Capitulo 3
-Pio Pío pio, el pollito dice Pío. Pío ,Pío...
Jihoon cantaba estando en la bañera mientras yo trataba de tirar agua en su cabecita llena de shampoo sin que esté le entre en los ojos.
Hace una semana Yoongi le había regalado unos muñequitos de hule para que juegue en la ducha y yo pueda bañarlo sin tantos escándalos.
Mi hijo era de esos niños que no querían bañarse a la primera, pero una vez en contacto con el agua no quería salir. Se volvía juguetón y quería quedarse todo el tiempo que el agua caliente en la bañera durará.
Los fines de semana se lo permitía, al fin y al cabo, era mi pequeño principito y a él no podía negarle nada. Pero los días de semana, como hoy, que es martes. No podía permitirlo, el tenía su escuelita temprano y yo necesitaba descansar para poder cuidar adecuadamente de Yeji y estar atento a mis revoltosos y hermosos hijos.
-Jihoon, mí amor, ponte de pie despacio así puedo envolverte en tu batita, ya terminamos aquí.
-Si mami.
Jimín suspiró mientras sacudía sus manos dentro de la bañera para secarlas un poco, luego se puso de pie y cogió la bata de su hijo de uno de los ganchos que había en la pared. Con una mano ayudo a qué Jihoon se colocará la bata y con la otra destapó el tapón que evitaba que el agua de la bañera escape.
-Bien hijo, ahora dame una mano y sal despacio por favor.- El niño lo hizo tal como lo pidió su padre y luego coloco sus piecitos en la alfombra anti deslizante especial para baños.- Ahora, vamos a ponerte tu pijama y luego iremos a lavarnos los dientes ¿Si?
-Si, si, si!
Jimín dejo un beso en la cabeza de su lindo bebé mientras esté daba saltitos emocionados.
Luego de alzar a Jihoon, atravesó la puerta del baño privado de su hijo para pasar directamente a su habitación. Dejo al niño sentado en la cama mientras abría las puertas del clóset y buscaba su pijama calentito para esas crudas noches de frío que comenzaban a aparecer. Luego abrió un cajón y de ahí saco unos pequeños boxers de animalitos y un par de calcetines calentitos y largos con dibujos de autos.
Volviendo con Jihoon, se aseguró de secarle muy bien el cabello para luego bajarle la bata hasta la cintura. Destapó la crema que sacó de un mueble que tenía su hijo donde colocaba todas sus cremas especiales y algunos perfumes aptos para niños. La crema olía a limón con jengibre y a Jimín lo tenía enamorado ese aroma.
-Voy a ponerte tu cremita, está un poco fría pero pasará rápido.
Colocó una cantidad suficiente en sus manos y comenzó a desplazarla por todo el pechito, brazos y espalda de su hijo de forma circular para que no se sintiera tan fría y secara más rápido.
-Bien bebé, brazos arriba.- Y como rutina de todos los baños el niño repitió divertido, largando carcajadas.
-¡Brazos Arriba!
Sonriendo, el doncel deslizó la remera del pijama por los brazos de su hijo y luego pasando por su cabeza para terminar acomodandola en el torso del niño.
-Estira las piernitas así te seco los pies para ponerte tus calcetines y luego el pantalón con sus boxers.
-Sip!
Luego simplemente seco los pies húmedos del niño, pasando la toalla por las piernitas para colocar el boxer, los calcetines y el pantalón.
-A lavarnos los dientes Honnie.
-¡A lavarnos los dientes mami!
El resto de los minutos se basaron en Jimín ayudando a su hijo a cepillar sus dientes para luego peinar un poco sus cabellos y colocarle algo de crema hidratante en su rostro.
Una vez terminada la rutina de noche de su pequeño simplemente lo acurruco en su cama y le acarició los cabellos hasta que su niño cerro sus ojos lentamente.
Con pasos cansados se dirigió fuera de la habitación del menor y camino por el extenso pasillo de su casa hasta llegar a la puerta doble de su habitación. Mientras giraba la chapa de la puerta y entraba, iba checando la hora en su reloj Chanel, regalo de su esposo.
«22:43»
Había tardado más con Jihoon, por suerte había bañado a Yeji en la tarde para que no sufriera tanto frío en la noche si la bañaba, así que solo le quedaba darse una ducha a el mismo y luego ir derecho a la cama.
Hoy Yoongi no volvería a la cama temprano, había surgido un problema con unos archivos y planos de un nuevo edificio en el que estaban trabajando y después de almorzar, prácticamente se había encerrado en su despacho. El doncel sabía que su marido estaba con un humor de perros y poca paciencia. Por eso había decidido dejarlo arreglar su problema tranquilo y llevarse a los niños a jugar un rato para que no se les ocurriera irse a buscar a su padre.
Mientras caminaba hacia su baño privado iba pensando en que Yoongi no había cenado nada, solo una bandeja de café y tostadas de queso que alcanzó la Nana Sook alrededor de las ocho de la noche. Le restó importancia diciéndose que si su marido tendría hambre seguramente habría un plato de comida en el microondas y algunos snaks en el almacén.
Cuando su bañera estuvo llena y el dentro de ella; soltó un suspiro lleno de satisfacción al sentir el agua caliente relajar sus músculos. Esa noche no tocaba lavarse el cabello, solo había decidió darse un baño relajante porque estaba algo cansado. Aprovecharía que Jihoon estaba durmiendo, que Yeji había caído dormida en su propia habitación después de un baño y jugar tanto con su hermano en la tarde. Obviamente no la dejaría durmiendo sola, la buscaría cuando terminara su baño para poder dormir los dos juntos y el estar más tranquilo sabiendo que a su hija no le estaba pasando nada.
La verdad era que aunque Yeji ya podría dormir en su propia habitación, el todavía no quería soltarla. Además de que su habitación era la más alejada de las demás y si su bebé lloraba el difícilmente podría escucharla.
Cuando ya estuvo media hora dentro de aquella bañera, decidió que era suficiente y salió con cuidado. Pasando su bata color crema por sus brazos y luego ajustando un nudo en su cintura para que no quedará abierta. Quito el tapón que impedía el paso del agua y se secó los pies antes colocar sus pantuflas en estos.
Se acercó hasta el lavado y abrió un cajón del cual saco un par de cremas y un broche para el cabello. Recogiendo un poco su flequillo en una cola, comenzó a hacer su rutina de Skin Care. Terminando con toda su rutina y luego de haberse cepillado los dientes, simplemente salió del cuarto de baño para dirigirse al clóset.
De ahí saco un par de boxers blancos y un camisón lila que le llegaba por arriba de las rodillas. Se hecho un poco de crema con aroma a té verde y limón, para hidratar su cuerpo y luego siguió hasta su cama.
Ah su cama se veía tan fría y solitaria cuando su marido no estaba para ocupar su lugar. Pero bueno, el trabajo a veces es así. Abrió las sábanas de su lado correspondiente y prendió el velador luego de haber apagado la luz central. Dejo su puerta un poco entreabierta por si su hijo quisiera entrar en la madruga o algo parecido. Se quitó sus pantuflas y busco una posición cómoda para dormir. Aún así se le hacía algo extraño no sentir un cuerpo al lado suyo porque bajo la almohada de Yoongi y la coloco como si fuera un cuerpo tapandola con las mantas.
Esperaba que su marido volviera rápido al dormitorio.
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El ruido sordo de unos pasos que primero chocaron con la madera de su piso y luego con la bonita alfombra que decoraba su cuarto lo despertó.
Lo primero que le vino a la mente fue qué tal vez su pequeño Jihoon había tenido una pesadilla pero luego reconoció que esos pasos eran mucho más largos y pesados que los de un niño.
La habitación estaba en penumbras así que todavía debía ser de madrugada.
Dándose la vuelta divisó a Yoongi sentado a los pies de la cama, quitándose la camisa y con los hombros tensos. Le costó un poco poder observar cómodamente en la oscuridad pero lo logró y noto que todavía Yoongi no se había percatado de el despierto.
-Yoon.-llamó en un susurro bajo.
El movimiento de los dedos para deshacerse de los botones cesó y luego su marido giro levemente la cabeza para mirarlo.
-Pense que estabas dormido.
-Estaba pero me desperté cuando te escuché pasar. ¿Qué hora es?
-Son las 2:43am. - por el todo de voz notaba que aún seguía estresado y bastante cansado.
-Oh...¿Has cenado algo?¿Quieres que te prepare algo?-Apenas hizo las preguntas comenzó a levantarse de la cama listo para partir directo a la cocina si su marido contestaba afirmativamente.
Estando de pie se quedó observando como Yoongi lo observaba sin decir palabra. Fueron unos cuantos segundo nomás pero sintió como la piel de sus piernas comenzaban a enchinarse por el frío.
Yoongi llevo su mirada hasta sus piernas y luego de nuevo hacia sus hombros, en uno de ellos la manga del camisón de había deslizado un poco así que también estaba descubierto.
Fueron solo seguimos en los que Yoongi se lamió los labios y volvió a mirarlo directo a los ojos.
-Tengo hambre.-Dijo a la vez que se ponía de pie y caminaba hasta donde estaba el y le tomaba de la muñeca.-Pero no precisamente de comida.
Jimin jadeo cuando su marido lo atrajo hacia su cuerpo y colocó una de sus manos en su nuca para mantenerlo firme mientras lo besaba tan malditamente caliente y demandante. La otra mano cogió con fuerza una de sus nalgas y las apretó a gusto mientras lo sentía deshacerse en sus brazos, completamente gustoso se entregó a aquellas manos que no sabían a nada más que amor y lujuria
Mientras lo besaba había comenzado a dar pasos ciegos hacia la cama hasta que al fin ambos cayeron sobre esta, al instante Jimin dejo que su esposo encontrará reposo entre sus piernas abiertas y comenzó a tirar de la camisa para acariciar su espalda. Sus respiraciones se iban haciendo más ruidosas y los chasquidos de sus labios más deliciosos. Yoongi había comenzado a dar lentas y duras estocadas sobre la ropa y el doncel solo trabada de gemir contra sus labios para no crear más ruido del que ya estaban haciendo.
La ropa comenzó a desaparecer entra algunos besos y mordidas coquetas hasta que cuando menos lo esperaban ya estaban unidos.
Yoongi tenía su cabeza escondida en el hueco del cuello de Jimin, donde besaba y mordía a su antojo, mientras movía sus caderas al ritmo que se le antojara. Una de sus manos sostenía un muslo del modelo el cual apretaba y manoseaba a su antojo. Y mantenía su peso con el antebrazo derecho apoyado.
Jimin tenía una mano agarrando los cabellos del arquitecto mientras sentía como su esposo liberaba todo su estrés y tensión dentro de él. La pálida espalda ya contaba con unos cuantos rasguños de su parte y seguía haciéndolos. Se sentía tan bien. El escozor que sentía allá bajo le gustaba demasiado, su esposo solía hacerlo duro cuando estaba estresado pero ese ardor era muy satisfactorio. Habían comenzado a gemir más fuerte al sentirse tan cerca y Yoongi aumento aún más el ritmo profundo y rico de las estocadas haciéndolo sentirse tan bien, su marido había salido de su escondite y lo miraba desde arriba, haciéndolo sentirse pequeño bajo ese pecho y hombros anchos. Tenía la piel blanca enrojecida y sudorosa. Al haberse erguido podía sentir como las delgadas caderas del mayor entraban más profundo y daban de lleno contra su punto, llevándolo a abrir aún más sus piernas hacia los costados y dejar que sus ojos fueran hacia atrás, comenzó a rasguñar con una mano la espalda y con la otra a apretar su trasero. Yoongi había comenzado a ir tan rápido que ya se sentía a llegar y su marido también por lo agitado que se veía.
Hasta que por fin comenzó a sentir los estragos de su orgasmo y su marido también que se derrumbó sobre el mientras lo mantenía apretado contra el colchón y su pecho. Mientras regulaban sus respiraciones Jimin acariciaba la espalda baja del pálido u este dejaba pequeños besos en su clavícula.
Luego de eso los ojos de Jimin se cerraron involuntariamente, no sin antes escuchar las suaves palabras de Yoongi.
-Buen chico. Te amo.
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Hola. Sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualice es que no he sabido cómo continuar este capítulo pero como ven ya pude darle un buen cierre.
No sé muy bien si continuar o no está historia... Siento que no lleva tanto apoyo y que estoy usando algo de mi tiempo en algo que no va a funcionar, no se si debería enfocarme en otra historia o seguir con está.
Voy a ver cómo reciben este capítulo y de ahí en más sabré si continuar o no.
Nos vemos, cuídense.❤️
Pd: he cambiado la habitación de Yoongi y Jimin. Es esta de ahora en más.
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