KAPITEL 49: ZURÜCK ZUR VERGANGENHEIT

Alex y Alexa en la foto

ALEXA

Tras el ataque de Colin, decidí marcharme por la puerta para dirigirme allá donde a veces iba para ahogar mis penas cuando el pasado me asaltaba. La casa donde vivíamos antes mi hermano y yo la dejé en cuanto él murió. No podía vivir en ella, aunque lo intentara porque siempre acababa destrozada cuando entraba por aquella puerta.

Pero aquel ataque tan bajo me hizo replantearme que quizás sería una buena idea intentarlo de nuevo. Al menos deseaba estar un rato a solas con lo único que me quedaba de mi hermano; sus recuerdos y sus pertenencias.

La casa de mi hermano estaba a unos cuantos kilómetros de donde vivía Colin,no estaba ni muy lejos ni muy cerca. Con el pulso a mil por hora, conducía a toda velocidad por las calles ahora poco transitadas por la hora que era. Dejé que mis lágrimas corriesen libremente por donde ellas desearan ya que no había nadie que me juzgara delante de mí.

El teléfono comenzó a sonar por supuesto; Colin intentaba contactar conmigo quizás arrepentido por lo que me había dicho, pero, había algo en su grito que...que me hizo despertar.

Yo quería a Colin, pero no me quería a mí misma. Me sentía tan rota y humillada que no me veía capaz de querer a nadie, pero, en realidad, sí que lo estaba haciendo sin darme cuenta. Estaba huyendo, no por el enfado de su grito sino por el miedo de contestarle aquello que temía admitir: estaba loca por Colin, completamente desquiciada por él, tan jodidamente loca que deberían de encerrarme en un psiquiátrico de alta seguridad.

Me encantaría decirle todo aquello de una buena vez y sacarme la maldita espina que tenía clavada tanto tiempo, pero primeramente debía de hacer las paces con mi pasado.


Aquellas carreteras que hacía tanto tiempo que no recorría, ahora pasaban delante de mis ojos. Todos los carteles y las señales cuando las veía, me hacían sentir un poco más angustiada porque bien sabía dónde me dirigía.

Mi teléfono no había dado tregua desde que salí a toda prisa del piso de Colin, por lo que decidí apagarlo para evitar las tentaciones de contestarle. Necesitaba estar sola y pensar en todo lo que había pasado porque si no seguiría cometiendo el mismo error una y otra vez. Tenía que solucionar el problema que había dentro de mí de una vez por todas porque si no perdería a Colin para siempre.


Siempre que conducía por esta zona, hablaba en voz alta como si mi hermano pudiera escucharme. En esos momentos de locura, hallaba un poco de paz:

- ¡¿Por qué tuviste que irte,joder?!¿Acaso te gusta verme sola?

Pero bien sabía la respuesta; él no quería irse, sino que tuvo que hacerlo porque la vida es una mierda y prefiere llevarse por delante a un pobre chico que acababa de empezar su vida a un hijo de puta violador que se había hecho rico a costa de pobres chicas que deseaban destacar en el mundo de la música.

La noche pintaba larga para mí y el silencio de esa casa iba a sepultarme una vez más. Pero todo el sufrimiento sería en balde si no sacaba conclusiones importantes con respecto a ello.

    La músicame ensordecía, pero no me importaba porque ahogaba mis gritos de frustración    

https://youtu.be/xeR6ugHRX-M


La noche se hacía más profunda y con ello mis pensamientos iban oscureciéndose. Cuando pasé por delante de la universidad donde Alex estudió la carrera de sus sueños, di un sonoro golpe en el volante y grité con fuerza.

-¡¡¡Vuelve joder, vuelve Alex!!!

Como decía la canción "si paseas por el jardín de la vida, ¿Qué esperas ver?". Sabía bien que estaba siendo masoquista, pero tenía que entender por fin que mi hermano no estaba conmigo y dejar de culparme por aquello.

Él sufrió un ataque y yo no estaba en casa, por eso siempre me había sentido responsable de no haber podido salvar. Pero los doctores ya me dijeron que fue una muerte fulminante sin poder hacer ninguna maniobra de reanimación.


Pero aquello nunca me valió porque seguía sintiéndome responsable de lo que le pasó a Alex.

Paré el coche en un arcén para poder respirar. Me sentía demasiado agitada para seguir conduciendo además que comenzaba a ver borroso. Las luces del semáforo se cruzaban delante de mis ojos y se movían hasta tal punto que me entraban ganas de vomitar.

Tenía miedo de que no pudiera continuar o que me sucediera algo ahora que estaba sola. Quizás no debí haber salido del piso de Colin de esa forma y más cuando me encontraba tan nerviosa, pero tenía una gran necesidad de salir corriendo.

Respiré hondo y puse mi cabeza sobre el volante pidiendo a mi hermano que, allá donde estuviese, me ayudara a continuar:

-Por favor Alex, ayúdame...ayúdame hermano...no puedo hacerlo sin ti...

Como si de una señal se tratase, el teléfono se cayó del soporte donde lo había colocado tras apagarlo. Algo me decía que mi hermano me estaba diciendo que cogiese el móvil y yo lo encendí como apenas pude con el pulso demasiado acelerado. Cientos de llamadas de Colin llenaban la bandeja de entrada del teléfono. No quería preocuparle, pero no podía decirle donde me encontraba porque si no vendría a por mí sin dudarlo un segundo.

Había varios mensajes, pero decidí no leerlos porque sabía bien que lo llamaría. En esos momentos, lo que más necesitaba era sus brazos y que me dijera que todo estaba bien, pero eso sería completamente falso porque no era así. Alguien me vigilaba y para colmo tenía toda esta angustia dentro que me impedía seguir adelante.

Cuando comprobé que la vista enfocaba correctamente, volví a encender la radio y seguí mi camino de nuevo. Necesitaba beber algo cuando llegase y descansar un poco para evitar otro gran susto. Era evidente que mi mejor opción era pedir la cena a domicilio, aunque bien sabía que apenas podría cenar nada. Era como cenar con mi hermano, aunque él no estuviera delante de mí. Parecía algo surrealista, pero pensaba que era lo mejor para normalizar el que no estaba realmente conmigo de forma tangible.


Y cuando por fin me encontraba más tranquila, la entrada de la que era mi antigua casa me daba la bienvenida.

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