Cultivos

Día 11

(Pov. _____)

Estos días, tanto Tomioka como yo no hemos tenido tanto tiempo para jugar.

Más bien él era quien no podía, pero justo hoy me dijo que jugáramos un rato.

Pensaba en decirle que hiciéramos algo sencillo en nuestro mundo, hasta que escuché su voz en Discord.

—Hola _____.—Al momento de oír su saludo, sonreí a la pantalla.

Por algún motivo, me ponía felíz escucharlo hablar.

—Lamento no poder estar jugando tan seguido, tengo deberes...de presidente.

Después de un rato, nos unimos a "Mysteryland". Aparecimos en la casa.

—Hoy podemos hacer 2 cosas, 3 mejor dicho.—Hablé mirando el cielo, ya que no había techo, pero al menos no lloviendo.

—¿?

—Arreglamos ese mugre techo y pondremos cultivos.—Saltaba de un lado a otro, viendo por dónde podía plantar.—Si nos da tiempo hasta podemos conseguir atrapar algun animal.

—Cierto.

—Pero tu haces lo primero, a mí me da flojera

—¿Y si me ataca un mod? :c

—Tomioka, es de día.

—a, vale.

En 3 pestañeos, se fue a la aldea a buscar la madera que olvidó. Yo me quedé haciendo una aza (de piedra, ni de chiste me hago una de hierro) y comencé a arar la tierra.

—Veamos, odio que los cultivos queden disparejos. Hay que ponerles agua.

—Y luego soy yo el perfeccionista.

—Es que se ven feitos, hay que ser aesthetics B)

—¿Qué es aesthetic?—Me quedé pensando un rato en qué responderle.

—Eh no sé, solo lo dicen por ahí. ¿Algo así como estética?

Busqué entre los cofres semillas que ya teníamos. Había semillas de trigo, papas, zanahorias y remolachas.

Plantaría todas, bueno, menos la remolacha. Quemen esa cosa.

Ví a lo lejos al muñeco de Tomioka corriendo hacia mí, con la madera en la mano. Salí de la casa y terminé de poner las semillas en su lugar.

Estaba quedando muy bonito, todavía le faltaba decoración, pero eso sería después.

—Ya terminé, que bella casa. Hogar Dulce hogar.

—Sonaste como un señor que llega a su casa después de trabajar para ver a sus hijos.

—Tengo un gato que lo quiero como un hijo, ¿Cuenta?

—Yo creo.

Miré a lo lejos un camello de un aldeano ambulante y en seguida pensé en una cosa: Cuerdas gratis.

—Voy a matarlo.

—¿A dónde vas?

—Por correas, dame un minuto.

Corrí hacia el aldeano, pero no lo veía.

—Pero que menso está el aldeano.

—¿Qué le pasó?

—Se cayó en un hoyo. Mira, igual que tú.—Reí al recordar la caída de Tomioka.

—Ja Ja Ja, MUY CHISTOSO >:(

¿Tomioka usando sarcasmo? Eso no se ve todos los días.

Recogí las cuerdas que se habían soltado, el pobre aldeano seguía atorado ahí abajo. Ni modos, eso le pasa por estafador.

—Me quedaré con sus correas, bai bai.

—¿Y los camellos?

—Nah, esos que. Mejor vamos a buscar otra cosa, por ejemplo una oveja. Serían útiles.

—Creo haber visto unas en la aldea cuando fuí.

—Vamo-...—Antes de terminar mi frase, escuché la voz de mi mamá llamándome para algo.—VOOOOY MA.

—¿Tienes que irte?

—No tranquilo, espérame tantito. De mientras busca la oveja que dijiste.—Le lancé las cuerdas y me quité los audífonos.

Me levanté de mala gana a ver qué quería mi mamá. La quiero, pero mi flojera me gana.

—¿Qué pasó mami?—Asomé la cabeza a su habitación, estaba buscando algo entre las almohadas.

—¿No tienes el control remoto de la tele?

—Nop, no lo estoy usando.—Miré en su cama. No había nada.

—Buscalo porfa.

Tardé un rato ayudando a buscar hasta que ella misma lo encontró.

—Olvidalo, ya lo encontré, estaba en mi cajón, ya gracias.

—Si, ntp.— (Gritos internos xd)

—¿Por cierto hija, que haces?

—Jugando con un...amigo

—¿Tus amigos de internet?—Negué con la cabeza.

—Un chico, va en mi escuela.

—¡Que emoción, al fin tienes amigos!—Me pegué en la frente.

—Mamá, si tengo amigos. Pocos, pero tengo.

—Bueno bueno, entonces no te molesto más. Sigue jugando con él. Un día me lo vas a presentar.

Rodeé los ojos con diversión. Mi mamá a veces me da risa.

Regresé a mi cuarto, con la duda si Tomioka seguía estando ahí.

Con suerte, aún estaba.

—¿Tomioka?

—¿Si?

—¡Ah! Ahí sigues.

—Si si, y conseguí una oveja. Bueno, eran 2 pero una se me escapó. Mírala. Hasta tiene colorcito :D

—Tomioka, ¿por qué pintaste la oveja de rosa?

—Es que se ve aesthetic como me dijiste. Pero yo no la pinté.

—¿Cómo?

—La encontré así nada más, se veía bonita y la amarré.

—QUE.

Ni lleva 1 mes jugando y ya encontró la oveja rosa.

Esa suerte yo no la tengo.

—Tomi, ¡esa oveja es muy rara! No la pierdas, dale de comer. Si tuviera una etiqueta...

—Me recuerda a ti.

—¿Te recuerdo a una oveja?—Alcé mi ceja mientras miraba como alimentaba a la oveja.—¡Oye! >:(

—Pero es linda.

Por un momento me sonrojé ante su comentario. Pero estamos hablando de Tomioka, y obvio que no se refería a lo que creía.

—Y muy rara, como tú.

—¡No soy rara!

—Lo que tú digas. Pero si esa oveja tuviera un nombre, en definitiva sería como el tuyo.

—Como digas.—Corrí a casa para hacer unas vallas y un corral.—Metela adentro.

—¿Qué cosa?

—La oveja, bobo. Ni modos que tú.

Atrapamos a la oveja.

Seguimos jugando otro rato hasta que Tomioka se tuvo que ir y opté por irme a dormir porque mañana había clases.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top