Pasado • II •
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||8teen - Khalid||
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"Lest do all that stupid shit that young kids do"
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Phil camina por los largos y desiertos pasillos de la escuela.
Le agradaba el silencio.
El joven siempre llegaba temprano por eso, bueno, también por otras razones, como las que tenía ahora.
Phil Brooks era un amante de las bromas, le encantaba dejar pequeños "regalos" en los casilleros, en los vestuarios y en las oficinas de los maestros y el director.
Su especialidad eran las bombas de olor, aunque también era muy bueno colocando polvo pica pica en cualquier lugar.
Pero esta vez estaba pensando en algo más grande y claro, necesitaría ayuda.
-Sera mejor que tu idea sea buena o el levantarnos tan temprano te va a costar una patada en el trasero- Dice uno de sus amigos al llegar hasta donde él se encontraba.
-Esto será épico- Promete Phil -Quizá nos expulsen.
El trío de amigos rápidamente se pone a trabajar.
La idea era esta:
1- Colocar bombas de pintura color verde en las perillas de la corriente del aire.
2- Llenar de polvo pica pica los secadores automáticos.
3- Llenar el techo de los baños con papel mojado.
Y por último...
4- Observar como el desastre ocurre por si solo.
-Date prisa Baron- Dice Corey mientras que lo sostiene en sus hombros -Estás bastante gordo.
-Como tu hermana- Dice el pelinegro haciendo reír a Phil.
-Y tu de que te ríes, has algo por la humanidad y ayuda- Dice Corey tratando de soportar el peso de su amigo.
-Yo ya termine con mi trabajo- Dice el joven levantando sus manos en son de paz.
-¡Listo!- Dice Baron haciendo que Corey lo suelte y este caiga al suelo.
-Te odio- Dice el pelinegro tirado en el suelo.
-Bien, tenemos todo listo- Dice Phil -Las bombas están programadas para explotar exactamente a las 8:30PM.
Phil esperaba que todo salga como lo había planeado, había invertido mucho tiempo y dinero en aquella broma para que no salga bien.
-¿Y donde nos esconderemos cuando pase?- Pregunta Corey ayudando a su amigo ponerse de pie.
-No vamos a escondernos- Dice Phil.
-¡¿Que?!
-Quieren que nos pillen, luego de esta broma tratarán de echarnos la culpa como sea, no podemos darle una razón para ello- Explica el joven -¿Que? ¿tienen miedo a un poco de pintura? Solo no usen los secadores y estarán bien.
-Bien- Dicen Baron y Corey al mismo tiempo.
-Ahora de la...
-Disculpa.
El trío de amigos se congela al escuchar una fémina voz, pero se tranquilizan al ver que era solo una compañera de salón y no una maestra.
-¿En que podemos ayudarte?- Dice Phil tratando de no entrar en pánico, ya que los materiales que habían usado para abrir la corriente de aire seguían en la mochila abierta, colocada en uno de los pupitres.
Se supone que el instituto estaba vacío a estas horas ¿que estaba haciendo ella ahí?
-¿Que están haciendo aquí tan temprano?- Pregunta la rubia.
-Podría preguntarte lo mismo- Dice Phil acercándose con cautela a la mochila para luego cerrarla como si no fuera nada.
-Gorditos y bonitos muchachos- Susurra Phil a sus dos amigos.
-Bueno, yo me encargo de que todo esté bajo control antes que lleguen todos y empiecen las clases- Dice la fémina.
-Ahh claro, tu eres nuestra presidente estudiantil- Dice Phil como si fuera lo más obvio del mundo.
-¿Te estas burlando de mi?- Pregunta la rubia.
-¿Me estoy burlando de ti Renee?- Pregunta Phil.
La rubia lo mira mal pero decide calmar sus impulsos.
-Sera mejor que salgan antes que avise a la principal que los vi aquí temprano- Advierte Renee.
-Como sea.
Phil se coloca la mochila en el hombro y hace su camino fuera del salón, seguido de sus dos amigos.
-Eso estuvo cerca.
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-Hey preciosa- Dice Randy abrazando a su novia por la espalda.
-Tienes cinco segundos para sacar tus mugrientas manos Orton- Demanda la fémina.
El joven rueda los ojos y desase el abrazo para recostarse por los casilleros.
Randy no quería pelear, ya habían estado separados mucho tiempo, solo quería que todo volviera a la normalidad en su relación.
Una pelea en medio de los pasillos de la escuela tampoco era algo que ambos quieran hacer.
-¿Ahora que hice?- Pregunta soltando un suspiro.
-¿Que hiciste?- Pregunta la castaña con sarcasmo -Falté una semana a clases y no recibí si quiera un mensaje tuyo, sin mencionar que estaba encargándome de algo que los dos hicimos.
-Lo se, lo siento Nicole- Dice acercándose a su novia para rodearla en sus brazos, esta vez, la fémina no se apartó -Estaba asustado, lo siento.
-Yo también lo estaba Randy, dolió- Dice soltando un pequeño sollozo -Dolió mucho.
-Lo se nena, lo siento, soy un idiota, no volverá a pasar.
Nicole abraza a su novio y esconde su rostro en su pecho, no queriendo que nadie la vea de esa forma, después de todo tenía una reputación que cuidar.
Nicole era todo lo que una chica querría ser y todo lo que un chico querría tener.
Líder del equipo de porristas, alto desempeño académico, un cuerpo envidiable. Nikki era el paquete perfecto.
Randy era prácticamente el sueño de toda joven adolescente, era atractivo, varonil, jugador de fútbol americano (y uno bueno). Aquel joven cumplía con muchas expectativas. Lastima para las otras chicas ya que Nikki era quien había robado su corazón.
Nicole Bella y Randy Orton habían comenzado a salir en primer año.
Muchos anhelaban tener una relación como la de ellos, estable, sincera, pura, llena de amor... o eso es lo que el exterior mostraba.
-Adivina que- Dice Randy separándose de su novia.
-¿Que?
-Maryse está lanzando una fiesta este sábado...
-No tengo ganas de una fiesta Randy, estoy cansada- Confiesa Nikki.
Randy resiste el impulso de rodar los ojos -Será divertido, una fiesta es lo que necesitas ahora, para liberar todo el estrés de esta última semana, por favor nena, di que si, solo iré si tú vas.
Nicole lo piensa unos segundos.
La semana anterior sin duda había sido la peor de toda su vida, el dolor y su constante preocupación de porque su novio no la llamaba habían superado lo mejor de ella.
Quizá Randy estaba en lo cierto y una fiesta era lo que necesitaba y debía admitir que las fiestas de Maryse nunca decepcionaban a nadie.
Además, Nicole Bella jamás se perdía una fiesta.
-Bien, iré- Dice la castaña soltando un suspiro.
Randy rápidamente le roba un rápido beso -No te arrepentirás, lo prometo.
Donde he escuchado eso antes- Piensa la adolescente.
Tan rápido como la había besado se había esfumado, perdiéndose entre los pasillos.
-¿Ya te dije lo que tienes que hacer verdad?
Nikki rueda los ojos al escuchar la voz de su hermana gemela a sus espaldas.
-No quiero escuchar Brie- Dice abriendo su casillero para sacar algunos libros.
-Nicole, soy la única que sabe lo que de verdad paso la semana pasada, estaba contigo en ello, él no, se escondió como un cobarde...
-Brie no estoy de humor para escuchar tus contras sobre mi relación- Dice la gemela mayor -El viernes en la noche hay una fiesta, deberías ir.
-Como sea Nicole, tengo que ir a clase de arte- Dice la delgada castaña.
Brianna hace su camino directo a las escaleras, las cuales la llevan al segundo piso, la gemela menor ingresa a la segunda aula a la derecha.
Para su suerte, la clase aún se encontraba vacía.
La delgada castaña aspira el olor característico a pintura de aquel lugar.
Brie amaba ir a ese lugar, era su lugar seguro en todo el mundo. Después de presenciar por lo que su hermana tuvo que pasar, necesitaba más que nunca aquella paz que siempre le transmitía aquel lugar.
Con una sonrisa en el rostro, la delgada castaña toma un lienzo que se encontraba en blanco, colocándolo sobre el posador y sin perder más tiempo comienza a trazar lienzos con su pincel.
Brianna Bella; "La gemela de Nikki Bella" como muchos la llamaban, aunque era mucho más que solo eso.
Brie en realidad era el cerebro en su relación con su hermana. A pesar de no ser tan popular como lo era su hermana (lo cual estaba más que bien para ella) nadie querría meterse en su camino. La joven había demostrado más de una vez que no necesitaba de las alas de su hermana para protegerse.
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Paige avanza con pasos apresurados por los pasillos del instituto, necesitaba encontrar a su mejor amiga.
Paige y April siempre habían sido amigas, desde que la Inglesa se había mudado al lado de su casa a los 13 años, edad que ambas compartían.
La madre de la pelinegra se había casado con un Americano luego de tres años de la trágica muerte de su padre. Paige no se sentía mal por ello, claro que extrañaba a su padre pero comprendía que su madre aún era joven y tenía derecho a rehacer su vida.
Además, ahora tenía una hermana a la cual adoraba.
Para su no tan sorpresa, la pálida encuentra a su mejor amiga en la cafetería, leyendo mientras bebe de un pote un tanto grande de color blanco.
La Inglesa se acerca con precaución de no hacerse notar y cuando está en la mesa donde se encontraba aquella morena, se deja caer sentada.
-Estoy a punto de matar a alguien.
-Jesucristo Paige- Dice la pelicastaña -Casi me matas del susto.
April y Paige siempre fueron caracterizadas como las raras, aunque se llevaban bien con prácticamente todo el instituto.
-Lo siento- Dice la joven.
-¿Que paso?- Pregunta April dejando de lado el cómic que estaba leyendo.
-Escuche por un pequeño pajarito que alguien quiere meterse en los pantalones de mi hermana. Necesito saber quien es- Dice la pálida.
-Espera- Dice la pelicastaña -Retrocede y pausa ¿de donde sacaste esa idea?
-Phil me lo dijo- Dice la pelinegra encogiéndose de hombros.
April rápidamente explota en risas.
-¿En serio? ¿vas a creer lo que te diga ese malandro?
-Hey que no te caiga bien no es mi problema- Se defiende la pálida -Yo confío en él.
April rueda los ojos.
-Ademas- Dice Paige -Hablé con Sara esta mañana sobre el tema y parecía bastante sospechosa.
-¿Y que si tiene novio?- Dice April.
-No puede- Dice Paige casi alzando la voz -Apenas empezó su primer año en la secundaria este año y ya tengo que andar cuidando de su trasero- Se queja.
-Te preocupas demasiado- Dice April.
-Lo se, pero no quiero que nada malo le pase, es muy joven para entender todo este tema del amor y el chico correcto, no quiero que termine con el corazón roto y amargada como nosotras.
-Wow habla por ti misma, yo estoy en una relación sana y feliz- Dice April.
Paige la mira con un semblante serio.
-Batman no es real.
-¡Muérdete la lengua!- Exclama la morena dolida -Sabes que, te pareces a tu madre.
-¿Que? Claro que no- Se defiende la pálida.
-Lo que acabas de decir sobre el amor y todo eso fue lo primero que nos dijo tu madre al traernos a clase el primer día de primer año- Dice la morena.
Paige parece pensarlo por unos segundos.
-No, no lo recuerdo- Dice la pálida encogiéndose de hombros.
April suelta un suspiro -Si, lo recuerdas, pero no quieres admitir que tengo razón, ahora- Dice tomando las manos de su mejor amiga -Quiero que te olvides de ese chisme que inventan los sin vida, mejor conocido como Phil Brooks y quiero que disfrutes de tu día.
-Pero estamos en la escuela- Dice Paige.
-Lo se- Dice la morena rodando los ojos.
-Hola chicas- Dice una joven pelirrubia tomando asiento al lado de la pelinegra.
-Hola- Responden las jóvenes.
-Como están mis mujeres- Dice una morena tomando asiento al lado de April.
-Yo estoy bien, pero Paige esta por morir- Dice April encogiéndose de hombros.
-¿Tu hermana de nuevo?- Pregunta la rubia sonriendo -Tranquila, Sonya y yo la mantendremos en la mira en las clases donde tu no estás.
-Si, yo tengo prácticamente todas las clases con ella- Dice Sonya sonriendo -Y Mandy tiene el resto.
-Gracias chicas- Dice Paige sonriendo agradecida -Al menos ustedes me apoyan.
-Como sea- Dice la pequeña morena mirando a cada una para luego rodar los ojos.
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Dean camina con pasos apresurados donde sus dos mejores amigos se encontraban.
El castaño tropieza y estampa su frente por el casillero abierto de su amigo.
Como si nada, Dean agita un poco su cabeza y mira a sus amigos quienes lo miraban con el ceño fruncido.
Roman Reigns y Seth Rollins.
Roman era básicamente el rey del instituto. El Samoano era el capitán del equipo de fútbol americano y debería decirse que el mejor que alguna vez tuvo aquel instituto, no habían ganado nada hasta que Roman se apuntó al equipo en su primer año de secundaria. Este joven prometía muchas cosas.
Seth Rollins por otro lado, era un chico para nada interesante, pasaba la mayor parte del día en la biblioteca, haciendo tareas o adelantándose las clases o simplemente leyendo. La única materia curricular que tomaba el joven era el del periódico escolar. En otras palabras era un nerd.
Todos querían saber que hacía Seth en el grupo de los populares y porque tenía la dicha de ser llamado hermano por Dean Ambrose y Roman Reigns.
-Adivinen lo que paso- Dice emocionado.
-¿Otra vez con tus chismes?- Dice Roman rodando los ojos.
Dean Ambrose, el playboy del instituto, un grupo de jóvenes populares nunca estaría completo sin un playboy. Dean amaba las fiestas y las chicas, era prácticamente la única razón por la que iba al colegio. Bueno, eso y que su madre lo obligaba a ir. El castaño era amado por todo el instituto, con su gran carisma y contantes bromas, era imposible no querer formar parte de su entorno.
-Este es bueno- Asegura el castaño -Charlotte está embarazada.
Roman escupe el agua que había estado ingiriendo desde su botella directo al rostro de Seth.
-Eso fue... refrescante- Dice el bicolor.
-¿No me escucharon?- Dice Dean.
-Te escuchamos- Dice Seth limpiando su rostro con ambas manos -Pero no te creo.
-Yo tampoco- Admite Roman -Charlotte lleva soltera por un año y según mi memoria no la e visto enrollarse con nadie en ninguna fiesta, siempre está con Becky.
-Si- Dice Seth apoyando el comentario de su amigo -Ademas, tus chismes nunca son verdad.
-Bueno, veremos quien tiene razón dentro de nueve meses- Dice el castaño.
-Como sea- Dice Roman sacando de su casillero lo que necesitaría para el primer periodo.
-Uh-Oh, alerta diablo, alerta diablo- Susurra Dean observando como la joven de roja cabellera se acercaba a ellos.
-Hola chicos- Dice una fémina voz.
-Hola- Dicen Dean y Roman al mismo tiempo.
Seth permanece en silencio.
Eva Marie; prácticamente la reina del instituto si no fuera por la existencia de Nikki Bella.
Algunos dirían que Roman y Eva tenían un amorío a escondidas. A todos les resultaba imposible el hecho de que ambos eran:
1-Populares.
2-Prácticamente los reyes del instituto.
3-Ambos eran hermoso a los ojos del sexo opuesto... y el mismo sexo.
Los populares salían con populares ¿verdad? Es lo que hacen.
-Maryse está organizando una fiesta el próximo sábado, está soltera de nuevo y quiere desquitarse con Mike y prácticamente todo el colegio está invitado, así que, que dicen, ¿irán?
-¿Fiesta y Maryse soltera? No me lo perdería por nada- Dice el castaño.
-Bueno, supongo que no tengo opción- Dice el mariscal de campo.
Roman en realidad no era un chico de fiestas, si las disfrutaba cuando iba, pero en realidad prefería quedarse en su casa descansando, pero su amigo Dean quien era prácticamente la fiesta en forma humana insistía en que asista a todas las fiestas con él.
Seth por otro lado, se las arreglaba para escapar de vez en cuando de las persuasiones del castaño.
-¿Y tu Seth?- Pregunta la pelirroja.
-Ammm no lo sé...
-Creo que nunca te había visto en alguna fiesta antes... sería interesante verte en una.
-L-Lo pensaré- Dice el bicolor.
-Genial, los veo más tarde chicos- Dice la joven para luego desaparecer por el pasillo, mezclándose entre los demás estudiantes.
El bicolor siente de pronto un golpe en la cabeza.
-Ouch- Se queja -¿Y eso?
-L-Lo pensaré- Dice el castaño imitándolo de una forma graciosa.
-No sabía que decir, nunca me había hablado directamente.
-¿De que hablas? Siempre hablan en el salón- Dice el Samoano con el ceño fruncido.
-No lo se, fue diferente, la forma en que lo dijo- Dice pensativo.
-¿Crees que estaba coqueteando contigo?- Pregunta el castaño.
-No lo se, eso creo- Dice el bicolor con duda.
De pronto sus dos amigos comienzan a reír a carcajada.
-¿Que es tan gracioso?- Pregunta Seth un tanto enfadado.
-Creer que Eva estaba coqueteando contigo, estás loco hermano- Dice Dean entre risas.
-Si, creo que tu pequeño crush por ella te está volviendo loco- Dice esta vez el Samoano entre risas.
Seth solo rueda los ojos y cierra su casillero para luego avanzar por los pasillos en busca de su primera clase del día mientras la campana de entrada se escucha por todo el edificio.
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Kevin suelta una bocanada de aire al ver la gravedad en la se encontraba la cubierta del auto de su mejor amigo.
Sami baja del auto y se acerca a su amigo para poder observar el problema.
-Esto se ve mal- Dice el pelirrojo.
-Zayn, llegaremos tarde otra vez- Dice Kevin pateando ligeramente la cubierta rota del vehículo.
Sería la cuarta vez en la semana que el par de amigos llegaría tarde a clases por culpa del auto del pelirrojo.
Kevin le había dicho muchas veces que ya era hora de desacerce de aquel vehículo a lo cual Sami siempre se negaba.
Aquel auto había sido un regalo por parte de su abuelo fallecido, no lo vendería ni por un millón de años.
-¿Carrera?- Sugiere su pelirrojo amigo.
Ambos sonríen y comienzan a correr.
Kevin Owens siempre a sido aquel niño que dejaban de lado.
El pelinegro siempre había tenido dificultades para expresarse alrededor de otras personas, pero con su amigo Sami siempre se sentía seguro.
Normalmente nadie lo notaba, era uno de esos chicos invisibles, lo cual estaba bien con él, no quería relacionarse con ninguno de sus compañeros de todas formas, teniendo a Sami no necesitaba a nadie más.
Kevin era hijo único, lo cual le hacía más difícil el poder relacionarse con gente nueva y sobre todo de su edad.
El par de amigos corren lo más rápido que pueden, ganándose quejas de los demás peatones al ser empujados por ellos.
-Pareces tortuga Owens- Grita Sami quien se encontraba solo unos pasos delante de él.
Kevin y Sami llegan al instituto abriendo la puerta principal de par en par.
-Agghh mi costilla- Se queja el pelirrojo al estar solo unos metros del salón de clases.
Kevin toma la oportunidad y jala a su amigo de su ropa para poder arrebatarlo, haciéndolo caer el duro suelo.
-¡Tramposo!- Grita Sami poniéndose de pie con rapidez y comenzó a correr de nuevo.
Kevin entra al salón de clases con prisa seguido de su mejor amigo.
-Tarde de nuevo Owens, Zayn- Dice la profesora.
-Fue culpa de Sami- Dice el gordito apuntando a su amigo con el dedo índice.
-Hey- Se queja el pelirrojo -Mi auto se averió, lo siento maestra.
-Pueden pasar- Dice la profesora rodando los ojos mientras toma asiento en su escritorio.
El par de amigos se sonríe el uno al otro y buscan sus asientos al final de la clase.
-Como estaba diciendo antes de ser interrumpida...
PUM.
Las bombas de pintura explotaron a la hora exacta, salpicando a todos los presentes en todos los salones de todo el instituto.
Gritos y quejas rápidamente se hicieron presentes.
-Mi cabello- Grita Alexa Bliss tratando de desesperadamente quitarse la pintura del cabello.
-¡Quien hizo esto!- Grita la profesora poniéndose rápidamente de pie.
El salón entero estaba muy ocupado gritando y otros riendo para prestar atención a la autoridad.
Renee da media vuelta para ver a los tres responsables reír entre sí y chocar los puños.
-Siempre quise bañarme en pintura- Dice Paige quitándose un poco de pintura de los ojos para poder abrirlos -¡Pero no verde!
-¿Dean que estas haciendo?- Dice Seth viendo a su amigo en el suelo.
-¡Un ángel de mocos!
-¿Para que vinimos?- Pregunta Kevin mirando a Sami quien tenía el rostro cubierto de pintura.
-¡Todos afuera!
Largos minutos luego de desalojar todas las aulas y llevar a todos los alumnos al salón de gimnasia, el interrogatorio comenzó.
Todos los jóvenes se encontraban en las gradas mientras eran regañados por los principales y profesores.
Renee estaba a punto de levantar la mano para exponer a los responsables cuando siente un brazo rodear su hombro.
-Yo no me metería si fuera tu- Susurra Phil sonriendo de lado.
-Fuiste tu y tus perros falderos- Susurra Renee con molestia tratando de quitarse el brazo del joven de su hombro.
-Si, pero tu no dirás nada- Dice Phil.
-Que te hace pensar que voy a cubrirte- Dice Renee soltando una risa amarga.
-¿Que me hace pensar? No, se que no vas a delatarme o todo el colegio va a enterarse de tu pequeño secreto- Dice Phil sonriendo de lado.
-¿Que secreto?
-Que te gusta Dean Ambrose.
-Pfff ¡¿que?!
-Srta. Young- Dice la principal -¿Es esto una broma para usted?
Phil trata de contener su risa lo más posible.
-Lo siento Srta. Guerrero, no volverá a pasar- Dice la rubia apenada.
Renee dirige una mirada de odio al joven sentado a su lado mientras este le sonríe.
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