8- El Barrio Holms

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BAIA BAIA CUANTO TIEMPO siento todo este tiempo de espera, con este capítulo espero seguir poco a poco la novela y no dejarla tan drasticamente. 50 votitos y sigo♡
(Mañana igualmente subire aunque no lleguemos, PUAJAJA paren el bullying con lo de "ya paso mañana) sorryyyy
Pa q me perdonde (toh naca por diossss) les dejo un rato a mis babys


Y otra de regalo:

Mierda sus besos son adictivos. Mejor dicho, Dave es una droga.

Una droga la cual en este instante no quería dejar por ninguna cosa. Paró y le miré.

-Mi pelirrosa.- mi corazón dio un brinco y solo pude imaginarme morderle el piercing de su labio. Es lo que hice.

Este se separó de mí y sonrió.- Vaya fiera estas hecha, ¿no?.- me sonrojé y tape mi rostro con mi pelo.- Anda ven aquí..- no pudo terminar la frase ya que se abrió la puerta.- ¡Metete en la cocina!.- acordandome por donde había salido anteriormente Dave me dirigi a la cocina.

Cerré la puerta con suma delicadeza y me senté para escuchar.

-¡Daviii!.- una voz extremadamente dulce se coló por mis oidos.

-Dios tu no.- se escucharon pasos.- ¡¿Quien cojones te ha dado la llave?!.

-Tu hermanito me ha dejado las suyas, ¿no es majo?.- la risa de la chica me produjo asco.

-Muy bien, ahora vete Aby.

-No, no, no, tu hermano me debe algo.- Dave suspiro.- ¿Cuánto?.- alce una ceja.

Sentia que no debía escuchar esto pero igualmente lo hice.

-Dos bolsitas cariño.- más pisadas.

Me acerqué a la puerta de la cocina y la abrí un poco. Vi todo el salón. En el había una chica huesuda con cabello negro y una ojeras de no haber dormido en semanas o incluso meses. (Aunque era casi imposible).

Dave se metía a un cuarto y de el salía con dos bolsitas con un polvo blanco.

Tapé mi boca del asombro.

La chica le entregaba un fajo de billetes. Dave solo rodó los ojos y se despidió de ella.

En ese momento salí de mi escondite.

-Bueno por donde estábamos.- intentó acercarse.

-No me toques.- lo intentó de nuevo pero esta vez lo empuje

-¿Qué pasa?.

-¡Eres un camello!.- Rodó los ojos y se tapo la cara.- ¡Me he enrollado con un camello!.

-Harmony, no lo soy, solo son trabajos que algunas veces.- negué con la cabeza.

-Seguro y eres como ella, una drogadicta.- negó con la cabeza.

-Dejame explicarte Har.- salí de su piso.

Nada más salir del edificio me di cuenta que estaba en la otra punta de la ciudad, con un pijama cantoso y sin móvil ni dinero.

Perfecto.

Después de unos minutos pidiendo ayuda a cada ser humano que me encontraba llegué a el barrio mas problematico de la ciudad.

Los rumores dicen que es un sitio de bandas y con varias peleas al dia.

Intranquila empecé a caminar más rápido.
No me di cuenta de que golpee sin querer a una señora que iba con un carrito de compra.

-Lo siento.- susurré.

La señora estaba acompañada por un chico joven con muchos tatuajes. Uno me llamo la atencion un “05” estaba tatuada en su cuello.

Este gruñó al verme.- Ten mas cuidado niña.

-lo siento no me habia fijado..- bien, este era mi final. Adios vida.

-¡Ni lo sientos ni leches!.- la señora se paró y le dio un golpe al chico en el cuello.- ¡Jefesita!.

-¡Kevin no seas asi de idiota!.- me vio.- Niña, ¿te has perdido?.- asentí avergonzada. Sonrió.- ¿Tienes dinero.- negué.- Toma.- sacó de su bolso cinco dólares.

-No, no señora no tiene porque darmelos.- aunque en mi interior sonaban trompetas de felicidad.

-Llamame Mama Bea.- cogió mi mano.- Insisto.

-G-Gracias- aun no me creía de verdad la generosidad de esta señora.- No se como pagarlo.

-Claro, porque no tienes dinero.- fulmine con los ojos al chico.

-¡Mijo no sea pendejo!.- le pegó de nuevo.- Yo se como podrías, hoy por la noche el barrio organizan una fiesta y necesitamos un ambiente juvenil podrías invitar a mas persona, queremos dar a conocer nuestro barrio como un sitio familia y no como un sitio de bandas.- solo con ver a Kevin se podía pensar que era un sitio de bandas y drogas. Pero viendo a Mama Bea era todo diferente.

-Claro que si señ...Mama Bea.- sonreí.

Me abrazó y me dio un panfleto con todo lo que iba haber en las fiestas del barrio. Salí de ese barrio tan raro y bonito.

Tarde mas de dos horas para llegar de nuevo a mi barrio. Camine hasta la casa de Tabi. Toqué la puerta y nada más abrirse las puertas alguien me jaló hacia dentro.

-Por la madre de..- una furiosa Tabi me miraba.

-¡¿No estabas con Dave ni con Trevor todos dos te andan buscando y tu vienes dos horas después?!.- nunca la habia visto tan enfadada.

-Tranquilizate Tabi, simplemente no quería saber nada de ellos.-miró el panfleto que llevaba en mi mano.

-¿Y eso?.- me zafe y respire ondo.

-Las fiestas de un barrio.- leyó atentamente el panfleto.

-Del barrio Holms.- me miró y miró el panfleto y así sucesivamente durante dos minutos.- ¿Vas a ir?.

-Por supuesto, se lo prometí a una señor.- tocó mi frente.

-No estas enferma.- separó su mano de mi frente.- Entonces, ¿qué te pasa?.- caminé a su cuarto. Ella me perseguía.

-Como vas a ir al barrio Holms si es uno de los más peligrosos de toda la ciudad.- alce los hombros

-¿Y?.

-Como que “¿y?”, ¡entras ahí y te matan!.- me di la vuelta y sonreí de lado.

-Pues yo acabo de estar en él y no me han matado.- entré a su cuarto.

La pelirroja abrió los ojos.- ¡¿Espera qué?!.- cerré la puerta.- ¡Harmony abre la puerta es mi cuarto!.

-Nop

Estaba decidido iba a ir a las fiesta del Barrio Holms, se lo había prometido Mama Bea y yo siempre cumplo  mis promesas

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