Presente • III •
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||Someone to you - BANNERS||
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"I just wanna be somebody to someone"
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Para Dean todos los fines de semanas eran los mismos, hacer horario en el trabajo, esperando impacientemente por salir.
Además de ser el único bar del pueblo en donde era bienvenido, al castaño le encantaba el ambiente, las músicas eran de buen gusto y clásicas, siempre habían rostros distintos, sobre todo los femeninos.
Normalmente Dean iría y probaría su suerte con una de las muchas jóvenes que frecuentaban el local, pero desde su pequeño inconveniente con una menor de edad, había jurado a si mismo y también a Seth a no volver a ligar en un bar.
Ahora mismo, el castaño se encontraba dormido en el baño de su departamento.
La noche anterior había consumido tanto alcohol que Seth tuvo que traerlo de vuelta al departamento con la ayuda de Edge, el dueño del bar.
Lo único que Dean recordaba, era aceptar el reto de un grupo de jóvenes que habían dicho que no podría tomar más de diez shots de tequila.
Dean no podía negarse.
A su quinto shots, el castaño ya sentía que el piso se movía y para el décimo shot se encontraba en el suelo.
-Las salidas de jueves están canceladas oficialmente- Dice Seth recostándose por el marco de la puerta del baño.
-No seas malhumorado- Dice Dean con pereza, incorporándose del suelo para acercarse al bater y empezar a provocar de nuevo.
-No Dean, tu no tienes límite, anoche el quinto shot era tu límite y sin embargo seguiste- Dice Seth.
-No podía decir que no, esos pillos esperaban que me retractara.
-Eran niños Dean, no tienes nada que probarle a ellos- Dice el ex bicolor perdiendo la paciencia -¿Sabes que? Mejor me voy.
Seth sale del baño y se dirige a la puerta de salida, tomando su chaqueta en mano junto con las llaves del auto.
-¿Que? ¿donde?- Pregunta Dean confundido, saliendo del baño a gatas para seguir a su amigo.
-Al trabajo, por si no lo recuerdas trabajamos de lunes a sábado.
-¿No vas a esperarme?
-No voy a llegar tarde por tu irresponsabilidad- Dice Seth saliendo del departamento, cerrando la puerta fuertemente detrás de él.
-Mierda.
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-Buenos días- Dice Paige entrando a la cocina aún con su pijama puesta mientras suelta un bostezo.
-Buenos días- Dice su hermana sonriendo al verla -Sigues teniendo los mismos hábitos por la mañana.
Cuando ambas vivían con sus padres, Paige nunca cambiaba su pijama o arreglaba su cabello hasta después del desayuno.
Sara solía burlares de ella a como se veía en las mañanas.
-Que puedo decir- Dice la fémina mayor encogiéndose de hombros -Algunas cosas nunca cambian.
-Aquí tienes- Dice la castaña colocando un plato con dos mixtos en el y una taza de café en la isla de la cocina.
-¿Para mi?- Pregunta Paige sonriendo mientras se acerca a la isla para tomar asiento en uno de los taburetes -No debiste, tienes un trabajo al cual ir.
-No te he visto en años, déjame hacerte el desayuno- Dice Sara abrazando a su hermana.
-Bien, te dejare consentirme solo por hoy- Dice la pelinegra sonriendo -Por cierto, donde esta el Señor Perfecto del cual no dejabas de hablarme ayer.
El día anterior las hermanas habían pasado hablando sobre sus respectivas vidas y poniéndose al día.
Sara aún no le había revelado el nombre de su novio a su hermana, quería que fuera una sorpresa.
Paige por otro lado estaba ansiosa por saber de quien se trataba. Su curiosidad crecía más y más con las horas que pasaban. Quería saber quien era el hombre que hacía tan feliz a su hermana.
Para las horas de la noche en la que la pareja de su hermana llegó a su residencia, Paige ya se encontraba plácidamente dormida en la habitación de huéspedes que sería suya hasta que pueda mantenerse sola.
-Oh tuvo que salir temprano hoy- Dice Sara encogiéndose de hombros -Lo necesitaban en el trabajo.
-Hombre de negocios- Dice la pálida mujer subiendo y bajando las cejas -¿Alguna vez lo hicieron en su oficina?
-Oh por Dios- Dice Sara tratando de esconder la sonrisa en su rostro.
-¡Lo hicieron!- Dice Paige sonriendo de oreja a oreja -Quien lo diría, mi pequeña hermana es toda una...
-No lo digas- Advierte la castaña.
Paige levanta las manos en rendición.
-En realidad no cambiaste nada- Dice Sara haciendo a su hermana sobrar una carcajada.
-¿Y cuáles son los planes para hoy? ¿visitar viejos amigos? ¿quizá mamá y papá?- Pregunta Sara mientras bebe de su taza de café.
-Oh tendré que enfrentarme a mamá y a papá tarde o temprano- Dice la pelinegra con nostalgia sacando una risa a su hermana -Pero en definitiva saldré a buscar trabajo.
-No tienes que apresurarte, puedes tomarte unas vacaciones mientras te pones al día con tus amigos- Dice Sara.
-Oh no, no quiero ser una carga para ti y el Señor Perfecto- Dice Paige negando con la cabeza -Y no tengo amigos.
-De que hablas- Dice la castaña riendo -Tenías muchos amigos en la secundaria y conozco a un par de ellos en el trabajo y alrededor del pueblo ¿que pasó de April, Mandy y... Sonya? ¿no quieres saber de ellas?
-Claro que quiero- Dice la Inglesa -Pero no creo que ellas quiera saber algo de mi, en especial April.
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-Creí que iríamos al restaurante- Dice Nikki bajando del auto de su hermana -No sabía que tienes dos empleos.
-No los tengo- Dice Brie -Renee me pidió que la cubra hoy porque buscará quien pueda ayudarle con su padre.
-¿Renee es profesora de primaria?- Dice Nicole soltando una risa -¿Quien lo diría? Siempre pensé que terminaría siendo una periodista importante o trabajando en algo más... Renee.
-Si, yo también- Dice Brie encogiéndose de hombros -Pero después de que la mayoría desapareciera decidimos tomar un curso de enseñanza de primaria, Renee consiguió trabajo aquí, yo seguí estudiando hasta abrir mi restaurante y cubriéndola cuando ella me necesitaba.
-Lo siento de nuevo por no estar contigo en todo aquel proceso Brie, se que mi presencia hubiera hecho algunas cosas más sencillas.
-Tienes razón, algunas cosas habrían sido mas fáciles estando tu a mi lado, pero creo que ambas necesitábamos crecer sin la otra- Dice la gemela menor encogiéndose de hombros -Siempre serás mi hermana y te amo, pero no cambiaria el pasado... ¿tu lo harías?
Nicole rápidamente dirige su mirada a su viente abultado y sonríe mientras niega con la cabeza.
-Esa es la actitud- Dice Brie entregándole la llave del automóvil a su hermana -Ahora quiero que seas buena, no choques mi auto, puedes comer lo que quieras en el restaurante y espérame a que termine con la primera clase, cuando llegues Liv te recibirá.
La hora de recibir a los niños antes de entrar a las aulas había comenzado.
Brie se coloca en la puerta de su aula mientras algunos de sus alumnos van llegando.
La mayoría de los niños la reconocieron.
Siempre que Renee tenía algún inconveniente o llegaría tarde a trabajar Brie la suplantaba, los niños estaban acostumbrados a verla de vez en cuando.
-Srta. Bella- Dice una pequeña niña corriendo a los brazos de la mujer.
Brie sonríe y deja que la niña la abrace mientras ella le acaricia su castaña cabellera.
-Jojo, a pasado un tiempo, estás gigante -Dice la gemela menor separándose del abrazo para colocarse a la altura de la niña
-¿Que pasó con la Srta. Young? ¿está enferma?- Pregunta la pequeña.
-Su padre está enfermo y tiene que cuidar de él- Informa la delgada castaña -Pero estoy segura que para la próxima semana la Srta. Young estará aquí a primera hora.
Jojo sonríe y entra corriendo al aula.
-¡Jojo!- Una masculina voz es escuchada lo que hace a Brie ponerse de pie y dirige su mirada al hombre frente a ella.
-Ammm ¿Brie?- Dice el hombre confundido.
-La misma, en carne y hueso- Dice la gemela menor sonriendo de lado, tratando de no parecer nerviosa.
-¿Que haces aquí?
-Estoy suplantando a Renee, tuvo un problema y no pudo llegar hoy- Informa Brie.
-Oh ¿que clase de problema?- Pregunta el moreno.
-Su padre esta enfermo, no se si debería entrar en mucho detalle, es algo personal y familiar- Dice la fémina esperando a que comprenda.
Como maestra sustituta, era su deber informarle a los padres de la ausencia de la profesora encargada de sus hijos diariamente y porque ella se encontraba remplazandola, pero la situación de Renee con su padre era personal, Brie no quería expandir la noticia por el pueblo entero.
-Entiendo- Dice Roman asintiendo con la cabeza -Ammm esto es de Jojo, lo olvido en el auto.
El moreno hombre le pasa un pequeño maletín de color celeste.
-Se lo daré, no se preocupe Sr. Reigns.
-Sr. Reigns- Dice el hombre casi riendo -Desde cuando tanta formalidad.
-Desde que usted es el padre de una de mis alumnas- Dice Brie sonriendo.
-Ha pasado mucho tiempo- Dice Roman.
-Si- Dice tratando de mantener la calma ante el silencio que se había formado -Bueno, será mejor entrar, le daré esto a Jojo, no se preocupe.
-Si, claro, el maletín- Dice el moreno saliendo de sus pensamientos -Gracias Brizee.
-De nada Rome.
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Nicole aparcó frente al restaurante donde su hermana le había dicho que se encontraba su lugar reservado.
Tomando su pequeño bolso en manos y acomodando su delicado vestido rosa, la gemela mayor hace su camino dentro del restaurante.
Todas las miradas de los trabajadores se posan en ella con una expresión de confusión.
Nikki avanza con pasos decididos al mostrador, sintiéndose intimidada por todas las miradas puesta en ella.
-Hola- Dice la castaña tratando de no sonar tan nerviosa -Soy...
-¡Nicole Bella!- Dice la rubia del otro con una enorme sonrisa en el rostro.
Nikki le devuelve la sonrisa y observa como la joven chica sale de detrás del mostrador para envolverla en un abrazo.
-Oh lo siento, ¿fui muy brusca?- Dice la fémina mirando el viente abultado de la gemela mayor.
-No, estoy bien, tu debes ser Liv.
-La misma- Dice la joven sonriendo -Estoy tan feliz que estes aquí, Brie me contó todo... bueno, no todo, pero me contó lo suficiente para hacerte sentir bienvenida, esta es tu casa.
-Gracias Liv- Dice Nikki sonriendo.
-Me imagino que lo primero que quieres ver es la cocina ¿verdad?- Dice la rubia.
-En otras circunstancias diría que no, a veces el olor a carne me provoca náuseas, pero Brie y yo no tuvimos tiempo de desayunar esta mañana.
-¿Que? Tienes que comer- Dice la joven -¿Preferirías algo salado o dulce?
-Oh, eh estado obsesionada con lo dulce, pero no demasiado dulce, no quiero malcriarlo- Informa la castaña.
-¡HEY KEYLA!- Exclama Liv haciendo a Nicole pegar un salto del susto -¡Ve a decirle a Strowman que prepare el desayuno para Nikki, rápido!
La joven camarera que se había acercado corre rápidamente a la cocina.
-No estoy tan apurada por comer- Dice Nicole.
-Oh no te preocupes, es un juego que hacemos cuando Brie no está, empezamos a gritar nuestros nombres para liberar el estrés.
La gemela mayor solo siente con la cabeza.
-Ven- Dice Liv extendiendo la mano para que Nicole la tome -Te llevaré al despacho de Brie, te va a encantar.
Nikki sonríe y toma la mano de la pelirrubia.
Pasando la barra de licores, no muy lejos de la entrada se encontraba una puerta de madera estilo rústico.
Nicole rápidamente sonríe al recordar los gustos de su hermana.
-Aquí está- Dice Liv abriendo la puerta para revelar el lugar.
Aquella habitación estaba llena de libros y carpetas colocados en los estantes bien ordenados.
Un gran escritorio se encontraba en el fondo de la oficina y el corazón de Nikki se detuvo en el momento en el que vio una cuna junto al lado de un sofá cama que se veía bastante cómodo.
-¿Que es esto?- Pregunta la castaña acercándose a la cuna.
-Brie lo compró ayer y nos ordenó colocarlo aquí, dijo que si tu no querías quedarte en el departamento sola tendrías que tener un lugar cómodo para tener el bebé aquí, así que lo compro.
-Pero, ya tengo una cuna en el departamento- Dice Nicole conmovida por los actos de cuidado y atención que su hermana le estaba brindando.
-Bueno, uno nunca sabe- Dice Liv encogiéndose de hombros.
Nikki siente una pequeña lagrima caer por su mejilla y rápidamente lo limpia.
-Te dejare para que te acomodes- Dice Liv sonriendo mientras sale de la oficina, cerrando la puerta detrás de ella.
Un silencio bastante cómodo invade el lugar mientras la castaña coloca ambas manos en la cuna, acariciando la madera.
-¡HEY KEYLA DONDE ESTA EL DESAYUNO!
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Phil baja del autobús con lentitud, sosteniendo una maleta con su mano izquierda mientras que con la derecha asegura la mochila colgada en sus hombros.
Se siente bien volver- Piensa el tatuado hombre con una sonrisa al ver un rostro conocido en la estación, esperando por él.
-Hola mamá- Dice el pelinegro envolviendo en su madre en un abrazo.
-Oh a pasado tanto mi pequeño- Dice la mujer abrazando a su hijo con fuerza.
-Lo se, pero ya no me iré, estoy aquí para quedarme- Dice el hombre separándose del abrazo.
-¡Que bueno escuchar eso!- Dice la mujer emocionada -Espera que hayas tenido un buen respiro de mi porque no dejare de consentirte.
Phil ríe con su madre mientras ambos hacen su camino fuera de la estación de buses.
La vida del tatuado hombre había sido bastante relajada en cierto sentido, en todo este tiempo alejado de su pueblo natal.
El joven adulto había empacado sus maletas una semana antes de la graduación y se había marchado, no dejando rastros para sus familiares y amigos.
Cuando Phil había llegado a su destino, había avisado a sus padres que se encontraba bien y a salvo, que no había necesidad de preocuparse por él.
El joven necesitaba irse, necesitaba respirar, necesitaba crecer y pensó que alejarse de aquel pueblo era la mejor opción.
Y estaba en lo correcto.
Su madre lo visitaba cada vez que podía.
Phil había conseguido un departamento pequeño para una persona donde vivía bastante a gusto mientras trabajaba en una construcción.
Su vida lejos de aquel pueblo había sido bastante tranquila y fácil.
Y era exactamente por eso que necesitaba volver.
De adolescente siempre había pensado que su pueblo natal era aburrido y no había forma de hacerlo mover, pero al menos en aquel pueblo tenía a personas que le importaba y que quería en su vida.
Debía enmendar las cosas, debía hacer lo correcto.
Todo había terminado muy mal para él la última vez que había pisado aquel pueblo.
Sus esperanzas habían crecido aún más al ver aquella hoja de papel pegada por uno de los postes de luz no muy lejos donde su madre había aparcado su vehículo.
Ahora más que nunca estaba decidido.
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