Luna 05

Narrador:

A la mañana siguiente. Issei se encontraba sentado en el sofá de la estancia, frente a él se encontraba Serafall.

El ambiente era un poco extraño, todos los demás chicos estaban ocupados con actividades relacionadas a su trabajo como demonio. Así que por eso estaba sentado mientras leía un poco, pero al poco tiempo de estar disfrutando de su lectura, había llegado Serafall.

La mujer estaba vistiendo un atuendo casual y un peinado a dos coletas. Había tomado el asiento frente a Issei, cosa que hizo sentir un poco incomodo al castaño mientras solo estaba ahí sentada.

—¿Qué haces? —pregunto Serafall viendo a Issei.

—¿Disculpa? —Issei estaba algo confundido.

No esperaba que le hablara de manera tan casual, estaba seguro de que ella iba estar enojada con él por la manera en la que hablo el otro día. ¿No estaba molesta?

—Pregunte que estás haciendo, ¿eres sordo? —Serafall fue algo brusca.

Parece que si está molesta —pensó Issei para sí mismo—. Estoy leyendo, Harry Potter.

Issei le mostro el libro que estaba leyendo. Serafall lo vio y solo se encogió de hombros ante la lectura del chico... Un recuerdo de cuando estaba en la oficina le llego, estaba aburrida y en su teléfono se había puesto a leer fanfic's.

—Hace días leí un fanfic de Harry Potter —dijo Serafall, llamando la atención de Issei.

—¿Un fanfic? —Issei pregunto con curiosidad.

—¡Si! Trata sobre como Harry se convierte en un Obscurus debido al maltrato de sus tíos y primo, los Dursley —dijo Serafall, apareciendo de la nada a un lado del castaño—. El concepto de lo que es un obscurus es un poco diferente al mostrado en animales fantásticos, pero va demasiado bien con el ambiente planteado en el fanfic.

—¿Qué tan diferente? —pregunto el castaño, ahora viendo de manera directa a Serafall.

—¿Recuerdas a Venom?

—¿El simbionte?

—Ese mismo, es similar a venom —dijo Ella sonriendo.

Serafall le mostro el sitio donde estaba leyendo cada actualización del fanfic, al parecer al autor no le quedaban muchas ideas y solo lo llamo "Obscurus". A pesar de la creatividad mórbida y retorcida que venía con el fanfic, como el intento de exorcismo que sufrió Harry, el titulo iba directo al grano. Una historia que no era para todo público, con tintes oscuros que vienen bien para darle un ambiente fresco al fandom.

—No es similar a venom —dijo Issei mientras leía un poco un capítulo de la historia—. Tal vez lo confundiste.

—¿Yo dije que era similar?

—Si

—No lo recuerdo.

Siguieron charlando durante un buen tiempo, dejaron a un lado el tema del fanfic y pasaron por cortas pláticas sobre el clima, sus gustos en general, la escuela y el trabajo.

—¿Entonces aun estudias? —preguntaba la mujer de coletas—. ¿Cómo fue que conociste a Ingvild-chan?

—Claro, por algo tu hermana es mi senpai —dijo Issei lo obvio—. Respondiendo a la pregunta, no recuerdo bien lo que sucedió antes de conocernos —dijo Issei, intentando hacer memoria—. Solo recuerdo cuando desperté en la cama del hospital, ella me encontró y cuido de mí.

—¿y cómo fue que llegaste a vivir con ella? —Serafall aun después de charlar un rato con Issei, desconfía de él—. ¿Cómo voy a salir con alguien que apenas conozco?

—Ella convenció a mis padres de mudarme —su respuesta fue muy corta.

—¿Y qué intenciones tienes con mi So-tan e Ingvild-chan?

—¿A qué te refieres? —Issei estaba un poco indignado—. Sona y yo somos amigos, e Ingvild y yo... Aún no formalizamos las cosas.

—¡Así que tienes tu manos puestas sobre mí pequeña Ingvild-chan —Serafall apunto con el dedo a Issei.

El castaño se ofendió un poco por la acusación así que decidió aclarar las cosas.

—Ella tiene las manos puestas sobre mi —dijo Issei sonriendo un poco—. Además, no te desvíes del tema, Sona y yo solo somos amigos.

—¿Entonces por qué quieren que viva con ustedes?

—Porque Ingvild quiere —dijo Issei alzando los hombros, como si no fuera nada.

Serafall no estaba convencida de lo que estaba pasando, creía un más en su intuición que en las palabras del chico sentado a un lado suyo, así que decidió tomar cartas en el asunto.

—Mañana tú y yo saldremos, no te hagas ilusiones —dijo Serafall, seria—. Te voy a esperar en el patio trasero de la mansión, no llegues tarde, nos vemos a las cinco de la tarde.

—Bueno... —Issei se confundió un poco por lo que paso.

Serafall se levantó y se fue para atender a otras cosas importantes, así que Issei se quedó solo de nuevo. Se acomodo de nuevo en el sofá y reanudo a su lectura del fanfic que Serafall le recomendó.

—Vaya, tiene a venom de portada —dijo Issei para sí mismo—. Por eso piensa que es similar...

Continuo con su mañana de manera normal y sin interrupciones.

...

Poco tiempo después ese mismo día Issei y Kiba salieron a caminar para pasar el rato entre amigos. Estaban en silencio mientras jugaban al mismo tiempo que andaban, algo que era típico para ellos desde que se hicieron amigos.

—Dios santo —dijo Issei apropósito para molestar a Kiba.

El chico rubio le había ganado en el combate que tenían de Pokémon, así que decidió tomar esa pequeña venganza porque Kiba sonrió un poco arrogante al momento que venció a Issei.

—¡No vuelvas a hacer eso, es doloroso! —dijo Kiba algo adolorido—. ¿Además por qué lo haces?

—Porque tu pachirisu derroto a mi Salamance —dijo Issei claramente ofendido.

—Es una estrategia, Issei, estrategia —dijo Kiba haciendo una ademan extraño con las manos.

—Hiciste trampa —Issei comento de manera rápida.

—No es trampa.

Kiba se tomó del tabique de la nariz en señal de exasperación, después de unos segundos en silencio, ambos comenzaron a reír.

—¿Me recuerdas porque salimos? —Issei pregunto como si olvidara algo.

—Ingvild y Tsubaki se están arreglando para nuestra cita —dijo Kiba algo sonrojado.

Lo cierto es que Kiba estaba esperando con ansias la cita que tendrían. El tiempo que tiene de amistad con Issei, ha sido el tiempo que también ha pasado con el consejo estudiantil y por consecuente pasaba tiempo con Tsubaki, con quien formo una relación muy bonita. Tiene claro que hay sentimientos por la chica de lentes con heterocromía.

—Cierto —Issei dijo ahora con su mente en claro.

Issei estaba feliz por su amigo. Era verdad que muchas veces sentía un poco las ganas de reír cuando veía las interacciones entre Kiba y Tsubaki, eran realmente tiernos, como cuando se quedaron dormidos juntos en el transcurso al inframundo.

—Debemos irnos —dijo Issei viendo el reloj—. Es medio día y debemos vernos con ellas a la una en punto.

—Cierto, debemos irnos.

Issei y Kiba tomaron el camino de regreso hacia la mansión, que sería desde donde partirían para su día compartido con sus respectivas citas.

Pobre Tsubaki, Ingvild tiende a ser muy persuasiva.

Sin nada más, se apresuraron en regresar.

...

Ingvild e Issei, junto con Kiba y una obligada Tsubaki salieron para pasar la tarde juntos de compras. Tsubaki se relajó un poco cuando entraron a la librería, ahí en adelante junto con Ingvild visitaron una gran cantidad de tiendas.

Issei y Kiba estaban un poco aburridos con el recorrido de las tiendas, pero, cuando pasaron por una tienda de videojuegos entraron sin dudar. Estaban parados frente a un televisor viendo el nuevo avance "The Legend of zelda: Tears of the Kingdom" Emocionados ambos hicieron que el dueño de la tienda los pusiera en la lista de espera de la tienda, y cuando iniciara la preventa serían los primeros en ser avisados.

Con su parada en la tienda de videojuegos, el resto de las tiendas no fue tan mal como pensaron que sería. Hasta que llego el momento en el que entraron a un restaurante que Ingvild había seleccionado.

El grupo de chicos se sentaron en mesas diferentes. Parecía que apropósito Ingvild había elegido las mesas de esa manera.

—Eres cruel —dijo Issei mientras miraba la carta del restaurante.

—No sé de qué hablas —dijo Ingvild fingiendo ignorancia.

—Bueno, vamos a ordenar —Issei llamó al mesero.

A unas cuantas mesas adelante Kiba y Tsubaki estaban cubriendo sus rostros con el menú para ocultar el sonrojo evidente que tenían.

Las cosas iban de la manera en la que la peli morada... ¿o no?

...

Issei e Ingvild a la distancia podían ver la incomodidad de la pareja de Kiba y Tsubaki, ¿no lo estaban pasando bien? No podían decir algo a ciencia cierta, pero se les notaba algo tenso.

La cena de ambas mesas continuo con aparente normalidad, aunque en las mesa donde se encontraba el rubio, parecía ir de una manera un tanto complicada.

El nerviosismo de ambos se hizo presente durante toda la velada, hasta aquel momento que parecía inalcanzable llego. Era hora de regresar a la mansión sitri.

En el camino iban separados. Issei caminaba con Kiba, Ingvild caminaba con Tsubaki.

—Te digo que no fue tan mal —dijo Issei hablando con Kiba.

—¿Estas seguro? Yo siento que todo fue algo extraño —respondió Kiba, suspirando y mirando al suelo.

—No te castigues, estoy seguro de lo que te digo.

—Si eso es lo que piensas.

Los chicos guardaron silencio un momento y sacaron un gameboy micro cada uno, metiendo cartuchos de pokemon rojo fuego y verde hoja.

—¿Cómo te fue con Ingvild? —preguntaba Kiba.

—Increíble, hacía falta una noche en la que nos consintieran —respondió Issei con una pequeña sonrisa.

—me alegro por ustedes dos —Kiba sonrió un poco—¡Ja, toma eso!

Issei se acerco a Kiba y lo arrincono en una pared, y le dijo en voz baja.

guarda silencio, Ingvild no sabe que trajimos estos —dijo Issei muy cerca de Kiba—. Así que disimula.

Bueno, tranquilo —Kiba respondió algo asustado... y sonrojado por los murmullos de la gente que pasaba alrededor.

Issei lo dejo ir y observo por todos los alrededores en busca de señales de que Ingvild y Tsubaki estuvieran cerca del lugar.

—Podemos continuar jugando un rato.

Los chicos siguieron jugando antes de que Ingvild apareciera y les confiscara los videojuegos.

...

Momentos antes, Ingvild y Tsubaki se habían sentado a platicar en una banca.

—Siento que lo arruine —dijo Tsubaki un poco apenada.

—No es verdad, Tsubaki, estoy segura de que Kiba se la paso muy bien—

—Sentí que la cena fue algo incomoda —Menciono apenada.

—Bueno, es la primera cita, siempre suele haber alguna incomodidad, no te desanimes —Ingvild levanto el puño en señal de apoyo.

—¡Si, señorita! —Tsubaki imitó la acción

Su charla fue interrumpida en ese momento al escuchar un golpe. Al voltear vieron como Issei tenía a Kiba arrinconado contra la pared en un perfecto Kabe-don

—Are? —Tsubaki se veía muy confundida—. ¿Qué paso?

—¿Cari...ño? —Ingvild se veía algo shokeada.

Estaba molesta, ni siquiera ella había logrado qué Issei hiciese eso con ella y ahí estaba Kiba, lográndolo sin siquiera saber cómo.

Como ambos chicos estaban cerca del lugar, sintieron que pronto tendrían que correr por su vida.

...

Pasado un poco de tiempo, ambos grupos se volvieron a reunir. Iban caminando mientras al charlar se iba reduciendo la pequeña incomodidad que existía entre Kiba y Tsubaki.

—No había necesidad de que nos quitaras nuestros juegos —dijo Issei mientras caminaba de espaldas, viendo a Ingvild.

—Si que era necesario, cariño.

—No lo era, es la última consola que me queda.

—Y te la devolveré al final de nuestra visita, Issei.

Ingvild rio un poco al ver a Issei frente a ella. Kiba y Tsubaki ahora charlaban sobre sus gustos y cosas favoritas de hacer, riendo y sonrojándose ambos al mismo tiempo.

—¿Entonces te gusta leer? —preguntaba Kiba.

—Así es, en especial me gusta entretenerme con cuentos clásicos... como, Alicia en el país de las maravillas —Respondió Tsubaki con un leve sonrojo.

—El mío es Hansel y Gretel —Kiba respondió con una pequeña sonrisa.

Un poco más alejados de ellos, Issei le dijo algo a Ingvild.

A mí me gustaría tener mi gameboy de regreso —dijo en voz baja.

Igual no importa demasiado que tanto baje la voz, los tres demonios escucharon las palabras de Issei.

Los cuatro siguieron su camino hasta que por fin llegaron a la mansión, lugar en el que convivieron por un poco más de tiempo mientras veían una película acostados en el enorme sofá de la estancia.

—Les digo que esta película sera genial —dijo Issei con una sonrisa.

—¿Por qué veremos Ready player one? —pregunto Kiba algo extrañado.

—Porque gane con la moneda —respondió Issei con una sonrisa.

—Bien, ponla —dijo Kiba sin más.

Hasta que llego el momento para despedirse e ir cada uno a su habitación para poder dormir, salvo por Issei que fue arrastrado por Ingvild a la suya, para poder dormir como normalmente lo hacen.

...

Issei despertó a media noche. Se levanto de la cama y se dirigió al baño para hacer sus necesidades, al salir quedo sediento y se dispuso a ir a la cocina para tomar algo de agua.

Una vez estando en la cocina, observo por una ventana y le pareció que era buena idea salir a dar un pequeño paseo por los jardines a la luz de luna.

—¿Qué es lo que podría salir mal?

—Nada...

Issei dio un salto asustado y observo que Koneko estaba detrás de él. Vestida en una pijama de gatitos, sosteniendo un pequeño plato de galletas y un vaso de leche.

—Koneko, casi haces que me de un infarto —dijo Issei algo más calmado.

—Lo siento, Issei-senpai —Koneko puso una cara algo apenada.

—Solo no lo hagas de nuevo, ¿Qué haces despierta a estas horas?

—Quería un bocadillo nocturno, ¿y tu senpai?

—Algo para beber.

—Entiendo.

—¿quieres caminar conmigo?

Koneko asintió mientras comía una galleta. Ambos salieron de la mansión y pasearon durante unos minutos en lo que la pequeña albina terminaba su merienda nocturna, charlaban un poco entre bocados y reían un poco.

—Es hora de que entremos de nuevo, estoy sintiendo sueño de nuevo —dijo Issei bostezando.

—Si, igual a mí.

Issei sonrió y observo a Koneko entrar a la mansión para continuar descansando, el castaño se dirigió a dar una ultima vuelta por los jardines.

—Una última vuelta no estaría mal

El chico pensaba que nada podría salir mal.















Spoilers en forma de meme.

Koneko:

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