Espía

—¡Me aburrooo!

Ya es costumbre, hoy es miércoles, otro día donde debo esperar hasta tarde.

No había nada que hacer, hacía mucho calor como de costumbre.

Pronto comenzará los días fríos.

—¿Dónde está Sane?—Mi compañero de pvp y skywars no estaba a la vista.

Caminé rumbo a las escaleras donde nos reunimos habitualmente a jugar, pero no lo encontraba por ningún lado.

—¿Será que vino? Que yo sepa el no tiene taller de nada, no creo que esté ocupado.

¿O fue un malote y no quiso venir a la escuela?

Siempre veía al peliblanco por todos lados menos en una clase. Quizás no le interesa ser parte de un club.

Fuí a la planta baja a buscarlo y cómo me lo esperaba, ahí estaba, no se había ido a su casa.

Momento, ¿Qué está haciendo?

El peliblanco miraba embobado la vista de la ventana que se dirigía al jardín.

No creo que unas flores le llamen tanto la atención para verlas de esa manera, ¿Será que está mirando a alguien?

—¿A quién espiamos?—Me acerqué con sigilo.

—¡JUEPUTA!—Sanemi sobresaltó a mi lado.—¿Tú qué haces aquí?

—Te fuí a buscar en las escaleras pero no estabas, ya veo por qué.

—Agáchate, nos va a ver.

Sanemi empujó mi cabeza hacia abajo y me asomé a ver a quien miraba.

Era una chica con ojos rosados, llevaba dos broches de mariposa a los lados y un largo cabello azabache.

—¿Cómo se llama? ¿Te gusta esa chica Sanemi? Que coqueto~

—Si, si me gusta, ahora deja de romper pelotas.

—Si no te conociera diría que eres un acosador, encima las fachas no te ayudan.

—Bueno ¿y tú no sabes cerrar el orto o que?

—Ya ya, está bien.

Nos sentamos en el piso debajo de la ventana con tal de no ser vistos por la pelinegra. Pensé que nos quedaríamos en silencio, no obstante, Sanemi comenzó a explicarme.

—Se llama Kanae, Kanae Kocho. Líder del club de jardinería, se queda los lunes y miércoles en las tardes para regar las flores.

—Retiro lo dicho, si eres un acosador.

Espera, ¿Se llama Kocho? ¿Será hermana de Shinobu?

—Pero bueno, ¿Le vas a hablar o no? — ¿Qué sentido tenía mirarla y no hacer nada?

—No puedo, o más bien no sé que decirle. Sabes cómo soy con las palabras, soy-...

—Muy brusco, sí ya me dí cuenta.—Suspiré.—Trata de no hablar como camionero y darás buena impresión.

—No me ayudes tanto.

—¿Sanemi enamorado?—Otra voz se escuchó a nuestras espaldas.—Trátala bien, Kanae es una chica encantadora, ¿Si?

Una bella pelirosa salió de su escondite.

—¿Nos estabas espiando?—El peliblanco preguntó indignado.

—¿Espío a los espías? ¡Qué emocionante!

—Fue idea de él, yo solo vine por chisme.—Señalé a Sanemi.

—¡Hey!—Ambas nos reímos.

La chica que habló es Mitsuri Kanroji. Es mi amiga desde hace tiempo atrás.

Usa su cabello en 3 trenzas coloridas y suelo verla comiendo todo el tiempo. De vez en cuando me invita de su comida, es una persona muy linda y amable <3

Ah, y por cierto, a ella también le gusta Minecraft. Un día de estos la invitaré a jugar.

—______, es extraño verte con Sanemi.

—Lo sé, siempre hago amigos bien raritos. Es la costumbre.

—Ustedes 2, guarden silencio.—Sanemi nos calló a ambas.

—Y por un momento pensé que salías con él, es que los ví muy juntos. — Mitsuri al decir eso hubo un momento de silencio incómodo.

Al mismo tiempo nos miramos Sanemi y yo.

—Wacala, no.—Sane hizo muecas.—Tengo buenos gustos, no como ella.

—¿Te gusta alguien ______?

—N-no, bueno sí ¡No sé!

—Vamos, ¡Dame una pista! No diré nadita.

No estaba convencida, pero sabía que Mitsuri era alguien de confianza.

—¿Chica o chico? ¿O no se identifica con ninguno?

—Es chico. — Respondí nerviosa.

—Mmmm, ¿Es mayor que tú?

—Sí.

—¿Va a algún taller o club?

¿El consejo estudiantil cuenta como un club? No es que vas y te unes al azar.

—No sé.

—¿Es popular? No me digas, ¿Es Rengoku?—Miré a Kanroji.

—Media escuela les gusta ese chico, cae bien pero que poco originales.—El peliblanco escuchaba nuestra conversación.

—Es mi amigo, pero no lo veo de esa forma.—Rengoku es lindo, no lo niego.

—¿Está guapo?

—Depende de qué tan feos sean tus gustos, tu pregunta es muy subjetiva Kanroji. Le podrá gustar la caca de pájaro y no significa que sea linda.—Fulminé con la mirada a Sanemi por sus palabras.

—Dejame adivinar, ¿Te gusta Tomioka-san?

Rayos. Mitsuri, ¿Qué comes que adivinas?

— NO ME DIGAS QUE TE GUSTA EL PELOS DE ESCOBA, AJAJAJAJA.

— Por dios Sane, ¡Cállate!—Le metí tremendo putazo.—Tu dijiste que no hiciéramos ruido, bocina parlante.

Error, no debí hacer eso, solo lo encabroné.

—Tranquila ______, tu secreto está guardado con nosotros, Shhh.—La pelirosa me dedicó una sonrisa.—¿Verdad Sanemi?

—Como sea, al menos no tengo gustos tan culeros.

Mi amigo el menos criticón, vaya suerte.

—¡Oye!—Le dí un codazo, pero está vez no tan fuerte.—Ni siquiera lo sabe aún, ¿Cómo adivinaste?

—Entonces si es él, ¡Que emoción!—Mitsuri daba saltitos en su lugar.

—Tomioka también es popular, a la gente le gustan los emos.—El peliblanco me miró con burla.

—¿Tomioka es emo?— Mitsuri era o muy amable o muy inocente.

—Es bien emo.—Sane y yo afirmamos con la cabeza.—Hasta yo lo admito.

—Ya veo.—Mitsuri levantó la mirada hacia la ventana.—¡Mira! Kanae nos está saludando, ¡Holaa!

Al asomar mi cabeza, la mayor parecía saludarnos a ambos.

—¡Sane, te están hablando!

El chico estaba a dos de huir pero lo paré con mis brazos. Tiene mucha fuerza.

—No no no, tu no te vas. Ahora sé un hombre y saluda.

Por fin me hizo caso, él se levantó de su lugar apenado y saludó a la pelinegra.

—Oh, hola Sanemi, ¿Todo bien?

—Hola Kanae...—El ojimorado se limitó a devolverle el saludo, su cara se estaba poniendo roja como un tomate.

Di un cumplido, dile que es linda..—Susurré al lado de Sanemi.

—Que lindas flores riegas Kanae.

¡Te dije un cumplido hacia ella, no a las flores!— Choqué mi mano con mi cabeza, al menos Kanae se reía de la torpeza del peliblanco.

—Es lo que siempre hago, ¿gracias? — Aún así, ella era muy amable.

La personalidad tan borde de Sanemi se convertía en un tímido cachorro cuando Kanae estaba presente.

—Hola, ¿Cómo te llamas querida?—La pelinegra se dirigía hacia mí.

—Me llamo ______, es un gusto.—Saludé.

—Bueno chicos, ¡tengo que irme, hasta luego!—En un segundo la pelirosa salió hacia las escaleras. Mitsuri me guiñó el ojo y entendí que debía hacer lo mismo para que Sanemi y Kanae hablaran solos.

—Yo ya me vooy.

—Tu no te vas a ningún lado.

—Uyy, no fíjate ya tengo asesorías, mira la hora ya es tarde.—Señalé el reloj imaginario que tenía en la muñeca.— ¡Adiós Kanae!, ¡Adiós Sane!—Di 3 pasos hacia atrás y luego salí corriendo.

—¡Cuando te conviene!—Solo oía los gritos de Sanemi a lo lejos, era divertido verlo asustarse al estar a solas con Kanae.

Después de correr, paré para tomar aire, no tengo condición física, debía mejorarla.

No me fijé que iba en dirección contraria a la biblioteca. Que torpe.

—Ay, lo que uno hace por el amor.—Reí.

—¿Lo que uno hace por el qué?

Pegué un brinco al escuchar su voz detrás mío, ¿Qué tiene este chico con aparecer como fantasma?

¿Han jugado FNAF? Parece Freddy cuando se va la luz.

—¡Ah! T-tomioka que g-gusto verte no te había visto todo el día. ¿Qué haces aquí?

—Nos vimos en la mañana entrando a la escuela.—Me miró confundido.—Y sobre tu pregunta, estoy llenando papeles para organizar el día de club. Ya falta poco para las inscripciones de academias.

—Ah, lo que pasa es que eresmuycalladoyapenasnotétupresencia.—Por cada palabra que decía me ponía más nerviosa.

—¿Qué? Hablas muy rápido, tranquila.

—Oh lo siento... — Dí una bocanada de aire.

—Por cierto, ¿Con quién estabas hablando?—Parecía extrañado.

Miré atrás del pasillo, no había nadie.

—Con...migo?

Si antes parecía loca, ahora parecía esquizofrénica.

Muy bien hecho ______.

—Si seguro, contigo hablas sobre...amor?

—Si, ¿tú no lo haces?

—¿Hablar conmigo sobre amor? ¿Por qué lo haría?

Auch, ¿oyeron eso? Fue mi corazón romperse. Un día parece un romántico y al otro día una roca.

—Como sea, me tengo que ir, Rengoku me espera, ¡Bye!

—¡Oye! ¡Espera!

Salí corriendo hacía la biblioteca.

—¡Hablamos al rato! ¿Okey? — Gracias a Dios salí corriendo rápido, así él no notaría mi cara roja.

—¡¿Por qué me estás evitando?!—Tomioka alzó la voz, pero ya no escuché su pregunta.

¿Qué era lo que me estaba pasando?

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