Día de club
—¡Hoy es el día chicos! ¡Vamos a terminar de arreglar nuestro puesto! Andando.
Todos los chicos del club de periodismo y yo estábamos arreglando el stand para el evento del día del club.
Me paré a buscar al líder del grupo, era un chico llamado Daniel. Muy buena onda.
—Oye Dani, ¿Podemos hablar?
—Claro, dime.
Le expliqué sobre mi decisión de dejar el club de periodismo ya que quería probar otras cosas. No parecía enojado.
—No hay problema, de hecho estás a tiempo, justo están las inscripciones abiertas para todos los puestos. ¿Por qué no te das una vuelta después de tu turno para mirar que te gusta?
—¿De verdad? ¡Gracias!
—Te vamos a extrañar, pero es tu elección.
Después de eso, seguí decorando para que quedara bien el lugar. Terminamos rápido y no pusimos tantas cosas.
Tuve que cumplir con mi horario para atender al puesto, no había mucha gente por nuestro lado y el club de periodismo no se llenaba tanto como otros. Por el momento solo yo atendía, pronto vendría otra chica a reemplazarme.
Seguí anotado un par de registros más, hasta que noté la sombra de una personita conocida.
—Hola _____. —Alcé la vista hacia enfrente.
—¿Tomioka? ¿Qué haces aquí? ¿Vienes checando puestos como parte del consejo?
—Diría que sí, pero ya es mi tiempo libre. Así que solo ando husmeando. Está bonito tu stand.
—Menos mal, me maté cortando las letras del cártel. Si ves una chueca se me pasó la mano. —Escuché una pequeña risa de su parte.
—¿Qué haces?
—Nada, anotando algo. —Iba a agarrar mi libreta, pero paré al oír sus palabras en ese instante.
—Ahh, pensé que estabas desocupada, te iba a decir que si querías ir a ver conmigo los demás clubes.
—Olvídalo, estoy libre. ¿Vamos?
Estás oportunidades no se desperdician. Es buen momento de pasar algo de tiempo juntos.
—¿Segura?—Asentí con la cabeza a su pregunta. Una leve sonrisa apareció en el rostro del mayor. —Espero está vez no trates de escaparte de mí y dejarme las palabras en la boca.
—N-no, como crees. —Mis momentos humildes me persiguen todo el tiempo.
Después de asegurar de que alguien cuidara el puesto, empezamos a caminar entre la gente, mirando con esmero varios stands muy bonitos.
Había bastantes chicos, milagro todavía quedaban vacantes para todos. Es escuela pública, que esperaban.
Hacen trabajar hasta a los alumnos.
—Wow, son muchos. Yo me confundiría cuál es cuál.
—En realidad hay como 32 clubs en toda la escuela.
—¿¡Tantos?! ¿Cómo logras aprenderte todos?
—No me sé de memoria cada uno de sus nombres, pero por ejemplo ese de allá es el club de pintura, conozco al líder, se llama Uzui Tengen. — Señalaba con su mano el puesto donde exponían muchos lienzos a mano.
—Y ese de ahí es de Ballet, ¡mira que bonitos trajes!
—Oh, si, su nombre es Mitsuri Kanroji, ella baila muy bien.
—A ella la conozco.— Mitsuri volteó a verme y me saludó con una sonrisa y un guiño, seguro después me molestaría por verme junto a Tomioka, ella sabe que me gusta.
Por un momento iba a decir algo, pero en eso Mitsuri hace mímica tratando de decirme algo.
"_____, ¡agarrale la mano!"
—¿Son amigas? — Por suerte Giyuu no vió lo que Mitsuri estaba señalando, su mano.
—Sipi.—Volteé a otro lado para que no notara mi vergüenza.
Tengo que actuar con naturalidad o se dará cuenta.
—¡Oh, mira! ¡Hay hasta un club de gatos! Que tierno, ese sería para ti.
Había un chico enorme, muy alto y musculoso acariciando unos cuantos gatitos.
—Ese club es de Gyomei Himejima. Es un buen tipo.—Nos quedamos un rato en silencio, hasta que volvió a hablar.—Todos han hecho un gran trabajo, no solo nosotros nos hemos esforzado.
Observé su rostro por un momento, se veía tranquilo y sereno, no aparentaba haber trabajado tanto para este día.
Los del consejo la tienen muy difícil, siempre haciendo el trabajo sucio. Yo digo que deberían pagarles.
—Tomioka, ¡Es el club de Karate! Debe de estar Rengoku, pasemos a saludar.
—Uh, okey.—Tomioka no se veía muy emocionado como yo.
Nos asomamos a ver el stand de Karate.
Los chicos de ese puesto tenían su traje para entrenar, una demostración de su club tan llamativo.
Identifiqué de inmediato al chico de cabellos rojizos de espaldas, se dirigía hacia nosotros.
—¡Hola! ¡Somos el club de kar...! ¡Espera!
—Hola Kyojuro.— Saludé alegremente con mi mano. El me devolvió el saludo.
—Hola Rengoku.
Miré a ambos chicos, los 2 eran muy altos. ¿Qué les daban de comer, danonino diabólico?
—Oh, el gran Giyuu Tomioka se muestra en nuestro humilde puesto, ¿Qué los trae por aquí?
—Nada, solo estabamos viendo.— La respuesta de Tomioka fue algo seco, así que me apresuré a decir otra cosa.
—Y te vimos en tu puesto y pasamos a saludar. ¿Verdad Tomioka? —Golpeé su codo ligeramente.
—Si si si, eso mismo.
—Ya veo, era raro que Tomioka viniera por voluntad propia, me da gusto verlos a los dos. Por cierto ______, ¿Ya tienes un club?
—Ya, pero estaba pensando en cambiarme a otro.
—¿En serio?—Los 2 preguntaron al mismo tiempo, luego de quedarme viendo un rato.
—Digo, me gusta mi club, pero también quisiera practicar otra cosa. Algo así como un deporte, tengo mala condición física.
—Pues estás en el lugar correcto, ¿Por qué no te inscribes a Karate? Después de todo me dijiste que antes querías hacerlo, ¿No?
Me quedé pensando. Era cierto. Además, no era tan mala idea.
—Puede ser, solo que primero tengo que salirme de mi club. Igual, lo voy a pensar.
—Bueno, si quieres unirte ya sabes, puedes hablarme.—Noté como otros chicos también les llamaba la atención inscribirse.
Kyojuro estaba algo ocupado, así que era mejor irnos.
—¡Gracias! Seguiremos viendo, ¿va?
Después de un rato, dimos toda la vuelta por la escuela. No hablamos tanto, ya que Tomioka no era de muchas palabras y aún seguía siendo callado a veces.
Él era mucho más extrovertido en llamada que en persona.
Por un momento pensé en agarrarle la mano. No era algo extraño hacerlo entre amigos con mucha confianza, pero estábamos en la escuela donde había mucha, MUCHA gente.
Giyuu parece que se percató de eso y aún si podían vernos, me acepta mi mano acercándose mucho más a mí hasta que...
—¿Te gustaría hacer otra cosa...?—Antes de que él terminara de hablar, un chico se acercó a nosotros a toda velocidad.
—¡Presidente! Perdón que lo interrumpa, pero ¿Puede ayudarnos en algo?
Ambos dimos un pequeño brinco y nos separamos de golpe.
—Seguro...— Tomioka se notaba bastante decaído al ver que nos habían interrumpido.
No entendí muy bien de que hablaban ya que se habían alejado un poco. En cuanto terminaron Tomioka se acercó a mi de nuevo.
—Perdón ______, tengo que atender algo. Te veo más al rato, ¿Okey?
Y así como el chico vino, ambos se fueron caminando hacia la dirección contraria.
Di otra vuelta a la escuela, pero me aburrí y decidí en regresar a mi stand. Tal vez alguien quería ayuda.
—Volví. —Miré quién estaba sentada en la mesa, era mi amiga, Aki. —Holaa.
—______, tremendo galán que te agarraste.
—¿Pero de que hablas Aki?
—Del chico que vino a recogerte del puesto, ¿Quién más? —Los ví saliendo juntos de aquí.
—El chico que dices es el presidente estudiantil. —Alguien se asomó detrás de nosotras, era el líder, Daniel.
—¡DEL PRESIDENT-! —Tapé su boca con mi mano para que se callara.
—¡Aki! Shhhhh, por favor, habla más bajo. Van a pensar otra cosa.
—Quien lo diría. Viniendo de ti es raro.—¿Ubicas que él es mayor que tú por más de 2 años? Te gustan mayores.
—Año y tres cuartos, bueno, casi dos años. Y además no es lo que piensas. S-solo somos amigos..
—"Sili simis imigis", amiga, eso ni tu te la crees. No eres Adrien Agreste.
—Si si, pero...
—Pero nada, apuesto que hay algo entre ustedes y tú no te das cuenta. No te culpo, este tipo es muy lind-..
—Aki, deja de decir tantas tonterías. Mejor vámonos que veo que tienes mucho tiempo libre.
Enseguida, el chico agarró por la espalda a Aki y ambos se fueron alejando de mí.
—¡A mí nadie me engaña! ¡Oíste ______!—Oía a lo lejos la voz de mi amiga.
En cuanto se fueron, mis nervios salieron a flote.
—Dios mío, que voy a hacer con ella. ¿Tan obvia soy?
No pude evitar morirme de vergüenza.
El día fue divertido. Sin querer me la pasé muy bien por todo lo que ocurrió hoy.
...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top