Cinco.



Lost in the Apocalypse •

Maeve H.

Lila y yo pasamos a mi apartamento por algunas cosas, ya que creiamos que nos ibamos a demorar una tres horas.

—— ¡Mierda! No tienes idea de lo mucho que necesitaba esto. —— Mencionó Lila mientras se llevaba un chocolate a la boca.

—— ¿Estas a dieta o algo por el estilo? —— Cuestioné.

—— No, pero debido a Grace y los gemelos, tengo que esconder el dulce.

—— Entiendo...

—— ¿Pueden apurarse? Les recuerdo que no es un viaje familiar. —— Dijo Five.

—— ¿Ah, no? Creí que Maeve y yo eramos una pareja homoparental con nuestro hijo mayor que acaba de salir del reclusorio y nuestro hijo menor con problemas mentales. —— Dijo Lila sarcásticamente.

Ponia en mi mochila lo necesario y bueno... una que otra chucheria.

•Linterna •Aguas embotelladas pequeñas •Chocolates •Una manta pequeña por si me daba frio. • Galletas y un sueter extra.

—— ¡Esto es como una expedición paranormal! ¿Quién sabe qué podemos encontrar? —— Exclamé emocionada.

—— ¿Siempre es así de... positiva? —— Preguntó lila arqueando una ceja.

—— Oh, no, no siempre. Solo cuando puede llevar una mochila llena de cosas inútiles. —— Respondió Ben.

Lo miré seria. —— Esto no es inútil. Mira, traigo agua, galletas, y hasta un botiquín de primeros auxilios.

—— ¿Y qué sigue? ¿Un mapa del tesoro?

—— No traje uno, pero puedo dibujar uno si quieres. —— Sonreí.





Ben H.

¿Por qué me estoy riendo? No es tan graciosa, bueno... tal vez un poco. Y ese entusiasmo ridículo... ¿siempre ha sido tan encantador?

—— ¿Qué pasa? —— Preguntó Maeve

—— Nada. Absolutamente nada.

Llegamos a la estacion y Maeve observaba facinada, como un niño en una jugueteria.

Maeve parecia comoda, llevaba un sweater de punto color crema, junto con unos pantalones negros rectos y unos tenis converse azules.

Nos dividimos, lila iría con Maeve y yo con Five.

Mala idea.

Llegamos a una línea temporal, creí que era el pasado pero no, era una línea alterna, porque miré a Fei y Alphonso....

Los echaba de menos.

Primera línea temporal: incorrecta.

Llegamos a otra, pero en esta todo estaba desolado, hasta que alguien comenzó a dispararnos.

—— Genial idiota ¿Este era tu maravilloso plan?

—— ¿Sabes? Tus palabras no me sirven.

Segunda línea: incorrecta.

Tercera linea: incorrecta

Empezaba a cansarme y fastidiarme, en una nos golpean, en la otra casi nos matan, la otra estaba llena de fuego, y la otra de agua.

Volvimos a la estación y Five comenzó a maldecir, si five, a mi tampoco me gustaba trabajar contigo.

Empezamos a discutir hasta que escuché ese jodido acento británico.

——Nada en tres líneas temporales, todo parece normal —— Comentó Maeve. ——. Nos tomamos un receso y tomamos unas donas, era una linea temporal muy tranquila.

—— Genial... llevamos media hora y no hemos encontrado nada. —— Dijo Five llevandose una mano al pelo.

——Ah, claro, porque viajar en el tiempo en metro es la definición de eficiencia. —— Dije.

—— ¡Soy más eficiente que tú en cualquier día de la semana!

—— ¡Al menos yo no parezco un niño escapado de la primaria!

——¿De verdad estás usando esa línea? ¡Qué original! —— Five chasqueó la lengua con burla.

——¡Basta ya! —— Exclamó Maeve, cruzándose de brazos como una madre regañona—. Five, tú vas con Lila. No, no protestes.

Five rodó los ojos.

—— Y tú, Ben, vienes conmigo. —— Maeve señaló hacia el tren con autoridad ——. Y ni se te ocurra discutir.

Subimos de vuelta al tren, me recargué en el incomodo asiento. —— ¿Qué? —— Cuestioné al ver como Maeve me miraba molesta.

—— ¿Puedes tan siquiera cerrar tu boca por cinco minutos?

—— No.

Maeve suspiró frustrada. —— ¿Sabes? Podrías hacer un esfuerzo por ser un poco más cooperativo. No estamos aquí para tus berrinches.

——¿Berrinches? —— Abrí la boca indignado. ——. Perdón, no sabía que ser realista ahora se llamaba así.

Maeve arqueó una ceja. ——Realista sería admitir que Five tiene razón. Tú, en cambio, pareces un niño al que no le dieron el juguete que quería.

——No sé por qué siempre tienes que sermonearme. No soy uno de esos libros que acostumbras vender, Maeve.

Ella sonrió, pero fue una sonrisa afilada, llena de ironía. ——Tienes razón, Ben. No eres un libro. Un libro al menos mostraría algo de progreso y desarrollo, algo de... valor.

Maldita.

El tren echó a andar, llegamos a una nueva línea temporal, aqui parecia un especie de... ¿Época de los 80's?

—— Oh, mira, Ben. —— Maeve señaló entusiasmada a su alrededor. ——. La época dorada del cabello esponjado y los pantalones de mezclilla horribles. —— Se giró a mirarme. ——Seguro hubieras encajado perfecto.

—— Claro, lo dice la chica que literalmente parece salida de un catálogo vintage con suéteres abuelescos.

—— Claro, pero al menos no me veo como si me hubieran olvidado en los años 2000. —— Rodé los ojos.

Buscamos por una ¿Media hora? Pero nada, en esa línea temporal todo parecia normal, al inicio creí que era el pasado, pero varias cosas que pasaron me di cuenta que era otra línea temporal ya que había artistas en revistas que jamas habia visto.

La siguiente línea temporal era... rara, era como una ciudad desolada pero por alguna extraña razón... me traía paz, sin ruidos, sin molestias.

—— Bueno, si esto no grita "Ben" en cada esquina, no sé que lo hará. —— Dijo sarcásticamente.

Fruncí el ceño. —— ¿Qué se supone que significa eso?

—— Solo digo que tu personalidad encajaría perfectamente aquí. Oscuro, deprimente... como tú todos los días.

—— ¿Desde cuando piensas tanto en mi?

Ella rueda los ojos, nunca la había visto poner los ojos en blanco. —— Callate.

Solo sonreí.

Buscamos pero tampoco, no habia nada, solo lluvia y lodo.

La siguiente daba miedo, creo que era la mas loca de todas, esta parecia Apocalipsis zombie, contaminación, cielos rojos y edificios en ruinas.

—— ¿De verdad crees que encontremos algo aquí? —— Miré a Maeve.

—— Bueno.. tenemos que intentarlo. —— Ella sonrió de manera optimista. ——. ¿oh qué?  ¿Quieres apostar cuánto duramos vivos aquí?

—— Contigo aquí, probablemente menos de cinco minutos. Tu voz probablemente atraería a los animales.

—— Claro, porque tu encantadora actitud nos salvará.

—— ¿Acaso dije que quería salvarte? —— Ella me miró indignada.

Caminamos pero tampoco habia nada, ni una pista o un maldito lugar para buscar, Maeve se cayó, lo cual sirvió para atraer a los malditos animales mutantes, la tomé de la mano y nos escondimos bajo un puente en ruinas.

Nos quedamos ahí durante dos horas, ninguno no decia nada, hasta que Maeve sacó un chocolate de su mochila.

—— Tómala, necesitas algo dulce, aunque dudo que arregle tu amargura crónica.

—— Gracias pero si muero aquí, será por diabetes, no por un monstruo.

Ambos reímos, esa risa no tan común que rimaba mas con un cerdito, era dulcemente adorable, demasiado azúcar para mi.
Si, lo unico que logramos fue que casi fueramos devorados por animales locos o mutantes, ah, y que mi ropa acabara mas sucia de lo que ya estaba.

La cuarta linea temporal creo que fue la mas sana y agradable, en esta la naturaleza abundaba, habia muy pocas personas eso si, pero parecian amables, fue la mas comoda, nos escabullimos para buscar pistas, pero tampoco... nada y lo peor, ahi tampoco habia indicio de que hayamos existido ahí.

—— ¿Sabes? Por un momento pensé que este lugar podría arreglar tu terrible humor.

—— Demasiado perfecto. —— Miré a los lados. —— Da miedo.

—— Claro, porque la paz mundial es lo peor que podría pasarte.

—— Prefiero algo de caos. No me sentiría cómodo si no hubiera alguien gritándome al menos una vez al día.

Volvimos a reír juntos, joder.... Esa risa.

Buscamos y tampoco, no había nada, volvimos a la estación y esperamos a encontrarnos con Five y lila, pero nada.

Minutos, horas y nada, volvimos al tren para intentar volver a nuestra línea temporal pero nada funcionaba, era como un bucle, estaba empezando a fastidiarme.

El primer día, quería despertar y que todo fuera un mal sueño, pero no, estaba ahí durmiendo en el puto piso del tren.

Maeve estaba asustada, lo sabia pero trataba de fingir estar calmada.

—— ¡Esto es una maldita broma! ¿Cómo demonios no podemos regresar? —— Yo mismo me jalaba el pelo mientras caminaba de un lado a otro.

Maeve suspiró. —— Ben, gritar no va a ayudar. Solo... cálmate y pensemos.

—— ¿Calmarme? Estamos atrapados, Maeve. ¿O no te has dado cuenta?

—— Oh, claro que me di cuenta. Pero a diferencia de ti, prefiero no desgarrarme las cuerdas vocales en el proceso. —— Ella se cruza de brazos.

El segundo dia... , el miedo nos carcomía, maeve estaba en el piso abrazando sus rodillas, asustada pero eso no servia de nada.

Golpee las puertas metálicas del tren. —— Esto tiene que ser un fallo del sistema temporal. Tal vez si recorremos de nuevo todo y...

——¿Qué sistema, Ben? Esto no es una máquina del tiempo que puedas reparar con cinta adhesiva, de hecho ni siquiera se como funciona el maldito tren. —— Respondió desanimada

—— ¡Tú insististe en venir!

—— ¡Lo sé! —— Ella cayó al suelo y comenzó a llorar en voz baja.

Genial, ahora también seré niñera.

—— ¿Tienes alguna mejor idea? Porque quedarnos aquí sentados y llorar no nos va a sacar de este lugar.

Maeve bajó la mirada y murmuró. —— ¿Y si nunca salimos de aquí? ¿Y si estamos atrapados para siempre? —— Sus ojos.... Esos preciosos ojos que me rompía cuando lloraban.

—— Todo va a estar bien.. —— Fue lo único que pude decir aunque ni siquiera yo pudiera creer eso.

Tercer dia, la paciencia se agotaba, todo era tenso, y para colmo, los chocolates y galletas que maeve había traído junto el agua estaba por acabarse.

Maeve sacó el ultimo paquete de galletas que quedaba. —— Toma. No es mucho, pero es lo que queda

—— No tengo hambre.

—— Ben, hasta acá escucho tus malditas tripas rugir, debes comer. —— Ella se acerca a mi.

Comimos en silencio, ni siquiera nos mirábamos a los ojos. Por primera vez, no había sarcasmo ni bromas entre nosotros. Solo el peso de la situación.

—— ¿Crees que alguien nos está buscando? —— Preguntó Maeve.

—— No lo sé, pero si lo están... espero que sean más competentes que nosotros.

Maeve soltó una risa débil, pero su rostro seguía reflejando miedo. —— ¿Y si nadie viene? ¿Qué hacemos entonces?

—— No lo sé, Maeve. Realmente no lo sé

Esa era la realidad, estábamos perdidos, asustados y solo nos teníamos el uno al otro.

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