El estruendo de una puerta llamó la atencion de todos aquellos quienes rodeaban a la pobre organizacion y FBI en busca de respuestas,haciendo que todos dirigieran apurados sus miradas hacia el lugar del estruendo.

Vieron al filipino y a su prometido entar y camminar por los pasillos,la diferencia con la anterior vez es que eltacto del alfa no era suabe menos era delicado,era un fuerte apreton en el brazo del omega,la cara del menor estaba humedecida por las lagrimas,su ropa estaba desrodenada siendo una señal de forcejeo,sus cabellos desordenados una pista de que estos habian sido jalados con fuerza,y aun peor,eran los moretones en el rostro del ser angelical siendo evidente el uso de violencia

En seguida el canadiense fue el primero en reaccionar ¿Y como lo hizo? Pues sencillamente tomando el otro brazo del omega jalándolo hacia su cuerpo pegandolo a su pecho gruñendole al filipino

Canada: ¿¡Qué puta mierda le hiciste?! --Gruñe-- 

Filipinas: --Gruñe-- Sueltalo ahora,Canada 

Era evidente de que lado se podria el resto,de inmediato los contrarios y el resto de alfas se pusieron a delante y a la altura de Canada,poniendo al omega destras de ellos,todos estaban dispuestos a golpear hasta la muerte al filipino por tocar al omega que aunque cruel habia robado sus corazones.

Filipinas: Je...Asi que ¿Lo defernderan? --Rie ordenando su cabello-- Haber,seres estupidos ¿Lo defenderian tanto...Si supieran que algun bastardo ya se la metio? --Dice desafiante-- Y no,no fui yo --Rie suavemente-- Esta puta lo hizo antes con alguien más ¡OH! Y...Como cereza del pastel,esta perra es esteril 

Las lagrimas deslizaban por las mejillas del pobre peruano quien sentia que colapsaria en cualquier momento,pero no era el unico,aparentemente el filipino queria ya llorar por la frustracion.Su libro no decia nada de eso.No se lo esperaba de hecho

Filipinas: Asi que diganme --Dijo apretando sus puños-- Quien mierda fue el bastardo que toco lo que me pertenece,voy a matar al hijo de puta,juro que voy a torturarlo y arrancarle los ojos y las manos por ver y tocar lo que es mio