Día 4

Después de nuestras aburridas clases volvimos a jugar Minecraft, pero esta vez sí pusimos una cama. No quiero volver a cruzar todo el maldito océano para regresar a la casita.

—Tomioka, ¿de que color quieres tu cama?

—Azul.

Naturalmente, me lo esperaba. Es su color favorito y por mucho.

Literal, no hay que ser tan genio para saberlo, es tan obvio que siempre lleva algo puesto de ese color.

Hasta creo que su calzón es de color Azul, no tengo pruebas pero tampoco dudas. (No, no lo he estado espiando, ¿okey?)

—Bien bien, iré a buscar el tinte del color. Quédate aquí y no te muevas.

—Si señora.

Salí de la casa de madera con mi hacha y unos cuantos suministros, buscando un "Aciano" entre las flores.

—No hay por aquí, deja busco por otra parte.

Y sin darme cuenta me alejé mucho.

—Ey, ______.

—¿Si dime?

—¿Cuánto crees tardar?

—No lo sé, estoy algo lejos del punto, ¿por qué? ¿Pasa algo?

—Hay un zombie en la casa.

—Mátalo. Ahí está la espada en el cofre.

—No puedo, ellos están adentro y yo estoy afuera.

¿Qué? ¿Un zombie?

—¿Cómo adentro?—Arqueo la ceja, como si este ser vivo me pudiera ver.

—Olvidé cerrar la puerta.

300 de Iq.

Y luego es de los alumnos más inteligentes del instituto. Imagínense.

Además, ¿Cómo se metieron a la casa? Si se queman con el sol, lol.

—Ah...—Suspiré inconscientemente.

—Tenme paciencia, plis.

—Si pero no te pases de lanza. Ya vuelvo.

Corrí en dirección opuesta a dónde iba. No tardé mucho en llegar a la casa pero me gasté la poca comida que tenía.

—¿Dónde están los zombies?—Busqué con mi arma alrededor de la casa, pero no vi nada.

—Oh, ¡Por fin los saqué! Al parecer el sol no los había quemado y cuando los saqué se hicieron humo.

—...

Me hizo regresar, SOLO PARA ESO.

—¿Es neta?

—¡Perdón! Pensé que no los podía sacar yo solo :(—Expresó con un ligero puchero.

Por más que intente enojarme con él, siempre que utiliza ese tono de voz es imposible.

Además él es él, ta chiquito.

—Está bieeeen, a la otra inténtalo antes de hacerme regresar a lo menso.

—Si si.

Una vez que me aseguré que no había peligro cerca como otro Creeper, volví a dónde había ido a buscar flores en un inicio.

—_____.

—Maaande

—¿Cuál es tu color favorito?

Esa pregunta me confundió un poco.

Normalidad soy yo la que pregunta por las preferencias del otro.

Lo digo ya que con suerte Tomioka hace temas de conversación.

—No tengo color favorito, cualquiera me gusta como ______ (inserta tu color favorito).

—Esta bien.

Eso fue extraño.

Meh, da igual.

—¡Ya encontré tu flor! Voy y regreso.

Salté como alma que le persigue el diablo para llegar rapidísimo a la casa.

Estaba lejísima y ya estaba oscureciendo.

—¡Asegúrate de cerrar bien la puerta está vez!

Una vez ví la luz de camino me calmé un poco.

Es que a veces da miedito perderse y tener que dejar tus cosas x'd

—¡Ya estoy!—Abrí la puerta de la casa y la cerré antes de que algo se metiera.—Te tengo una sorpresaaa :D

—Yo igual.

El fin del mundo se acerca.

—Mira, aquí está tu flor.—Le mostré la flor que tenía en el inventario.—Solo deja ocupo tu cama y listo, ya estará del color que te gusta.

—Gracias, de paso te doy esto.

Agarré lo que había tirado y lo busqué en mi inventario.

Era mi cama tintada de _______ (inserta tu color favorito).

—Awwwwww, gracias por ponerle tinte. Ya veo porque preguntabas cuál era mi color favorito.

—Lo hice porque me sentí algo mal por hacerte perder el tiempo.

—Ntp, estas aprendiendo. Yo igual debo disculparme por tratarte mal a veces.

Me agaché/paré en signo de amor y paz mientras me reía un poco.

Definitivamente nuestra amistad estaba comenzando a crecer.