-Narrador-

A la mañana siguiente Issei despertó y encontró a su madre haciendo el desayuno para ambos. Las cosas ayer no habían salido de la manera en la que Miki hubiera esperado, no sabía que paso con su hijo y el porque de la extraña aura que lo rodeaba, estaba algo confundida y sorprendida.

—Buen día hijo —Miki saludo a su pequeño de la misma manera cariñosa que siempre.

—Buen día mamá —respondió Issei un poco apenado.

Sabe perfectamente que el día de ayer se dejo llevar por sus malos sentimientos, pero lo dicho por Karna era cierto. Fue de manera repentina, no esperaba que esos sentimientos que guardo durante tanto tiempo explotaran viendo al hombre que más esperaba conocer y era el motivo de las burlas de sus supuestos amigos.

—¿Sucede algo, pequeño?

—No, nada mamá.

Miki aparto del fuego lo que estaba cocinando, apagando la mecha para evitar un accidente. Se aparto de donde estaba y miro a su hijo, no le sorprendió verlo en ese estado de ánimo.

Issei estaba mirando fijo a la mesa, sumido en sus propios pensamientos... como si no estuviera en su cuerpo.

—Issei, lo que sucedió ayer —Miki puso una mano en la espalda de su hijo—. No dejes que te afecte en lo más mínimo. Sabía que algo como esto podría pasar, fue mi culpa dejar que tu pa... Sirzechs viniera de esa manera.

—No creo poder estar cerca de él —dijo Issei sin alzar la mirada.

—Puede que así sea, pero intenta darle una oportunidad —dijo Miki intentando animar al pelirrojo—. Se que fueron momentos difíciles, pero no te cierres a esa posibilidad.

—Intentare hacerte casó, mamá —dijo Issei alzando el rostro—, no puedo prometer nada, solo lo intentare.

—No hay cuidado mi niño, si esa es tu decisión la respetare.

—Gracias, mamá.

Miki continúo haciendo el desayuno para ambos. Hoy seria un día de escuela muy diferente a los cuales Issei esta acostumbrado, sería un día muy incómodo.

...

Un poco más tarde esa misma mañana, Issei se encontraba sentado solo en el aula de clases. No tenía suficiente ánimo para hablar con sus amigos del club de investigación de lo oculto, por lo que decidió esperar a que iniciaran las clases solo.

—Así que aquí estas —La voz de Rias se hizo presente.

—¿Rias?

—Esperabas a otra persona —Rias tomo asiento a un lado de Issei.

—No

—¿Cómo te sientes? —preguntaba Rias, viendo a Issei—. Lo que paso ayer...

—Preferiría no hablar sobre eso —dijo Issei, intentando no recordar nada.

Rias iba a decir algo, pero se detuvo de hacerlo. La mirada en el rostro de Issei era diferente a lo usual, una mezcla de sentimientos que nunca había visto en el rostro del pelirrojo.

—Entiendo, las clases están por iniciar —Rias dijo con cautela.

—Rias... ¿podemos hablar en privado cuando sea la hora del almuerzo?

Rias sintió que su cuerpo recibía una descarga de preocupación, Issei nunca hablaba tan serio o deprimido.

—Claro...

Eso hizo que Issei sintiera un poco de alegría y sonrió, eso hizo que Rias se relajara un poco. La pelirroja no hizo nada más que dejar de preocuparse unos cuantos segundos, pero luego recordó que Issei es su sobrino y la preocupación llego de nuevo.

Si bien para los demonios es común tener este tipo de relaciones entre familiares, es algo a lo que Issei no está acostumbrado ya que nunca tuvo contacto con la cultura de los demonios.

Por el lado de Issei el chico estaba sintiendo que debía hablar con Rias sobre lo que había en sus pensamientos... Hasta ahora solo hablo de sus sueños y de las cosas positivas que sentía, pero nunca se tomo el tiempo de ver la otra cara de la moneda. Así que para Issei esto iba ser algo duro, pero necesario para poder llegar a una decisión sobre lo que charlo con su madre en la mañana antes de ir a la escuela.

...

Todos los miembros del club de investigación de lo oculto habían salido por ordenes de Rias, lo cual era raro para todos. Solo les dijo que tenía algo importante que discutir con Issei y era necesario tener privacidad para poder tener su platica.

Issei entro a la sala y pudo ver a Rias sentada en su usual lugar. El chico no pudo evitar sonreír al ver a su pareja con el semblante serio, así que tomo asiento delante de ella.

—Rias...

—Issei...

Ambos estaban un poco tensos. Issei deseaba decirle muchas cosas en este momento, pero no lograba articular nada de lo que pensaba. La mente de Rias estaba a mil revoluciones por minuto, pensando e imaginado las respuestas del posible escenario que se puedan generar de esta conversación.

—Rias... ¿recuerdas la ves que te conté sobre mi sueño? —preguntaba Issei mirando a Rias directo a los ojos.

—Claro que la recuerdo, tus sueños son importantes para mi —dijo Rias de manera seria viendo al pelirrojo—. ¿Por qué la pregunta?

—No se en que momento sucedió, pero en algún punto de mi vida mi más grande anhelo se convirtió en una pesadilla —dijo Issei cruzando sus brazos—. No le preste atención al otro lado de la moneda... Pude crecer con una figura paterna, mi tío Goruo... Pero el hecho de que mi padre biológico ni siquiera supiera de mi existencia, hizo que mis emociones bloqueadas inconscientemente salieron haciendo una explosión.

—Yo... Nunca imagine que hayas sufrido por esa parte —dijo Rias sintiendo un poco de pena.

—No diría que sufrí, todo gracias a mi mamá —comento Issei con una sonrisa—. Lo que deseo decir es que ya no estoy seguro de querer conocer a mi padre. La manera en la que se presentó después de tanto tiempo, y esas simples palabras haciendo menos todos esos años de ausencia, me molestaron.

—Entonces, estas pensando en que no puedes perdonar a mi hermano —Rias dijo con voz calmada.

—Mamá quiere que le de una oportunidad, pero dudo que pueda darla en algún momento cercano —Issei estaba siendo sincero—. ¿Qué piensas de todo esto?

Rias se quedo en silencio unos cuantos segundos mientras meditaba su respuesta. Ahora que conoce la razón de porque Sirzechs no estuvo presente en la vida de Issei y porque se dio esa relación con la señorita Hyodo.

—Pienso que si así es como te sientes, sigas lo que te dice tu corazón —Rias tomo las manos de Issei—. No te voy a pedir que aceptes a mi hermano de manera inmediata, no puedo decir que entiendo como te sientes porque crecí de un modo distinto al tuyo, pero estoy segura de que lo que haces es lo correcto. Haz lo que sientas que debes de hacer, yo voy a ayudarte en todo lo que pueda.

Issei solo cerro los ojos y echo la cabeza hacia atrás, luego sonrió y volvió a ver a Rias.

—Gracias por entender —el pelirrojo dijo con una sonrisa—. Ahora... Nuestra relación...

—¿Te incomoda que seamos familia?

—Un poco, sí... creo que fui un idiota al no darme cuenta con el parecido antes.

—En la sociedad demoniaca, la relación entre familiares no es mal vista —dijo Rias con un tono calmado—. Si bien no es tan común, nadie se opondrá a nuestra relación.

—entiendo...

Issei no entendía del todo bien, pero estaba alegre de que Rias no decidiera cortar su relación.

—Pronto te explicare las cosas más a detalle —dijo Rias viendo la cara de confusión del chico.

Con los temas que deseaba discutir Issei dados por vistos, el chico agradeció el tiempo que Rias lo escucho. Hoy era un día ocupado para los chicos del club ya que estaban atendiendo más misiones últimamente, así que el tiempo que le dio la chica era muy valioso.

Rias vio como Issei se fue. Ella se quedo sentada mientras enviaba una nota por circulo mágico a los miembros del club... Estaba un poco preocupada por lo que podían charlar, pero, ahora puede comprender un poco la razón del porque actuó de la manera en la que lo hizo.

...

Las clases terminaron e Issei regreso a casa solo pues Rin y los chicos debían quedarse para atender asuntos relacionados a su trabajo como demonios. En el camino de regreso le sirvió para enfriar su mente y no pensar en nada que lo preocupara.

Se desvió a un parque que no se encuentra lejos de su hogar, decidió sentarse unos minutos y disfrutar el fresco viento de la noche que recién empezaba, así que sin preocupaciones cerro los ojos y sintió la suave brisa.

Poco le duro el gusto ya que sintió como en sus piernas se restregaba algo con mucha energía, abrió los ojos y se dio cuenta que era un pequeño gatito de color negro con los ojos amarillos.

—Meaw.

Issei se sorprendió porque el menino se dejó alzar, acomodo a la pequeña en su regazo y comenzó a acariciarla. La noche y el viento era algo que ahora ambos estaban disfrutando, en especial el pequeño animal.

—Te voy a llevar a casa.

La gatita solo vio unos segundos a Issei y se volvió a acomodar en el regazo del pelirrojo. Señal de que el chico había sido adoptado por la gatita.

No tenía collar ni nada que diera indicios de que era un animal doméstico, así que no le veía el problema en llevarla consigo a casa, además de que siempre quiso una mascota.

...

Issei llego a casa y pudo encontrar a su mamá sentada en la sala de estar, leyendo una revista mientras bebía una limonada.

—Hola mamá, llegue de la escuela.

—Me alegro mucho hijo ¿Qué tienes entre tus manos? —preguntaba Miki, viendo el pequeño bulto negro en manos de Issei.

—Es una gatita que me siguió a casa —dijo una mentira muy obvia—. Pensé que sería buena idea adoptarla ya que no hay indicios de que sea una gatita de casa.

—Se queda solo si tú la cuidas —dijo Miki de inmediato.

—Trato.

Issei dejo a la pequeña Luna suelta por la casa, para que pudiera explorar su nuevo hogar. Miki dejo que Issei dejara de hacer lo que hacía para decirle lo que había ocurrido el día de hoy.

—Hijo, tengo algo que decirte —dijo Miki con un tono algo alegre.

—¿Qué sucede, mamá? —Issei tenía curiosidad.

—Me llamaron del trabajo para ofrecerme un ascenso, despidieron a mi antiguo jefe por malas practicas y me ofrecieron la vacante a mi —dijo Miki con una sonrisa en el rostro—. Lo mejor de todo es que aparte del obvio aumento de sueldo, tu madre se vuelve la primer jefa de departamento en diez años.

—Eso es fabuloso mamá, te lo tienes merecido —dijo Issei alegre—. Debemos festejar esto.

—Sí, por eso este fin de semana tu y yo junto con tus abuelos y tíos iremos a disfrutar de una cena en el restaurante lujoso que se encuentra en el distrito comercial —Miki sonrió orgullosa.

—¿Toda la familia? Eso es genial, hace mucho tiempo que no estamos todos reunidos.

Miki asintió y abrazo a su hijo. Una buena noticia le serviría para ahuyentar el recuerdo de lo que sucedió el día de ayer, aunque sabe perfectamente que no será un proceso sencillo, es mejor iniciar por pasos pequeños para lograr superar esos obstáculos que les pone la vida.

...

En el edificio de apartamentos en los que se hospedan todos los integrantes del club de investigación de lo oculto. En el pent-house del edificio, que era el lugar donde Rias vive, se encontraban los dos hermanos Gremory charlando sobre el tema de Issei.

—Es como te lo dije ese día, Rias —dijo Sirzechs un poco serio—. No sabía que Issei había nacido porque me encontraba en el inframundo, mis problemas con Grayfia se solucionaron y llegaste tu al mundo.

—¿Te estas justificando? —Rias pregunto un poco a la defensiva.

—No es lo que trato de hacer —Sirzechs se tomo el tabique en señal de exasperación—. Lo único que quiero hacer es poder ser un padre para Issei, por el momento no quiero involucrarme de nuevo con Miki porque tengo que charlar primero las cosas con Grayfia.

—¿Entonces Onee-sama no sabe nada de lo que está pasando?

—No, actualmente no.

—¿Qué planeas hacer entonces, hermano?

—Arreglar las cosas, poder reparar el daño que le cause indirectamente a Issei y Miki —Sirzechs quería arreglar las cosas—. Esperar que Grayfia no me mate en el proceso y explicarle a Millicas que tiene un hermano mayor.

—Son muchas cosas, te aconsejo que vayas lento y por partes —Rias dijo poniéndose de pie—. Si yo fuera tú, no presionaría a Issei.

—Eso lo sé, pero eso no significa que pueda darle unos cuantos regalos ¿cierto?

—Solo no cometas una equivocación.

—Te pareces mucho a mamá —dijo Sirzechs haciendo que Rias se enojara un poco.

La menor solo le lanzo una almohada a su hermano mayor para luego irse a su habitación para descansar, dejando solo al señor del inframundo sumido en sus pensamientos sobre como entablar una relación padre e hijo... Si no lo conoces del todo.

—Estoy frito.

Sirzechs se levanto y se fue a acostar al sofá para ver un poco de televisión, tal vez relajarse le ayudara a pensar mejor.