Visita inesperada
(Pov. Tomioka)
(Primera vez que narra WAAA-)
...
Me acosté en mi cama, algo cansado.
No podía tan siquiera moverme bien. Mi temperatura estaba un poco alta por momentos y tenía que seguir tomando medicamentos para mejorar.
Después tendría que ponerme al corriente con mis tareas.
Era todo tan aburrido. Lo único que podía hacer es quedarme reposando entre mis sábanas y estar dormido casi todo el rato ya que apenas soy capaz de aguantar mi garganta.
Digo casi todo el rato porque derrepente escuché pasos afuera de mi cuarto, abriendo mi puerta bruscamente.
—¡Sorpresa!— De la nada, escucho la voz de ______ entrando a mi cuarto.
—¡¿Qué haces aquí!? ¿Quién te dejó pasar?
—Pos, ¿no es obvio? Claro que tú santa madre.
Ah, me había olvidado por completo que hoy no salía a trabajar. Ella se quedó aquí conmigo cuidándome.
—Y bueno, ¿Cómo te enteraste que estaba en mi casa?
—Sencillo, no te encontraba en la escuela, faltaste a todas tus clases e incluso te busqué entre el consejo estudiantil. Me habían dicho que no habías venido.
Espera, acaso... ¿Ella me estuvo buscando todo este tiempo?
Ni siquiera somos del mismo salón como para que lo haya notado tan fácilmente. La escuela es grande.
—Ajam, y luego de no haberte visto por ninguna parte me acerqué a preguntarle a uno de tus amigos el porque no llegaste y me dijo que estabas enfermo. Y eso es todo.
—Sabito...— Seguro fue él...
Ahhh, no puedo quejarme, al final ella se preocupó por mí. ¿Pero era necesario que él le dijera donde estaba?
—Hey Tomioka...
—¿Si?
Salí un poco de mi trance, pero al voltear a verla me topé con sus ojos preocupados sobre mi.
Eso ojos... ese rostro estaba cubierto por una ligera angustia.
¿Por qué le importaba tanto?
¿Por qué... me importaba tanto?
—Tkks-...
Nos quedamos en silencio un rato, aún así, no pude evitar apartar la vista algo apenado, era imposible no aguantar su mirada y quedar... atontado.
Un ligero rubor se asomó por mi rostro. Capaz y me veo ridículo. Parezco un tonto.
Sus ojos siguen posando sobre mí, pero está vez ella decide tomar la palabra...
—¡Tomioka, me preocupas bastante! ¿Por qué no me dijiste que estabas enfermo? Te hubiera ido a visitar desde antes.
—Lo siento, no quería causar molestias.
(En realidad, no quiero que nadie me mire así. No quiero que me vean de una manera tan... frágil...)
—Tomioka, no seas tonto, no eres ninguna molestia para nadie. Ni para tu mamá, ni tu hermana, ni tus amigos de la escuela piensan que eres una molestia. Solo tú crees eso.— Ellos se preocupan por ti porque te quieren.
Ahora soy yo el que quiere que la tierra lo trague, creo que la he regado. Tiene razón.
—Debí ser más considerado. Lo lamento.
—Ya ya, está bien, no es necesario pedir tanto perdón. No hiciste nada malo después de todo.
Se recargó en la esquina de mi cama. Aún seguía algo angustiada.
Nunca la ví de esa manera. Siempre suele reír y bromear con cualquier cosa, pero como por ahí dicen.
Nada es lo que parece.
— Ya se que hablo mucho y todo lo demás, pero...¿Te gustaría ver una película?—Esa pregunta me tomó por sorpresa.
¿Ahorita?
—Oh, seguro. Una disculpa por ser tan mal anfitrión. Siéntate donde gustes.
—"Pirdin, Pirdin, Pirdin". Dios mío, te daré un zape por cada que pidas disculpas. No estamos en iglesia para que te andes confesando.
¿Ahora se estaba burlando? Al parecer ya volvió a la normalidad, a su yo de siempre.
—Quien te entiende...— Ruedo los ojos para buscar el control de la tele. —Hey, ¿me pasas el control por favor? Está allá en la mesa.
—Flojo.—Se paró a regañadientes a agarrar el control y así encender la televisión.
—Tu pediste ver un película, no es mi culpa que no pueda pararme, además, estoy enfermo, no debo moverme.
—Malo de la tos, no de las patas, ¡Cuando te conviene!
Reímos un poco. La verdad me había animado bastante la visita inesperada de ______.
Terminamos viendo películas y jugamos un poco hasta que se hizo de noche.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top