Capitulo 9
Los menores junto con Abril corrieron de regreso a las alcantarillas, odiaban tener que seguir ocultándole todo lo que pasaba a Splinter, consideraron informarle toda la situación pero lo conocían a la perfección y sabían que sin dudarlo actuaría y lo último que ellos querían era que su maestro estuviera entre las garras de Destructor, por lo cual tuvieron que idear su propio plan.
-¡Vamos! ¡rápido!- los apuró el científico desde la puerta del tortu-movil
Abril y Mikey entraron rápidamente y se sentaron en sus respectivos lugares a esperar indicaciones.
-Bien... La verdad es que esto de planificar no es lo mío, no tengo nada en mente más que salir y buscar a Leo, los robo-pies no nos alcanzarán en esto- dijo refiéndose al vehículo
-Lo harán con sus moto-pies- dijo Mikey antes de que su hermano proseguiera
-¿Moto-pies?- preguntó mirándolo con rareza pero al darse cuenta de que el pecoso diría una tontería decidió seguir- con motos o sin ellas podremos derribarlos, esta belleza tiene el quíntuple de fuerza que ellos tienen
Mikey contó con sus dedos hasta cinco quedándose asombrado, Donnie solo rodó los ojos
-Entonces andando, yo llamaré a Casey- avisó la pelirroja sacando su celular
Donnie tomó el asiento del conductor y puso en marcha el vehículo saliendo de la guarida para dirigirse a la superficie y empezar la búsqueda de su hermano quien no había hecho nada más que correr por cada edificio y azotea en su intento por perder de visita a los robo-pies y por suerte lo logró, pero sabía que no sería por mucho, debía buscar un escondite ya que sería tonto enfrentar tal ejército el solo.
(...)
No muy lejos, la líder de su propio Clan del Pie se movía con sigilo hacia la puerta trasera de la bodega de armas más importante de Destructor y mientras que intentaba forzar la cerradura, su equipo se mantenía oculto entre las sombras esperando la señal.
-Listo- dijo para sí misma cuando logró abrir la puerta y seguidamente formó un puño con su mano cosa que los demás entendieron
Solo Rapha y Shinigami se adentraron a la bodega después de la líder, los soldados se quedaron afuera para vigilar, todo el equipo tenían indicaciones claras.
Rapha sacó sus sais y siguió a las chicas con el mismo sigilo que ellas examinando cada cosa que veía con la mirada.
-Despejado- dijo la pelinegra enderezándose al estar segura de que no había peligro
-¿Despejado? ¿En qué año estás?- Rapha la miró con rareza imitando su acción
-Oye, tú....
-Ya veo porque Leo y tú son tal para cual- la interrumpió- solo que Leo saca sus frases de series estupidas- añadió entre una molesta risa
-Que ¿¡Leo y yo, qué!?- preguntó sin saber como debería tomarse eso
-Chicos- habló la bruja para llamar la atención de ambos
-Ah... Si, perdón- la kunoichi se sintió algo avergonzada, no se estaba comportando como debía- andando
Karai tenía una mochila y de ella sacó los explosivos repartiendo algunos entre Rapha y Shini, posteriormente colocó los que quedaron en cada pared y rincón.
-Bien- los tres volvieron a reunirse en el centro del lugar- hay que salir de aquí, vamos
La pelinegra los dirigió hacia la salida pero se detuvieron metros antes al ver el cuerpo de uno de un soldado ser lanzado con brusquedad dentro de la bodega. Se acercaron un poco y justo en el momento algunos robo-pies rompieron las ventanas y entraron, luego otros por la puerta empezando a rodearlos.
Los tres se pusieron en guardia rápidamente con sus armas en mano.
-Vaya bienvenida- comentó Karai protegiendo la espalda de sus amigos
-¿Conoces una mejor?- Rapha sonrió de lado y ambas chicas le devolvieron la sonrisa para después desatar la pelea
Cada quien estuvo a cargo de los soldados en su lado. El mutante usaba sus habituales movimientos, primero desarmando a los soldados que se acercaban para después hacerlos pedazos con sus sais clavándolas y arrancando partes de ellos. Karai y Shini buscaron la forma más complicada, decidieron no desarmar a los robots para que fuese algo más arriesgado y a la vez entretenido.
Vencerlos no era algo complicado, pero el problema era que no se acababan, parecían infinitos, cada vez entraban más, los tres chicos empezaban a cansarse pero lo más importante era recordar los explosivos que acabarían con el lugar en cualquier momento.
-¡Tenemos que irnos! ¡Esto estallará y no quiero estar aquí cuando eso pase!- exclamó la líder y Rapha y Shini estuvieron de acuerdo
Los tres se dispusieron a abrirse paso entre los robots pero pronto pareció ser un trabajo imposible, los robo-pies empezaban a dominar el combate.
-Agh- se quejó el de rojo cuando fue lanzado lejos no sin antes recibir un golpe en el estómago, uno en la cara y otro bastante potente en el pecho
Karai se alteró y pensó en ayudarlo pero Shinigami se adelantó y saltó de su lugar cayendo a un lado de Raphael para protegerlo.
-¡Karai cuidado!- advirtió Shinigami asustada a la vez que lanzaba golpes con su kusarigama tratando de mantener alejados a los soldados
Fue bastante tarde, la distracción de la líder bastó para que los robo-pies aprovecharan.
Karai alcanzó esquivar una Katana que pudo haberle cortado el cuello, pero no el golpe que atestó con fuerza en su rostro casi haciendo que perdiera el equilibrio.
-¡Salgan de aquí!- no tardó en recuperarse y ordenó volviendo al ataque
-Pero...- Shinigami estaba por protestar
-¡Ahora!- exclamó la kunoichi con fuerza, derribando a unos cuantos con un barrido de piernas
A Shini no le quedó de otra más que obedecer, y en una bomba de humo desapareció llevándose al mutante con ella.
-¡Agh!- todos los robo-pies se amontonaron alrededor de Karai golpeándola y empezando a tomar la delantera pero ella aún daba su mayor esfuerzo
Pronto no pudo resistirlo más y cayó al piso luego de ser empujada.
Los golpes pararon, pero uno de los robots se acercó aplastando la cabeza de la chica contra el piso y otro puso su pie sobre ella torciéndole un brazo hacia la espalda. La furia de Karai empezó a incrementar, sus ojos se tornaron verdes y su piel se llenó de escamas a la par. Con su mano en forma mutante mordió al que sujetaba en su brazo lanzándolo lejos, luego giró hacia adelante pateando al que la tomaba de la cabeza y derribando unos cuantos. Estaba en su forma mutante pero no por completo.
-Vengan por mi, esto les servirá de lección- siseó retándolos poniéndose en pose de batalla
Los robots fueron hacia ella pero sólo recibieron mordidas que acabaron con sus cabezas o cualquier otra parte de ellos. La kunoichi logró deshacerse de los que estaban más cerca y aquello le dio oportunidad para volver a su forma normal y sacar una bomba de humo. Pero antes de hacerlo sintió un extraño presentimiento y su mirada fue hasta la puerta del lugar, Tatsu estaba parado allí observándola detrás de su máscara cosa que despertó la ira en la chica pero aquel no era el mejor momento para la revancha.
-Esto aún no acaba- mascuyó amenazante
Soltó la bomba de humo y desapareció en ella logrando distraer a todos ahí lo suficiente como para poder escapar.
Corrió lo más lejos que pudo empezando a desesperarse, lo que más le preocupaba era la vida de sus amigos, rogaba internamente que estuvieran bien.
Bajó por las primeras escaleras al subterráneo que vio, tenía menos probabilidad de ser encontrada en ese lugar. Miró a su alrededor buscando algo ni siquiera ella sabía que era lo que buscaba, pero en vez de eso, su mirada se detuvo al divisar una figura entre la oscuridad de un rincón del lugar.
-¡Raph!- Estaba dispuesta a ir hacia él pero se detuvo al verlo avanzar dejando que la luz lo iluminara
La luz dio a conocer su verdadera identidad y definitivamente no se trataba del mutante temperamental sino de su líder y hermano mayor.
-¿Leo?- preguntó casi en un susurro, no podía creer que lo estaba viendo después de tanto tiempo
El mencionado tenía mucho que decir y preguntar, especialmente por aquel casco que la chica llevaba puesto ¿sería prueba de su traición? Prefirió guardarse sus palabras, mantenía la esperanza y solo apuró el paso, empezó a correr hacia la pelinegra, ella se quedó estática, no entendía lo que le pasaba o porque la miraba tan serio, se puso alerta cuando este ya estuvo lo suficientemente cerca pero lo que menos esperaba era que le tomara la mano y siguiera corriendo. No le quedó de otra más que seguirle el paso.
-Alto- ordenó pero sus órdenes no servían con el líder de los Hamato- ¡Leo! ¡Alto!- insistió- ¿A dónde vamos?
-Sh- fue lo único que se oyó de su parte
Karai iba a protestar pero ver aquella flecha clavada en el caparazón del mutante hizo que sus palabras desaparecieran.
Llegaron a las alcantarillas y Leo pronto entró a un túnel llevando a Karai casi al fondo de este pero se detuvo hasta donde llegaba un poco de luz con tal de no perderla de vista.
El silencio empezó a invadir el lugar, lo único que podía oírse eran las goteras de las cloacas, el movimiento de camino de agua pasando frente a ellos y la respiración agitada y esforzada del mutante.
Karai tenía su mirada puesta en él, este se agarraba el pecho, se veía bastante mal y no fue hasta ese momento que se percató de las heridas y moretones del mismo.
-Ha pasado tiempo, Leo- decidió hablar- y parece que no tuviste un buen día- su orgullo no le permitió decir nada más
Este levantó la mirada y se quedó en silencio limitándose a observarla, parecía estar hipnotizado por los ojos de la chica y ella por los de él, pero pese a todo ambos mantenían un semblante serio. A Leo le molestaba verla con aquel casco y ella lo sabía pero no pensaba quitárselo. Estuvieron en silencio por unos instantes hasta que Karai volvió a cortar el silencio.
-¿Estuviste llorando?- preguntó refiriéndose a lo rojos que estaban sus ojos
Leo negó levemente con la cabeza.
-No- se atrevió a hablar luego de unos segundos- Solo estoy cansado... Estuve corriendo toda la noche- por primera vez en mucho tiempo la pelinegra pudo volver a escuchar su voz
Sonaba tal y como lo recordaba, incluso tuvo que ocultar su sonrisa ante el de azul por su gran orgullo, no quería que este supiera lo mucho que lo extrañó.
De la nada el mutante tomó el rostro de la pelinegra entre sus manos y empezó a examinarlo con la mirada.
-¿Estás controlada todavía?- abrió sus párpados buscando alguna señal
-Hey ¿Qué haces?- apartó las manos del mismo y lo miró con rareza- no estoy controlada
Leo soltó un suspiro y esbozó una pequeña sonrisa, su seriedad se borró por completo y sin previo avisó se lanzó hacia Karai envolviéndola en cálido un abrazo. La pelinegra quedó muda y perpleja ante tal acto, lo miraba de costado sin poder reaccionar.
-No sabes cuanto te extrañé- ella quería poder decir lo mismo pero tenía un gran nudo en la garganta y un enorme orgullo que la callaba
Él la apretó un poco más pero la kunoichi aún no correspondía. Al cabo de pocos segundos la soltó.
-¿Rapha está contigo?- preguntó volviendo a mirarla
-Estaba- aclaró- tuvimos que separarnos- en ese momento lo recordó- hay que... Date la vuelta- dijo al ver de nuevo el fino astil detrás de la cabeza del líder
Este se giró un poco viendo lo mismo que ella, la flecha seguía clavada en su caparazón, incluso él lo había olvidado.
-Ouh... Eso... No es nada, estoy bien- aseguró manteniendo su sonrisa
-Déjame sacar eso- se acercó a él y tomó el astil empezando a hacer fuerza para lograr que la punta se zafara
-Hey, no es nada grave- insistió
-Sh- él de azul entrecerró los ojos y no tuvo de otra más que dejarse
Después de un par de minutos Karai consiguió retirarla.
-¡Ja! Por fin ¿Estás bien?- esperaba no haberle hecho daño
-Si, tranquila y... Gracias- volvió a sonreír para darle seguridad a sus palabras
-No hay de que, ahora vamos, tenemos que bus...
-¡Karai! ¡Karai!- de la nada se escuchó la voz de Rapha y llevó su mano al comunicador encendiéndola
-¡Rapha! ¿En dónde estás?- preguntó sin más
Leo al principio no entendió lo que pasaba o porque Karai hablaba al aire pero al ver la mano de la chica detrás de su oreja supuso que se trataba de un comunicador.
-Oye, esta vez lo usé para una emergencia real- decía tonterías a pesar de que su voz se escuchara agitada y por el viento golpeando el auricular se sabía que estaba corriendo
-¡Raphael!- reprendió
-¡Ok! ¡Tranquila! Vamos hacia la primera avenida- dijo y Karai creyó que solo se refería a Shini cosa que la tranquilizó un poco más
-Ya vamos para allá
-¿Vamos? ¿Con quién estás?
Karai apagó el comunicador sin decir nada más
-¿Qué te dijo?- preguntó el de azul
-Va hacia la primera avenida, andando- ordenó y ambos salieron corriendo de aquel lugar
~~~~~~~~~~~~~~
Continuará...
¡Heeeeey! ¡Feliz año nuevo a todos! ojalá hayan pasado un hermoso día ayer y espero que les vaya de lo mejor este año ¡los quiero mil!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top