Muelle

Día 16

(Pov. _____)

—Tok tok.

—¿Quién es?

—Los testigos de Jehová.

Abrí la puerta de la casa y me metí a ver qué tanto hacía Tomioka.

—¿Qué haces?

—Estoy concentrado haciendo un espacio especial para mis pociones, ¿Por?

—Ah, si es cierto lo habías dicho.

Después de la salida, al día siguiente (osea hoy) decidimos jugar Minecraft.

Tomioka me dijo que estaría haciendo sus esas cosas para pociones y estantes para experimentar cómo hacerlas.

Si, las buscó en internet.

—Bueno, mientras tú sigues con tus experimentos yo iré a hacer un muelle.

—¿No ibas por caballos?

—Necesito la montura y esa cosa solo se consigue en templos o pescando. Depende que tanta suerte tienes.

—Si vas a pescar, ¿me traes pez globo? Lo necesito para la poción de respiración acuática.

—Okas.—Abrí la puerta.—A espera, ¿te sobró lava?

—¿Si? ¿La quieres?

—Porfa, haré un generador de piedra, voy a necesitar bastante para el muelle.—Agarré el cubo de lava que me dropeó Tomi.

Salí de la casa a poner el generador y comencé a picar la piedra. Cuando tuve suficiente me fuí al lago más cercano y comencé en poner escaleras, piedras y linternas.

—Uhh, me falta más hierro. Ya casi se acaba el que trajimos de la mina.—Tomi, ¿Tienes más hierro?

—Ven, tengo un poco.—Corrí a casa y agarré el hierro que me dió.

—¿Solo 5 lingotes? ¿Y lo demás?

—Emmm, ¿Me lo acabé?

Mmmm, que extraño, recordaba que teníamos más lingotes. Había traído varios stacks.

—Gracias, después iremos a otra cueva a buscar más.—Por cierto, trata de ahorrar las varas y prueba si te salen las pociones.

Regresé a mi trabajo y estuve en silencio un buen rato. Es que cuando uno se concentra no habla.

—______, iré por más madera para cofres, si no hablo es por eso.

—Solo no te pierdas Tomi.—Bromeé.

Me dispuse a probar mi nuevo muelle una vez terminado. Era sencillo pero cumplía su misión.

Lo adorné con un par de flores que habían por ahí.

(Me faltan más flores, tengo huesos en la casa con eso saco más).—Corrí a los cofres que habían adentro y busqué donde estaban los huesos.

No habían huesos. ¿Es que no hay nada en esta casa?

—Tomioka, ¿usaste los huesos?

—No, no los he usado.

—Juraría que teníamos huesos. Bueno, ntp, sigue con lo tuyo.

Me da flojera ir a por más flores, mejor me pongo a pescar.

Luego recordé que había un pequeño prado de flores justo a lado del bosque de abedules por dónde está Tomioka.

—Tomi~

—¿?

¿Por qué anda tan callado?

—¿Me traes flores? Hay una pradera cerca del bosque.

—Okey.

Y volvimos a estar en silencio otra vez.

Este suspenso me está matando, ¿será por?...

De solo pensar en lo cerca que estuve de su rostro aquella vez me hace sentir extraña, como un cosquilleo en mi estómago. Ninguno de los 2 ha tocado el tema por ahora.

(Cálmate ______, no pasó nadita, ustedes son amigos muy cercanos que se quieren y así.)— Pesqué de nuevo tratando de agarrar algo útil.— ¡AHHHH!

—¿Qué? ¿¡Qué pasó!? ¿Estás bien?—Tomioka preguntaba preocupado.

—¡LO CONSEGUÍ! Por fin una montura.

—Por dios ______, asustas.

—Y bueno ¿tú qué tienes? Andas medio raro, digo, ya eres raro pero más de lo normal.

—No tengo nada, solo me asusté.—No me convenció su respuesta.

Ya tengo una montura, falta otra.

—Voy por un caballo, avísame cuando llegues a casa.

Corrí en dirección contraria de dónde estaba Tomioka y me dirigí a buscar un caballo.

Necesitamos un caballo rápido y bonito. De preferencia un blanquito, esos eran mis favoritos.

(No encuentro ninguno...)—Seguí corriendo por todas partes a ver si veía uno.—(Ahí está)

Salté para agarrar al caballo junto a una correa y una montura. Me dejé la mano vacía y subí al caballo.

—¿Encontraste tu caballo?

—Si pero no me quiereeee ;-;—El caballo relinchaba cuando trataba de subirme en él.

—Tráelo, tal vez pueda montarlo yo.

Corrí con el caballo atado hacia la casa y visualizé a Tomioka a lo lejos.

Ya era tarde, se estaba oscureciendo rápido.

—Toma, domesticalo.

—Está bonito el caballo.

—Quería uno blanco, son mis preferidos, pero creo que este café está bien.

Tomioka agarró la montura, se subió y rápido se hizo amigo del caballo.

—Creo que este mundo no me quiere. Siempre tienes tanta suerte y yo no.

—¿Dónde dejo tu caballo?

—En el corral junto a la oveja. Deja que sean amiguis, luego le hago un establo.

Giyuu dejó el animal donde le dije.

Un momento, ¿Por qué la oveja está pelona?

Seguro fue Tomioka. Tomioka ama las pelonas.

—¿Y mis peces?

—Aquí están.—Saqué los peces globo de mi inventario.—¿Y mis flores?

—Ten, toma.—Soltó las flores que tenía en su mano.—Oye...

—¿Sí? ¿Qué pasa?

—Acompañame a un lugar, te quiero mostrar algo.

Sospeshoto.

Acompañe a Tomioka que me estaba guiando a un lugar de noche.

—Giyuu, ¿será que no es un complot hacia mí por lo de antes?— Hay muchos mods fuera.

—Si pero no harán nada, ven. Si te lo muestro en la mañana no tiene sentido.

Caminamos adentro del bosque y pronto llegamos a un lugar iluminado y encantador.

—No puede ser, Tomioka.. ¿Tú?

—Si, yo lo hice, ¿Quién más lo haría?

El lugar estaba adornado de flores (de mis favoritas por cierto), arbustos y linternas, enmedio una alfombra rosa con blanco que parecía mantel de picnic y varios adornos que se asemejan a un mini kiosco. Había una fogata y un yunque. Era muy bonito.

Ya veo porque faltaban materiales.

—¡Mira! Hay hasta flores de Sakura, ¿Dónde las conseguiste?

—Las encontré más allá, deben ser por la nueva actualización de Minecraft, ¿Te gusta?

—Me encanta, es hermoso.

Nos "sentamos" entre las sillas que Tomioka había diseñado. Es tan dulce.

—Iba a hacer un pastel porque ví que quedaba bien, pero no tengo caña ni leche.

—Para la otra te ayudo a conseguir ambas, pero te quedó muy bien la decoración.

—Espera, falta algo más. Ten, toma.

—¿Una poción de visión noturna?

— La hice con zanahoria dorada, redstone y la vara de blaze.—Dicen que se ve mucho mejor el cielo de noche con esta poción.

—Probemos.—Tomé la poción y el efecto visión noturna apareció en mi pantalla.

Se veía mucho mejor, todo era más claro y el cielo tenía una gama de colores hermosos. Se que es un juego, pero ¿Quién no se emociona por algo así?

—Tenían razón, se ve mucho mejor.

—Oye Giyuu.

—¿Si?

—¿Por qué hay un yunque ahí?—Señalé con mi manita el yunque.

—Ups, no lo saque.

—¿Lo usaste?

—Oh, si, espera un segundo.

Tomioka se acercó al yunque, tomó algo de su inventario y lo forjó.

—Ahora sí, toma. También descubrí que puedes ponerle nombres a las cosas.

Agarré el objeto que me había dropeado antes.

Era una flor roja con el nombre de "Gracias por todo, te quiero"

—Me vas a hacer que muera de ternura.

—Pues no te mueras porque todavía quiero seguir jugando contigo.

—Gracias Tomi, yo también te quiero.

Seguimos platicando un rato más hasta que me tuve que ir. Me despedí de Tomioka.

Cerré mis ojos, mi corazón latía con bastante fuerza.

No me esperaba este detalle tan lindo de él.

(¿Por qué me haces sentir cosas tan raras?)...—Pensé.—(Acaso yo...)

Sí, creo que era lo que estaba pensando.

Tomioka Giyuu, me está gustando.

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