Fuck them
- Ya verás como todo se solucionara.
- Mamá...
Su voz salió entrecortada.
- Hija, me duele mucho escucharte llorar.
- L-lo s-sient-to, e-es que...
- ¿Has hablado con Yoongi?
Jennie sorbio su nariz.
- N-no.
- ¿Por qué no?
- Y-yo... el...
- Dale la oportunidad, debe estar desesperado.
-N-no se si puedo ha-hablarle ahora...
- ¿Estas enojada, cierto?
La castaña frunció el ceño analizando la pregunta de su madre.
- N-no... ¿por qué lo estaría? ¿Porqué por su culpa ahora nos descubrieron y la que recibe todo el odio soy yo?
Luego de darse cuenta de lo que dijo, cerró la boca. No podia creer lo que habia dicho. ¿En verdad estaba enojada con Yoongi?
- Jennie... ya pasará. Solo es un fondo de pantalla, puede inventar cualquier excusa.
- Ya nos han visto mamá. -negó aunque su mama no la podría ver.
- ¿Como?
- En una de nuestras citas... nos siguieron y nos tomaron fotografias.
- ¿¡Como es que no me lo contaste!?
- Porqué chantajearon a nuestros jefes... Yang PD nos pidió ser discretos pero ahora...
Su madre suspiró.
- De verdad, me gustaría estar contigo hija, no debí tomar el vuelo.
- No, no, esta bien. Papá debía de sentirse solo, sabes que no le gusta cuando no estas en la casa.
Jennie dejó de sorber sus lagrimas y de hipar con el paso de la charla telefonica con su madre.
La había llamado en la tarde, alarmada. ¿Y como no? Si eran noticia en todos lados, le sorprendía que se enterara en Nueva Zelanda pero ya ven, los telefonos celulares son armas mortales.
- Todo estará bien, Jennie.
- Mamá... mi carrera... mi profesión... todo se ha...
- No lo digas, ni se te ocurra.
- Pero...
- Yo no te eduque asi, Jennie. Siempre te enseñé a pelear por tus sueños y a avanzar no importa qué.
- Esto es muy duro. -sollozó de nuevo.
- Has trabajado tanto, todo tu esfuerzo en esos años entrenando en esa empresa. -hizo una pausa. -Sacrificaste horas de sueño y hasta calificaciones. No dejes que todo se venga abajo ahora, hija.
- Pero es mucho en juego...
- Habla con el.
- Má...
- Debes hablar con el. -ordenó la mujer. -Son una pareja, un equipo, una relacion es de a dos. Y esas decisiones se toman juntos.
- La gente me odiará...
- ¿Y eso desde cuando te importa? Siempre has dicho que odiabas los grupos prefabricados y que te uniste a la empresa porque respetaban tu ser. Hija, respetate a ti misma ahora.
- ¡Es dificil en este trabajo, mamá!
- Siempre dijiste que si cumplias tu sueño, no sería un trabajo. Pero como tal, siempre hay sacrificios...
Jennie cerró los ojos tratando de asimilar todo lo que su madre le decia. Era su mejor confidente y consejera, todo lo que hacia era bajo la aprobacion de su mamá pero esto era... demasiado.
- Desde el primer momento con Yoongi supiste que esto estaba dentro de las posibilidades ¿cierto?
- Si...
- Ha pasado. Y ahora ambos deben hacerse cargo de sus acciones... o no.
- ¿Qué estas diciendo? -preguntó la menor con duda.
- Simplemente no lo nieguen.
- Eso sería como confirmarlo.
- No digan nada, Jennie. Son humanos. ¿Quien dijo que un idol no lo es? Puedes enamorarte como cualquier otra persona y tomar estar decisiones frente a gente que los admira o no, es parte de demostrar su lado mas puro como humano... mostrar su amor no es malo, Jennie. Enamorarse no esta mal.
Jennie lloró con fuerza al escuchar a su mamá. Maldita sea, que tenía razon. Su mamá siempre tenía razon.
Limpió sus lagrimas y secó su rostro con una toalla, se habia encerrado en el baño hace horas y no tenia pensado salir hasta que su madre la llamó.
Pensó muy bien sus palabras, su madre jamas le daría un consejo que ls perjudicara asique se obligo a dejar de llorar y llamar a su novio.
- De acuerdo. Hablaré con el.
- Muchisima suerte, hija. -su voz sonó un poco mas animada. -Pero recuerda esto... no es culpa de Yoongi, no es culpa de nadie ¿si?
La castaña suspiró y se asintió a si misma. Haber dicho eso de Yoongi le dejo un sabor amargo en la boca y sentía que debia disculparte por decir aquello.
- Si, mamá tienes razon. Voy a colgar, debo hablar con el.
- Muy bien, cariño. -se sintió una pausa y un poco de movimientos del celular, como si pasara a otras manos. -Jennie. -llamó una voz madura y adulta que conocía a la perfeccion.
Su padre.
- Pa-papá...
Se sorprendió tanto que tartamudeo, no hablaban mucho por telefono porque era un hombre muy ocupado y cansado asique escuchar su voz habia cambiado su ánimo de manera total, aunque no pudo evitar tartamudear.
- Si los demas no pueden aceptar esta version de ti, que se pudran. Ellos se lo pierden ¿de acuerdo?
La chica mordió su labio contenta y rió al escuchar a su papa hablando en perfecto ingles y diciendo esas palabras.
- De acuerdo, padre.
- ¿Y que pasa si a los demas no les gusta?
- Que se jodan. -dijeron ambos a la vez, haciendo rodar los ojos de su mamá. Odiaba que maldigan.
- Esa es mi chica. Recuerda donde estas, de donde vienes y si vale la pena arriesgarlo. -Jennie pensó sus palabras. -¿Ese chico vale la pena, Jennie?
- Si, papá. -afirmó sin dudar. Estaba mas que segura de su respuesta.
- Entonces sabrás que hacer.
- Gracias, papá. Te extraño mucho...
- Y yo a ti, princesa. Pronto nos veremos.
- Esta bien... debo colgar.
- Una cosa mas, hija.
- ¿Si? -preguntó confundida.
- Si ese chico lo vale entonces traelo a cenar.
- No creo que sea posible por el momento, papi.
- Por favor, si ya es obvio. -el padre roló los ojos.
- ¡Cielo! -gritó su mamá en el fondo. -Hazlo si quieres, hija. -el teléfono volvio a pasarse de manos.
- Claro, tu lo dices porqué ya lo conoces. Yo también tengo derecho a conocerlo, debo conocerlo. -recalcó.
Jennie rió al escuchar a sus padres y olvidó por momentos toda la situacion. Hablar con ellos hacia su dia mas feliz. Casi tanto como cuando estaba con Yoongi.
Yoongi...
- Los haré orgullosos, lo prometo.
- Ya eres nuestro orgullo, cariño y no debes enorgullecer a nadie mas que a ti.
Sonrió a punto de colgar, emocionada por hablar con su novio.
- No te olvides de traerlo a cenar.
- No lo haré, iremos tan pronto podamos.
- Suerte, hija. Te amamos. Y recuerda... no debes cumplir las expectativas de nadie más que las tuyas. -Jennie sonrió mas grande que antes. -Es tu vida, vivela como mas feliz te haga.
Colgaron la llamada y ella llevó su mano a su pecho, que latía con fuerza.
Se repitió mentalmente lo que debia a hacer y salió del baño con rapidez.
No es un error. Estar con Yoongi no es un error. No hay nada malo en eso.
Pasó por el living y vió a sus amigas con una expresión preocupada. Todas se percataron de su presencia enseguida y la miraron expectantes.
- ¿Jen?
- ¿Estas bien, unnie?
Jennie las miró con determinacion.
- Que se jodan. -dijo y salió hasta su cuarto marcando su numero favorito.
Esperó hasta el segundo tono y su novio contesto rapidamente.
- Jennie...
- ¿Cuando regresas?
💥
Cuando el avion que traía a Bangtan Sonyeondan de nuevo a Corea aterrizó, todo el mundo se volvio loco.
Todos los miembros, sin excepcion, eran acompañados por un guardaespalda personal y Yoongi no solo tenía uno sino que su manager se habia puesto en frente, protegiendolo tambien.
Con su rostro cubierto, cabello tapado y orejas obstruidas con auriculares y hip hop del viejo, caminó entre el centenar de personas que habia en el aeropuerto, tratando de salir lo mas pronto posible.
Su arrivo fue prolijo y rapido pero con el camino muy dificultoso, aunque cumplieron su cometido.
Los 7 miembros acordaron no mostrar sus rostros por esa vez, ni sacar sus celulares, para nada. Nunca mas.
Los celulares habian quedado prohibidos en publico por cuestiones obvias y todos aceptaron aquella idea, propuesta por el lider, sin dudar. Y por supuesto, con miedo.
Luego de abordar el auto, la pierna del rapero comenzo a moverse con impaciencia.
- Ya pronto llegaremos, hyung. -Namjoon apoyó su mano en su hombro y los dos se miraron.
- No es eso, quiero...
- Hablar con ella. Esta bien, es lo mas sensato ahora.
- Sea lo que sea que pase. -dijo Hoseok. -Estaremos aquí para ti, siempre.
- Eres nuestro hermano, hyung. -habló Jimin.
- Somos una familia y estaremos juntos hasta el final, no importa que. -Taehyung habló con una madurez que Yoongi jamas habia escuchado y sonrió orgulloso por su dongsaeng.
Sentía que los habia y se habian criado todos juntos. Era el mejor momento de su vida y nada iba a arruinarlo.
- Los apoyaremos con cualquier decisión que tomen.
Jungkook carraspeó llamando su atención.
- Solo... sea feliz, hyung. Lo merece. -lo miró a los ojos, dandole fuerzas. -Mas que nadie merece ser feliz.
Yoongi se conmovio y puso su cabeza entre sus piernas, apoyando sus codos en sus rodillas. Los demas se abalanzaron sobre el y con fuertes palmadas cariñosas le transmitieron cariño y apoyo.
Era todo lo que necesitaba.
- Yoongi, llegamos a tu parada. -habló el manager sorprendiendo. El peliazul frunció el ceño no entendiendo, se supone que irían al dormitorio juntos. -¿Qué? Ese bolso gucci no va a entregarse solo. -le guió un ojo y quitó el seguro del auto.
El chico abrió los ojos en grande y sin esperar mas, tomo la bolsa de regalo de aquella cara tienda y se encaminó hasta el ascensor del edificio.
Sus amigos lo vieron desde la ventana y rogaron porque todo salga bien y esperaron que ambos apostaran a su verdadera felicidad.
💥
Jennie escuchó como alguien tocaba la puerta con insistencia. Sus amigas habian salido por cuestiones diversas y ella fue la unica que quedo en el departamento.
Con pasos tranquilos, se dirigió hacia la puerta y abrió sin mirar quien era.
Sus ojos se agrandaron y su boca se secó. Frente a ella se encontraba su novio, algo agitado.
Este dejó caer la bolsa que tenia en su mano y se acercó a ella rapido para abrazarla fuertemente, posando una mano en su cabeza -haciendola enterrar su cara en su cuello y olerlo- y la otra en su cintura, apretando con sentimientos a flor de piel.
Ambos se mantuvieron pegados y con ganas de quedarse asi por simpre. Desafortunadamente, había cosas que discutir.
Tomó la bolsa luego de separarse y se adentró sin permiso que, sabia ya tenía.
- Vamos a tu habitacion. -dijo y fue seguido por su novia, quien sentía el estomago revuelto.
Ambos se encerraron y se abrazarón de nuevo, Yoongi besó su nariz y frente, sacandole sonrisas a Jennie.
Volvieron a mirarse, esta vez con una expresión triste y se separaron.
Yoongi se acostó en su cama con olor a fresa y aspiró con gusto.
- Lo lamento. -dijo ella.
- ¿Qué? -se sentó rapido sin entender. -¿Por qué te disculpas? Yo deberia...
- Por eso. -tragó avergonzada. -Por creer que fue tu culpa... No lo fue, Yoonie.
Se sentó a su lado y tomo su rostro con sus manos suaves y calidas, dandole consuelo.
- Fue mi culpa, Jennie. De no ser tan idiota, nosotros...
- Nos pasaría en el futuro, es imposible ocultarlo para siempre. -suspiró. -No fue tu culpa ¿de acuerdo? No es la culpa de nadie.
Yoongi asintió no muy convencido pero ella recordó las palabras de su madre, quien siempre tenia razon.
- ¿Que haremos? -preguntó directo. -No quiero perjudicarte, aunque ya lo hice.
- No hiciste nada, oppa. -pegó sus frentes. -Esto es inevitable.
- ¿Que quieres hacer?
Ella se mordió el labio.
- Hablé con mi mamá y... me ha dado algunos consejos.
- Tambien hable con Bang PD... ¿Que te dijo tu madre? ¿Me odia, verdad?
- ¡No, claro que no! -negó rapido frunciendo el ceño. -Ella te adora...
- ¿Y entonces?
- Me dijo que... no digamos nada, no confirmarlo pero tampoco negarlo.
- Eso sería como confirmarlo.
- Eso dependerá de todas las personas que hablen de nosotros y crean que nuestra relacion es relevante para ellos. -rodó los ojos segurisima de su decision. -¿Que te dijo el CEO Bang?
- Que confirmemos...
Jennie se sorprendió y abrió los ojos.
- ¿Y tu... quieres confirmarlo?
Yoongi la miró a los ojos, esos ojos que tanto amaba y conocía como la palma de su mano. Sus ojos hablaban, gritaban, amaban y podian hacerlo derretir con un solo pestañeo.
Al principio de su relacion siempre se estuvo preguntando si Jennie valía arriesgar su carrera y la verdad es que Jennie se había convertido su vida entera.
Mientras tuviera los besos Jennie y un piano donde componer, seria feliz no importa que. Con su carrera acabada o no.
Jennie sintió su mirada perforar su ser y comprendió lo que estaba pasando por su mente.
- Si ellos no pueden aceptar que estemos juntos entonces no pueden aceptar tu verdadero tu y... al fin y al cabo, es ese quien merece ser feliz. Que se jodan ellos, viviremos nuestra vida como queramos.
Suga apretó con fuerza su mano y quiso llorar al escuchar a su novia hablar asi. Sabia que era madura pero siempre lograba sorprenderlo un poquito mas.
- Te amo y quiero estar contigo, no importa lo que pase.
- ¿Quieres confirmarlo? -preguntó ella.
El muchacho bajó su mirada, recordando las palabras de su novia.
- No tenemos porqué confirmar nada. Que se jodan todos. -afirmó serio.
- ¿Estas seguro?
- Estoy seguro de que te quiero en mi vida, y con tenerte me basta para ser feliz.
Jennie dejó caer una lagrima solitaria y conmovida se abrazó a su cuello para besar con vehemencia su mejilla y luego sus labios.
Ambos se acostaron en la cama de Jennie y se abrazarón con ternura y cariño.
- Te amo, Yoonie.
- Tambien yo, bebé. Saldremos de esta.
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