Viajeros Temporales

Cuando se termina la sociedad es cuando se hace mas evidente la naturaleza de los humanos, todos dejan de pensar en cualquier otra cosa además de su supervivencia, se vuelven neuróticos, paranoicos y temerosos de todo lo que les rodea, por esas cosas es que situaciones sin control se vuelven rápidamente en contra de los demás.

Apenas desaparecían convencionalismos sociales, cuando el agua se agota y el hambre llega, las personas con gusto matarían a todos su vecinos por un pedazo de pan y una lata de refresco, ya no importaba nada además de sobrevivir, por lo que todo el mundo parecía estar siendo distorsionado, en 11 días todo colapso y llevo a la tierra a un estado de desesperación perpetuo.

Tanto sufrimiento y dolor era causado no solamente por los no muertos, diferentes plagas nacieron o aparecieron de la nada, matando a miles y dejando camino libre a varias anomalías o seres sobrenaturales para tomar el control de diferentes secciones del mundo, llevando al Triunvirato de organizaciones a tomar el control.

La Hermandad Templaría tomo control de sus secciones principales, se enfoco bastante en destruir anomalías junto a la Coalición Oculta Global, tomaron control de varias ciudades donde refugiaron a tantas personas como pudieron, la SCP pudo servir de guardianes y también enviar a la Caja de Pandora para destruir algunos objetivos demasiado peligrosos.

La guerrera era total en cada extremo de la tierra y decidieron que serian a partir de ahora uno en propósito, defender a la Humanidad, Purple volvió a hacer su labor de mediador y creo El Consejo Supremo, en total, cuatro lideres de cada organización subirían a esa posición, con Purple como treceavo lugar que seria el desempate, nadie lo quiso cuestionar y decidieron que seria mejor dejarlo en esa posición.

Seguirían teniendo autonomía con sus acciones, pero el propósito de su Triunvirato era tener recursos mejor preparados para amenazas como los Hijos del Rey Escarlata, los seguidores del Sarkicismo, incluso vampiros y demonios que se liberaron en el mundo, el Consejo O5 planeaba usar varios alteradores de la realidad como alternativa a Purple, pero algo estaba mal.

Otros alteradores de la Realidad desaparecieron misteriosamente, Purple no les quiso decir la realidad, que X llego al lugar con su Oso de Peluche y masacro a quienes se metieron en su camino, mientras que Craft por accidente borro a varios mientras tomaba una siesta, ese fue un destino que Purple evito varias veces al llevar siempre un trozo de queso que evitaba que se lo llevara por accidente.

Ahora mismo estaban considerando usar armas de desintegración contra los infectados en zonas sin humanos, pero el problema era que posiblemente destruirían el planeta y no garantizaría que pudieran erradicar a cada infectado, ya que los mutantes quizás sobrevivirían y podrían hibernar y reiniciar el siclo.

Con el mundo en una situación es que todo parecía perder sentido, muchos prefirieron terminar con todo antes que afrontar ese mundo tan cruel, mientras que otros estaban rodeados por monstruos, una muestra de esa situación era el Centro Comercial, un lugar donde estaban los pocos sobrevivientes de la zona.

El orden social en ese lugar estaba comenzando a deteriorarse ante la falta de esperanza, estaban abandonados entre muertos, todavía tenían alimentos, pero el suministro eléctrico de había cortado de manera inesperada y los alimentos perecederos se arruinarían pronto, estaban cansados y esperaban alguna clase de solución milagrosa.

Era un grupo de gente común que podrías encontrar en cualquier lugar, pero todo estaba descomponiéndose, algunas personas jóvenes ya estaban artos y querian ir a casa, mientras que una pareja de ancianos tenia que ir al hospital para que la esposa pudiera recibir su tratamiento de transfusión de plasma.

La situación estaba tornándose caótica y empeoro cuando vieron a un grupo armado llegar al lugar, cargando heridos y cubiertos de sangre, la gente de inmediato se oculto, pensando que eran anarquistas o algunos asesinos locos, no seria la primera vez que alguien en una crisis enloquece y asesina a muchas personas solo por tener un mal día.

En uno de los almacenes se encontraba el grupo de Proxy, todo estaba tratando de mantenerse tranquilo, pero estaba demasiado tenso tras tratar de rastrear a sus amigos con una computadora que modifico con la sangre de Mehkane, pero todo era una perdida de tiempo, la energia se cortaba de manera intermitente y las cámaras de la ciudad estaban arruinadas.

Alexandra no estaba mejorando para nada, lograron reparar su cuerpo físicamente, pero la tecnología no podía repararla, ella era una especie de muñeca maldita, al ser dañada debería repararse, pero no reaccionaba, podría intentar llamar a la Hermandad, pero desde el comienzo se dejo en claro que estaban por su cuenta debido a la contingencia del fin del mundo.

Quizás no podría tener refuerzos, pero tendría acceso a la base de datos de anomalías de la Hermandad, comenzó a examinar los archivos en busca de algo semejante a Alexandra, pero no encontró nada que sirviera, todas eran tan diferentes de Alexandra que no tenia sentido investigarlas, por lo que tuvo que esperar un tiempo en pensar en investigar a la agente.

Los expedientes la colocaban como tutelada del Señor Smith, un poderoso deformador de la realidad que saltaba de un cuerpo a otro a voluntad, le pareció extraño encontrar que su cumpleaños estaba registrado en navidad y entre las misiones mas importantes de ella se encontraban varias redadas para intentar encontrar al Hombre de Tule o SCP 4666.

Trato de indagar mas pero su permiso no era tan alto, necesitaría tener un rango de supervisor o de nivel 4 para poder entrar mas profundo en los registros, y ningún agente de campo tenia esa autorización mas que para misiones especificas, se recargo en la silla y miro a todos los que estaban en el local.

La situación estaba bien, Ghost estaba tranquilo y ahora montaba guardia en la entrada con Brock, sabia que había mas sobrevivientes en el edificio, pero no se lo dijo a nadie ya que seria demasiado peligroso entrar en otra situación como la de la mansión Takagi, donde un montón de idiotas se meten en su camino.

Brock: Proxy, Saya quiere buscar un cambio de ropa, Takashi quiere buscar protecciones en la zona deportiva, planeaba dejarlos ir, pero creo que es mejor que tu decidas -El hermano menor miro al muchacho en la computadora, quien se froto los ojos cansado, mientras dejaba que su mente descanse-

Proxy: Ghost se queda, no lo quiero sin supervisión por ahora, acompaña a Saya, que Hirano y Takashi vallan por su equipo de protección, yo me quedo aquí -Tomo un rifle de asalto M4A1 para poder retirarse a la entrada y vigilar los alrededores-

Vio como todos se retiraban y se quedo sentado a un lado de la entrada para evitar algún tipo de francotirador, miro a la enfermera hablar con Saeko, realmente necesitaría una buena siesta cuando llegaran a la base, busco entre su ropa y encontró un viejo cigarrillo que había guardado de la época donde solía fumar media cajetilla diaria.

Lo arrojo a un lado ya que recordaba que le dejaba un aliento bastante desagradable para la gente y todavía tenia planeado acercarse a Shizuka, chasqueo la lengua cuando se percato que estaba nublándose, la lluvia siempre era problemática ya que seguramente alteraría a los infectados y podrían volverse impredecibles.

Noto que lo estaban mirando desde lejos, por lo que tomo su arma para utilizar la mira telescópica, activo la mira infrarroja y logro ver a una chica con ropa de policía correr cuando noto que la estaba observando, con eso descarto que fuera entrenada, corrió sin cubrirse y no logro ver que tuviera un arma, por lo que descarto varios problemas, un policía desarmado era un juego de niños para ellos.

Caminos de la ciudad

Ese había sido uno de los días mas locos que había tenido Wilford Western en mucho tiempo, primero tuvo que viajar a Japón, un lugar que no tenia ni idea que existía, despues tuvo que hacer equipo con un montón de espadachines del medievo que casi lo matan cuando los encontró, despues, cuando estaba por terminar el trabajo y despues un portal loco se abrió de la nada y los trago a él y los sobrevivientes.

Ahora estaba en un extraño lugar donde había automóviles por todas partes, las calles estaban pavimentadas y edificios crecían hasta el cielo, le recordaba un poco a Nueva York, pero llevado a una escala absurda, debería estar sobrepoblado para necesitar tantos edificios, también noto que había demasiados automóviles, la gente debería ser rica para poder costear esas maquinas tan costosas.

Wilford Western era un hombre de 27 años en ese momento, además de ser demasiado alto para los estándares de cualquier época, media 1.93 metros, sin contar sus botas las cuales le aumentaban dos centímetros debido a que eran botas alta para guardar algunos mecanismos, su contextura era fuerte, con músculos tonificados para el combate y aun con su gran altura conservar una agilidad y fuerza excepcional.

Su figura alargada era visible desde muy lejos y sus ojos plateados llamaban la atención de todos debido a su brillo excepcional, como si se tratara de verdadera plata la que estaba en el iris, su cabello negro era largo y desordenado bajo un sombrero negro con una estrella en la frente, como si retara a los tiradores a dar en el blanco en los tiroteos.

Su pantalón negro tenia ligeras líneas blancas verticales, igual que el chaleco que solía usar bajo una larga gabardina negra que llegaba hasta sus rodillas, su camisa era negra con una corbata roja que utilizaba para guardar algunas piezas metálicas que usaba para poder usar sus poderes en situaciones criticas.

Usaba un cinturón con la imagen del cráneo de una vaca en metal opaco, además de un cinturón donde usaba un par de revólveres modificados, siendo de un gran calibre y con un poder destructivo increíble, su arma predilecta a largo alcance era un rifle con recamara de revolver de gran tamaño con el poder destructivo de un Barret de calibre .50, usaba una culata con marfil blanco y espuelas en las botas, que producían su característico sonido cuando caminaba.

Pero no era el único que estaba a en esa ciudad, se suponía que venia con mas compañeros, pero se separaron en la caída y fue incapaz de ayudarlos por culpa del ataque de demonios que los rodearon y tuvo que ir tras los monstruos, estaba tratando de seguirlos, pero él y Mitsuri fueron atacados de manera repentina por un enjambre de criaturas muertas y tuvieron que separarse de Kyojuro y Shinobu.

En la actualidad estaba caminando por la noche con su revolver en la mano, disparando rondas a la cabeza de los monstruos humanoides que se metieron en su camino, pero al ver que eran demasiados como para gastar tantas balas, entonces decidió ir por medidas mas contundentes que dispararles.

Fue a los automóviles quemados o estacionados, los cargo sin algún problema y los arrojo contra los monstruos, dejando tras de si un camino de sangre, pero no era el único que estaba presente en la batalla, durante la batalla que tuvieron y donde la realidad se corto y los llevo a ese lugar había alguien mas.

Mitsuri Kanroji era una de las personas que el mismo dijo que eran los idiotas del medievo que lo confundieron con alguna clase de monstruo y lo atacaron, estaba claro que entrar a un lugar fortificado a toda velocidad con un automóvil, volcarlo y estacionarlo en una piscina no fue la opción mas inteligente, pero le dijeron que debería dar una gran impresión, aunque se salto la parte de Buena Impresión.

Era una chica bastante voluptuosa en cuando a su figura y usaba un escote que le daba a Wilford un poco de problemas para mantener los ojos en los ojos verdes de la chica, pero se controlaba siempre, despues de todo el siempre se jactaba de ser un caballero sureño, respetuoso de las damas, protector de los débiles y defensor de las causas perdidas, aunque eso no impedía que coqueteara con ella a veces para avergonzarla, aunque esa era su personalidad, no siempre podía actuar como un británico estirado.

Ella era una chica extraordinaria, Wilford de verdad disfrutaba estar cerca de ella, el problema era que era la única persona en todo el maldito mundo que lograba bloquear sus pensamientos, su rutina siempre fue simple y más de una ocasión realizó múltiples conquistas a lo largo de la noche, pero con ella era imposible que pudiera actuar de esa manera, se ponía nervioso cuando intentaba hablar con ella se mansea tan directa acerca de algo más.

Los motivos podían variar dependiendo del momento, pero su principal desagradó, era que ella perdió a su novio hace dos años, en una batalla que no pudieron ganar, no era un idiota social ni tenía problemas para entender emociones, por lo que no quería parecer un idiota, no sabía cuánto tiempo tardaría en recuperarse y francamente no quería causarle más problemas a ella, ella tomaba su coqueteo como broma y prefería que siguiera de esa manera.

En esos momentos de encontraban en una zona apartada de la ciudad, habían escapado de las interminables masas de muertos que llegaban contra ellos, Mitsuri estaba herida en uno de sus brazos y sus piernas estaban agotadas, por lo que cuando se encontró con esos dos chicos no tuvo tiempo de pelear y corrió lejos.

Actualmente estaban en lo que parecía ser una zona comercial, se refugio en un local para poder descansar, mientras Wilford trataba de contactar con la base sin éxito, estaban solos en ese lugar, por lo que sería mejor encontrar un refugio temporal, comida, agua y después buscar una manera de saber dónde o cuando estaban exactamente.

El lugar era un establecimiento que se dedicaba a la venta de ropa, la ropa de Mitsuri estaba rota y aunque no era revelador, siempre era mejor siempre tener la ropa en un estado óptimo, por su parte, Wilford no se preocupa de su ropa, estaba hecha de fibras de metales, por lo que comiendo latas de aluminio y soportes metálicos de ropa logro reparar su ropa.

Tras analizar el lugar y estar seguro de que no había nada peligroso, dejo a Mitsuri cambiarse por ropa que encontró, mientras él revisaba la comida que encontró en el lugar, tras cerciorarse de que todo estaba en orden, se recargo en una pared del lugar y cerro los ojos para poder descansar.

Ella encontró ropa de ese lugar y época, al parecer fue mas fácil encontrar ropa de su gusto de lo que Wilford esperaba, un pantalón corto negro de un material sintético, un chaleco de cuello alto con una cremallera en el centro, pero debido a las generosas proporciones del pecho de Mitsuri no fue capas de cerrar por completo el chaleco.

Tomo una chaqueta blanca bastante  cómoda según ella, una media negra y unos zapatos deportivos que ocultaron las calcetas que ella nunca parecía abandonar, encontró un cinturón y logro colocar su espada en el cinturón, dejando que estuviera a su alcance para una batalla si era necesario, y seguramente la necesitarían.

Wilford: bueno, investigue un poco y encontré estos almanaques, según esto, nos encontramos en el 202* -El silencio reino, ya que Mitsuri no comprendía del todo, había recibido algunas instrucciones, pero todavía no entendía del todo el calendario- si no a cambiado, usan el calendario gregoriano, estábamos en 1918, avanzamos más de 100 años, pero no sé si sea la misma línea temporal

Mitsuri: ¿Eso que significa eso? ¿Crees que podamos volver con los demás? -El silencio de nuevo, Wilford no sabía que decirle, nunca sería fácil explicarle a una persona que es probable que nunca vuelva a encontrar a la gente que ama-

Wilford: significa que estamos atrapados aquí de manera indefinida, al parecer es Japón, pero no sabría de que época, pero es mucho mas modernos que cualquier pais de occidente, supongo que algo salió mal y ahora estamos enfrentando una epidemia de alguna infección provocada por la Carne

Las ventanas fueron golpeadas de nuevos por ese aparentemente interminable enjambre de monstruos, arto de esa situación, Wilford salió del local y convirtió su mano en un lanzador de misiles múltiple, al salir apunto el arma contra una calle y disparo un total de 16 proyectiles, los cuales incineraron todo organismo en el área, derritiendo el asfalto en algunas partes y eliminando a cualquier infectado.

Estaba tan enojado que golpeo un edificio frente a ellos y lo derribo por la fuerza de impacto, destruyo parte del edificio y algunos cercanos, pronto llegarían mas enemigos, pero ninguno que le preocupara, se logro relajar, pero seguían llegando mas infectados y Mitsuri salió para ayudarlo a combatir y abrirse paso al Centro Comercial para buscar a sus compañeros, se separaron y ahora había que encontrarlos y pensar en un plan para regresar a casa si es que era una posibilidad.

Mitsuri: tenemos que seguir, encontramos un mapa y podríamos ir con los demás, aunque si no están allí podríamos buscarlos

Wilford: quizás la hermandad aun exista, aunque no estaría tan seguro de buscarlos, tengo un mal presentimiento de este mundo

Los dos caminaron por las calles devastadas de la ciudad, matando a los pocos infectados que quedaban, el Centro Comercial estaba a pocos kilómetros de su localización, por lo que se apresuraron a moverse, la tarde estaba por caer y aprovecharían el manto del sol para poder avanzar con rapidez y llegar al lugar designado para reunirse.

Tienda de Ropa

Una gran cantidad de cuerpos estaban tirados en las afueras de una tienda de ropa tras encontrarse con Kyojuro o Gabriel, la situación no era buena dado que ahora mismo Shinobu estaba despierta y tras darle una bofetada a Gabriel por haberla visto sin ropa, pero despues se dio su tiempo para buscar un cambio de ropa adecuado.

Durante la búsqueda Kyojuro encontró ropa negra y roja, basándose en una chamarra negra con lineas rojas, ademas de guantes para proteger sus manos, estaba todavía bastante herido, por lo que su cabeza estaba cubierta por algunas vendas y un parche medico cubría su ojo izquierdo.

Su pantalón negro tenia protecciones de polímero que le recomendó utilizar Gabriel, todavía estaba bastante herido, pero no estaba dispuesto a dejar su espada y permanecia en la entrada vigilando el exterior, su personalidad explosiva seguia viva y contrastaba con la lugubre figura de Gabriel, quien estaba mas concentrado en comer lo que enocntraba en su camino.

Shinobu tuvo problemas para encontrar lo que necesitaba, se coloco una falda negra con toques lavanda en líneas, su Haori aun serbia, por lo que lo utilizo sobre una chamarra negra, encontró zapatos bastante cómodos, y serviría de mucho ya que aun estaba demasiado adolorida tras el combate.

Gabriel estaba bastante ocupado tratando de contactar a sus compañeros y amigos, pero no había respuesta, las líneas estaban derribadas a propósito, posiblemente por diferentes enemigos que se disputarían el control de la ciudad, todo era un infierno y no llevaban ni un mes de apocalipsis.

Kyojuro: ¿Y que haremos ahora? No tenemos idea de donde están nuestros compañeros 

Shinobu: ¿A que tipo de demonios se supone que estamos enfrentando? luchamos contra diferentes tipos de demonios, pero nunca uno con estas capacidades tan distintivas

Gabriel: estos no son demonios, aunque bien pudieron haber salido del infierno, los llamamos Zombies, esta versión en especifico se trata de una especie muy contagiosa y con capacidad de mutación muy grande, hasta ahora no tenemos demasiados registros de ellos, llevamos alrededor de 8 días en este infierno y ya aniquilo al planeta

Fue lo mas brutal que pudo con la verdad, hasta donde sabia ellos venían de una guerra, por lo que tenían que estar consientes de que ese lugar no era mucho mejor, no tenia tiempo para quedarse allí estancado, las horas de día eran escasas y ahora mismo tenia que buscar a sus hermanos.

Gabriel: pueden venir conmigo si lo desean, pero no tenemos tiempo para detenernos, mis hermanos podrían estar en problemas y no puedo quedar aquí todo el día explicando todo, si quieren explicaciones caminen

Se coloco la mochila en los hombros y camino fuera, tomando su hacha para luchar en caso de que aparecieran mas monstruos, pero al voltear atrás, se percato que los dos parecían cansados y su paso era demasiado lento como para seguirle el paso.

No tenia ninguna obligación de ayudarlos, pero también tenia ese presentimiento de que si decidía abandonarlos, estaría haciendo algo que no haría bajo circunstancias normales, por lo que se alejo de ellos y busco entre las calles algún vehículo útil, encontrando solamente un taxi motocicleta.

Los diferentes grupos se estaban dirigiendo de nuevo al Centro Comercial, el caos de la ciudad estaba siendo silenciado, sin lograr encontrar nada mas en cuanto a resistencia, la muerte parecía consumir el ruido y pronto se mostraría que algo mas grande estaba llegando al lugar, algo que la Hermandad creía que había eliminado.

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