Splendid observaba una parte de la ciudad mientras permanecía sentado en el varal de un puente que se encontraba en un lugar alto, bajo este había un pequeño río que terminaba en ese punto; era una vista hermosa para un lugar peligroso, allí ocurrían muchos accidentes y por ello los autos que pasaban eran casi nulos.

Por esta misma razón, Splendid miró con confusión un auto desconocido que se había estacionado cerca del puente, un escalofrío recorrió su espalda al pensar que alguien le haría daño, pero finalmente dejó de preocuparse cuando recordó que quería tirarse del puente.

—Odio encontrarte en todos lados —dijo Splendont llamando la atención del peli azul—. ¿Pero que mierda haces aquí en un lugar tan solitario?

—¿Y eso te preocupa? —arqueó una ceja—. Quizás tú me sigues a todos lados, déjame en paz.

—No me iré hasta que estés seguro, temo que de un salto puedas tirarte y eso... me haría sentir vacío —murmuró lo último—.

—La vida no es como queremos y siempre tienes que ser mejor para los demás, ¿pero para qué? —miró al pelirrojo—. ¿Para que alguien más llegue y te arrebate todo lo que tienes?

—Hice mal, lo sé, por eso quiero hablar contigo y no quiero que hagas una tontería.

—Como si te importara —suspiró—. Tienes dinero, popularidad y una vida perfecta robada, no te importa si salto o no.

—Ya te dije que me importa.

Rápidamente caminó hacia el chico para apartarlo de ese lugar tan peligroso, comenzó a correr cuando vio en los ojos de Splendid las intensas ganas de lanzarse al vacío una vez que lo vio aproximarse a él. Lo había tomado fuertemente por la espalda para después atraerlo hacia él y caer juntos hacia el concreto del puente; el lugar seguro. Aunque, un leve quejido salió de la boca de Splendont ya que aquella acción había hecho que Splendid golpeara con su trasero cierta parte sensible.

—¿Por qué hiciste eso? —cuestionó Splendid mientras se sentaba a un lado del chico—. Ya no tengo nada que puedas querer.

—De hecho si —respiraba agitadamente por la adrenalina que había sentido—. Pero eso lo hablaré después.

Un par de gotas cayeron sobre ambos chicos, inconscientemente miraron hacia el cielo dándose cuenta de que comenzaba a llover. Se miraron mutuamente en silencio hasta que el pelirrojo habló.

—Ven, vamos a mi auto, podría llevarte a casa.

—Pensé que tu auto era de otro tipo.

—Tengo dos, uno por mi madre y otro por mi padre —suspiró—. Anda, ven.

—De acuerdo —el contrario asintió—.

Se pusieron de pie, caminaron hacia el auto pero Splendont no podía abrir la puerta del conductor ya que sin querer había dejado las llaves conectadas al auto. Suspiró molesto y abrió una de las puertas del lado de atrás para después invitar al peli azul a que entrara. En un par de segundos ambos ya estaban adentro.

—Entramos justo cuando comenzó a llover —comentó Splendont—. Deja me cambio al asiento del conductor para poder irnos.

—Olvídalo, ya que ha comenzado a llover, es peligroso —dijo Splendid—. En este lugar han pasado muchos accidentes, con la lluvia no nos beneficia.

—¿Y quieres estar aquí conmigo hasta que deje de llover?

—Es la única opción —se encogió de hombros—. Además, ¿Qué querías decirme?

—En otro momento —miró hacia otro lado—.

—Estamos en un buen momento, o podrías aclarar mis dudas en cualquier caso.

—¿Cómo qué? —miró al peli azul—.

—Lo que ocurrió en el restaurante, sobre mi puesto, mi popularidad, ¿y para qué querías el periódico escolar?

—Déjame ocultarlo un poco más —dijo en voz alta sin darse cuenta—. Mira, eso es un tema para... —fue interrumpido—.

—¿Ocultar qué?

—¿De qué hablas?

—Dijiste que te dejara ocultarlo más, ¿de qué hablas?

—Aghh, mierda, lo dije en voz alta —suspiró—. Ten, olvida eso —alzó un par de billetes—.

—No me vendo, Splendont.

—Que lástima.

—No soy un objeto ni soy alguien que trabaje para complacer a los demás —se cruzó de brazos—. Ofrecerle dinero a las personas es un insulto.

—A las personas les gusta el dinero.

—Yo prefiero ganarlo por mi cuenta a que alguien quiera comprarme.

—Con que eres difícil, mierda.

—¿Qué? —cuestionó Splendid confundido y sin querer su mirada bajó cuando vio a Splendont moverse un poco incómodo en su lugar—. ¿Pero qué te pasa?

—¿De qué? —miró al contrario dándose cuenta de que miraba hacia un lugar en específico, entonces puso su brazo para ocultar algo muy notorio—.

—Oye, ¿por qué se te ha...? —fue interrumpido—.

—En primer lugar, ¿qué haces mirando allí? —preguntó Splendont un poco molesto—.

—Te moviste extraño y mis ojos se fueron hacia allá —miró hacia otro lado bastante avergonzado—. Oye, perdona, sé que esto debe ser horrible para ti.

—Es tu culpa, maldito bastardo.

—¿Por qué mi culpa? —lo miró confundido—.

—Maldita sea, Splendid, ya no puedo ocultar esto, ¡me gustas y estoy así por ti! —exclamó—. Todos estos días has estado en mi maldita cabeza.

—¿Q-Qué? —las palabras no podían salir con facilidad de su boca—. P-Pero tú... tú eres... t-tú eres homofóbico.

—Comenzaste a gustarme después de lo que pasó, ha sido imposible no sentir algo al verte e incluso... yo... —bajó la mirada un poco sonrojado—. Pensé tanto en ti que, bueno, ya sabes.

—¿P-Pero por qué?

—No lo sé, la mayoría de tus amigos sabe de esto y me han dicho que estoy obsesionado —miró a Splendid—. Dicen que tengo curiosidad, así que quería pedirte que me dejaras hacerlo una vez contigo para poder superar todo esto, y si quieres puedo darte algo o pagarte.

—¿Tú quieres hacerlo conmigo...? —el peli azul estaba confundido—. ¿No es otro de tus trucos?

—No, incluso mi madre sabe lo tan mal que me tienes —hizo una pequeña mueca—. No de nuevo.

—No me digas que ya comenzó a dolerte.

—Si —asintió y se movió un poco en su asiento—. Pero tranquilo, debe pasar, puedo soportarlo mientras tanto.

—Splendont —el mencionado lo miró curioso—. Tengo un par de preguntas, puedo ayudarte con tu problema —miró rápidamente hacia el miembro del contrario y luego volvió a mirarlo a los ojos—. Solo debes responderme.

—No me siento listo aún, otro día.

—La lluvia sigue con fuerza, dudo que puedas aguantar tanto.

—Cállate de una vez, Splendid —trataba de ignorar esa molestia—. Solo deja de hablarme y así podré hacer que no estas aquí, podré calmarme así.

Ambos chicos se sobresaltaron cuando el teléfono de Splendid comenzó a sonar, el chico sacó el teléfono de su bolsillo para después ver el nombre de su hermana en la pantalla. Respondió después de unos segundos.

—Hola, Flaky —habló Splendid con una sonrisa—.

—Splendid, ¿dónde estás? Estuve llamando al timbre y no abriste, ¿estás bien? —preguntó Flaky del otro lado de la línea—.

—Si, estoy bien, salí a caminar un poco, me estoy refugiando de la lluvia en una tienda —mintió—. ¿Necesitabas algo?

—No, solo estaba preocupada por ti —hizo una pausa—. Prometí no decir esto pero eres mi hermano... Splendont vino a mi casa para tener información sobre ti.

La lluvia no pararía por un largo rato.

✨🌈✨🌈✨🌈✨

Al fin podré actualizar, lamento hacerles esperar ✨

Por cierto, tengo servidor de discord, por si les interesa socializar jsjsjsjs <3
Además, allí habrán noticias sobre las actualizaciones

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