• 1つ•
La mirada azul tormenta se paseaban por el área abierta en el que se encontraba.
Concentrado en encontrar algún -mínimo- movimiento o algún -minúsculo- ruido que delatara la ubicación de se objetivo.
La pistola especial cargada y entre sus manos, siguió dando silenciosas vueltas alrededor del lugar, casi sin pestañear.
Un suave movimiento de las hojas de los árboles lo tuvo alzando su vista y el arma apuntando así donde el ruido provenía.
Viendo todo con precaución volvió a bajar su arma y se giro apuntando así la sombra que ahí se encontraba.
Niall apretó su mandíbula sin apartar la vista de aquella sombra.
-Por la orden de los fundadores y de los reyes pura sangre-comenzó a recitar la misma frase que todos los cazadores decían al momento de un "arresto" hacia los vampiro problemáticas-, se te condena a un juicio para tu ejecución por los diversos crímenes que has cometido-dijo dando un paso en dirección a la sombra.
>Homicidio a un vampiro clase B, venta ilegal de sangre humana, destrucción del aldeas protegidas y asesinato en masa.
-Masa-susurro aquella criatura que había abandonado su humanidad y se dejaba completamente a merced de la bestia que llevaba dentro-. Eso es lo que todos ustedes son. Una masa que simplemente nos alimenta-y la sombra mostro unos atrayente ojos rojos, tan brillantes como el rubí y una afilada y blanca dentadura, tan blanca como la nieve en lo alto de la montaña.
-Por la orden del rey y el rey pura sangre, se te exige tú control-dijo Niall con voz decidida deteniéndose a diez pasos del bello ser que dejo de ser una sombra.
La pálida piel, que alguna vez fue tan blanca como la bella dentadura, ahora se encontraba casi agrietada y grisácea.
El alto y delgado cuerpo que apenas y era cubierto por unos pantalones de vestir desgastados, llenos de polvo, tierra y sangre cubría las piernas y una fina camiseta que en su momento fue blanca se encontraba en las mismas condiciones que el pantalón.
El pecho sobre salía de la camisa casi totalmente abiertas y las costillas, realmente marcadas en aquel pálido ser, le daban un saludo casi escalofriante.
-Pero, tu en verdad tienes un olor muy delicioso-dijo la criatura acortando lentamente los pasos que faltaban-. Mejor que el de cualquier otro, tengo que admitir-ocho pasos-, tan... agridulce-. Seis pasos-. Creí que no iba a volver a tener sed hasta dentro de un par de horas, pero-una pequeña risita salio de entre los pálidos y mallugados labios de la criatura, cinco pasos-, tu olor me esta encandilando desde que llegaste-dos pasos-¿Me dejarais probarte?-un paso.
Niall clavo su arma en el pecho del más alto sin inmutarse por su cercanía.
-Por ordenes del rey y del rey pura sangre-recitó quitando el seguro del arma con su dedo pulgar sin apartar sus ojos de los ajenos-. Quedas bajo arresto.
Y la bestia soltó un rugido mostrando sus colmillos dispuesto a atacar al rubio.
Y sin mas presionó el gatillo dejando que la bala atravesará con fuerza el corazón de la criatura y esta solo pudiera retroceder escupiendo sangre de un color verdoso mientras caía sobre su espalda.
El rubio de ojos azules se limpio con un pañuelo que saco de su bolsillo y se coloco de cunclullas junto anla.moribunda criatura.
-Por opción y resistencia e intento de homicidio contra un oficial-dijo Niall sacando un encendedor de plata de su bolsillo trasero-. Tú juicio queda anulado y tu condena es la muerte inmediata-dijo girando la argolla para que la llama saliera de la boquilla del encendedor antes de acercarlo a la mano de la criatura-. Larga vida a los reyes y reinas.
Y el fuego comenzó a consumir la mano y de ahí el cuerpo de la criatura.
Niall se alejo del cuerpo y siguió viendo como el fuego lo consumía liberando un hedor a azufre, carne podrida y a hojas secas siendo quemadas.
Alejándose del área fue en busca de su equipo para poder largarse de ahí y regresar a la base o mejor a un a su casa.
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-¿Y esa marca?-pregunto su compañero de equipo acercándose a Niall con su dedo señalando el pálido cuello del rubio.
El mas joven fruncio las cejas y se llevo la mano al cuello.
-Ni es de tú problema, Devine-dijo el rubio cerrando su mochila y colgando la en su hombro.
-Solo no dejes que te muerda algún vampiro, Horan-dijo Devine ganando la atención del rubio-. Sería una lástima perderte de nuestro equipo-y con eso el más alto se fue de ahí dejando al rubio en los vestidores de la base.
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