Pasado • XII •
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||Soon you'll get better - Taylor Swift||
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"But who am I supposed to talk to? What am I supposed to do"
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Hola.
Espero que no les importe un poco de relleno.
Decidí hacer este capítulo más que nada para conocer mejor a los personajes a lo personal, como son sus respectivas vidas con sus familias, saber más sobre sus intereses, etc.
Espero que les guste.
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La mansión de Maryse se encontraba hecha un desastre.
La joven pelirrubia baja las escaleras seguida de su mejor amiga.
-Mis padres me van a matar- Dice Maryse entrando en pánico al ver tal desastre.
-No te preocupes, te ayudaremos a limpiar- Dice Eva.
-Si claro, Mike no se despertará hasta pasada las doce- Dice la rubia platinada rodando los ojos.
-No importa, yo estoy aquí y te voy a ayudar- Dice Eva mientras bajaban por las escaleras para llegar a plata baja.
Ambas féminas recorren el gran recibidor para pasar a la sala de estar.
-Así que este es precio de volver con Mike- Dice la pelirroja sonriendo con burla al ver la sala mucho más destrozada que los pasillos.
-Iba a volver conmigo de todas formas- Dice Maryse rodando los ojos
De pronto, las féminas paran de caminar al encontrarse con tres cuerpos tirados en el piso.
Maryse pega un grito del susto, lo que hace a su amiga gritar de igual forma, despertando a los tres jóvenes tirados en el suelo.
Los tres adolescentes ubicados en el suelo despiertan de golpe, gruñendo con molestia por el grito de las féminas.
-¡¿Que siguen haciendo aquí?!- Exclama Maryse molesta por el gran susto.
-Estábamos muy ebrios para ir a casa- Dice Dean incorporándose en el suelo -Por cierto, tu alfombra es muy cómoda.
-Lárguense- Demanda Maryse la dueña de casa.
Los tres jóvenes se incorporan hasta quedar de pie.
-Ya nos vamos- Dice Dean.
-Sigo esperando- Dice Maryse cruzada de brazos.
-Buenos días Seth- Dice Eva sonriendo.
El mencionado siente sus mejillas tornarse rojas y solo es capaz de saludarla con la mano, para luego ser el primero en salir de la sala, seguido de sus dos amigos.
-Buena fiesta Maryse- Dice Roman antes de cerrar la puerta principal.
El trío de adolescentes hace su camino a las calles, ninguno de los tres había traído algún transporte para movilizarse, lo que los dejaba con la acción de ir caminando.
Roman tenía la camioneta vieja de su padre, pero la habían llevado a mantenimiento y no podía usarla, Dean había perdido su licencia de conducir en una fiesta y Seth aún no había quitado la suya
-¿Que fue eso con Eva?- Pregunta Roman con una sonrisa burlona en su rostro.
-No fue nada- Dice Seth haciéndose el desentendido.
-Eso no es nada nuevo Roman, ya sabes como este se pone al verla- Dice Dean.
-En realidad Eva como que, quiso acercarse a mi en la fiesta, cuando ambos terminamos en la misma habitación- Confiesa Seth inseguro de si debería contar aquello.
-¡¿Que?!- Exclama Dean y no es capaz de suprimir una carcajada -¡Hermano, estás mintiendo!
-No, lo juro- Dice Seth seguro -Entre a una habitación porque necesitaba un momento de tranquilidad y Eva estaba ahí... y luego trato de acercarse a mi... y yo salí corriendo...
-Espera- Dice Roman interrumpiéndolo -Me estás diciendo que tuviste la oportunidad de estar con Eva en una habitación, solos... ¿y saliste corriendo?
-Estaba confundido y nervioso- Se defiende el bicolor.
-¿Porque tendrías que estar confundido?- Pregunta Dean confundido.
-Eso no importa- Dice Seth restándole importancia -Lo que importa es que la cague cuando tenía una oportunidad con ella.
Seth había despertado con mucha más claridad aquella mañana y quería patearse en el trasero por no aprovechar la oportunidad que tuvo con Eva.
Solo porque... ¿porque una chica random me beso en el baño? Patético Rollins- Se dice a si mismo.
-No te preocupes hermano- Dice Roman colocando un brazo alrededor de su amigo para animarlo -Ya tendrás otra oportunidad.
-Si, o puedes acercarte a Eva mañana- Dice el castaño -No puede ponerse peor que salir corriendo de una habitación donde tenías chanse con ella.
-Gracias Dean- Dice Seth rodando los ojos.
-De nada hermano- Dice Dean sonriendo -Bueno, tienen algo más para contar.
-En realidad si- Dice Roman mirando al castaño -Zelina me sorprendió en la fiesta, apareciendo de la nada.
-Oh de nada- Dice Dean sonriendo.
-No Dean, ¿porque lo hiciste?
-Porque desde el momento en que empezaron a salir y acordaron en mantenerlo en secreto supe lo mucho que te molestaba, se que quieres estar con ella de la mejor manera y no puedes hacerlo si la relación es un secreto.
-Wow quien lo diría- Dice Seth -Dean tiene corazón y cerebro.
-Diin tini cirizin y ciribri- Dice el castaño remesándolo -Cállate Rollins.
El bicolor no puede evitar reír.
-Gracias hermano- Dice Roman sonriendo al castaño.
-Ni lo menciones.
-La cosa es que...- Roman duda al momento que aquellas palabras salen de su boca, pero no podía retractarse ahora -Zelina me encontró cuando estaba hablando con Brie y... bueno, nunca le había contado a Brie sobre Zelina y parecía que...
-¿Que estaba molesta?- Pregunta Seth.
-¿Decepcionada?- Dice Dean.
-Ambos la verdad- Confiesa el moreno.
-Si, era de esperarse- Dice el castaño encogiéndose de hombros.
-¿Que quieres decir?
-Roman... todos sabemos que Brie tiene sentimientos por ti- Dice Seth.
-Eso solo fue cuando estábamos en primero año, ella me dijo que lo superó- Dice el moreno restándole importancia.
-Claro que te dirá eso- Dice Dean rodando los ojos -Ella no quiere que la amistad termine solo porque siente algo por ti.
-Creo que están interrumpiendo mal las cosas- Dice Roman inseguro de si debería creerles.
Brie había confesado sus sentimientos hacia el Samoano en primer año de secundaria y este la había rechazado diciendo que no quería arruinar la amistad que tenían, que significaba mucho para él.
Luego de aquella confesión, la amistad que existía entre ambos empezó a desvanecerse, así que Brie decidió decirle unos meses más adelante que ya no tenía sentimientos por él y como si fuera magia, ambos volvieron a ser los mejores amigos.
-Roman solo piénsalo- Dice Seth sacándolo de sus pensamientos -¿No crees que fue un poco raro que los sentimientos que Brie tenía por ti se fueran en dos o tres meses?
-Si, Seth lleva enamorado de Eva por tres años- Dice Dean.
-No estoy enamorado, esa es una palabra muy fuerte- Dice el bicolor.
-Como sea, sientes algo por ella y la cagaste- Dice el castaño sonriendo con burla.
Seth solo se limita a rodar los ojos.
-No lo se chicos- Dice Roman llamando la atención de los jóvenes -Puede que tengan razón, pero Brie no me mentiría.
-Eso es lo que tú crees- Dice Dean riendo -Lleva mintiéndote por años hermano.
Luego de aquel comentario los tres adolescentes quedan en completo silencio, haciendo su camino a sus respectivas casas.
Dean no tenía prisa en llegar a la suya, el castaño pasaba más tiempo en la casa de sus amigos que en la suya.
No era como que odiaba a su madre, estaba agradecido de tenerla y que se sacrifique tanto por darle una buena vida, pero no se sentía cómodo en su casa, era como si no fuera la suya.
Su padre los había abandonado a él y a su madre cuando Dean aún era muy pequeño, a decir verdad, no recordaba mucho de su padre y eso estaba más que perfecto para el castaño.
Seth tampoco había conocido a su padre, pero tenía una figura paterna en la suya, su padrastro y padre de su hermano menor.
El bicolor se llevaba bastante bien con él, para él, aquel hombre siempre había sido su padre.
Roman era el único en el grupo que tenía a sus dos padres y en una buena relación.
La vida del Samoano no era perfecta, pero para él tener a su familia completa, dándose cuenta de como no tener una familia completa o unida afectaba a Dean y algunas veces a Seth, era todo lo que necesitaba.
Roman adoraba a sus dos amigos como si fueran sus hermanos, en realidad, el moreno era hijo único, así que Dean y Seth eran los hermanos que nunca tuvo.
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-Mi cabeza- Se queja la pelinegra mientras se golpea esta ligeramente con sus manos.
-Eso no ayuda- Dice April riendo con pereza.
Sara, quien se encontraba en la puerta de la habitación de su hermana mayor rueda los ojos.
-Tienen suerte que mamá y papá están fuera esta semana, si no estarían enterradas, por cierto April tu madre llamo, quiere que vayas a tu casa- Dice Sara.
-¡No quiero ir!- Exclama la morena enterrando su cabeza en la almohada.
Paige ríe ante el comportamiento de su amiga.
-Mi mensaje a sido transmitiendo y ahora me largo- Dice la castaña saliendo de la habitación.
-Wow, alguien no se encuentra de humor hoy- Dice Paige sonriendo -¿Pasa algo hermanita?
-Eso en realidad no te incumbe- Dice la castaña volviendo a su posición anterior.
April saca la almohada de su rostro con lentitud.
-¿Ahora que hice?- Pregunta la pálida joven confundida.
-¿Que hiciste? No lo se, ¿quizá que aquella pelea con Dean no solo te causo problemas a ti, pero también a mi, ¿sabes lo molesto que está mi padre conmigo? porque por "mi culpa" tu te metiste en problemas.
-¿Que?- Dice Paige aún más confundida -Espera, esa no era mi intención...
-Pero paso- Dice la castaña molesta -No soy un bebé del cual tengas que cuidar todo el tiempo, se cuidarme sola.
La adolescente más joven desaparece por los pasillos hasta entrar a su habitación y cerrar la puerta detrás de ella con fuerza.
Paige maldice en sus ádrenlos mientras suelta un suspiro de cansancio.
April frunce sus labios al ver a su amiga caer rendida a su cama.
-¿Estás bien?
-¿Porque siempre la cago April?
-Esto es normal, tranquila, ya lo hablarán luego- Dice la morena sonriendo de lado.
-Si, pero... se que la relación entre Sara y su padre no está en las mejores condiciones y aún así...
-Hey- Dice April interrumpiéndola -Tu no sabias que esto podría pasar, no seas tan exigente contigo misma, ya lo hablarán, tranquila.
La palinegra toma una de sus almohadas y la coloca sobre su rostro.
April suelta una pequeña risa.
-Tengo que irme, pero avísame si necesitas algo.
Paige asiente con la cabeza.
-Tu también, no creas que me olvidé que día es hoy- Dice la pálida joven sacándose la almohada del rostro e incorporarse en la cama para hablar con su mejor amiga.
-No voy a ir.
-Lo imagine- Dice Paige -Pero si necesitas algo, aquí estoy.
Ambas féminas comparten un breve abrazo.
-Te acompañó a la puerta.
Las jóvenes bajan las escaleras con pereza, hasta llegar a la puerta principal, donde la más alta, se adelante para abrir dicha puerta.
-Nos vemos mañana- Dice April asiendo su camino fuera de la casa de su mejor amiga.
-Llámame si necesitas algo.
La morena asiente con la cabeza para luego despedirse una vez más con su mano.
Una vez que la puerta detrás de ella está cerrada, la joven fémina suelta un suspiro de cansancio.
La casa a que se diría estaba a solo pasos de aquella entrada en la que se encontraba, pero se sentía bastante difícil el dirigirse a aquel lugar.
Tomando coraje, la morena hace su camino a su casa, que solo se encontraba al lado de la casa de su mejor amiga.
Paige camina por el pasillo con intenciones de ir directo a su habitación, pero al pasar por la puerta de la habitación de su hermana que aún se encontraba cerrada, no pudo evitarlo.
April había dicho que le de su espacio y tenía razón, pero no podía dejar las cosas como estaban.
¿Que pasaría si su hermana no volvía a hablarla nunca?
La pálida fémina sabía que aquel pensamiento era algo exagerado, pero no podía evitarlo.
El día en que su padre había fallecido, la en ese entonces pequeña Paige había presenciado una fuerte discusión que tenían su padre y su madre antes que este vaya a trabajar.
Tres horas después, unos oficiales tocaron la puerta de la casa, compañeros de trabajo de su padre.
Habían ido para informarle a la familia sobre el trágico accidente.
Paige había atestiguado como aquella ultima interacción que su madre había tenido con su padre la había afectado.
La había afectado a tal punto que su tía, hermana de su padre había considerado pedir la custodia de en ese entonces la pequeña Inglesa.
La pelinegra se había prometido a sí misma nunca dejar una discusión o pelea para el día siguiente.
La pálida joven da unos ligeros golpes a la puerta.
-¿Sigues enojada conmigo?
Nadie contesta del otro lado.
Paige suelta un pequeño suspiro y se aparta de la puerta para ir a su habitación y darle a su hermana el espacio que necesitaba.
Sara, quien se encontraba acostada en su cama del otro lado rueda los ojos para luego ponerse de pie e ir a abrir su puerta.
-En realidad necesito un consejo ahora mismo- Confiesa la castaña.
Paige gira sobre sus talones y sonríe con tranquilidad para sí misma.
-¿Es sobre un chico?- Pregunta Paige frunciendo el ceño.
Sara siente sus mejillas colorearse y su hermana la mira con un semblante serio.
-¿No es Dean verdad?- Pregunta la pelinegra.
-¡Ewe! Cuantas veces tengo que decir que no- Dice Sara rodando los ojos.
-Solo es broma- Dice Paige riendo, tomando la mano de su hermana para guiarla hasta la cama dentro de la habitación.
-No voy a decir quien es- Dice la más joven tomando asiento en su cama -Quizá lo secuestres.
-Estás en lo cierto, pero incluso así puedes contarme ¿que quieres saber?
-Es alguien que conocí hace poco y de verdad me gusta- Dice la más joven apenada al confesar sus sentimientos.
-¿Y va a la escuela?
-No voy a contestar eso.
Paige rueda los ojos.
-Bueno, si de verdad te gusta habla con él y dile lo que sientes ¿que es lo peor que puede pasar?- Dice la mayor encogiéndose de hombros.
-Amm puede arruinar completamente nuestra amistad porque quizá no sienta lo mismo que yo- Dice Sara con obviedad.
-Es lo mismo que me pasaba a mi con Corey y ahora es mi novio.
-¡¿Corey es tu novio ahora?!- Dice Sara entusiasmada.
Paige se maldijo a si misma al recordar que le había prometido a Corey que lo mantendrían en secreto por las primeras semanas.
-Sip, me lo pregunto en la fiesta- Confiesa la pálida.
-Que romántico- Dice la castaña con sarcasmo.
-Habla la que no es capaz de hablarle al chico que le gusta.
Ambas se miran directo a los ojos para luego estallar en risas.
-No volvamos a pelear si- Dice Paige colocando un brazo alrededor del hombro de su hermana.
-No prometo nada- Dice la castaña -Pero prometo no cerrarme tanto de ahora en adelante y tu promete no volver a meterte en mi vida amorosa, a no ser que tengas un buen argumento.
-Lo prometo.
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Nikki despierta al sentir un fuerte pero acolchado golpe en la cabeza.
-¡Que mierda!- Exclama la castaña al abrir los ojos y ver a su hermana parada al borde de la cama con una almohada en la mano.
-Mamá dice que el almuerzo está listo- Dice Brie con la voz un tanto ronca.
La delgada castaña se había despertado por los gritos de su madre y de su hermano menor indicando que la comida estaba lista. Al ver a su hermana aún plácidamente dormida no pudo evitar el golpearla con la almohada, ademas estaba molesta con ella.
-¿Y tenías que despertarme con golpes?
-Amm primero, exagerada y segundo, estoy molesta contigo- Confiesa la gemela menor.
-¿Porque? ¿que te hice? Apenas me desperté- Pregunta Nikki confundida.
-Ayer desapareciste, Randy y yo estuvimos buscándote por una hora en toda la casa de Maryse, hasta que se nos ocurrió que quizá hayas vuelto y sola y lo primero que veo al entrar a la casa es tu ebrio trasero tirado en la cama- Dice Brie molesta.
-¿Que? Pero si te envié un mensaje- Le reclama la castaña.
-No, no me mandaste nada.
Nicole rueda los ojos y busca con torpeza su teléfono celular que se encontraba en la mesa de luz al lado de su cama.
Con confianza, la joven adolescente toma su teléfono y entra en sus mensajes para encontrarse con aquel texto que había escribirlo a duras penas mientras estaba ebria, pero no lo había enviado.
-Ups.
-¡¿Ups?! ¡Casi me matas del susto!- Dice Brie conteniendo las ganas de gritar.
Si su madre se enteraba que se habían separado en la fiesta y una de ellas había vuelto sola a casa, amabas no volverían a ver la luz del día.
De hecho, fue bastante difícil convencer a su madre para que las dejara salir en primer lugar.
Solo las había dejado ir porque Randy iba a ir.
Kathy siempre confiaba en Randy, no solo eso lo trataba como un hijo suyo cada vez que iba a la casa, cosa que sacaba de quicio a Brie.
-¿Como si quiera volviste? Hablé con Maryse en la fiesta y ella dijo que estabas bastante ebria.
-Oh... ummm... Un compañero me ayudó a volver- Dice Nikki sin importancia.
-¿Quien?- Pregunta Brie.
-¿Recuerdas a Kevin?
-¿Owens?- Pregunta Brie tomada por sorpresa.
-Sip, se percato que estaba ebria y me ayudó a volver, quise enviarte un mensaje pero al parecer nunca te lo envié- Explica Nicole.
-Kevin Owens, ¿el Kevin Owens que te metió a ti y a Randy en detención?- Pregunta la delgada castaña ignorando la explicación de hermana por completo.
-No nos metió a detención...
-Es lo que me dijiste- Brie la interrumpe.
Nikki rueda los ojos y se dispone a sacarse el ahora incómodo vestido que llevaba puesto la noche anterior, para colocarse una ropa más cómoda.
Brie de pronto exclama llamando la atención de su hermana.
-Espera a que Randy se entere- Dice la gemela menor una sonrisa malvada en el rostro.
-Ni se te ocurra Brie, ya bastantes problemas tendremos en los corredores desde ahora, ¿viste como Randy lo miraba ayer? Pensé que en cualquier momento se tiraría encima del pobre a chico a molerlo a golpes.
-Pero esta es la perfecta oportunidad para hacerlo sentir como la mierda- Dice Brie.
-No Brie- Le advierte su gemela.
-Bueno- Dice la delgada castaña rodando los ojos.
-¡Chicas, el almuerzo!- Se escucha gritar a su madre desde la plata baja.
-¡Ya vamos!- Exclaman las gemelas.
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-¡Phil!
El joven adolescente rueda en su cama boca abajo y aún con los ojos cerrados toma su almohada para cubrirse la cabeza con ella.
-¡Phillip Jack Brooks!
Esta vez, el joven saca la almohada de encima de su cabeza y suelta un suspiro de cansancio.
Con pereza se levanta de su cama, colocándose una remera que se encontraba tirada en el piso de su habitación, mientras se dirigía a la cocina, donde sabía muy bien que su madre se encontraba.
-¿Llamaste?- Pregunta Phil aún desorbitado.
-Es por esto que no me gusta que salgas a fiestas- Dice su madre molesta -Ayúdame a colocar la mesa.
Phil observa a la mesa a un costado de la cocina. No muy grande, tenía espacio como para cuatro personas.
El joven vuelve a mirar a su madre.
-Ya está colocada.
-Tus bromas no te llevarán a ningún lado- Dice la mujer.
Soltando un suspiro, el adolescente decide hacer lo que su madre le pide y se dedica a colocar los platos y cubiertos en la mesa.
No pasó mucho tiempo para que el padre del adolescente haga su presencia, entrando por la puerta del garaje, sentándose en la mesa en el momento que Phil dejo los últimos pares de cubiertos.
-¿Que tendremos hoy?- Pregunta el hombre sonriendo mientras olfatea el olor que venia de la cocina.
-Tu favorito- Dice la mujer sonriendo a su esposo mientras sirve los platos de comida.
El hombre sonríe aún mas abiertamente al escuchar las palabras de su esposa.
Phil se encarga de sentarse del lado contrario a su padre.
La madre del joven adolescente lleva los platos a la mesa, sentándose al lado de su esposo, asiendo a su hijo rodar los ojos mientras nadie lo veía.
-Campeón- Dice el hombre haciendo a su hijo mirarlo -¿Que te parece si más tarde trabajamos en el motor de la vieja camioneta?
-Estoy ocupado- Dice Phil para luego llevar u gran bocado de comida a su boca.
-¿Haciendo que? Es domingo.
-Tengo tarea- Dice Phil -Y Corey y Baron vendrán mas tarde para hacerla.
-Entonces podemos hacerlo luego, los tres- Dice el hombre sonriendo -Como los viejos tiempos.
-No nos alcanzará el tiempo- Dice Phil dejando su comida de lado -La tarea es bastante larga.
El hombre, entendiendo las indirectas de su hijo, decidió dejar de insistir.
-Bueno, está bien, la educación es primero- Dice sonriendo sin ganas -Ya tendremos otra oportunidad.
Phil solo siente con la cabeza sin mirarlo.
-Terminé ¿puedo retirarme?
La madre del joven lo observa por unos segundos para luego asentir con la cabeza.
Phil se levanta de la mesa, para luego hacer su camino de regreso a su habitación, cerrando la puerta detrás de él.
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La joven adolescente de cabellera rubia sube los escalones del porche con sumo cuidado de no hacer mucho ruido, seguida de su mejor amiga.
Cuando amabas se encuentran frente a la puerta principal, esta es abierta, revelando a un hombre del otro lado.
-Hola papá- Dice Renee sonriendo con inocencia.
-Cariño...- Dice el hombre sonriendo a su hija -Summer, veo que trajiste a mi pequeña en una pieza.
-Como lo prometí- Dice la rubia sonriendo -Entera, sobria y antes de la hora del almuerzo.
Renee sonríe mientras rueda los ojos.
-Bien, quieres quedarte a almorzar, podemos cocinar todos juntos- Ofrece Rick.
-Oh me encantaría- Dice Summer sonriendo de oreja a oreja.
-¿Tu madre no dijo que solo me dejarías porque el almuerzo ya estaba listo en tu casa?
-Nah puedo comer doble- Dice la rubia sin importancia para luego entrar a la casa de su mejor amiga.
Rick mientras se hace a un lado para que amabas adolescente pasaran.
Summer rápidamente hace su camino a la cocina, donde sabía muy bien se encontraba el comedor.
La rubia toma tres platos y tres pares de cubiertos, colocándolos en la mesa para luego tomar asiento en el lugar habitual que ocupaba cuando era invitada a almorzar.
Renee niega con la cabeza con una sonrisa al ver a su amiga ya lista en la mesa.
-Vamos a comer o que- Dice Summer sonriendo con inocencia.
Renee toma asiento al lado de su mejor amiga, mientras su padre se dedica a traer la olla, que contenía el spaghetti en medio de la mesa, para que cada uno pueda servirse a su gusto.
-Rick, no vas a creer lo que tu hija hizo en la fiesta- Dice Summer mientras se sirve una gran cantidad de spaghetti en su plato.
-¡Summer!- Exclama la pelirrubia de corta cabellera.
-¿Que?
-Puedes decirme Summer- Dice Rick sonriendo.
-Besó a alguien en un closet.
-¡Summer! Cuando digo Summer, quiero que te calles.
-¿Era un chico o una chica?- Pregunta el padre de la joven.
-¿Eso importa?- Pregunta Renee frunciendo el ceño.
-Si, porque quiero decir un chiste- Responde si padre.
-Era un chico- Informa Summer con la boca llena.
-Oh- Dice Rick decepcionado -No importa entonces.
-No besé a nadie pero fue su culpa de todos modos- Dice Renee rodando los ojos -Se supone que debía retar a Dean a entrar conmigo pero estaba tan....
La joven adolescente cierra la boca al darse cuenta de lo que diría.
-Mientras menos sepa, mejor- Dice su padre.
-Summer confundió a Dean con Phil y tuve que entrar con el odioso al armario- Dice Renee.
-Si, de eso si tengo la culpa- Dice Summer -Pero al menos besaste a alguien anoche.
-Que no lo besé, podemos dejar de hablar de esto frente a mi padre- Dice Renee sintiéndose avergonzada.
-Oh no seas así- Dice Rick -Quiero saber.
-No papá.
Renee y su padre llevaban una relación bastante unida, pero hablar sobre chicos era algo que está completamente fuera de los términos en su relación de padre e hija, no porque Rick no quisiera, de hecho, el hombre constantemente le informaba a su hija que si ella quisiera tocar el tema, él la escucharía.
Renee sentía mucha pena y vergüenza al si quiera pensar en hablar con su padre de tema, lo había intentado antes y no podía hacerlo. Pero eso no afectaba en nada con su relación.
Rick se encargaba de ser lo más comprensivo posible con su hija, quería tenerla cerca. Pero eso no impedía que cada vez que se enteraba que su hija tenía algún que otro amorío, hacer bromas al respecto y con la ayuda de Summer.
Summer era como una segunda hija para Rick, la apreciaba demasiado y esta siempre se unía a él cuando se trataba de incomodar a Renee con respecto a chicos.
Después que el almuerzo decidieron ver una película corta, ya que Summer debía volver a su casa.
Normalmente, los fines de semana eran así, los tres viendo una película vieja por parte de recomendación de Rick.
-Creo que ya es tarde- Dice Summer poniéndose de pie en el momento que la película terminó.
-Si, fuera de mi casa- Dice Renee en forma de broma.
Summer le saca la lengua mientras toma su celular en mano.
-Nos vemos el lunes- Le dice a su amiga -Buena película Rick.
Summer y el padre de la pelirrubia chocan los cinco mientras esta pasa detrás del sofá, dirigiéndose a la puerta de entrada.
Padre e hija quedaron en silencio por unos largos minutos.
-Así que... ¿ya no te gusta Dean?
-Papá, no quiero hablar de eso- Dice la joven adolescente tapándose la cara con ambas manos.
-Esta bien, esta bien- Dice su padre levantando ambas manos en rendición -Pero dire una cosa y necesito que me mires a los ojos pequeña.
Renee remueve las manos lentamente de su rostro y mira a su padre a los ojos.
-Puedes hacer mejor que esto.
-¿Que quieres decir?- Pregunta la pelirrubia confundida.
-Dean y ese chico que besaste...
-No besé a nadie- Le interrumpe la joven.
-Eso no importa, puedes hacer mejor que eso, porque eres mi hija y eres hermosa, por dentro y por fuera.
Renee siente su corazón estrujarse al oír esas palabras.
-Gracias papá- Dice Renee sonriendo de lado.
Su padre rodea un brazo alrededor de su hombro y ambos quedan abrazados, observando los créditos de la película que aún seguía reproduciéndose.
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Kevin se encontraba en su habitación, no había tenido ganas de almorzar ya que se había despertado tarde y por lo tanto había desayunado tarde.
El pelinegro no parecía poder borrar el rostro de Nikki Bella de su mente.
Todo de ella le aprecia algo nuevo por descubrir, incluso si ya la conocía desde pequeño.
Nunca había intercambiado más que un saludo con la castaña, pero aún así no podía entender la urgencia de querer conocerla a fondo.
-Cariño, Sami llego- Escucha decir a su madre desde la sala de estar.
No había pasado mucho tiempo y su mejor amigo ya estaba parado en el umbral de su puerta con una sonrisa en los labios.
Kevin podía imaginar que había subido los escalones de a dos para poder llegar lo más rápido posible a su habitación.
-¿Ahora que?- Kevin pregunta frunciendo el ceño.
-Hola a ti también- Dice el pelirrojo con sarcasmo para luego tirarse a la cama de su amigo de un salto.
-Te pregunte qué pasó...
-Como que, qué pasó Owens- Dice Sami frunciendo el ceño -Anoche desapareciste.
-No desaparecí- Dice Kevin rodando los ojos -Estas exagerando...
-Recorrí toda la casa de Maryse buscándote- Dice Sami interrumpiéndolo.
-Si claro- Kevin no parecía creerle -Seguro estabas muy ocupado.
-¿De que hablas?
-Te vi muy ocupado- Dice Kevin tratando de no reír.
-Quieres decir...- Dice Sami pausando por unos segundos -Me viste con...
-Sip- Dice Kevin asintiendo con la cabeza.
-No se lo digas a nadie- Sami se apresura en decir.
-¿A quien le diría?- Pregunta Kevin frunciendo el ceño -Tu eres mi único amigo.
-Awwww, eso es tierno- Dice el pelirrojo.
No había pasado mucho para que recibiera un golpe en al brazo por parte del pelinegro.
-Como sea ¿donde fuiste?
Kevin rueda los ojos mientras suelta un suspiro de cansancio.
-Dejé a Nikki Bella en su casa.
Un silencio bastante largo se hizo presente en la habitación.
-¿Escuche bien?- Pregunta Sami.
-Sip.
-¿Porque si quiera cruzarías camino con ella después del problema en el que te metió?
-Primero, no fue un problema en el que ella me metió, fue el idiota de Randy y segundo, se veía bastante alcoholizada y nadie parecía estar dispuesto a ayudarla, así que la lleve a su casa.
Sami quedó en completo silencio, sólo observando a su mejor amigo.
-¿Que?- Pregunta el pelinegro extrañado por la mirada de su amigo.
-Nada, es solo que... es raro que quieras ayudar a alguien...
-Y eso que quiere decir- Dice Kevin confundido.
-Es que... nunca parece interesarte lo que pase alrededor tuyo y que de pronto ayudes a Nikki Bella en dos ocasiones... me parece extraño.
-¿Te parece extraño que no permita que su novio vaya a tocarla de forma indebida y que la ayude porque estaba ebria?
-No me refiero a eso- Dice el pelirrojo rodando los ojos -Olvídalo.
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April abre la puerta principal de su casa, pasando a través de esta.
Con cuidado de no ser oída, la adolescente cierra la puerta con bastante delicadeza e intenta ir escaleras arriba.
-No tan rápido- Dice la madre de la morena apareciendo detrás de ella.
Mierda- Piensa la joven cerrando sus ojos con fuerza.
-Cariño se que no querías ir- Dice su madre con un tono comprensivo en su voz -Pero es tu padre y quiere pasar tiempo contigo.
April da media vuelta para poder mirar a su madre a los ojos.
-¿Ahora quiere pasar tiempo conmigo? ¿no vivíamos bajo el mismo techo y cada vez que yo trata de acercarme, él me alejaba?
-Se que estás enojada...
-No estoy enojada- Interrumpe la morena -No siento nada.
-Cariño, se que el divorcio está siendo difícil para ti, también lo es para mi...
-No quiero ir mamá, será lo mismo de siempre, me regalará alguna baratija para recompensar sus interminables errores y luego tratará de ponerme de su lado.
-Eso no es lo que tu padre trata de hacer.
-¿Entonces que? No le veo el punto de querer compartir conmigo ahora.
La relación de April con su padre nunca fue la mejor.
A medida que iba creciendo, la morena entendía cada vez más que su padre no parecía mostrar mucho interés en ella o su madre. Era como si solo estuviera cumpliendo un rol monótono en la familia.
Trabajar, traer dinero a la casa, encerrarse en su despacho y volver a trabajar.
April jamás lo entendería, como era posible que un padre no pudiera sentir ni siquiera una pizca de cariño por su hija.
Pero cuando la morena había llegado un día a la casa inesperadamente temprano del instituto y encontró a su padre con otra mujer, pudo entenderlo.
Él nunca las había amado, ni a ella ni a su madre.
Para su suerte sólo los había captado besándose en medio de la sala, pero aquella escena bastó para romper el corazón de la adolescente.
Un corazón que ella mismo pensó siempre había estado roto.
-Voy a estar en mi habitación, no tengo hambre- Dice April para luego subir escaleras arriba.
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-Brianna.
La joven adolescente sube la cabeza de golpe para encontrarse con la mirada de su familia puesta en ella.
-¿Si madre?
-¿Que tiene tu comida? No has comido nada- Dice su madre con clara preocupación.
-Nada mamá, es solo que no tengo hambre- Confiesa la joven.
Nikki frunce el ceño ante el desanimo de su hermana.
Normalmente, Brie no daba problemas a la hora de comer, es mas, comía más que el resto de su familia.
Kathy, madre de las gemelas y JJ decidió no darle mucha vuelta al asunto y siguió con la conversación anterior.
-¿Así que Randy te trajo mas temprano porque no te sentías bien?
Aquello llamó la atención de la gemela menor y decidió escuchar la conversación.
-Si- Dice Nikki sonriendo con nerviosismo -Y luego volvió a la fiesta para quedarse con Brie y traerla.
-Es por eso que amo a ese chico- Dice la madre de las gemelas con una enorme sonrisa en los labios -No solamente cuida de ti, si no de tu hermana también.
Brie rueda los ojos con exasperación, no ocultando su desagrado por la mención del novio de su hermana.
Brianna incluso le molestaba el recordar que ella años atrás estaba con esa misma expresión en el rostro por Randy Orton, queriéndolo incluso hasta como un hermano y anhelando encontrar a alguien como él algún día.
-Deberías dejar de hacer eso Brie, Randy se preocupa por cada uno de nosotros y es un excelente muchacho para tu hermana- Dice su madre.
Brie observaba su hermana, quien tenía la mirada enterrada en su plato de comida.
-¿Puedo retirarme?
Kathy observa a su hija por unos segundos para luego darle permiso de retirarse.
La gemela menor sube las escaleras con pereza y al llegar a sus habitación compartida con su hermana se deja caer en su cama.
Acto seguido, decidió revisar sus redes sociales, nada mas para pasar el rato o esperar a quedarse dormida, pero una foto hizo que su corazón se estrujara.
La foto mostraba claramente a Roman con una sonrisa gigante en el rostro por tener a su novia besando su cachete.
' Hemos callado mucho tiempo nuestro amor '- Decía la descripción de la foto.
-¿Que paso?- Pregunta Nikki entrando a la habitación.
-Nada- Dice Brie rodando los ojos mientras arroja su teléfono a un lado de la cama.
-¿Nada?
-Roman tiene novia- Dice la gemela menor.
-¿Que?- Pregunta Nicole sorprendida.
-Como escuchaste, me enteré ayer cuando su novia lo sorprendió en la fiesta y comenzaron a comerse la cara mutuamente frente a mi.
-Oh Brie- Dice la castaña yendo a la cama de su hermana para darle un breve abrazo.
-¿Porque me abrazas? No es como que alguien murio.
-Estoy tratando de mostrarte mi apoyo y así me pagas- Dice Nikki rodando los ojos.
-No es para tanto.
-Me pregunto porque Randy no me lo dijo, estoy segura que él lo sabe- Dice la gemela mayor pensativa.
-Ammm quizá porque me odia y quiere verme sufrir- Dice Brie.
-Tu también lo odias.
-¿Así que estás tomando de su lado?
-¿Como esto se volvió sobre Randy?- Exclama la castaña confundida.
-No lo se, tu dime, ¿no debería ser tu ex? Ayer en la noche te trajo un extraño de vuelta de la fiesta y mamá está con los ojos de corazones pensando que el patan de Randy estaba cuidando de nosotras.
-Necesitas calmarte- Dice Nicole un tanto molesta -Kevin no es un extraño, es nuestro compañero de clase y estoy segura que si estaba en la vista de Randy, él habría hecho exactamente lo que dije.
-Si claro- Dice la delgada castaña con ironía.
La habitación de las gemelas se tornó en silencio por unos largos minutos donde Brie solo dedicó a mirar la techo mientras que Nicole la miraba a ella con un tanto de pena.
-Si necesitas algo solo dime- Dice la castaña cortando con el silencio -Soy tu hermana, puedes decirme lo que sea.
Brie observa a su hermana por unos largos segundos para luego girar en su cama del lado contrario a su gemela.
-Estoy bien Nicole, no exageres.
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