01

-Narrador-

Cuando se es pequeño, no se pueden entender muchas cosas. Para el caso de Hyodo Issei, un chico pequeño de seis años de edad, no podía entender porque su padre no estaba presente, y aunque fuera un niño muy inteligente, no comprendía ese hecho.

Había veces que le preguntaba a su madre y a su tío, pero nadie le respondía lo que deseaba escuchar.

—Escucha Issei, ese es un tema muy delicado —dijo Gorou, tío de Issei—. Quiero que me prometas que no preguntaras nada de ahora en adelante, cuando llegue el momento te contaremos todo lo que desees saber.

—entiendo, lo siento mucho tío —respondió el pequeño pelirrojo.

Aunque Issei no comprendía del todo, acepto, pero sus sueños de algún día conocer a su padre se intensificaron mucho más.

En la escuela issei era molestado por sus compañeros de escuela durante los festivales, celebraciones especiales y en cada oportunidad que tenían para hacerlo, al pequeño no le importaba lo que dijeran, él sabía que solo lo molestaban por ser más listo que ellos. Era una verdad absoluta, pero los demás chicos no querían aceptar la realidad.

—¡Dejen de molestarme! —dijo issei, parado frente a sus compañeros —. ¡ustedes solo están celosos porque soy más listo que ustedes!

Ese comentario no le gustó para nada a los chicos dentro del aula, se lo tomaron de mala manera y entre ellos comenzaron a romper las cosas de Issei. El castaño se apresuró a detenerlos y para que dejaran sus cosas, no quería golpearlos porque su tío Gorou dijo que la violencia no arregla las cosas. Los chicos rompieron un broche que Issei tenía en su mochila, era una cosa muy especial para él debido a que era el único objeto que le perteneció a su padre.

Issei se enfureció al ver su pertenencia más preciada hecha pedazos, todo por la culpa de unos niños que no les agradaba que él pelirrojo fuera más listo que ellos. Issei se enfureció y comenzó a pelear con los chicos, ignorando las palabras de Gorou.

Más tarde ese mismo dia, Issei se encontraba en la oficina del director esperando a que llegara su madre para recibir una charla sobre lo que había pasado. El chico vio por la ventana a patio de la escuela y ahí observo algo que lo dejó maravillado. Esa tarde Issei vio a un animal que había visto en un museo sobre la cultura china, era un caballo con un cuerno largo en su cabeza, su rostro era de color rojo, y su pelaje era de color azul con blanco y era más grande que cualquier persona que hubiera visto antes, el pequeño pelirrojo sacó su mano por la ventana para saludarlo con la esperanza de que fuera visto por el extraño animal.

El aparente unicornio, como lo llamó Issei, se dio cuenta de que el chico lo observaba y se paró sobre sus patas traseras y dijo algo que el chico no entendió para luego desaparecer como su hubiera sido una ilusión.

En lugar de que fuera Miki quien llegará por Issei a la escuela, fue su tío Gorou quien tuvo que charlar con el director por la conducta de Issei. Ese mismo dia Gorou hizo prometer a Issei que nunca más se dejará llevar por las provocaciones de los demás, pero que hizo un buen trabajo en defender lo que era suyo.

...

Cuando Issei tenía siete años su madre y él tuvieron que mudarse a Tokio debido al trabajo de Miki. La mayor parte de su estadía ahí fue relativamente normal, nadie lo molestaba por no tener un padre, y tenía muchos amigos. El trabajo de Miki ahora le permitía pasar más tiempo con Issei que antes, ella procuraba estar más presente en su vida y así cumplir con los roles de madre y padre.

Aunque no podía tenerle vigilado todo el tiempo, como paso una vez en el centro comercial mientras compraban ropa para el invierno. Issei se había separado de Miki para poder ir al baño, y cuando intentó regresar con su madre no la logro encontrar.

Perdido y con un poco de miedo, decidió emprender la búsqueda de su madre el solo. Se rindió después de cinco minutos y se dio cuenta de que debía pedir ayuda. No pudo encontrar un guardia de seguridad, por lo que tuvo que hacer un plan b y vio a una mujer vestida con traje de maid, tenía el cabello plateado y por alguna razón Issei sentía que podía confiar en ella.

—Disculpe —dijo Issei, jalando un poco la vestimenta de la mujer.

La mujer se dio la vuelta y pudo ver a un chico de no más de nueve años, lo que le resultó curioso fue el color de cabello y sus ojos verde aqua, le resultaba un poco familiar.

—¿en qué puedo ayudarte? —preguntó la hermosa mujer.

—¿puede ayudarme por favor? —dijo Issei un poco avergonzado —. Fui al baño y cuando intente regresar, no pude encontrar a mi madre.

La mujer lo pensó durante unos segundos, hasta que aceptó ayudar a Issei.

—¿Donde la viste por última vez? —preguntaba la mujer, tomando la mano de issei.

—Nos encontrábamos en la tienda departamental, veíamos ropa para el invierno, señorita —respondió Issei, viendo a la mujer.

—Entiendo, vayamos a ver si sigue por ahí —dijo ella con una sonrisa en el rostro.

Issei se sonrojo un poco al verla, pero confirmó moviendo la cabeza. Pasaron unos cuantos minutos en la búsqueda de Miki, Issei estaba comenzando a preocuparse hasta que dieron con ella. Miki se encontraba buscando al pequeño pelirrojo en las tiendas cercanas.

—¡Mami! —grito issei emocionado de encontrar a su madre.

—¡Issei! —dijo Miki, recibiendo el abrazo de su hijo.

Miki pudo ver como la mujer que acompañó a Issei sonreír, se acercó a ella y le agradeció por ayudar a su pequeño.

—Muchas gracias, pensé lo peor cuando no lo podía encontrar —dijo Miki, tomando de las manos a la mujer.

—No se preocupe, creo entenderla —dijo ella, viendo a la madre del pequeño—. Mi hermanita tiene la misma edad que su hijo, a veces es muy escurridiza.

—Si, asi son los niños.

Charlaron durante unos momentos e incluso la dama les ayudo un poco con la selección de las prendas para Issei, ya que le parecía que el chico era un encanto. Cuando se despidieron, Issei le dio un abrazo a su nueva amiga.

...

Pasaron pocos años e Issei tenía catorce y era noche de brujas, Issei salió a pedir dulces y se topó con un grupo extraño de chicos un poco mayores que él, se veían divertidos. Una de ellos iba vestida con un kimono negro mientras usaba cola y orejas de gato, había un chico que parecía un mono, un chico rubio que tenía una espada y una pequeña chica lo acompañaba, tenía un bastón de chica mágica, y por ultimo un chico con cabello plateado.

—Vali-Nya, ese chico nos está viendo —dijo la chica viendo al de cabello plateado.

—Su energía es como la mía —dijo Vali, viendo al pelirrojo.

—Ya se que hacer Nya

Issei se quería acercar para preguntarles por sus disfraces, pero la chica de cabello negro se volteo de la nada y le sonrió, así que lo jalo para el centro del grupo.

—Hola, mi nombre es Issei —dijo Issei, saludando a los demás.

—Hola-nya, mi nombre es Kuroka-nya —dijo la chica de cabello negro.

—Mi nombre es Bikou —respondió el chico con disfraz de mono.

—Mi nombre es Arthur y ella es mi hermana menor, Lefay —dijo el chico rubio, mientras sostenía la mano de su hermana.

—Yo soy Vali —respondió el chico más serio.

Issei hizo reverencia a cada uno que se presentó.

—Es un placer conocerlos —dijo Issei, sonriendo —. ¿puedo saber donde consiguieron sus disfraces? Están geniales.

Todos lo vieron con una cara de sorpresa, pero decidieron seguirle la corriente. Todos dijeron que los compraron en una tienda especializada en el extranjero. Issei les ofreció darles un recorrido por la ciudad, mientras que pedían dulces y se conocían de mejor manera. Al grupo le había caído bien el chico pelirrojo, era divertido y no hacía muchas preguntas.

Duraron unas cuantas horas hasta que llegó la hora en que Issei debe regresar a casa, el grupo se ofreció acompañar a su nuevo amigo a su hogar. Ahí la mamá de Issei los vio a todos y les agradeció que acompañaran a Issei hasta la casa, les comento que si eran amigos de él podían venir cuantas veces quisieran. Kuroka estaba abrazada a Issei, no lo quería dejar ir y estaba balbuceando algo de que fuera el padre de sus gatitos, Vali tuvo que intervenir para que soltara al pelirrojo, quien estaba del color que su cabello.

—Espero que vengan a visitarme pronto —dijo Issei, viendo al grupo de chicos.

—Nya claro —dijo Kuroka queriendo abrazarlo de nuevo.

—Fue un gusto conocerte, Hyodo —dijo Arthur, despidiéndose—. LeFay es un poco timida, pero le agrado pedir dulces contigo.

—Muchas gracias por la rebanada de tarta, señora Hyodo —dijo Bikou, comiendo tarta.

—Le agradezco mucho, nos vemos pronto —dijo Vali.

Esa noche de brujas fue la mejor para Issei de toda la vida, no solo fue la última en la que pediría dulces, sino que también conoció a nuevos amigos muy divertidos y al parecer le gustaba a Kuroka.

...

Cuando Issei tenía dieciséis se dio cuenta de algo, era diferente al resto de personas, durante toda su niñez creció escuchando que era una persona muy especial, pero ahora eso parecía tomar otro giro. De vez en cuando soñaba con un hombre joven de largo y descuidado cabello color blanco, casi transparente. Su mirada era aguda como una hoja de acero, con una piedra roja enterrada en su pecho proyectando de manera similar una lustrosidad cautivadora, una de las cosas que llamó la atención de Issei fue el conjunto de armadura dorada, podía sentir que algo muy potente salir del hombre.

Gracias por despertarme —dijo el hombre —. Mi nombre es Karna, el héroe de la caridad e hijo del dios del sol Surya.

Issei no sabía qué creer, pero debía admitir que el hombre frente a él se veía genial.

—Hola, mi nombre es Hyodo Issei —dijo Issei, presentándose de manera respetuosa.

Es un placer conocerte, Hyodo Issei —dijo Karna, en un tono igual de respetuoso.

—Si no es indiscrecion ¿donde nos encontramos, esto es un sueño? —pregunto Issei, un poco apenado.

No, déjame responder a tu pregunta —dijo Karna, viendo a Issei—. Nos encontramos en tu subconsciente, en este lugar somos capaces de comunicarnos. Este lugar puede parecer un sueño, pero no lo es.

—¿entonces estamos dentro de mi cabeza?

Karna asintió, después comenzó a darle una ligera explicación de quién era, cómo fue su vida y cómo murió. Issei escuchaba maravillado cada palabra que salía de Karna, era tan sorprendente saber que el mahabharata, algo que vio en un museo, era real. Los dioses eran reales, todas las criaturas que creía sólo existían en los cuentos, libros y películas en realidad eran todas reales.

—Karna, si no es mucha molestia ¿porque te manifestaste en mi? —fue la pregunta de Issei.

Tengo dos posibles respuestas para responder a tu pregunta ¿te gustaría escucharlas?

—Claro ¿por qué no?

Puede ser posible que seas un descendiente de mi línea, pero eso no es posible —Karna se colocó en posición para pensar—. La más lógica es que de algún modo termine dentro de ti, lo cual no es del todo malo, tener el alma de un semi dios puede brindarte muchas ventajas.

—¡Genial!

¿Genial?

—Es una expresión para algo que es oportuno, original y divertido —dijo Issei de manera rápida.

Karna asintió y comenzó a charlar de nuevo con Issei. La charla iba sobre sus habilidades, destrezas, poderes y capacidades, el pelirrojo se sorprendió al escuchar que con el poder que le brinda Karna, podría destruir todo el planeta si se lo propone. Issei también le contó muchas cosas al peliblanco, sobre su madre, tío y su deseo de encontrar a su padre. 

De manera sincera, espero que un dia puedas reunirte con tu padre así como yo lo hice con el mío.

—Muchas gracias, Karna.

Karna sintió algo extraño en Issei, era energía que nunca había sentido en vida. Era extraño sentir esa energía un poco corrupta, semejante a los demonios de los seis infiernos... pero era mucho más poderosa, no quiso asustar a Issei siendo el primer dia que charlaba con él, así que se guardó sus comentarios para el momento indicado.

...

issei cumplio diesiocho años, su madre habia pedido que se reuniera en el living para tener una charla con ella, parecía estar seria.

—Siéntate, por favor hijo — dijo Miki, viendo a Issei.

—¿sucede algo, mamá?

—Recibí una llamada del trabajo —dijo con una sonrisa —. ¡Me ascendieron de puesto!

—Eso es genial —dijo Issei, abrazando a su madre—. ¿puedo saber cual es tu nuevo puesto?

—estás viendo a la nueva jefa de las oficinas en Kuoh —dijo Miki, viendo a Issei—. Nos mudaremos al final de la semana, tengo todo preparado.

—Eso sí que fue una sorpresa, pero te voy apoyar en todo mamá —dijo Issei, sonriendo.

—Eres un chico muy bueno, espero que le escribas a tus amigos —dijo Miki, recordando a los amigos de Issei—. Kuroka se pondría triste si viene y no nos encuentra en casa.

Issei se sonrojo un poco ante el comentario de su madre, pero le tomó la palabra. Subió a su cuarto para escribirles una carta y de paso a comenzar a empacar. Desde hace muchos años que no pisaba Kuoh, estaba ansioso de ver a sus abuelos, a sus tíos y primos. También tenía una pequeña esperanza de poder buscar y encontrar a su padre...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top