01;; In the woods, under the cherry blossoms pt.1

Chūya miraba al techo de la Biblioteca de Alchemist, perdido en sus pensamientos, de los cuales, una mitad iban destinados a insultos hacia Ango por no llamarle a su libro corrompido, y la otra mitad a los acontecimientos de aquella mañana.

*

En primer lugar, Dazai, el nuevo escritor, había intentado salir, al igual que él u otros escritores antes que él. Aquello había tenido gracia, pensó Chūya, puesto que Dazai era tan inocentón que se creyó la mentira de que aquel lugar tenía salida.

Sin embargo, cuando el pelirrojo se dio cuenta de la mentira, no tardó en decir que se tiraría por la barandilla para morirse, lo que sorprendió tanto a Shimazaki como a Shusei. Sin embargo, aquello divirtió a Chūya, quien aclaró a ambos:

—El muy tonto intentó matarse anteriormente, no puedes esperar nada serio de él. Lo intentó incluso con mujeres.

A decir verdad, decir en voz alta aquello molestó de alguna manera al propio Chūya, aunque la reacción de Dazai valió aquel pequeño malestar momentáneo. Y también lo valió la caída del pelirrojo de la barandilla de las escaleras a causa de su vaso de sake.

Sin embargo, las protestas de Dazai al final valieron que tuviera que admitir que él también tuvo que escapar, y que al igual que él, también cayó.

—¿Tú también te caíste entonces, Chūya?—preguntó Dazai, sorprendido.

—Sí. Tú y yo somos amigos rotos, chico flor de melocotón—respondió el rubio, acercando su rostro al contrario, causándole un escalofrío a éste.

—Me he estado preguntando... ¿Qué es eso de "chico flor de melocotón"? Cada vez que hablas de Dazai, lo llamas así—dijo de pronto Shusei, causando que Dazai y Chūya se giraran a mirarlo.

—¿"Cada vez"?—repitió Dazai antes de mirar a Chūya.

—Se ve así, pero en realidad le encantan las flores de los melocotoneros—Chūya ignoró al pelirrojo, pasando a responder la pregunta de Shusei.

—¿Es por algo de vuestra vida anterior?—añadió Shusei.

Chūya miró a Dazai, quien ahora miraba con atención al gato director que se dirigía a ellos. Sin embargo, el rubio ladeó la cabeza, recordando unas palabras. "Flores de guisantes y melocotones. Son pequeñas, por eso me gustan".

Salió de sus pensamientos completamente cuando el gato director habló, pero prestó totalmente atención en cuanto escuchó llegar a Akutagawa, quien había estado durmiendo hasta tarde.

Hizo una mueca cuando Dazai alabó las palabras del escritor sobre la "nueva definición de la palabra mañana". De verdad, ¿era posible ser más tonto?

—Es sólo una excusa para dormir hasta tarde—le dijo, recibiendo una furibunda mirada del pelirrojo.

Chūya chasqueó la lengua antes de mirar hacia otro lado, sintiéndose rechazado. Pues ya no pensaba ayudarle más, mira tú por dónde. A él nadie le mira furibundo.

*

Después de aquello, los recuerdos de Chūya pasaron al momento en el que estaba en la enfermería, junto a Akutagawa, Dazai, el gato director y Shusei. Los cinco miraban el rostro crispado de Sakunosuke Oda, más conocido como Oda u Odasaku, quien había intentado luchar contra un Corruptor que había corrompido el libro de Ango Sakaguchi "En el bosque, bajo los cerezos en flor".

—¿Por qué hicisteis que Odasaku se adentrara en ese libro si era peligroso?—protestó Dazai, quien parecía ser el más afectado por lo ocurrido al escritor perteneciente al Buraiha.

—¡No queríamos, maldición! No somos nosotros quienes eligen el adentrarnos en el libro—contestó el rubio, molesto.

Chūya estaba molesto porque Ango, con quien tenía cierta cercanía, no lo había llamado a su libro. El rubio estaba seguro que, de haber sido así, hubiera podido vencer al Corruptor. Sin embargo, no había sido llamado, por lo que tuvo que quejarse, con los brazos cruzados.

—Estúpido Ango—susurró mientras daba media vuelta para no tener que ver el rostro enfadado de Dazai o el de sufrimiento de Oda.

El poeta se llevó uno de sus dedos pulgares a los labios, mordiendo la uña con rabia. No se podía decir que fuera tan cercano a Odasaku como lo eran los del Buraiha, pero sí era los suficientemente cercano como para preocuparse por él en gran medida.

—¡Yo iré con Akutagawa-sensei!—la voz de Dazai llamó la atención de Chūya, que giró su cabeza para mirar a su compañero. ¿De verdad acababa de decir que quería meterse en el libro en el que su amigo había intentado sumergirse y que por ello estaba como estaba?

Chasqueó la lengua, en desacuerdo con la idea. Dazai no estaba capacitado para entrar. Era novato, apenas conocía el sistema de la Biblioteca, no conocía sobre el peligro de los Corruptores, no sabía cómo defenderse de ellos, no... No, definitivamente no podía ir.

Sin embargo, se sorprendió al ver que al resto le parecía bien que Dazai entrara, lo que lo desconcertó.

—¿De verdad vas a meterte en el libro? No estás preparado—preguntó, llamando la atención de Dazai.

—Sí. Ango es mi amigo, y Oda intentó ayudarlo anteriormente. Lo debo hacer por los dos—respondió el pelirrojo.

Chūya chasqueó de nuevo al ver la determinación en los ojos del autor. Estaba bien. Si Dazai quería una misión suicida, que fuera.

—Está bien, vete entonces. Pero luego no te quejes si sales herido, si no puedes salvar a Ango o ambas cosas.

El rubio miró una última vez a Dazai antes de fruncir el ceño y salir de la enfermería, con las manos en los bolsillos.

—Tened cuidado—susurró antes de salir completamente de la sala.

*

—¡Eh, Nakahara!—la voz de Shusei sacó al poeta de sus pensamientos—. ¡Odasaku está despierto!

Chūya abrió los ojos como platos antes de bajar las piernas de la mesa frente a la que estaba sentado, ponerse de pie y correr en dirección a buscar al miembro del Buraiha.

...

Ya era hora de que actualizara, ¿cierto?

Tened otro capítulo de esta historia en lo que me las apaño para escribir el resto ╰(*'︶'*)╯♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top