore al ver lo que había pasado, sabía que era algo que los afectaría a futuro y decidió atacar de todas maneras. El resultado no fue diferente, excepto que ahora dumbledore tenía una espada justo en la garganta, a punto de cortar.
Hermione de manera rápida se percató que los ojos del chico estaban desvanecidos, de manera temeraria tomó el balde de agua que estaba cerca de ahí y antes de que el tipo le hiciera una herida a Ron como la que hizo con Harry, le lanzó el agua fría.
—¡Basta!—grito con valentía frente al chico—. Dejalo ir en este instante.
El chico solo volteo lado a lado viendo el lugar donde estaba, no reconocía a una sola persona y preguntó.
—¿en donde estoy?—decía con duda—. Yo... ¿Hice esto?
Se mostraba confundido, no podía creer que podía haber hecho todo ese desastre y observó que tenía amenazado a un señor de edad avanzada, una señora de gran edad y un sujeto que le dio mala espina.
—Lo siento mucho, no era mi intención hacer esto—El chico callo sobre sus rodillas pensando que pudo ir a mayores.
—Joven muchacho primero le agradeceré que ya no esté siendo amenazado por una espada—Dijo el profesor dumbledore—. Me gustaría hablar con usted a solas, para explicarle su situación en estos momentos joven...
—Hyodo Issei... Ese es mi hombre— Respondió a la brevedad.
Por petición del profesor dumbledore todos salieron de la habitación, el se quedó junto con Issei esperando a entablar una conversación con el recién despierto joven, todo a cerca de su condición.
—Muy bien joven Issei, mi nombre es Albus Dumbledore y soy el director del colegio de magia y hechicería Hogwarts—Se presentó formalmente—. Me gustaría que me hablaras un poco de ti, como fue que terminaste en ese estado.
—Lo último que recuerdo es que estaba con mi novia, investigando una cueva que había descubierto—Explicó un poco de lo que recordaba al señor frente a él—. Luego de eso desperté con ustedes, siento mucho lo que ocurrió.
—No se preocupe era evidente que no fue intencional, por lo que pude notar usted es consciente del mundo mágico ¿cual es su escuela?—Siguió con las preguntas—.(debe ser algo de lo que nos advirtió esa profecía de la señora Trelawney)
El interrogatorio por una hora, Dumbledore y el conocido como Issei charlaron sobre cosas en las que el director de Hogwarts poco a poco conseguía información del chico.
—Voy hacerte una oferta, al parecer no recuerdas mucho de donde vienes y tienes un gran talento con la magia
...—Estaba pensando bien en su propuesta, debido a que esto era algo de lo que debía tener cuidado—. Te ofrezco una beca para estudiar en Hogwart.
Issei estaba punto de negarse, pero Ddraig le dijo que no fuera un tonto y aceptará la oferta.
—(Acepta, si lo que dice es verdad entonces no nos encontramos en nuestro mundo... Tal vez una grita de la brecha dimensional nos trajo hasta aquí)—Explicó el dragon.
—Aceptó, espero no serle una molestia Dumbledore-Sensei— hizo una reverencia.
—Ustedes los japonés si que son amables, antes de salir ten esto— le entrego su varita—. Ahora te pertenece, ya no puedo tenerla.
Saliendo de la habitación, los dos bajaron las escaleras hasta llegar al comedor.
—Señorita Granger, quiero pedirle que sea tutora del Joven Issei de ahora en adelante—Pedía Dumbledore a la chica frente a él, mientras Issei estaba detrás—. En este momento será compañero suyo en Hogwarts, solo será cuestión de utilizar el sombrero seleccionador.
—Esta bien profesor Dumbledore—Respondió la chica de cabello color marrón.
—Yo... En verdad siento mucho lo que hice, no era mi intención hacerles daño—Hacia una reverencia demostrando el arrepentimiento que sentía—. Lo siento, no me he presentado con ustedes, mi nombre es Hyodo Issei y soy de Japón.
Con las presentaciones ocurriendo, Dumbledore les siguió contando lo que ocurría de ahora en adelante, pidió que Harry y Ron ayudarán al chico a adaptarse a su vida en Hogwarts, pese a la negativa de Snape y el reacio de Mcgonagall.
—(Nunca en mi vida me habían arrebatado mi varita, fue un error pero por alguna razón creo que esta en buenas manos)—fueron los pensamientos de Dumbledore.
Una vez terminaron los profesores de hablar con el chico, se fueron para preparar todo para la llegada del ahora nuevo estudiante.
Aclaraciones:
1. Issei tendrá un mini Harem.
2. El no se hará cargo de voldemort, será Harry.
3. Será espectador del torneo de los 3 magos.
4. Tendrá unas piezas libres de uso, es justo después de su promoción a clase alta.
5. Ya tengo planeado un enemigo Oc.
6. Ustedes deciden aquí, vivir o morir.
Cedric Diggory.
Sirius Black.
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