Bocón mira frente a la mesa a su sobrino tomando el desayuno como cada mañana, estuvo gran parte de la noche pensando en la decisión que Hiccup había tomado y que agradecía que se le fuera consultado. Era una decisión un poco difícil tener que pelear con la custodia de su pequeño hermano Toothless

Sabía que Estoico no se quedaría tranquilo, lucharía con uñas y dientes con la intención de que Hiccup jamás le pusiera un dedo al pequeño pelinegro, pero su sobrino estaba tan aferrado en que Toothless debía estar en su vida que empezar a buscar abogados por toda la capital no fue una tarea fácil para el castaño. Bocón sabía que varios abogados no tomarían el trabajo por el simple y sencillo hecho que Toothless estaba en un lugar seguro, sus padres estaban más que capacitados para mantener un hijo dentro de su hogar, ambos tenían sus respetables empleos con buenas ganancias cada mes. Estaba completamente consciente que no dejarían la custodia a Hiccup, un simple adolescente quien apenas cumplió su mayoría de edad estudiando en el instituto sin ningún empleo estable que dejara ganancias más que suficiente para tener lo indispensable en un hogar

Lo peor era que Hiccup ya sabía de esos asuntos, estaba enterado de lo que tenía y lo que era indispensable por ahora. Pero tanto era su deseo de ver crecer a su pequeño hermano que daría su vida por tan solo intentarlo, por tan solo obtener que Toothless recordara su nombre y quién era durante el tiempo que estuvieran peleando por su custodia

Mientras seguían en su tiempo de desayuno, el sonido de un claxon hace que Hiccup mire por la ventana a un peliblanco chico con el auto de su primo Aster. El castaño tomó sus pertenencias acercándose a su tío despidiéndose con un tierno beso de mejilla

— Que Jack no conduzca con tanta precipitación, todavía es temprano — Hiccup asintió colocando su abrigo de invierno saliendo del apartamento dejando a Bocón nervioso

No quería otra etapa de depresión en su sobrino, suficiente fue lo que pasó con sus padres cuando era joven, odiaba ver a Hiccup lastimado por el escaso apoyo de su hermano y esposa hacia su hijo. Y si algún día llegaban a recapacitar los malos padres que fueron, Bocón no le regresaría a Hiccup

Porque ese brillante y lindo castaño era su hijo ahora...

Hiccup entraba al auto con sus piernas temblorosas intentado calentar sus frías manos frotándolas con rapidez, Jack sonríe ante la tierna imagen de su amigo evitando la discusión que tuvieron días atrás. Antes de comenzar a conducir da un rápido vistazo a su buzón de mensajes

El primero que estuvo en la lista era de un número desconocido, había enviado una fotografía donde Hiccup estaba siendo curado por Jack en los sanitarios, bastante cerca y con miradas que podían malinterpretar

Recuerda la dolorosa mirada del castaño hacia Jack, le enojo tanto que su peliblanco amigo no hiciera nada, ni un mínimo esfuerzo por detener los rumores

(...)

— ¿¡Qué haré si todo el mundo interpreta que soy gay!? — Gritaba Hiccup caminando de un lado a otro por toda su habitación. Jack lo observaba sentado a un costado de su cama confundido por el escándalo innecesario que hacia

— No entiendo tu molestia Hiccup, deja que todos crean lo que quieran

— Esos cabrones no me importan, ¡no quiero que ese rumor le llegue a ella!

Jack confundido se coloca de pie tomando el hombro de su amigo, pero por la adrenalina y presión del momento Hiccup lo golpea causándole una herida al peliblanco en su labio

— ¿A qué te refieres?

— ¡Ella creerá que soy gay cuando no es así!

Aún más confundido toma las delgadas muñecas ajenas obligándolo a sentarse en la cama y tranquilizarse, Hiccup intenta poner resistencia, pero tener a Jack ahora encima de él no le ayudaba mucho

— ¿¡Quién es ella!? — Hiccup juraba ver pequeñas lágrimas en los azules ojos de su amigo. Jack lo miraba con tristeza, el castaño deseaba que estuviera equivocado al creer lo que el peliblanco pensaba — Tú... ¿Realmente no eres gay? — Por unos segundos Hiccup no contestó, mirándose mutuamente sin decir nada

— ¿No te lo había dicho antes?

— Pensé que solo lo decías de broma, ¿¡acaso estas jugando conmigo!?

— Jack... Tú realmente creías que yo...

El peliblanco lo suelta bruscamente quitándose de encima para darle la espalda avergonzado. Hiccup piensa detenidamente todas las veces que le seguía el juego cuando intentaba ser coqueto con él, intentado hablar de nuevo, Jack sale de la habitación precipitado

Después de esa discusión no volvieron a hablar, Hiccup se sentía culpable, simplemente creo ilusiones que Jack creyó completamente...

(...)

El castaño intenta evitar miradas con Jack, simplemente frotaba sus piernas del frío colocando su vista en la ventana

— Si tienes tanto frío, no debiste traer tu falda — Fue inevitable que viera la expresión neutra de su amigo concentrado en el volante, como si su discusión nunca hubiera sucedido

— No sabía que la mañana fuera tan fría, la próxima vez me pondré medias — Comentó incómodo intentado librar la tensión que los ahogaba dentro del auto

— ¿Por qué no usas pantalones?, así no tendrás frío — Sugirió aún sin tener el valor de verlo conduciendo a leve velocidad, porque Jack tenía la intención de retomar el tema, no quería llegar al instituto todavía

— Odio los pantalones, simplemente los uso como pijama — Respondía en un tono tranquilo mirando discretamente su reacción

— Hofferson... Astrid Hofferson — Hiccup terminó de verlo directamente exigiendo la razón del porque salía el nombre de la linda chica rubia tan de repente — Era la persona que no querías que le llegaran los rumores, ¿cierto?

Hiccup no se molestó en hablar, realmente su voz no tenía la necesidad de salir. Fue ahí que Jack decidió estacionarse y por fin verlo directamente, sus ojos hicieron reacción inmediata que desvío su mirada avergonzado escuchando leves risas por parte del peliblanco

— Tú... ¿Cómo lo sabes?

— No dejas de mirarla durante las clases, cuando te habla tu sonrisa es lo primero que aparece — Hiccup intenta mirar por la ventana evitando la mirada de Jack, pero al sentir unas frías y pálidas manos sobre las suyas no puede evitar conectar su mirada — Te gusta, ¿no es así?

— Tal vez creas que es algo pasajero... Pero realmente la quiero, su sola presencia hace...

— A tu corazón revolotear, querer abrazarlo y decirle lo hermoso que es... Me ha pasado, cuando te veo — Hiccup aleja sus manos, comenzando a experimentar incomodidad. No quería dejar su amistad con Jack, no quería lastimarlo, era la primera vez que alguien se le confesaba y él no podía corresponderle. No sabía que hacer, estaba tan confundido que su cabeza le comenzó a doler — Esta bien Hiccup, no quiero que te sientas raro cerca de mi... Quiero seguir contigo como antes

— ¿Estás seguro? — Jack se había convertido en una de las personas más importantes en su vida, junto a él se sentía seguro, un sentimiento inigualable que moriría si lo perdía

— ¡Claro!, aunque debes acostumbrarte a mi humor, porque a veces no puedo controlarme princeso — Contestó burlón comenzando a acercarse, pero es detenido por los leves golpes del castaño

— Eres un idiota — Hiccup seguía golpeándolo hasta que de repente comenzó a llorar — Estaba tan asustado de perderte, ¿sabes cuánto te necesito?, no vuelvas a hacerme esto jamás

— No lo volveré a hacer, lo prometo. Estoy tan enamorado de ti que lo único importante para mí es tu felicidad

— ¡Estúpido!, no solo te preocupes por mi. También cuidarás de ti, ¿está bien?

Jack asinte volviendo a encender el motor y retomar su camino conduciendo al instituto, el castaño suspira aliviado al resolver su tan incómoda situación y no podía hacer más por el peliblanco

Hiccup ya tenía a alguien en su corazón...