CAP. O3
— Tú serás mi única esposa...
Anna retrocedió al notar como Kristoff se acercaba a ella, por un momento pensó la cosa más desagradable, ¿realmente la besaría?, y si ese era el caso, ¿por qué Anna no se apartaba o le decía que se detuviera?, lo único que hizo fue cerrar sus ojos y esperar, segundos después siente como la mano de Kristoff toca su cabello alejando una hoja del lugar, en ese momento se sintió la persona más tonta del mundo, observó al hombre y este sólo permanecía de pie sin ninguna expresión en su rostro
— ¿A qué te refieres con...?
— Serás mi única esposa porque no pienso casarme con nadie después de ti. Recuerda que sólo es un negocio para mí — Anna asintió aliviada, no necesitaba pensar de más, se cansaría si lo hace seguido. Ambos tomaron asiento en una pequeña banca esperando la llegada de Thomas, pues el joven moría de calor por lo que detenerse a comprar un helado no causaría problemas
Mientras esperaban, Anna notó como a unos metros de distancia un grupo de niños pequeños dibujaban con acuarelas diferentes animales o a ellos mismos con su familia, la mujer sonrió ante la imagen tan tierna que presenciaba, Kristoff se dio cuenta de ello también, recordando otro dato más a su caja de información
— Te gusta dibujar, ¿no es así? — Anna miró a Kristoff y asintió con una sonrisa — ¿Quieres intentarlo?
— Estoy bien, no he practicado en mucho tiempo. Cuando Elsa se negó a heredar la empresa de nuestros padres, tuvimos varios problemas económicos, me obligué a dejar el dibujo y la cocina con la intención de que mi hermana no tuviera que cargar todo el peso
— Quieres decir, que por la decisión de la señorita Arendell, tu vida fue miserable — Anna negó inmediatamente
— ¡Claro que no!, es agradable trabajar en el hospital, conocí grandiosos amigos por ese trabajo — Kristoff miró a la mujer con duda
— Me estás diciendo que es agradable, pero cualquiera que ama su trabajo no refleja esa inseguridad — Anna permaneció callada sin saber que responder, era la primera vez que alguien le decía ese tipo de comentarios debido a la elección de Elsa — Se supone que la señorita Arendell hizo eso para que sus hermanos vivieran como quisieran, sin embargo, tu vida ahora es más complicada, ¿no lo crees? — Él le hacia ver la realidad, esa parte de su vida que jamás quiso prestarle atención, fingiendo que estaba bien en la manera que vivía ahora. Era tan cruel y justo a la vez — Al final, la señorita Arendell fue la única a quien le benefició y no estoy completamente seguro de que eso es verdad
— ¿Y qué sucede contigo? — Cuestionó Anna de manera seria — ¿Acaso su trabajo lo apasiona, señor Trollan?
— No, para nada... — La mujer lo vio con sorpresa, no esperando esa respuesta — A diferencia de ti, yo no tuve la oportunidad de elegir, mi vida ya está completamente planeada
— ¿Realmente no puedes hacer algo al respecto?, si hablas con sinceridad. Pueden escucharte — Kristoff negó, su rostro no reflejaba tristeza, como si no estuviera afectado por ello
— Soy bueno en esto, es mejor seguir así que descubrir que es lo único que puedo hacer bien — Ambos permanecieron callados por un tiempo, esperando la llegada de Thomas, tratando de cambiar el tono del ambiente sacó una pequeña hoja de papel de su bolsa y un lápiz, minutos más tarde le entregó el papel con el dibujo de un pequeño niño rubio abrazando un reno de peluche
— Al parecer no necesito práctica — Kristoff miró la hoja dibujada y sonrió ante la ternura del niño
— ¿Así me imaginas al tener esa edad? — Anna asintió de manera inocente — ¿Me crees fan de los renos?
— Al imaginarlo fue muy tierno, te vendría bien tener uno
— Por supuesto... — Respondió con sarcasmo — Aunque te faltó algo más... — Anna prestó atención a su respuesta — Cuando era niño fui muy guapo
— Seguro — Contestó Anna riendo, mientras Kristoff trataba de evitar reír de la misma manera
Pero lo que no notaban era que Thomas llegó hace varios minutos atrás, capturando esas imágenes, Anna dibujando a Kristoff, la mujer entregándole el dibujo terminado y ambos riendo ante su plática, aquello era más real y creíble que todo lo que intentaron simular durante toda la tarde. El joven pudo ver esa conexión en los dos, pero aún no era ese sentimiento llamado amor, sino algo más especial, comprensión. Sus vidas en cierto punto eran tan similares que podían entenderse sin ningún problema, pareciendo... Almas gemelas
— Lamento haber tardado — Se disculpó Thomas al llegar, Anna y Kristoff se colocaron de pie listos para la siguiente "sesión fotográfica"
Otro punto del acuerdo que firmó, así como deberán hacerle creer a los medios de comunicación que están perdidamente enamorado uno del otro hasta el punto de contraer matrimonio, también deben asegurarse de que crean que su relación la llevaron a escondidas
Kristoff conducía a la parte trasera del edificio de su empresa, al llegar Anna tuvo un rápido cambio de ropa, era un lugar solitario donde usualmente los empleados salían a fumar, conversar o parejas se besaban sin ser descubiertos, era el lugar perfecto, el hombre también cambió sus atuendos, y al estar listos, Thomas enfocaba a la pareja resultándole a ambos incómodos fingir estar en un momento romántico, casi erótico
— Se ven un poco tensos — Confesó Thomas no siendo adecuado tomar las fotografías ahora — Si quieren podemos hacerlo mañana, o cuando estén listos — Anna consideró la sugerencia del joven, pero presentía que después de este día sería más difícil capturar las fotos, ya estaban en sintonía con la situación, debían aprovecharlo
La mujer negó tomando con ambas manos el saco de Kristoff acercándose lentamente a sus labios, sorprendiendo al hombre por sus inesperadas acciones, Thomas permaneció callado capturando el momento perfecto, por otro lado Kristoff intenta tocar las caderas de Anna, pero sus manos temblaban tanto que le era difícil volver a la normalidad, jamás había tenido a una mujer demasiado cerca y en ningún momento negó que Anna era hermosa, la consideraba una chica adorable y a veces un poco tonta. Ver su pálido rostro con esas poco usuales pecas en sus mejillas le provocaban escalofríos
Mantuvo siempre su mirada en ella, en la cena cuando fue anunciado como el "prometido de Elsa", el día que la llevó a conocer su librería, en todos los eventos que asistió con la familia Arendell, incluso ahora, le era inevitable apartar su mirada en Anna, sus ojos ya estaban acostumbrados a ese bello rostro que era imposible adaptarse a otra chica. Ella era simplemente todo lo que buscó
Lamentablemente todas esas cualidades que lo cautivaban era sólo para hacer famoso su negocio, Kristoff no podía verla como una esposa a la que amará por siempre, él siempre pensó que el matrimonio sería la forma más segura y efectiva de conseguir ingresos. Sólo que estaba esperando a la persona indicada, y al ver la actitud de Anna, le pareció la candidata perfecta
Para Kristoff, ver a Anna como algo más sería casi imposible
Sintiéndose seguro que al lado de Anna no tendría dudas de lo que realmente quería, por fin pudo controlar el temblor de sus manos y fue más allá, abrazó a la mujer y la acercó hasta el punto de invadir por completo el espacio personal del otro. Anna mostró sorpresa, sin embargo, nunca se alejó o reclamó por ello. Ambos olvidaron a Thomas tomándoles fotografías, era como si realmente fueran dos amantes apasionados
Todo era muy extraño en la mente de Kristoff, tanto que su cabeza le comenzó a doler, no amaba a la mujer que tenía entre sus brazos, eso era completamente seguro, pero por alguna extraña razón se sentía cómodo ante su cercanía, el olor de su perfume era tan satisfactorio, parecía como un pequeño niño abrazando su manta recién lavada sintiéndose protegido
— ¡Listo! — Gritó Thomas acercándose a Kristoff y Anna, la pareja se separó mostrándose aturdidos, como si sus cerebros se hubieran desconectado por un tiempo — ¡Las fotos son increíbles!, todo el mundo creerá sin duda alguna que son una pareja llena de amor
— Buen trabajo, Thomas — Halagó Kristoff palmeando levemente su hombro — ¿Puedes terminar el trabajo?
— Por supuesto — Obedeció Thomas despidiéndose de Anna, mientras Kristoff sacaba una pequeña caja en el bolsillo de su saco
— Mañana será oficial, así que deberías usar esto — Abrió la pequeña caja dejando ver un costoso anillo de plata con un pequeño diamante
— ¿Estás realmente seguro de querer darme algo tan costoso? — Kristoff no respondió, sólo tomó la mano de Anna y colocó el anillo en su dedo
— Dentro de poco tiempo serás mi esposa, es esencial que todos vean que ya estás reservada — Anna miró el anillo ya puesto en su dedo, cruzándose de brazos con una expresión molesta
— ¿Sólo yo estoy reservada? — Kristoff sonrió ante su conducta levantando su mano dejando ver como también él llevaba puesto un anillo de plata
— Si te preocupa que otra mujer se me acerque, le mostraré mi mano. Así sabrá que sólo soy para ti — Anna negó sintiéndose nerviosa ante el comentario de Kristoff
— ¡No es necesario llegar a esos extremos! — Respondió colocando sus manos en sus mejillas ocultando lo tan sonrojadas que estaban
— ¿Por qué no?, mi corazón sólo te pertenecerá a ti. Entonces... ¿tú también me darás tu corazón?
"¡Deja de confundirme!", era en lo único que pensaba Anna, no debía malinterpretar nada de lo que diga Kristoff, si lo hacia, se metería en grandes problemas...
Al día siguiente todos los medios de comunicación ya estaban enterados del compromiso que tenían Kristoff y Anna, la mujer pelinaranja miraba el televisor con la noticia en algunos canales, jamás pensó que el resultado fuera tan descontrolado
— Tienes suerte de que la dirección de nuestro apartamento no se ha hecho público — Anna volteó detrás de ella viendo a Elsa con una taza de café entre sus manos, la pálida mujer se acercó a su hermana menor y tomó asiento a su lado — ¿A dónde quieres llegar con todo esto?
— Lo único que quiero es vivir tranquila — Respondió mirando al televisor demostrando cansancio
— ¿Y crees que estando comprometida con el señor Trollan lo conseguirás?, con todos esos reporteros interesados en la vida de tu futuro esposo — Anna lo pensó un poco, sabía que habría un escándalo al principio de la situación, pero como todo tema que llama la atención, pasará de moda con el tiempo
— Sé que esto funcionará, confía en mí
— Confío en ti... Pero Storm no estará tan contento con la noticia — Anna asintió adelantándose a imaginar a su pequeño hermano gritando y diciendo que impediría esa boda
— Elsa... — Esta vez su voz fue tranquila, notando como la peliblanca la miraba con atención — Cuida muy bien a Storm, no estaré en casa por un tiempo y sólo quiero asegurarme que no le sucederá nada
— ¿Cuánto tiempo durará?
— Un año... Después de eso, volveré para cuidarlo hasta que esté listo para hacer su propia vida
— Yo también estaré aquí, ¿sabes?
— Pero te casarás con Jack, ¿no es así? — En ese momento Elsa no respondió, quedándose sentada en el sofá sin decir nada — De lo poco que conozco a Frost, parece una buena persona, los problemas que tuvieron meses atrás pueden resolverlos...
— Ya no tenemos problemas, es sólo que... Necesitamos un poco de tiempo — Anna comprendió dándose cuenta que su único objetivo era cuidar de Storm, porque si ella y Elsa se casan, ¿qué pasará con él?, no podía dejarlo solo, no de nuevo. Su prioridad era su pequeño hermano, asegurarse que vivirá feliz por siempre
Minutos más tarde escuchan golpes en la puerta, ambas al pensar que era Storm llegando de su universidad, Anna abre la puerta preparada para escuchar los berrinches del rubio, pero al abrir por completo se sorprende al ver a Kristoff afuera con un pequeño ramo de rosas
— ¿Pero que...? — Kristoff entra al apartamento mientras Elsa se coloca de pie mostrando sorpresa
— Ya es el momento, iremos con tus abuelos para anunciar que en menos de un mes nos casaremos — Anna golpeó levemente su cabeza olvidándolo por completo — Tus hermanos están aquí, puedo llevarlos también
— Falta Storm, probablemente ya este saliendo de su universidad — Aviso Anna apenada — Podemos alcanzarte en el camino
— No es problema para mí ir a la universidad y recogerlo — Anna intentó intervenir pero Kristoff parecía apurado — ¿Están listas?
— Ah... Claro... — Elsa miró a Anna confundida y Kristoff también pudo notarlo
— No tiene que preocuparse, señorita Arendell. Es sólo que debido a las nuevas noticias me están siguiendo desde la mañana — Confesó provocando que Anna lo tomará del brazo llamando su atención
— Dijiste que no molestarían a nadie — Kristoff miró a Anna y añadió
— Si, lo dije, pero me refería a tu familia. Porque no permitiré que nadie te moleste...
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