Templo

Día 17

(Pov. Tomioka, ¡otra vez!)

—Un momento, ¡¿Quedaste en segundo lugar?!

—Así es, por poco llego a primero pero el otro chico fue más rápido.

Hoy le estoy contando a ______ sobre mi competencia de natación que tuve la semana antepasada.

—Te felicito Giyuu, me hubiera gustado verte concursar.

—N-no creo, no soy tan bueno como crees...—Me daba pena.

Encima en traje de baño, no lo sé. Me avergonzaría que me viera así.

—Bueno Tomioka, ya me uní, conéctate.

Me metí al mundo y aparecimos en el bosque junto al kiosco que había hecho para nosotros.

—Oye, ¿Y cómo se sintió tu pie después de la caída?

—Aaaa, está m-mejor, gracias por preguntar.—Que verguenza...—Lo último lo dijo susurrando, pero escuché claras sus palabras.

—No te preocupes, estamos en confianza, no es que no haya visto pies ajenos.

—¿Tienes fetiches con los pies?—Preguntó.

—...Mejor me callo.

—¡OYE TOMIOKAA!

—¡Los veo todo el tiempo en natación! No es mi culpa que para nadar tienes que andar descalzo.—Pero no tengo fetiches con eso...

Mejor cambiemos de tema, o van a pensar que soy un pervertido.

—¿Vas a seguir buscando las monturas o los caballos? Dijiste que te faltaba uno creo.—Caminé mientras movía a mi personaje a lo loco.

—Si, pero hagamos algo diferente hoy.

—¿Diferente? ¿Cómo qué?

—No lo sé, ¿Y si probamos explorar el mar?

Me quedé confundido, ¿El mar?

—¿Pero que hay ahí?

—Si tienes suerte encuentras barcos del tesoro o el templo del océano.

Pensé por un momento. Siempre hemos estado en tierra firme, ¿por qué no intentar en el agua?

—Vale, hagámoslo.

Fuimos a la casa y tomamos las cosas más importantes para ir a explorar.

—Así que tú fuiste el que agarró los huesos, eh?

—Iba a buscarte un perrito, pero no lo encontré u_u

—Awww Tomi, ¡Que lindo eres!

¿Yo?

—¿Tú... crees que soy lindo?—Pregunté, nervioso por la repuesta.

—Claro que sí.

—¿Más que Rengoku?

No sé porque hice esa pregunta. La pensé sin querer.

—Quiero decir, eh, no no, ¡no me malentiendas!—Traté de excusarme, pero nada servía.

-Si, más que él.

—¿En serio...?

Sé que no le debo desear mal a nadie pero una parte de mi se alegraba que ella pensara eso. Lo siento Rengoku, no te quise decir feo, creo.

—Bueno, ¿y a qué viene esa pregunta Tomi?

—¡Mejor vámonos a explorar!

Salí de la casa con el bote y lo puse en el muelle.

—¿Acaso te da celos Rengoku?

—No no, para nada, ¿Por qué me daría celos? Es que son muy unidos ustedes dos, ¿No eran solo alumna y asesor?

—Si pero el también es muy buena onda, cómo tú. Así que no te preocupes por él, los quiero por igual.

Su respuesta me calmó, aguarda, ¿Por qué?

—Mejor vamos allá, Tomioka ponlo.

—¿Puedes conducir el bote por mí? Plisssss

Usé un tono de suplica, según dicen que funciona para que hagan lo que quieres.

Oí un suspiro de su parte, así que supuse que era un sí. Subí al bote después que ella y nos fuimos alejando de nuestra casa.

Navegamos un rato el mar, era grande y no se veía nada de tierra. Nos movimos hasta que notamos algo raro en el agua.

—¡Un barco!—Miré por mis pies.

—Bajemos, ten cuidado de no ahogarte.

—Glu glu glu~ *sonidos de pez*

Me acerqué a buscar algún cofre. Ella me dijo que normalmente te encontrabas uno o dos cofres.

—¡Encontré uno!

—¡Yo igual!

Ya después de checar bien que no había nada, volvimos a subir al botecito.

—¿Qué encontraste?—Pregunté.

—Una armadura de hierro, una brújula y un poco de hierro también.

—Yo encontré un mapa del tesoro, ¿Lo buscamos?

—Ay Tomi, ¿cómo te explico?

—¿Qué cosa?

—Los mapas del tesoro son útiles, pero estamos en Bedrock, ¡son un dolor de huevos encontrarlos!

—¿En serio?

Eso no lo sabía.

—Así que mejor busquemos otra cosa, busquemos el templo. Pueden haber esponjas o algo.

Seguimos nuestro camino, haber si teníamos suerte de encontrar el templo del océano. Había desierto en algunas partes de tierra firme.

—También existen otros templos, ¿no? Jamás los he encontrado.

—Sipi, hay uno del desierto y uno de jungla.

—¿De casualidad el templo del desierto tiene cosas naranjas y una pirámide?

______ paró en seco el bote.

—Si, si tienen algo así, ¿Lo viste?

—Lo ví pasando el bote del otro lado.

—¡Vamos para allá!

Regresamos atrás donde había visto la pirámide, ahí estaba el templo.

—Que curioso se ve, ¡Mira! También hay un portal destruido.

—Entonces, vayamos a ver.

Nos acercamos al portal y noté que había lava.

Mi enemigo mortal.

—Tranquilo Tomi, es un poco de lava.

—Uno nunca sabe mi torpeza, sabes que me encanta caerme de las peores formas.

—ay y tú me encantas COF COF COF

No escuché nada, ¿se estaba ahogando?

Después de agarrar el cofre, nos acercamos por fin al templo.

—Mira que grande es.—Asombrado, me adentré a la estructura.—Tienen formas de creeper por las paredes :0

—Si, está bonito creo.—Oí una risita.

—¿Será que adoraban a los creepers? Tengo que buscar respuestas, YouTube sabrá.

—Oh no, no me digas que eres fan de las teorías de las creppypastas de Minecraft.

—Dicen que hay un tal Herobrine que lo puedes ver en la noche en cuevas.

—Mejor no me cuentes o me salgo del juego.

¿Tanto miedo da?

—Vamos a buscar los cofres.

—¿Dónde?

—Pica abajo, ahí van a estar.

Ví como ______ bajaba a un lugar secreto.

—Tomi, ¡Ten cuidado de no pisar la placa, espera, ¡No bajes antes de qu-..!

Piqué el bloque de en medio para bajar.

—Ups, creo que presioné algo.—Miré abajo y era un pistón.

—¡TOMIOKAAAA!

Escuché el sonido de algo activandose.

Rápidamente ______ puso un cubo de agua en nuestros pies.

Era TNT, explotó. Cerré mis ojos con miedo de haber arruinado algo.

—...¿Morimos?—Abrí mis ojos con temor de ver la pantalla de muerte en mi celular, pero eso no pasó.

—Estuvo cerca, CERCAA.—______ también parecía asustada.—Pero Tomioka, no me dejaste terminar.

—Perdón :c

—¿Y en tus videos no había algo de no bajar así nada más a un templo?

—No lo ví ;-;

—Hay Tomi... Que haré contigo.

—No lo sé, ¿Quererme tal como soy?

—Eso ya lo hago, pero a veces me dan ganas de darte un zape >:(

—okey :3

Continuamos buscando en los cofres, sí que habían buenas cosas.

—¡Encontré tu montura!—Le lancé el objeto a mi querida compañera.

—¡Genial! Ahora falta conseguir el otro caballo, ¿Lo hacemos más adelante?

—Okey, pero no te olvides. Ya es tarde, mañana tenemos clases.—Hablé en un tono regañón, ______ puede ser olvidadiza a veces.

—Ok Tomi, ¡Bye!—Cerré el Discord y me senté en mi cama un rato.

...

Reflexioné un rato sobre nuestra plática de antes.

—Así que... Soy más lindo que él, ¿Ah?

Sonreí sin siquiera saber el porqué pero me sentía felíz por ello.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top