Capitulo II

Ambas jóvenes provenientes del territorio de Corazón llegaron a un barco que estaba ahí estacionado en el muelle para huir de la gente de Colmillo que las perseguía mientras una de ellas seguía impresionada de todo lo que acababa de suceder.
—¿Estás bien, Chie? ¿Quieres secarte?—preguntó la joven Kamisato recibiendo una respuesta afirmativa de parte del felino de modo que utilizó una llama pequeña que salió de su mano izquierda para secar el pelaje del gato.
—¿Hola? ¿Hay alguien por aquí?—preguntó Raya sin despegar la mirada de la de cabello bicolor.

Pronto un joven de no más de 12 años sentó a las tres extrañas en una silla tomándolas por sorpresa mientras a Tuk Tuk y a Chie les daba a cada uno un bowl lleno de dumplings.
—Bienvenidas al famoso Emporio del Camarón. Mi nombre es Boun. Voy a servirles hoy. ¿Quieren saber cuáles son nuestros especiales?—se presentó el chico a modo de mesero del restaurante.
—Si, por favor.—respondió levantando la mano Sisu.
—Tenemos camarón, tenemos congee. Y un congee de camarón que no se lo creen.—respondió el pequeño mencionando los platillos que tenia.
—El capitán. ¿Donde está el capitán?—preguntó Raya queriendo salir de la situación en la que estaban momentos atrás.
—Voy por él.—respondió Boun mientras se subía en unos escalones del barco y se peinaba.
—¿Estará lejos..?—preguntó la joven Kamisato en un susurro al no ver a nadie más por ahí cerca.
—Saludos, bellas clientas nuevas. Soy el capitán Boun. El dueño, chef y también director financiero del Gran Emporio. ¿En que les sirvo?—respondió el mismo joven pero ahora haciendo de él capitán del barco.
—Bueno, soy Sisu y...—empezó a responder la dragona.
—Y necesitamos llegar a Garra ahora.—interrumpió Raya.
—Lo lamentó, el Gran Emporio no es un taxi acuático.—respondió Boun seguro, hasta que Raya le ofreció Jade a cambio del viaje, ahí acepto llevarlas.

Aunque el joven no esperaba que las jóvenes y la dragona estuvieran siendo perseguidas por la princesa de Colmillo y los soldados que estaban bajo su mando. Sin embargo, el impulso manual del barco no detuvo a los de Colmillo y tanto Sisu como ___ decidieron tomar acción en el asunto. Mientras la dragona ingresó en el agua volviendo a tomar su forma original para darle impulso al barco con su súper nado, la joven Kamisato por otro lado se paró sobre la popa del barco y se levantó la manga izquierda para dejar salir llamas más abundantes de su lado izquierdo para darle un propulsor por encima del agua.

Pero como la joven esperaba que sucediera, todos aquellos que observaron la grandiosa habilidad de ___ se quedaron impresionados mientras veían la silueta de la Kamisato mientras de su brazo izquierdo salían llamas. Especialmente la joven hija del jefe Benja, quien aún no podía creer que aquella persona que fue cercana a ella por más de 5 años tuviera habilidades especiales y solo se enteró hasta el momento en que las uso para ayudar.

Por un momento el ambiente parecía haberse calmado, pero una joven tenía mil dudas acerca de lo recién ocurrido y no pudo contenerlas más de modo que se acercó a la Kamisato quien estaba junto a Chie acariciando su pelaje para resolver cada una de las dudas que tenía en el momento.
—¿Que fue eso de recién?—inició el interrogatorio Raya.
—El elemento fuego.—respondió ___ siendo lo más concreta posible.
—Si, eso lo se. Yo lo vi. Pero...como es que tú...—contraatacó la otra joven.
—Es una larga historia pero uno de los dragones decidió encarnar su magia en mi.—interrumpió la bicolor.
—Y...¿acaso pensabas mantenerlo oculto de mi por siempre?—preguntó molesta Raya.
—Era por tu seguridad. No podía decírtelo porque si alguien más se enteraba de lo que llevo dentro vendrían por mi y no podía ponerte en riesgo a ti ni a tu padre.—respondió sería la joven Kamisato y siendo cortante.

Los reclamos de Raya no llegaron más allá porque Sisu salió del agua flotando en la superficie. Preocupando a la hija de Benja pues no quería que nadie viera a la dragona creyendo que al verla la ambición del ser humano querría tener a Sisu para aprovechar todo su potencial elemental.
—Por favor, sal de ahí.—pidió la joven asegurándose de que Boun no estuviera viendo.
—Soy una dragona de agua. Esto es agua, es mi onda. ¿Se quieren meter?—respondió Sisu nadando hasta la parte trasera del bote.
—Alguien podría verte.—mencionó Raya intentando convencer a la dragona.
—¿Hablas del capitán "me muevo como loco"? ¿Que es lo peor que puede hacer? ¿Desafiarme a un duelo de baile?—preguntó divertida Sisu.
—Quizá deberías hacerle caso a Raya, Sisu. No se que tan buena idea sea que te dejaras ver por mas personas..—mencionó ahora la Kamisato mientras veía como Raya trataba de ocultar la apariencia de la dragona de Boun.
—Sisu, vimos como la gente perdió la cabeza por una gema del dragón. ¿Te imaginarías lo que harían con un dragón de verdad? ...si no estás tú, no funcionará esto. Hasta que logremos conseguir todas las gemas, tienes que seguir siendo humana. ¿Podrías?—pidió Raya tratando de convencer finalmente a la dragona.
—Guau, en serio eres desconfiada.—respondió con sinceridad Sisu.
—Mira, mi padre pensó que la gente era confiable, y ahora es una roca.—confesó Raya respecto al problema de confianza.
—Ey, lo traeremos de vuelta.—respondió Sisu saliendo del agua y volviendo a su forma humana.
—Ahora que ya saliste del agua...¿no te parece que hacemos buen equipo?—preguntó la de cabello bicolor.
—Hablando de eso...¿pensabas decírmelo en algún momento?—respondió Raya con otra pregunta.
—Bueno...pues...si, pero no. Escucha, cuando llegue quise contártelo, pero preferí guardarlo cuando vi la pelea entre los jefes de todas las tierras.—respondió la joven ___ con tristeza.
—Está bien, te entiendo después de lo que viví yo. Confié en Namaari y me traicionó de la peor manera.—dijo la hija de Benja con resentimiento en su voz.
—No puedes culparla de todo tampoco, ella solo hizo lo que su madre le pidió por el bien de su territorio.—trató de aliviar la rabia de la joven.
—Igualmente...fui ingenua al llevarla al templo..—contestó Raya mirando hacia el suelo luego de sentarse en un escalón.
—Estabas haciendo lo que tu padre siempre quiso...confiar en las personas.—volvió a hablar ___ arrodillándose frente a su amiga para darle su apoyo.
—¿___? ¿Por que tienes esas vendas sobre tu ojo izquierdo? ¿Te hirió Namaari?—preguntó Raya preocupada luego de notar por primera vez desde su reencuentro las vendas que cubrían la cicatriz de ___.
—No...fue hace ya un tiempo.—contestó la joven Kamisato levantándose de su lugar.
—¿Que fue lo que sucedió?—preguntó Raya una vez más preocupada levantándose del escalón.
—Mientras buscaba pistas de las gemas o de ti, me acerqué demasiado a una aldea, y...—hizo una pausa mientras desenvolvía las vendas que cubrían su ojo izquierdo.
—...los aldeanos creyeron que era enemiga, por lo que se defendieron tirándome el agua que estaban calentando para cocinar. Logre esquivar la mayoría, pero una parte cayó sobre mi ojo izquierdo y me dejo esta cicatriz.—continuó su relato para al final quitarse las vendas y dejarle ver a Raya aquella cicatriz que tantos recuerdos negativos le traían a ___.
—¡___! ¡Es demasiado grande esa cicatriz! ¿¡Como es que incluso después del incidente en corazón los humanos seguimos atacándonos los unos a los otros!?—preguntó molesta la joven mientras tocaba suavemente con su mano la cicatriz de la chica con heterocromia.

___ se quedó quieta mientras Raya se encontraba tocando su cicatriz y Sisu solo observaba el recuerdo de aquel momento que vivió la Kamisato antes de encontrarla a ella. Sin embargo, unos momentos después Boun las hizo sentarse para poder comer lo que él mismo había preparado.
—Okey, ¿quien tiene hambre?—preguntó el chico mientras servía la comida.
—Yo si.—respondió Sisu.
—Tres especiales. ¿Qué tan picante lo quieren? Ligero, medio o...¡bum! Como dinamita.—mencionó Boun mientras les ofrecía una salsa picante.
—¡Venga el picante!—exclamo Sisu.
—No, no. Yo creo que no.—respondió Raya desconfiada.
—¡Vamos a ver si tus habilidades culinarias superan las mías, capitán Boun!—exclamo ___ tomando una cucharada del especial para llevársela a su boca y probar.
—¿También cocinas?—preguntó el chico.
—Tuve que aprender en mi viaje, y creo que no lo hago nada mal. Solo que...nada más he cocinado para mi.—respondió la joven Kamisato.
—Oh, entonces...quiero ser de los primeros en probar uno de tus mejores platos.—le dijo Boun a la de cabello bicolor.
—Está bien, la próxima vez cocinaré yo. Por cierto, esta realmente delicioso. ¿Tú también aprendiste a cocinar?—menciono ___ mientras seguía comiendo.
—Si, tuve que hacerlo para sobrevivir sin mi familia.—respondió con tristeza en su mirada.
—Lo siento..—se disculpó antes de seguir comiendo en silencio.

Durante el tiempo que ___ estuvo hablando con Boun, Raya estuvo revisando la comida por si estaba envenenada aunque anteriormente hubiera visto como ___ comió del plato sin pensarlo dos veces. Sin embargo, por su problema de confianza en los que no conocía rechazó el plato de comida para comer de sus frutas secas que tenían un dudoso sabor. O al menos eso decía la cara de Tuk Tuk y de Sisu quienes ya habían tenido la oportunidad de probarlos.
—Raya, enserio está delicioso. Y...no tiene veneno si es lo que te preocupa.—mencionó ___ viendo con ternura como la hija de Benja comía las duras frutas secas.
—Pero está...está...está picante. Oh, está ardiendo. Ya lo siento en la lengua. ¡Agua! ¡Agua! ¡Boun! Capitán Boun, una orden de agua.—dijo Sisu quien le había puesto una de las salsas picantes a su comida haciendo reír a las chicas con su reacción.

En la noche...

El barco seguía navegando para llegar al siguiente destino, pero en los costados se veía a los Druun corriendo por entre los árboles buscando a más personas para alimentarse y crecer.
—¿Saben? Durante el día, casi puedes olvidar que están. Pero de noche...—rompió el silencio Boun.
—Es por esto que nunca me bajo del bote.—terminó de hablar el capitán.
—Eres muy listo.—elogió Raya al joven.
—Es cierto, esconderse tras el agua es un movimiento muy inteligente..—mencionó ___ mirando hacia el bosque oscuro.
—¿Qué son los Druun en realidad?—pregunto Boun intrigado.
—Una plaga. Nacieron de la discordancia humana. Siempre han estado ahí, esperando un momento de debilidad para atacar.—respondió Sisu.
—Y la disputa por la gema del dragón hace años fue la debilidad perfecta..—mencionó la joven Kamisato.
—Así es. Ellos son...lo opuesto a los dragones. En lugar de traer agua y vida al mundo, son un incesante fuego que consume lo que ve a su paso, hasta que no queda más, excepto cenizas y rocas.—continuo describiendo aquellas criaturas la dragona.

El silencio reino un momento el bote, pero después de lo que dijo Sisu algo golpeó la mente de ___ de repente. Durante estos años que estuvo buscando pistas de las piezas de la gema o de Raya pudo aprender más cosas acerca de sus habilidades, especialmente que los Druun únicamente huían de ella cuando utilizaba el elemento hielo...porque cuando intentaba alejarlos con el elemento fuego parecía no afectarles o incluso atraerlos mucho más.

Y por mucho tiempo se preguntaba el porqué de esa situación, pero algo encajó en su cabeza cuando Sisu describió a los Druun como un: "..incesante fuego que consume lo que ve a su paso.."

¿Y si ese era el motivo de sus elementos tan contradictorios? Que uno haya sido una bendición por parte de los dragones y el otro una maldición por parte de los Druun. Nada estaba claro pero al menos tenía un panorama un poco más claro de su dilema.

Sin embargo, cuando acabó de pensar en eso vio que tanto Raya como Sisu y Boun estaban sosteniendo unas flores mientras estaban observando el río pensando en las familias que perdieron. De modo que ___ se acercó sabiendo exactamente qué pensaban hacer, motivo por el cual tomó cuatro flores también.
—Quizá nunca sabré si fue culpa de los Druun, pero...también perdí a mi familia..—mencionó la joven soltando las flores en el agua.
—___...—susurró Raya mientras todos escuchaban a la de cabello bicolor.
—Pero si no pude salvar a mi familia de sangre, entonces me aseguraré de que no le pase nada a mi familia sentimental..—volvió a hablar, pero esta vez se volteó hacia Raya y Boun para suavemente tocar las flores que ellos tenían y cubrirlas con una fina capa de hielo.
—Wow..—dijo Boun sorprendido al ver lo que hizo ___.
—No se si estos dos elementos son una bendición o una maldición para mi, pero lo único que se es que los usaré a mi favor para proteger a los que quiero..—mencionó con determinación la única descendiente de los Kamisato.

Luego, las flores cubiertas con la capa de hielo alcanzaron las ocho flores que representaban la familia de Sisu y de ___ empezando un viaje todas juntas por el río mientras quienes las lanzaron se quedaron en silencio observándolas desde el bote, o así fue hasta que vieron a la distancia unas luces de pueblo.
—Parece que ya llegamos.—mencionó lo obvio Boun.
—Entonces...¿adónde van a ir después de Garra? Tal vez me dirija hacia allá.—preguntó el joven queriendo seguir su viaje con sus nuevas amigas.
—Aunque..por un precio, claro.—disimulo sacándole una risa a Raya y a ___.
—Si, claro.—dijo Raya.

—Wow, esto si es hacer tu casa a prueba de Druuns. Construirla en el agua. El pueblo de Garra son unos genios.—mencionó Sisu al ver el ingenio de Garra.
—Si, Garra parece linda, pero está repleta de estafadores y ladrones.—dijo Raya advirtiendo acerca de lo que se encontrarían en Garra.
—Por suerte para mi, no tengo nada que puedan robarme.—contesto Sisu extendiendo sus brazos.
—Hay una noticia buena y una mala. La buena es que se donde encontrar la pieza de la gema, la mala es que está protegida por el famoso jefe de Garra...—mencionó Raya.
—...Dang Hai.—nombró la joven Kamisato.
—Lo que no tiene en estilo lo compensa con maldad.—Raya hablo dando una descripción del jefe.
—Ya entendí, solo hay que sacar nuestro encanto. Y le daremos un regalo.—esta vez quien hablo fue Sisu lista para ir por la gema.
—Sisu, estarás mucho más segura si te quedas aquí en el bote.—interrumpió Raya después de colocarse su sombrero.
—¿Qué?—preguntó confundida la dragona.
—Eres la única que puede armar la gema.—respondió la hija de Benja.
—Pero quiero ayudar.—replicó Sisu.
—Lo se, y lo harás. Pero quedándote a salvo. Te prometo que no me tardo.—continuo insistiendo Raya, aunque al finalizar volteo hacia ___.
—Me quedaré aquí cuidando de todos, ve por la gema y estaremos esperando a que llegues para irnos.—respondió la Kamisato inmediatamente como si le hubiera leído la mente a Raya.
—Si ves algunas caras hambrientas, envíalas por aquí.—mencionó Boun.
—Está bien. Cuídense, no me tardo.—se despidió la joven antes de bajarse del bote para ir con Tuk Tuk dentro del pueblo.

Apenas la hija de Benja se marchó la joven Kamisato decidió ponerse manos a la obra y comenzar a preparar su mejor plato. En parte porque ya todos tenían hambre y en parte también porque había aceptado el desafío de Boun.

Aunque habían unos ingredientes que necesitaba para la receta que el capitán Boun no tenía con él en su cocina, de modo que le dijo a Boun que se encargara de que Sisu no saliera del bote mientras ella iba a comprar aquellos ingredientes que hacían falta.

___ Kamisato iba paseando por las calles de Garra viendo los mercados que habían allí y se sorprendió bastante pues muchos de ellos eran nuevos. No eran los mismos donde vino a comparar ingredientes para el primer plato que preparó.

Sin embargo, una de las tiendas era la misma...y quienes atendían también eran los mismos. Logrando reconocer a la joven que por un tiempo pasó por allí comprando ingredientes.
—¡Tiempo sin verte! ¿Dónde has estado?—exclamó un chico que trabajaba en aquel puesto.
—Bueno, sigo con mi aventura...—respondió ___ sin dar detalles específicos.
—¿Encontraste a la persona que estabas buscando?—pregunto llevándola hacia el puesto.
—Si, después de todos estos años al fin la encontré. Y estamos haciendo un viaje juntas y con otros amigos.—volvió a responder sin dar nombres.
—Bueno, quiero que sepas que tu rostro sin las vendas y sin la máscara se ve muy hermoso.—confesó admirando el rostro de la de cabello bicolor.
—Ja..gracias por el cumplido.—dijo ___ con una leve sonrisa.
—¿Llevarás lo mismo de siempre?—preguntó desviando su mirada.
—Así es. Lo mismo de siempre..—respondió sacando la cantidad exacta de dinero para pagar.
—No es necesario, la casa invita.—mencionó el joven.
—No lo aceptaré si no me recibes el dinero...—replicó ___ ofreciéndole el pago.
—No aceptarás un no por respuesta, ¿verdad?—pregunto el joven.
—Nop.—respondió ___.
—Esta bien. Pero a la próxima me lo aceptarás sin pagar nada, ¿entendido?—mencionó el chico que conocía a la Kamisato.
—Hmm...ya lo veremos.—le respondió entregándole el dinero para luego irse de vuelta al bote.

La joven de cabello bicolor logró devolverse hacia el bote, pero en el camino se llevó varias miradas curiosas por sus aspectos únicos en aquel pueblo. Aunque todo eso para al final llevarse una gran sorpresa cuando regresará al bote.
—Boun...¿donde está Sisu?—pregunto la joven buscando con la mirada a la dragona.
—Ehh, yo la vi hace un momento ahí sentada..—respondió el joven volteando.
—Mierda, se fue. Pero...¿a donde?—maldijo la joven Kamisato viendo a todos lados.
—¿Quizá a buscar a Raya?—pregunto Boun.
—Puede ser, quédate aquí y cuida de lo que compre por favor.—pidió ___ entregándole al chico todo lo que compro.
—¿A donde irás tú?—pregunto ahora el capitán del bote.
—A buscarla. Vamos Chie.—respondió y luego llamó a su compañero de viaje para subirse en el y buscar a Sisu por todo el pueblo.

La joven con cabello bicolor recorrió las calles de Garra montada en Chie buscando alguna pista de Sisu, y no parecía tener respuestas hasta que logró oír a unos vendedores mencionar a alguien con cabello azul y morado que se llevó varias cosas de ellos sin pagar. Luego, oyó quien se la había llevado y hacía donde. Motivo por el cual salió hacia aquel lugar con Chie esperando llegar a tiempo y poder salvar a la dragona.
—Por favor, que no sea muy tarde. Tenemos que llegar a tiempo Chie.—pidió en un susurro la joven mientras el felino corría lo más rápido que podía.

A lo lejos vio una puerta que daba a las afueras de la ciudad, y en aquella puerta vio a dos guardias y una anciana que tenía en su posesión la pieza de la gema de Garra. Aunque también noto que más allá estaba Sisu siendo amenazada por la anciana, pues si la dragona no le decía donde tenían los otros dos pedazos de gema cerraría la puerta y dejaría que los Druun se hicieran cargo de ella.

De modo que la mejor opción que vio en el momento fue acercarse con Chie y crear una especie de rampa alta con el elemento hielo para que Sisu pudiera resbalarse sobre ella hasta quedar detrás de la joven y así irse, pero además...con una punta de hielo logró arrebatarle el fragmento de gema a la anciana.
—Sostén esto por mi, Sisu.—mencionó la joven entregándole aquel pedazo a la dragona.
—¿La gema..? ¿Pero como?—pregunto confundida la dragona mientras recibía la gema y creaba una neblina a sus alrededores.
—¿Niebla..?—preguntó ___ mientras Chie corría de vuelta hacia el bote.
—Si, era la magia de mi hermano Jagan.—respondió Sisu mientras a lo lejos veían a Raya sobre Tuk Tuk.
—¡Raya, ve hacia el bote! ¡Rápido!—exclamó la Kamisato mientras también guiaba a Chie hacía el barco de Boun.

Ambas monturas llegaron casi que al tiempo al bote dándole una fuerte sacudida antes de ver si alguien estaba cerca de ellas.
—Listo, capitán Boun.—mencionó ___ volteando a ver a Sisu y al fragmento de gema.
—Siguiente parada, Colum...—iba a continuar Raya si no fuese porque tuvo que esquivar un plato que fue lanzado por un ongi.
—Gracias por los clientes nuevos.—agradeció Boun.
—Si, es que les prometí comprarles todo el congee que quisieran.—respondió Raya sacando uno de sus frutos secos y ofreciéndoselo a Sisu, quien lo rechazó amablemente.
—Pues van a quedarse un tiempo largo, ya que los ongis tienen nueve estómagos.—menciono Boun.
—Vaya, sorprendente. En fin, ahora si seguiré con mi especial..—intervino ahora ___ tomando el puesto de Boun para seguir la receta que se sabía de memoria.
—No puedo creer que la anciana en serio quería hacerme daño.—dijo Sisu procesando todo.
—Bueno, lo lamento, Sisu, pero así es el mundo ahora. No puedes confiar en nadie.—le respondió Raya.
—¿Eso incluye a los bebés?—preguntó al ver que la nueva clienta se acercaba a ella.
—Bueno...—empezó a decir la joven.
—Es tan tierna. ¿Ya viste esas mejillas?—dijo viéndola con ternura, aunque pronto la bebe tomó de ambos cachetes a la dragona.
—Hola, soy Sisu.—intento saludar siendo sujetada de sus cachetes por la bebe.
—Adora mi cara.—mencionó al ver que la pequeña se subía en su rostro.
—Si. Cuida que no se quede con tus dientes. A ver, déjame ayudarte.—dijo Raya levantándose de su asiento.
—¿Como supiste donde estaba?—le preguntó Boun a ___ al ver que esta se encontraba viendo a Raya y a Sisu.
—¿Hm? Oh..simplemente oí de los aldeanos que alguien intentó robarlos, y casualmente la descripción concordaba con su apariencia física.—respondió la Kamisato sin dejar de ver a las chicas.

Después de zarpar hacia el siguiente destino el trayecto fue un poco más agitado que antes, no tanto por las aguas sino por el hecho de que la bebe y los ongis se la pasaban jugando con todo lo que veían en el barco. Incluso el capitán Boun estaba cansado de seguirles por todo el bote, así que Raya tuvo la grandiosa idea de decirles que jugarían a las escondidas para así calmarlos un poco, lo cual funcionó. Permitiendo que Boun siguiera el camino que tenían planeado, ___ siguiera cocinando para la tripulación y Raya fuese a hablar con Sisu.
—Umm...Llegamos a Columna.—mencionó Boun viendo hacia afuera, pero el silencio no duró ni dos segundos pues se oyó como la joven Kamisato de repente dejó caer la cuchara con la que estaba cocinando para quedarse completamente estática donde estaba.
—___, ¿estas bien? ¿Que pasa?—se acercó preocupada Raya.
—¿Por que no responde?—preguntó también preocupada Sisu al no recibir respuesta.
—Ven, siéntate y tómate un respiro.—mencionó la hija de Benja llevando a ___ hacia uno de los escalones.

Los presentes estaban alrededor de la joven preocupados por su reacción al haber llegado a Columna, pues de repente dejó de ser ella para ser literalmente una estatua viviente, pero después de un tiempo finalmente reaccionó.
—Lo siento, no quería preocuparlos. Lo mejor será que yo me quede aquí en el bote.—mencionó ___ sin atreverse a mirar las tierras de Columna.
—¿Segura que estas bien?—preguntó Raya.
—Si, Si, pero lo mejor es que vayan ya por la gema antes de que llegue alguien más.—respondió la joven intentando mantener su crisis en un nivel tranquilo.
—Está bien, trataré de no demorarme.—dijo Raya dándole un abrazo fuerte a su amiga.
—Perdón por no acompañarte.—se disculpó ___.
—No te preocupes, tú quédate aquí a salvo. Entiendo que aún tengas traumas con Columna por lo que te pasó.—mencionó la hija de Benja en un tono comprensivo.

Aunque un nuevo problema llegó pues cuando todo quedó resuelto con ___, Sisu tomó una de las ollas con comida preparada y salió corriendo hacia el territorio de Columna. Quizá quería demostrarle a Raya que aún había posibilidades de que los humanos confiaran los unos en los otros. De modo que unos segundos después fue Raya quien salió corriendo detrás de la dragona para detenerla dejando a Boun cuidando de su amiga tras su crisis.

Pasó el tiempo y la joven Kamisato logró calmarse después de lo que ocurrió, pero algo le molestaba en su mente y era el estado de Raya y de Sisu. No sabía si habían logrado tomar el fragmento sin problemas o no. Y es ahí donde nacía su preocupación porque algo le decía que debía dejar a un lado su trauma para ir y ayudar a la joven, hija de Benja, y a la dragona, Sisudatu.
—Oigan, ¿pueden quedarse aquí un momento?—pregunto ___ hacia los demás.
—¿Que piensas hacer?—respondio Boun con una pregunta.
—Tengo un mal presentimiento y necesito ver si ellas están bien.—respondió la joven.
—Iremos contigo.—mencionó Boun listo para ir con la bebe y los ongis.
—No, ustedes deberían quedarse aquí.—trató de decir la de cabello bicolor.
—No lo creo, nosotros también queremos ayudar.—respondió Boun siendo respaldado por los otros.
—Pero...—trató de decir de nuevo la joven.
—No nos vamos a quedar, iremos de igual forma.—interrumpió Boun.
—Está bien. Entonces...¡Vamos!—accedió finalmente ___ liderando el pequeño escuadrón.

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