—¡Hey, ustedes! —exclamó Splendid cuando logró ver a los Ants molestando a Cuddles—.

—¿Qué? —preguntó molesto el hermano mayor de aquel grupo—. Oh, vaya, ¿Splendid quiere hacerse el héroe? —rió junto a su hermano menor—.

—Splendid, eres tan atractivo —dijo la única chica de los Ants—.

—¿Por qué están molestando a todo el que ven? —el peli azul caminó hacia Cuddles y lo ayudó a levantarse del piso—.

—Gracias —murmuró el rubio y se fue corriendo—.

—No entiendo lo que pasa pero por favor, voy a pedirles que se detengan con esta locura —miró a los tres—.

—¿Acaso el niño consentido del director se atreve a amenazarnos? —el mayor tronó sus nudillos y se acercó a él—.

—¡No lo hagas, Anthony! —la chica lo tomó del brazo—.

—Quítate, Ana —la empujó y se liberó de su agarre—. Deja de defender a este niño estúpido.

Cuando se giró hacia el peli azul, recibió un puñetazo directo en su cara. El golpe fue tan fuerte que se impactó con el suelo y posteriormente su cuerpo se levantó unos centímetros para finalmente quedarse inmóvil.
Solo bastó un puñetazo para dejarlo inconsciente.

—Lo lamento —negó molesto el más alto y caminó hacia la chica para ayudarla a ponerse de pie—. Solo pido que dejen de molestar a los demás, no debí excederme.

Splendid salió corriendo de aquel pasillo, muchos habían presenciado como el peli azul había dejado en el suelo al líder de los Ants. La chica observó su mano, sonrió y la abrazó contra su pecho; la había tocado mientras se disculpaba, por supuesto que le haría caso.

El chico pelirrojo que recién había entrado a aquella institución quedó sorprendido al ver cómo el chico más popular les había dado una lección a ese grupo. Le interesaba aún más saber que reacción tendría el peli azul si algo en su vida cambiara.

[•••]

Splendid estaba demasiado nervioso, temblaba, miraba con impaciencia hacia la puerta del aula, hacía aquel movimiento de temblor en su pierna e incluso estaba golpeando el pupitre con sus dedos. ¿Qué debía hacer? Acababa de golpear al líder de los Ants, son muy peligrosos y por eso todos evitaban meterse con ellos.

Una cabellera larga de color azul oscuro llamó la atención del chico, se giró hacia Petunia quien estaba flotando sus manos entre sí; seguro se acababa de aplicar gel antibacterial.
Era una chica bastante delicada debido a que era una obsesionada con la limpieza. Aún así tenía mejor suerte en el amor.

—Buenos días, Splendid —saludó la chica con una sonrisa, solía ser la primera en llegar—.

—Buenos días, Petunia —suspiró el mencionado—.

—Vi lo que hiciste y...

—Agh, no —puso sus brazos sobre el pupitre y ocultó su cara—.

—No, tranquilo, quería darte las gracias.

—¿Qué? —la miró—. ¿Sabes que golpeé al líder?

—Si, ¿qué hay de malo con eso? ¡Les diste una lección!

—Los golpes no son las respuesta.

—Dudo que hayan entendido con palabras —se sentó en el pupitre que estaba a un lado del chico—.

—Ana si me escuchó.

—Cualquier chica te escucha —rió la peli azul—. Todas te aman.

—No todas.

—Bueno, con excepción de las que ya tienen novio... y las que son de tu familia —negó divertida—. ¿No hay alguna que te guste?

—Todas son lindas pero... —hizo una pausa—. Ninguna es mi tipo.

—Splendid, eres muy popular, ¿y no tienes novia? Hay rumores sobre ti.

—¿Rumores? —frunció el ceño confundido—.

—Si —asintió—. Dicen que tal vez eres gay.

—¿Gay? —soltó una carcajada—. No soy gay.

—¿Seguro? Puedes confiar en mi, no le diré a nadie.

—Totalmente seguro —sonrió—.

—Bueno... entonces espero que encuentres una buena novia.

—¿Cómo va tu relación con el maestro de física? —preguntó de repente—.

—¡Cállate! —lo miró molesta con sus mejillas levemente rojizas—. Es demasiado extraño que le digas así y que menciones de nuestra relación —suspiró—. Pero va todo bien.

—Me sorprendí cuando Handy fue anunciado como el nuevo maestro, ¿te gana por cuántos?

—Tres años.

—Tres años... y llevan cuatro juntos, tienes más suerte que yo en el amor.

—Solo debes ser tú mismo con la persona que te gusta, debe aceptarte y deben conocerse para finalmente tomar la decisión de salir —le dio un par de palmaditas en su espalda y posteriormente se puso gel antibacterial—. El amor propio es el primer paso.

—Me amo a mi mismo, creo que ya estoy listo entonces.

—Ese "creo" refleja inseguridad.

—¿Estudiarás para psicóloga?

—Probablemente —ambos rieron—.

El aula comenzó a llenarse de los alumnos que iban entrando con bastante rapidez, detrás de todo el grupo venía el profesor The Mole; maestro de literatura.
Utilizaba lentes oscuros por un problema en sus ojos, le molestaba la luz e incluso lo podía cegar.

—Buenos días, jóvenes —habló el profesor mientras tomaba el libro de su clase y lo abría—. Hoy iniciaremos con una pequeña lectura y después les daré las indicaciones de la actividad que se va a realizar.

[•••]

—Escuché que el nuevo entró en el equipo —habló Cuddles en medio del entrenamiento y cuando el profesor no se encontraba en el gimnasio—. Seguro el profesor fue por él.

—¿Saben algo sobre él? —preguntó Splendid—.

—Escuché que se llama Splendont y viene de una familia rica —respondió Toothy mientras terminaba de estirarse—.

—Si es alguien rico, ¿qué hace aquí?

—No tengo ni la menor idea —el rubio suspiró—. Pero es bastante serio y no ha hablado mucho con nadie de nuestro grupo.

—¿Quieres decir que es antisocial? —Splendid estaba confundido—.

—No tanto así, es algo amargado —se encogió de hombros—.

—¿Terminaron con el entrenamiento? —preguntó el profesor Marmot y todos lo miraron—.

—Si, todo listo —habló Splendid para después dirigir su mirada hacia el nuevo—.

—Bien, todos reúnanse aquí para presentarles a su nuevo compañero —todos asintieron y obedecieron a la indicación—. Él es Splendont, es un buen jugador y espero que todos convivan bien con él —miró al peli azul más alto—. Splendid, quiero que seas tutor de este chico y le hagas un examen físico.

—¿Disculpe? —el mencionado frunció el ceño—.

—Si, quiero saber sus capacidades físicas para poder adaptarlo con los entrenamientos.

—Profesor, ese examen se hace antes de aceptar a los jugadores —hizo una pausa—. Además, nunca han habido tutores, siempre los hace usted.

—Solo es un chico, Splendid, y te pido esto mientras tus compañeros entrenan para el siguiente torneo —suspiró—. Eres el más avanzado, por eso te elegí.

—Está bien —asintió—. Solo quería aclarar el reglamento.

El peli azul le hizo una seña al pelirrojo para que lo siguiera, tomó la tabla en donde estaban los exámenes físicos y caminó hacia el otro extremo de la cancha. Observó con detenimiento los datos y luego levantó la vista hacia el nuevo.

—Bien, necesito tus datos para anotarlos... hmm... ¿cuál es tu nombre?

—Splendont.

—El tuyo termina en ont, curioso —el peli azul rió un poco—. ¿Edad?

—Diecisiete años.

—¿Sabes tu altura?

—Si, 1.76.

—¿Y tu peso?

—Eso no lo sé realmente —suspiró—. ¿Alguna otra pregunta?

—Lo demás lo debe anotar el profesor —miró las pruebas que debía realizar el pelirrojo—. ¿Con qué quieres iniciar? —le mostró la hoja—.

—Este está bien, me ayudará a calentar.

—Bien, entonces tomaré el tiempo.

Parecía que todo iría bien.

✨🌈✨🌈✨🌈✨

Espero que la historia esté siendo de su agrado.

Vuelvo a repetir que, si hay algo que encuentren mal desde un punto de vista social, me disculpen, además, el libro advierte de esto en un principio.

Lindo día.

P.D. Me inventé el nombre de las hormigas porque no sé si tienen uno oficialmente xd