FINAL. CAP 24
Hay una frase bastante motivadora que todo el mundo utiliza en ocasiones difíciles, "nada es imposible", sin embargo, existen situaciones difíciles de alcanzar donde tendrás lo que tanto has estado buscando con esfuerzo pero enfrentando dolorosas decepciones
Hiccup miraba su corbata asegurándose que estuviera perfectamente acomodada apoyándose en el espejo de su habitación, era la última vez que usaría ese asqueroso traje, porque en unas horas se decidía si el pequeño Toothless estaría a su lado o seguiría bajo el techo de sus padres. Como ya era costumbre, entraba a la audiencia junto a su abogado Fergus dejando a su tío Bocón y a su ahora novia Astrid
Antes de entrar quiso buscar por todos lados a un chico peliblanco, todavía seguía en su mente la llamada que había tenido con él la noche anterior, le prometió estar a su lado este día. Si fallaba o ganaba, él estaría ahí, pero lo dudó mucho al entrar sin haber visto a su más fiel amigo
Astrid juntó todas las fuerzas posibles para tomar el brazo de Hiccup antes de que entrara a la audiencia, colocó sus pálidas manos en las bronceadas mejillas del chico dándole un rápido beso en los labios, y acercándose a su oído susurró
— No importa cuál sea el resultado Hiccup, ese pequeño te llevará siempre en su corazón...
Hiccup le sonrió por última vez tomando su mano para besarla con ternura y entrar junto a Fergus, mientras las puertas se cerraban, Astrid logró ver al juez y los padres de su novio con Toothless a su lado
Aquella chica rubia esperó durante mucho tiempo junto a Bocón, parecía como si el tiempo fuera eterno disfrazado de una soga que los ahogaba con cada segundo que pasaba. Porque de todas las audiencias, esta fue la peor...
Sentada en una pequeña banca, después de el transcurso de media hora llegaba un chico peliblanco con la respiración entrecortada como si para llegar aquí tuvo que correr varias cuadras sin descansar, ambos ojos azules se cruzaron quedando de esa forma por unos segundos hasta que Jack tomó el valor de acercarse y sentarse a su lado sin saludar. Por varios minutos se quedaron callados cruzando a veces un par de miradas u observando el cuerpo del otro con curiosidad hasta que en un momento el chico se hartó de tanto drama y añadió
— ¿Sabes dónde esta el tío de Hiccup? — Astrid lo miró impresionada, era la primera vez que cruzaban palabras normales, ya no eran miradas de odio o celos, solo una conversación tranquila
— Fue a comprar un poco de comida, dijo que no tuvo tiempo de probar alimento esta mañana — Jack asintió quedando de nuevo hundido en el silencio, el chico examinó con más detenimiento a la novia de su amigo, era la primera vez que la tenía tan cerca que le costaba aceptar las cualidades que llegó a enamorar a Hiccup
Admitía que tenía una complexión por el cual envidiar, su rostro era hermoso y su voz bastante suave creando una imagen tierna. Sus ojos eran exactamente como lo suyos, un lindo color azul. Parecía tener una personalidad agradable y juguetona, además que durante todo el tiempo que Hiccup lleva hablando de ella, ahora podía comprobar que todo era verdad
(...) "Ese gracioso gesto que hace al sonreír" (...)
Jack voltea con discreción encontrándose a Astrid observando los mensajes de su celular donde uno le hace reír comprobando como entre la distancia de sus labios y la punta de su nariz se formaba una hermosa curva viéndose bastante atractiva
(...) "El movimiento de sus manos es tan delicado que a veces siento que tengo una preciosa muñeca el cual me da miedo romper" (...)
Además de ver los elegantes y delicados movimientos que daba en tan solo guardar su celular, el tono tan pálido de su piel creaba ese efecto de muñeca de porcelana viéndose frágil e intocable
Quiso tomar su mano y pedirle a gritos la explicación de porque era tan perfecta, ella no podía ser un humano común y corriente, parecía un ser celestial proveniente de un mundo de fantasía. Sus miradas de nuevo se cruzaron pero esta vez solo se quedaron así, queriendo descifrar el pensamiento del otro como puertas de cristal posibles de ver a través de ellas, Astrid quiso alejarse de tan incómoda situación pero Jack tomó su hombro y sin ninguna vergüenza contestó
— Confió en que Hiccup será feliz a tu lado, si te sirve de algo, lo dejaré en paz — Astrid no tuvo las palabras correctas para contestar, quiso creer que detrás de ello había un significado distinto donde le decía lo que pensaba exactamente de ella, pero lo único que consiguió fue asentir sintiendo como Jack la soltaba — Iré a ver a Bocón
Ambos se levantaron mirando como aquel peliblanco se alejaba hasta que el llamado de la chica lo obligó a detenerse y mirarla
— ¡Jack! — Al momento de detener sus pasos, sus miradas volvieron a cruzarse como si durante todo este tiempo ese fuera el objetivo de ambos — De casualidad, tú... ¿Conoces a una chica llamada Elsa?
— ¿Elsa? — Repitió tratando de buscar entre sus memorias a esa extraña chica pero terminó negando al no encontrar a nadie conocido con ese nombre — No la conozco
Astrid asintió observando como Jack se despedía con gestos, aclarando las dudas de su amiga
Si el tío de Hiccup no calculaba mal, paso más de una hora y media cuando las puertas se volvieron a abrir siendo los primeros en salir los padres de Hiccup, Astrid intentó ver cualquier indicio de expresión triste o molestia, pero sus rostros eran neutros logrando confundirla
Hasta que su tío Fergus salió sin Hiccup a su lado, Astrid se acercó pidiendo respuestas pero ninguna palabra salió de su boca más que señalar adentro donde solo estaba el chico sentado con la mirada baja, la chica miró a Bocón pidiendo permiso de verlo primero a lo que él respondió
— Esta bien, él ahora te necesita más que nunca — Astrid asintió mirando a Jack por última vez sin todavía creer ver la sonrisa de ese peliblanco susurrando, "ve con él, te necesita"
Ella entró mientras su tío y el de Hiccup se retiraban con Jack de la misma forma, respiró profundo deseando más que cualquier cosa que Toothless se haya quedado a su lado, cada paso que daba era como caminar en un camino lleno de púas venenosas donde al final habían noticias desconocidas porque nadie le dio alguna pista, su corazón latió con velocidad al ver a Hiccup sentado con los ojos cerrados y su expresión decaída
Con cuidado colocó su mano sobre su hombro sintiéndolo tenso, sus ojos seguían cerrados mientras Astrid trataba de no perder el control frente a él
— Hola... — Fue la única palabra que su mente logró procesar, observó su cuerpo completo sus manos temblaban y su respiración era acelerada. Quiso preguntar que había pasado, pero no quería sacar conclusiones apresuradas, debía escucharlo de sus propios labios — Será mejor que te traiga un vaso de agua
Al momento que Hiccup no sintió su presencia tomó su mano impidiendo que se alejara volviéndola a sentar a su lado
— No te vayas, lo único que deseo ahora es tenerte cerca de mí — Astrid intentó hablar, pero al momento de sentir los brazos de su novio en su cintura y como ocultaba su rostro en su hombro ya sabía el resultado, por lo que no preguntó o habló, simplemente correspondió a su abrazo colocando una mano en su cabello y la otra en su espalda acariciándola con cuidado
Al momento que escuchó sollozos y su abrigo se sentía húmedo por las lágrimas que derramaba, algo la motivyo a levantar su rostro y limpiar sus lágrimas, besó su frente después sus mejillas, besó sus labios y finalizó con la punta de su nariz sacándole una leve sonrisa, Astrid quería transmitirle seguridad, que cualquiera que fuera el resultado él no estaba solo, tenía un hombro el cual llorar y desahogarse. Donde le brindaría amor y cariño incondicional
— Toothless se olvidará de mí, puedo verlo hasta que cumpla 18 años... Pero, ¿qué caso tiene?, a esa edad lo único que verá es un hombre vestido de mujer — Astrid volvió a besar sus labios impidiendo que diga una palabra más
— Eso no es verdad, ¿qué derecho tiene de decirte eso? Para mí, Hiccup Haddock es el chico más valiente que he conocido, cada problema que se te presentó lo supiste resolver y salir adelante. Hiccup... que esto no te detenga, debes seguir siendo el chico fuerte y abmirable que todos conocemos, el hombre que tanto quiero...
— ¿Dónde habías estado todo este tiempo? — Astrid enredo sus dedos entre los cabellos del chico y acercando sus frentes dijo...
— Buscándote — Y fue donde Hiccup olvidó la razón del porque estaba triste, abrazando a la única persona que lograba fortalecerlo, porque su amor no era normal, si. Pero era el amor más sincero jamás encontrado
Astrid miraba dentro del refrigerador algún alimento el cual consumir como un pequeño desayuno, pero estaba vacío, encontró cajas de leche caducadas, algunos tomates cortados y dos cascarones de huevo, cerró la puerta del refrigerador encontrándose a su madre con su pijama aún puesta, pasando a un lado de ella, la mujer frota su rostro con desesperación y añade
— Ya será una semana entera donde me tienes con la ley del hielo — Astrid sacó de un cajón un pequeño bolso con unos cuantos billetes dentro — ¿Qué es lo que tratas de hacer? — Ignorándola se dirige a la puerta trasera y a punto de salir su madre la detiene tomando su brazo con fuerza — ¡Por dios Astrid!, deja de actuar como una niña pequeña y hacer rabietas
— ¡Esto no es ninguna rabieta! — Contestó molesta librándose del agarre con rudeza
— ¿Y ahora que he hecho? — Astrid suspira sintiéndose harta de la situación — Sé que he estado bebiendo más de la cuenta en estos días pero...
— ¡No mamá, no es eso!, ¡no puedo creer que seas tan distraída como para no darte cuenta lo que tanto me ha lastimado!
— Ya lo hemos hablado, tu padre esta en otro país ahora, no puedo llevarte y...
— ¡Tampoco es por eso! — Esta vez gritó desesperada dejándose caer terminando sentada en el suelo llorando. Su madre intentado comprenderla se arrodilla tocándola pero es alejada de inmediato, durante unos segundos su madre piensa hasta que encuentra el sentido de todo el escándalo
— ¿Acaso es por ese... chico, chica o lo que sea?, dios mío hija, deja de ser tan dramática — Astrid tenía límites, ninguna persona lo había tocado y nunca pensó que su madre sería la primera, la mujer que debería apoyarte incondicionalmente
— Eres igual a todos, eres demasiado mamá — Y sin dar ninguna explicación termina encerrándose en su habitación dejando a la mujer sola
— Pronto lo superarás y me agradecerás — Fueron las últimas palabras que escuchó de su madre y las que más lograron lastimarla
Durante todo el día no salió quedándose acostada entre las mantas, la cabeza le dolía y le punzaba. Sin saber cómo, se quedó dormida
Cuando despertó y su mirada dio a través de la ventana, las estrellas y el cielo oscuro fue lo primero que llegó a visualizar, incluso si su cuerpo estaba descansado, por dentro se sentía vacía y llena de depresión. Tomó el vaso de agua que se encontraba sobre la mesa de noche tratando de recuperar el aliento, se levantó tomando su celular mirando el buzón de mensajes, la última conversación que tuvo con Hiccup fue hace tres días, y a pesar de que haya sido poco tiempo, su ausencia la estaba matando
— Te necesito
Y como si fuera un inofensivo deseo, logró ver a Hiccup colgado entre los árboles tratando de entrar por la ventana a la habitación de Astrid, la chica sorprendida lo ayuda a entrar quedando frente uno del otro
— Hiccup, ¿pero qué haces aquí? — Por un momento no contesto extendiendo su brazos como acción sorpresa
— Vine en caso de que me necesitaras — Astrid sonrió con tristeza lanzándose a los brazos de su novio después de haberse despedido hace una semana en la estación de autobuses donde Hiccup iría de vacaciones con su tío Bocón — Al parecer llegue en el momento adecuado
Ella asintió aún entre los brazos de Hiccup fortaleciendo el abrazo
— ¿Ha pasado algo? — Astrid lo miró directamente comenzando a llorar. Hiccup tocó su mejilla tratando de tranquilizarla
— ¿Por qué no me puedo ir contigo lejos de aquí? — Logró entender un poco la situación sabiendo que las lágrimas que soltaba eran producto de otra discusión con su madre — Estoy bien si es a tu lado
— No Astrid, debes cuidar a tu madre. Sabes que ella estaría perdida sin ti — Astrid negó abrazándolo de nuevo, Hiccup beso su frente brindándole una cálida sonrisa
Al deshacer el abrazo tomó sus hombros conduciéndola a la cama sentándola en la esquina de esta mientras este se colocaba de cuclillas acariciando su cabello con ternura
— ¿Sabes Astrid?, cuando te conocí me prometí tres cosas. Una, volverme seguro y poder conquistarte. Dos, quedarme a tu lado y darte mucho amor, ya las he cumplido pero me falta la más importante, ¿tienes idea de cuál puede ser? — Astrid negó dejando que Hiccup riera levemente, hasta que tomó su mano y besó rápidamente sus labios para añadir — Tres, apoyar cualquier decisión que tomes
La chica lo miró con curiosidad sabiendo que había algo más y no estaba equivocada
— Pero no puedo irme contigo aunque sea una decisión que hayas tomado. Y eso es porque en esa tercera promesa hay una subpromesa
— ¿Cuál es?
— Mantenerte feliz y segura. Y por eso no podemos irnos juntos
— No lo entiendo...
— Pronto cumpliremos dos meses de noviazgo, ¿no es así? — Astrid asintió con la curiosidad intacta — Y durante estos dos meses te he mantenido feliz y segura, y no fue necesario vivir juntos
Astrid seguía confundida por lo que las carcajadas de Hiccup no pasaron desapercibidas
— ¡Te amo Astrid!, dios mío, realmente te amo. Y no importa lo difícil que sea, siempre lo hemos superado juntos — Y más palabras no fueron suficientes, aún faltaban muchos problemas el cual tenían que superar, pero el amor seguía ahí, sus corazones latiendo con fuerza seguían
No importa que parte "disfuncional" haya en una pareja, mientras el amor siguiera ahí no habría porque preocuparse
— Yo también te amo Hiccup — Respondió mientras el chico se recostaba en sus piernas suspirando por las caricias que su novia le daba en su cabeza
Quedándose profundamente dormido esa noche, a su lado...
FIN
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