trois.

JinWoo se encontraba impaciente con el celular en la mano, escuchando los tonos de la llamada sin ser contestada. Paseaba su peso de una pierna a otra, deseando, anhelando que su mamá le respondiera y aceptara quedarse con aquel gato. Las posibilidades de ello eran bajas, pero no perdía nada con intentarlo.

Buzón de voz; la llamada se cobrará a partir de los siguientes- —y JinWoo colgó, apagando su teléfono con resignación y soltando un suspiro.

Esto era raro, su madre siempre le respondía. Quién sabe, a lo mejor y ya estaba durmiendo.

Se dio media vuelta, encontrándose con Gato –porque no le iba a poner un nombre a un animal que devolvería mañana– demasiado entretenido observando todo desde arriba del televisor. JinWoo no se preocupó sobre si podría caer o no de ahí, de todos modos los gatos aterrizaban de pie. Dejó su celular sobre una pequeña mesita color chocolate para luego encaminarse a la cocina.

Los gatos toman leche, ¿no?

Abrió su casi vacío refrigerador y de ahí sacó una botella de un litro de leche, tomó un plato lo suficientemente hondo como para que pudiera tomar de él y lo puso sobre la barra de granito. Sirvió el líquido con cuidado de no salpicar y tener que limpiar todo después; ya había tenido un día detestable para luego tener que lidiar con eso. Tomó el plato con ambas manos y comenzó a caminar hacia donde vio a Gato por última vez, pero oh sorpresa, ya no estaba sobre la TV.

Park dejó escapar un bufido, tratando de controlar sus ganas de romper la pared de alguna patada que habrá aprendido viendo Karate Kid. Se puso de rodillas y dejó la leche en el suelo con cuidado, para luego observar a su alrededor.

—Gato, ven —habló sin muchas ganas, haciendo ruiditos sutiles con la boca para atraerlo —. ¿Quieres leche? Te traje un poco.

Un agudo «miau» hizo que girara su cabeza de inmediato. Aquel minino al parecer creyó que era una fantástica idea meterse a jugar con la tierra dentro de una maceta.

—Hace dos segundos estabas en la tele, dios —se quejó en voz alta, seguidamente se levantó y fue a por el animal. Lo observó por unos segundos, su húmedo pelaje (gracias a la lluvia que tomaba lugar afuera y que aún no secaba del todo) estaba cubierto de tierra. Desagradable —. Iugh, no te quiero tocar.

Pero aún así, tuvo que agarrarlo si no quería que hiciera más desastres. Estiraba sus brazos lo más posible para mantener lejos a Gato y caminaba hacia el lavabo. Lo puso en el hueco del fregadero y abrió la llave subiendo el nivel del agua poco a poco, tampoco quería asustarle y que saliera brincando por toda la casa manchando todo a su paso. Aún así, a pesar de la mala fama que los gatos tenían con el agua, este se mostró muy calmado. JinWoo agradecía a todos los dioses por ello.

Al terminar, agarró una pequeña toalla y secó su pelaje. Gato ni decía ni miau. Cuando todo el trabajo estuvo hecho, Park volvió a cargar al animal de la misma forma de antes para dejarlo justo frente al plato con leche.

—Toma todo lo que quieras, mientras más tardes mejor. ¿Okey? Gracias.

Y el pensó que después de eso podría relajarse un poco, de verdad lo creyó, pero su celular sonando en la mesa no hizo más que arrancarle un bufido. Caminó dando pisotones hacia él y lo agarró bruscamente. La pantalla le indicaba que MinHyuk –o "Idiota", como lo tenía agendado– le estaba llamando.

Bueno, eso no era tan malo.

—¿Hola? —preguntó al coger la llamada.

—Ayo, ¿qué cuentas ahora? —le respondió su hermano, y JinWoo podía perfectamente imaginarlo a él recostado sobre su cama deshecha y con su ropa de ejercicio mientras hablaba con él —. ¿Ya tienes novia? Hace tres días que no hablamos, algo nuevo tiene que haber.

—Pues... ahora tengo un gato —JinWoo sonó cansado —. Temporalmente.

—¿Desde cuándo te gustan los animales?

—Desde nunca —Park se sentó en un sofá de la sala —. Es solo que estaba lloviendo y me dio pena, lo cuidaré esta noche y mañana lo llevaré a un refugio.

—Ya veo.

MinHyuk comenzó a contar detalles de su vida y JinWoo asentía. Sus ojos bajaron hasta el plato de leche y a Gato.

Esperen, ¿y Gato?

JinWoo rodó los ojos; este animal otra vez se había fugado. Se puso de pie y sujetó su celular con firmeza.

—... y entonces se agarró de la cortina y ¡fush! la rompió cuando se cayó al suelo y la mamá de-

—Espera, espera —JinWoo tuvo que interrumpir a su hermano —. Gato se perdió, ¿te parece si te marco luego? Ya estoy harto de él.

—Oh, claro, adiós.

MinHyuk ni siquiera pareció vacilar a la hora de colgar y JinWoo se extrañó, él normalmente hubiera insistido en que se quedara un rato más. ¿Por qué todos estaban tan raros hoy? Daba miedo.

El sonido de algo cayendo al suelo hizo que brincara del susto, para luego salir disparado hasta la cocina: lugar de procedencia de aquel ruido.

—¡Gato, te voy a- —su frase quedó vilmente a medias, ya que en vez de encontrarse a un gato haciendo desastres lo único que vio fue a un chico haciendo desastres.

Lo mismo pero más... extraño.

—Oh, hola —el chico (desnudo, cabe destacar) se dio cuenta de la presencia de Park, volteándose a verlo con una sonrisita —. ¿Si sabes que la leche le hace daño a los gatos, no?






cortito pero bonito ahr.
haré drama con la mamá cjau.

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