Kim Hoseok estaba en su habitación empacando algunas cosas ya que se iba a quedar por un tiempo en la casa de sus padres.

-Hobi… cariño… perdóname no sé lo que paso –Dijo NamJoon intentando detener a su esposo sacando cada cosa que el metía a la maleta.

-NamJoon ambos sabemos que no es la primera vez que pasa –Dijo Hoseok con frustración volviendo a meter todo lo que Nam había sacado.

-Perdóname…

-Deberías decirle a tu amante que deje de molestar –Comento escuchando el teléfono del alfa sonar por sexta vez deseando poder ignorarlo.

-Hoseok… -El alfa lo llamo dolido.

-¿Por qué…? –Pregunto empezando a sollozar- ¿Qué no soy lo suficientemente bueno para ti? –Las manos de Hoseok comenzaron a temblar y eso fue suficiente para que el alfa fuera a abrazarlo.

-Claro que lo eres Hoseok…es solo que…-NamJoon mordió su labio intentando no llorar- Esa vez que peleamos… me fui aún bar y ahí estaba el… yo de verdad no estaba pensando en mis acciones solo quería sacar mi frustración, lo siento tanto Hobi.

-Vaya manera de sacar tu frustración
–Bufo- Así que es un él… NamJoon ¿Cuántos años tiene?

-26 años…

Hoseok se separó y lo miro alarmado -¡NAMJOON PODRIA SER TU HIJO!-Dijo furioso- Solo falta que me digas que esta embarazado –Ante eso NamJoon solo pudo quedarse en silencio y Hoseok supo que era verdad- Gracias NamJoon por estos años de un matrimonio feliz… que se van a la basura.

-Hoseok por favor… yo te amo.

-Si me amas como dices no te hubieras ido… esa noche –Dijo- Así que te pido que me des un tiempo, vendré por los niños mañana después de la boda de TaeHyung –Hoseok tomo sus cosas y empezó a caminar hacia la puerta y justo cuando NamJoon iba a protestar Hoseok se desmayó.
                                                                 

Kim TaeHyung alias tortuguita estaba sentado en una de las mesas más alejadas de la multitud de la cafetería, estaba jugando con su comida ya que con todo lo ocurrido recientemente había perdido todo el apetito todo estaba tranquilo hasta que un golpe lo sobresalto.

-Kim... –El causante de aquel golpe había sido la única persona que podía acelerar su corazón.

-Min…

-¿Te puedes ir de esta mesa por favor? –Dijo YoonGi con un tono de voz muy serio- Mi prometido no tardará en llegar y queremos un lugar alejado.

-Esta mesa no tiene tu nombre… -TaeHyung frunció el ceño y lo miro- E-espera dijiste ¿prometido?

-Si... TaeHyung me casare y es con el hijo de los park

-¿Park jimin? –Dijo Tae con sus ojitos aguados- ¿Enserio Yoonie? De todas las personas él.

-Deja de decirme así TaeHyung.

-¿Ya no soy tete o tortuguita? –Se levantó y lo miro dolido- Mis padres tenían razón eres un cocodrilo bueno para nada…

-Tae… yo… -YoonGi deseaba con toda su alma poder abrazar a TaeHyung y decirle cuanto lo amaba.

-Nada… Min Yoongi –Dijo- Mañana me casare con Jeon, seré muy feliz a su lado así que por favor déjame en paz –Una lagrima callo por su mejilla y decidió que era momento de irse.

-Perdóname tortuguita –Susurro para sí mismo.

TaeHyung se fue al baño a llorar pero no contaba con alguien  ahí adentro y lo peor de todo es que era con la persona con quien menos se quería encontrar en este momento.

-Hola tortuguita –Le saludo con burla Park Jimin.

-¿Qué quieres park? No estoy de humor
–Se acercó a uno de los lava manos para lavarse la cara.

-Ya te dijo mi Yoonie que nos vamos a casar –Dijo burlonamente.

-Él no es tuyo jimin… jamás lo será.

-Claro que sí, es mi prometido y me da mucho gusto que lo sea –Dijo- Me alegra verte así llorando –Acerco una de su manos hasta el cabello de TaeHyung pero este se alejó rápidamente.

-Déjame…

-No sabes cómo disfruto verte sufrir –Lo tomo con  fuerza del cabello y lo acerco a el- Y todavía falta mucho más –Lo soltó y se fue dejando a TaeHyung hecho un mar de lágrimas.
                              

En la salida de la universidad Yoongi vio a TaeHyung solo así que se acercó y rápidamente lo subió a su auto.

-Min... te dije que te alejaras –TaeHyung intento bajarse pero el mayor no se lo permitió.

-Cálmate Kim solo quiero llevarte a un lugar.

-No Yoonie…digo Yoongi.

-Me encanta que me digas Yoonie –YoonGi sonrió y empezó a conducir- Déjame llevarte a un lugar antes de que te cases y después de esto te dejare en paz, seremos unos simples desconocidos pero solo permíteme esto ¿Si? –TaeHyung simplemente se quedó en silencio y YoonGi tomo eso como una respuesta afirmativa así que puso el auto en marcha.

YoonGi condujo durante una hora hasta que llegaron a un bosque a las afueras de la ciudad, llegaron hasta una cabaña.

-¿Tortuguita recuerdas lo que te había prometido? –Pregunto YoonGi tomando la mano del menor.

-Si hyung –TaeHyung se sonrojo levemente.

-Bajemos –El mayor bajo del auto y corrió para ayudar al menor a bajar- Hoy cumpliré esa promesa.

-¿Q-que? –TaeHyung miro al mayor entre sorprendido y avergonzado con las mejillas levemente rosas.

-Amo cuando eres tan tímido –YoonGi beso a al menor con una sonrisa- Déjame ser tu primera vez, te lo pido Tae.

TaeHyung vio la cara suplicante del mayor y el no pudo más y lo beso, lo beso de tal manera que podía transmitirle todas las emociones que sentía en ese momento. El mayor no lo pensó dos veces y cargo al más joven haciendo que enredara sus piernas en su cintura para evitar romper el beso y se adentró a la cabaña.

Al estar dentro de la cabaña camino rápidamente hasta el cuarto y debido a la falta de aire tuvieron que separarse sin embargo el mayor no perdió el tiempo y ataco el cuello del menor besando, mordiendo y lamiendo cada centímetro de él.

-Hyung… -El menor suspiraba y soltaba pequeños gimoteos pidiendo por más.

-Mi tortuguita es tan hermosa –Con cuidado deposito al menor en la cama y se colocó encima de el sin aplastarlo- Te amo Tae, te amo con mi vida.

-Y yo a usted hyung –Sollozo el menor- No quiero separarme de usted, tampoco quiero que seamos unos completos desconocidos pero ya no sé qué hacer.

-Si es nuestro último día juntos quiero hacerte saber de mil y un maneras cuanto te amo Kim TaeHyung ¿Me lo permites?

-Por supuesto que si Yoonie.

Se besaron con amor y con pasión, se juraron y dijeron palabras de amor, se entregaron uno al otro como una despedida, una muy dolorosa despedida.

Se volvieron uno mientras hacían el amor con sus corazones doliendo por su pronta separación pero importándoles poco su alrededor. Lo que no se imaginaban era el infierno que sucedería al día siguiente.