Narra Abi

Volver que difícil era volver después de dias desaparecida sin comunicarme con nadie, volver a la ciudad donde había miles de personas, no como en el campo donde con suerte estaba mi abuelo y algunos de sus trabajadores. Tan solo entrar en Oceanside sentía cómo mi peso se duplicaba.

En el auto solo se escuchaba mis respiros y el sonido del motor. Ya al estar fuera de la casa solté un suspiro, tome mi bolso de la parte trasera y cerré el auto, camine hacia la entrada de la casa y abrí la puerta rápidamente para subir directamente a la habitación de mi hermano.

Abrí rápidamente la puerta de la habitación de mi hermano y allí lo vi, recostado en su cama con su laptop en el regazo, él levantó la mirada y vio cómo entraba a la habitación, rápidamente cerró la laptop y la dejo a un lado en la cama, se levantó, yo corrí y lo abracé, fundiéndome en sus brazos, allí refugiada y protegida, deje que mis lágrimas salieron a montones.

Lloré y lloré, no deje de llorar en minutos, Ben solo estaba en silencio sosteniéndome y acariciando mi cabello, yo ya tenía toda su playera húmeda con mis lágrimas, pero el no se quejó. Sentí como me quedaba sin aire y hilaba cada segundo, ahogándome.

— Tranquila, respira — se separó de mi y tomó mis hombros, mirándome a los ojos — aspira, suspira, sopla las velas tres veces Abi.

Mirándolo a sus profundos ojos azules, inhalé y exhale, tres veces para calmarme, ya tranquilizada me senté en la silla de su escritorio, apoyé mis codos en mis piernas y puse mi cabeza en mis manos.

— Ya, ahora que estás calmada, explícamelo todo — alce mi cabeza y vi cómo se sentaba frente a mi en la cama — todo Abigail.

Solté un suspiro — ya no, no se cómo decir todo lo que pasa en mi mente Ben, es difícil y no me entenderás.

—Soy tu mellizo, hermana — tomo mi mano — siempre te entenderé.

— Yo... Es por un chico.

— Otro idiota más. Es ese tal ¿Joshua?

— Mmmm — mire hacia un lado — si.

— ¿Que pasó con ese tipo?

— Yo, yo creo, mira no es nada concreto, pero es lo que mi mente tiene formulado hasta ahora.

— Si, si, te entiendo, no esta confirmado, tú sacaste tus conclusiones precipitadamente, siempre haces lo mismo.

— Si, es que creo que... — solté un sollozo repentino, sentí como mis ojos se humedecieron más — creo que me metí en una pareja, con la pareja de mi mejor amiga.

— ¿Que? — me miro confundido.

— Es que... — mis lágrimas no se pudieron contener y salieron — el chico el cual estoy enamorada creo que esta enamorado de mi mejor amiga y entre sí, y yo me metí entre ellos.

— Oohhh — Ben me miro fijamente con la cara seria.

— Me siento horrible — lloré desconsoladamente — Liv no se lo merece, yo, la quiero mucho, Ben.

— Oh, Abi — tomó de mi y me abrazo — pero aún no sabes si es verdad.

— Pero es que lo siento en mi corazón, Ben.

— Si, pero ¿Tu hablaste con ellos? — me quede en silencio y lo mire a los ojos, secándome las mejillas — no, no lo has hecho, quizás solo estás confundida, quizás es un mal entendido.

— Pero escuche de sus amigos que se habían besado Ben y que parecían pareja, todo el mundo piensa que se gustan — mire hacia el techo — y yo también.

— Todo tiene una explicación Abi, las cosas se preguntan antes de tomar una perspectiva, que tal vez esté equivocada — me mordí el labio, mientras lo veía con mis ojos nublados — y si tomas una decisión precipitada, es porque fuiste una niña pequeña e inmadura.

— Quizás tienes razón, quizás si fui una tonta y por una tontería, por ignorar a la gente que quiero, los perdí — mis lágrimas salieron fuertemente, Ben se levantó y me abrazo — quizás por ser una inmadura perdí a la persona que amo, perdí a Josh, Ben.

— ¡HEY MAN! —

Narra Olivia

La lagrimas no podían parar de salir de mi, apoye mi mano en la pared mientras que con la otra mano me tapaba mi boca para que mis sollozos no llamaran su atención.

Estaba confirmado, ellos se amaban y yo no podría hacer nada, solo ayudarlos a que sean felices juntos.

Limpie con coraje mis lágrimas y abrí lentamente la puerta frente a mi. Las dos personas que se encontraban abrazadas frente a mi me miraron inmediatamente.

— Hey, Abi, tenemos que hablar.