Capítulo 12
Al líder le costó aquella distracción, estuvo por correr hacia su hermano para socorrerlo pero Rocksteady agarró su cabeza y la de su hermano menor y antes de que pudieran reaccionar las juntó bruscamente haciéndolas chocar de tal manera que ambos quedaron en el piso desorientados y con un horrible dolor de cabeza.
Donnie y Abril también habían entrado en pánico. Bepob creyó que era su oportunidad y estuvo por agarrar a la pelirroja por suerte ella saltó hacia atrás al percibirlo con sus poderes pero esto le dio la oportunidad a su oponente de agarrar su lugar al científico.
-Muévete linda y tu novio se muere- amenazó colocando su antebrazo sobre el cuello de Donnie
A pesar de la situación ambos se sonrojaron quedando sin habla.
-Demonios- musitó Casey al lado de la kunoichi y la bruja quienes estaban mirando desde un pequeño escondite- Hora de que Casey Jones salve el día- sacó sus palos de hockey
-Ni se te ocurra Jones- Karai lo amenazó con la mirada antes de que el pelinegro pudiera hacer algo
-¿Qué hacemos Karai?- preguntó Shini mirando a su amiga pero esto solo la cargó aún más de presión
-¡No tienen idea de con quien se meten!- exclamó Garra de Tigre mirando a los cansados ojos del temperamental
-Solo con... Un grupo de... imbéciles- respondió con dificultad el de rojo
-Que esto les sirva de lección- sonrió con maldad y aflojó aún más el agarre pero antes de que lo pudiera soltarlo su atención se desvió por un potente grito
-¡ALTO!- la Kunoichi salió corriendo desesperada en dirección al felino
-¡Quieta niña!- ordenó y Karai no tuvo de otra más que detenerse a unos cuantos metros- un paso más y se muere tu amigo- amenazó
La mirada de Rapahel buscó la de Karai rogándole que no se arriesgara pero ella no estaba dispuesta a dejarlo morir, jamás podría quedarse de brazos cruzados mirando como se deshacían de una de las personas más importantes en su vida.
-No lo hagas- se arrodilló en señal de rendimiento- Haré lo que sea pero no lastimes a ninguno
Garra de Tigre alzó el mentón mirándola con desprecio y autoridad.
-Tira tu arma- ordenó él
Karai desenvainó su tanto y lo lanzó casi a un metro de ella misma, seguidamente bajó la cabeza pero de reojo su mirada se dirigió a Donatello, ambos cruzaron miradas, él la observaba angustiado pero Karai trataba de decirle algo con su leve movimiento de ojos, este no entendió hasta que ella abrió los ojos más de lo normal y solo esto bastó para que él entendiera lo que trataba de indicarle.
-Bien hecho Karai, a Destructor le encantará escuchar esto, no saldrás tan lastimada como hubiera pasado si te resistías, pero aun así tienes deudas que pagar y lo sabes...- mientras el felino hablaba, los Hamato aprovecharon para formar un nuevo plan y le indicaban a los demás con una simple mirada
Donatello a Abril, ella al líder, este al menor y por último, el científico volvió a mirar a la pelinegra dándole así la señal.
Abril en un movimiento rápido lanzó el bo a hacia Donnie.
-¡Oye!- Bepob estuvo por apretar el cuello de Don pero este agarró su bo cuando llegó a sus manos y curveó su cintura hacia un costado para golpear con su arma el estómago de su oponente- ¡Ahg!- este estuvo obligado a doblarse por el dolor y a soltar al científico quien no espero para darte otro golpe que lo hizo acabar en el suelo.
Leonardo y Mikey quienes estaban juntos en el piso, apoyaron sus antebrazos a sus costados y saltaron a la vez dándole una doble patada en el mentón a Rocksteady cada uno empleando ambas piernas. Esto hizo que el rinoceronte perdiera el equilibrio y resbalara sobre el barandal que estaba en los bordes del pasillo y así acabara en el piso más bajo, se había salvado por poco de la caldera de lava.
-Pero ¿que...?- Garra de Tigre se distrajo con aquella situación cosa que cambió por completo su suerte.
Estuvo por reaccionar contra Karai pero ella había aprovechado su distracción para lanzarse volviendo a agarrar su tanto y seguidamente giró en el suelo sacando la parte contraria de su vaina para lanzar polvos cegadores contra el felino. Raphael lo veía venir así que aguantó la respiración y cerró los ojos con fuerza.
-¡Ahg! ¡Niña impertinente!- tanto era la molestia de los polvos que no le quedó de otra más que soltar al temperamental para restregarse los ojos.
Karai al instante saltó y se lanzó para atraparlo pero solo alcanzó a rosar sus dedos con los de él cosa la alteró, casi en cámara lenta pudo ver la preocupación y miedo en el rostro de él. Ambos gritaron el nombre del otro pero todo fue tan rápido que ella ni siquiera se dio cuenta y perdió el equilibrio. Cuando su cuerpo tocó el piso, rodó y casi en el momento chocó contra una máquina. Sin embargo, no se iba a quedar nada tranquila.
-¡NO!- se levantó asustada y corrió casi tropezándose con cada paso hasta acercarse al borde tratando de encontrarlo con la mirada
Su corazón palpitaba a mil, su respiración estaba agitada y temía lo peor, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas al pensar que todo era su culpa y de impotencia por no haber llegado antes.
-¡Hey tontita!- se escuchó de repente
La mirada de la Kunoichi se dirigió hacia donde hacia escuchado esa voz idéntica a la del temperamental y en un rincón lo encontró flotando en la nada, al principio quedó pasmada, no sabía si emocionarse porque estaba vivo o pensar que era un fantasma, pero pronto se dio cuenta que no era más que Abril quien lo había salvado con sus poderes.
-Oye ¿Estás llorando?- preguntó él mientras la pelirroja lo elevaba hasta donde estaba la pelinegra
-No- soltó una pequeña risa desviando la mirada para retener sus lágrimas- Solo es polvo
-Aja- pronuncio con sarcasmo y sonrió divertido
Ella volvió a mirarlo devolviendo la sonrisa pero aquello no duró mucho ya que poco después un robo-pie calló a sus espaldas haciendo que ambos se sobresaltaran. Al darse vuelta reconoció la Katana de Leo que había atravesado de lado a lado al robot. El líder la había lanzado para evitar el ataque.
-¡Retirada!- gritó el de azul al ver que Garra de Tigre les daba la señal a los demás de atacar
Ninguno del equipo se negó, pero antes Raphael sacó los pequeños rastreadores, estuvo por lanzarlos pero en ese momento se desconcentró al ver al ninja de Tatsu con un dispositivo apuntando hacia Karai, se dio cuenta de que no era un arma pero con eso podía seguir sus pasos, no le llevó mucho darse cuenta de que era un dispositivo de rastreo y así era como siempre los encontraban.
Karai retiró la Katana del cuerpo del robot y al ver a Raphael estático se acercó a él y lo estiró.
-¡Muévete Raphael!- siguió a los demás hacia el ventiluz por el que entraron
-¡Inútiles! ¡No dejen que escapen!- exclamó con furia el felino
-Espera, ellos...- Rapha estuvo por avisarle a la pelinegra pero un grupo de robo-pies apareció
Karai se puso en posición de batalla y sin dudarlo atacó para defenderse ella misma y al de rojo, pudo vencer a la mayoría usando la Katana de Leo pero no pudo evitar que inmovilizaran a Raphael aprovechando que estaba lastimado.
-Chatarras odiosas- Karai siguió peleando, cortando a algunos por la mitad y a otros atravesándolos pero pronto la superaron en número por mucho
Uno detuvo su Katana con una mano y lanzó un golpe contra su rostro, ella pudo esquivarlo al moverse a un lado pero varios robo-pies la agarraron por la espalda inmovilizándola también.
-¡Goongala!- gritó Casey apareciendo junto con Shinigami y los soldados de Karai para ayudar a sus amigos
Mientras tanto los que ya estaba fuera no tardaron en darse cuenta de que habían varias personas ausentes.
-Oh no...- musitó Leo lleno de miedo y con más razón al recordar los explosivos que Karai había puesto
-¡Shini!- gritó la kunoichi al ver que estaban por atacar a su amiga desde la espalda
Ya era demasiado tarde, uno la agarró de los hombros con fuerza y otro la dejó inconsciente de un potente golpe en el rostro que le hizo sangrar la nariz. Al ver que la bruja estaba inconsciente la tiraron a un lado y fueron contra Casey.
-¡Jones deja de tratar de lucirte y ayuda a Raphael y Shinigami!- exclamó Karai furiosa tratando de hacer lo posible por liberarse pero solo se lastimaba más
-¡Ya voy! No es tan fácil- sacó un par de discos de hockey con explosivos y los lanzó en direcciones diferentes
Con esto pudo deshacerse de la mayoría, incluyendo al que inmovilizaba a Raphael pero nadie pudo ayudar a Karai ya que los robo-pies se amontonaban donde ella estaba.
-¡Idiotas!- Exclamó Garra de Tigre dirigiéndose a una velocidad peligrosa hacia ellos
-¡Salgan de aquí!- ordenó Karai al verlo
Nada le hizo sentir tanto temor, al igual que era consciente de que Garra de Tigre no era tan peligro como Destructor, también sabía que este era el aliado más fuerte y sanguinario de Saki y que podría destriparte con sus manos si quisiera.
Casey se acercó a Raphael para ayudarlo a caminar pero este se negó y miró agobiado hacia la kunoichi.
-Karai...- Rapha no quería dejarla pero en su condición solo estorbaba
-¡AHORA!- gritó con ira y angustia a la vez
Uno de los soldados de Karai cargó a Shini en sus brazos y junto a Casey esquivaron a los robo-pies para después salir.
-Volveré por ti- le aseguró el de rojo y cerró los ojos con fuerza para controlarse de hacer alguna estupidez
Este saltó sobre la cabeza de un robo-pie impulsándose lo suficientemente par llegar al ventiluz y correr detrás de Casey hacia la azotea más segura.
-¡Rapha, Casey!- llegaron los demás corriendo hacia donde estaban ellos
-¿Y Karai?- preguntó el de azul buscando a la mencionada con la mirada
-Ella...- Raphael no sabía como explicar, se sentía totalmente inútil pero poco podía hacer estando tan golpeado
De repente, un espantoso y aturdidor estruendo se escuchó no tan lejos, aquella explosión incluso hizo temblar el suelo y encendió las alarmas de los vehículos en el sector. Tampoco pasó demasiado hasta que las sirenas empezaron a sonar porque las llamas de fuego empezaban a envolver y consumir el lugar.
Leonardo y los demás entendieron por los rostros de Rapha y Casey que la pelinegra no se había podido salvar.
El silencio se volvió total entre la los chicos, nadie sabía que decir o hacer, además, a esas alturas no había mucho que pudieran hacer, debían reorganizarse para volver a actuar pero no era nada sencillo después haber quedado en shook ante lo que había pasado.
-Amm...- Casey miró a todos a su alrededor- Al menos no habrá más robo-pies- trató de aligerar el ambiente pero no funcionó
Donnie abrazaba a Abril consolándola, Mikey estaba sentado al lado de Leo aunque este estuviera en el borde de la azotea dándole la espalda a todos y por otro lado estaba el abatido Raphael quien se había sentado en una esquina, cabizbajo pero con el ceño fruncido y un semblante lleno de amargura.
-Hay que volver- dijo Leo quien agradeció a su voz por no quebrarse pero aún tenía muchas cosas en mente y solo podía hacer todo lo posible por normalizar todo el sentimiento que se arremolinaba en su pecho
El mismo se puso en pie para caminar frente al grupo sin dejar que nadie viera su rostro, sus mejillas húmedas o y sus ojos que poco a poco se tornaba rojos.
Ninguno se atrevió a cuestionar y seguramente no tocarían el tema por mucho tiempo.
Todos bajaron y se dispusieron a subir al tortu-movil pero por algún motivo Raphael se giró dirigiendo su mirada a las ruinas de la fábrica, seguramente con la diminuta esperanza de hallar algo, aún retenía las lágrimas ya que le costaba asimilar lo ocurrido y no quería creer que Karai había muerto, no habían llegado tan lejos para eso. Sabía que ella era una luchadora y mantenía aunque sea una pequeña esperanza, no iba a irse si no encontraba el cuerpo de su amiga al menos para sacarse las dudas que seguramente no lo dejarían dormir por el resto de su vida.
Para su suerte, entre todo el desastre y el fuego que quedaba había algo que logró llamar su atención por el brillo que emitía.
El temperamental se acercó por curiosidad y al estar frente al objeto lo tomó entre sus manos percatándose de que era el dispositivo con el que rastreaban a Karai y aún funcionaba, en este se veía un pequeño punto rojo que se movía hasta toda velocidad con dirección a la carretera.
-Karai está viva- musitó con asombro, sentía como el alma le volvía al cuerpo y una gran sonrisa se formaba en su rostro- ¡Chicos!- gritó corriendo de regreso
(...)
En otro lado, había una furgoneta que iba a su máxima velocidad y dentro iban cuatro pasajeros, tres de ellos eran mutantes y la última estaba encadenada, con una enorme quemadura de primer grado en la mitad de su rostro que era evidencia de lo que había ocurrido, ella era Karai, claramente estaba viva pero muy lastimada al igual que los demás que muy apenas pudieron escapar con ella de la fábrica.
La kunoichi intentó sacar su parte mutante más de una vez pero no podía ya que tenía a cierto felino en frente golpeándola cada vez que lo intentaba.
-Pagarás por todo, Karai- amenazó el robusto tigre para después darle un fuerte puñetazo en el estómago haciéndola toser con intensidad y escupir sangre
-No seré la única aquí que afronte las consecuencias de sus actos- se defendió ella mirándolo con odio
-Claro que no, pero sí serás la primera- atestó un puñetazo contra su rostro haciendo que terminara en el piso con lágrimas de dolor en sus ojos pero para acabar volvió a golpearla logrando dejarla inconsciente
El trayecto no duró demasiado, en media hora llegaron a la mansión oculta de Destructor. El felino bajó a la pelinegra y la arrastró de un pie hasta llegar a la habitación de su maestro, este al ver la hazaña de sus aliados se regocijó pero no podía hacer más que seguir descansando para que el mutageno hiciera efecto en él.
En sus estaban claros sus sentimientos a pesar de lo cansados que se veían por todo el proceso de mutación. El realmente amaba a Karai como si fuera su auténtico padre, a esas alturas estaba convencido de que lo era, el mutageno empezaba a dañar su cabeza. Tal vez no demostraba su amor de una forma "normal" pero él era así, era frío; sin embargo, se ablandaba al tratarse de Karai, criarla, verla crecer, estar en sus peores y mejores momentos había tocado su duro corazón, sin poder evitarlo se había encariñado con ella y era a quien más amaba.
-Bien hecho Garra de Tigre, enciérrala por el momento, no podemos dejar que vuelva a escaparse y dile a Stockman que prepare el suero para eliminar su lavado de cabeza- ordenó sin darse cuenta de que Baxter ya estaba a su lado- esas estúpidas tortugas no volverán a meterse en nuestro camino- casi en el momento se quedó dormido
Garra de Tigre era consciente de lo mucho que el mutageno estaba afectando a su maestro, de repente deliraba, se enojaba por cosas que habían pasado hace años o no se daba cuenta de las cosas, pero sabía que todo eso era momentáneo, no se preocupaba al recordar que algún día Saki recuperaría sus fuerzas, incluso cuadruplicadas.
Mientras tanto, estaba orgulloso de sí mismo y nadie podría bajarle su enorme ego que ya estaba por los cielos.
-Llévenla a los calabozos- ordenó llevando a Karai con sus compañeros
Siempre pensó que eran asquerosamente torpes, todos allí lo eran a excepción de Destructor; en su opinión, pero decidió confiarles ese trabajo porque era algo extremadamente sencillo, si no lo hacían o algo salía mal, sería el colmo y no dudaría en matarlos, cosa que dejó muy claro con su fría mirada.
-Claro gatito- respondió Bebop- Dalo por hecho- dijo despreocupado
El felino soltó un gruñido como forma de amenaza y se retiró de allí.
-Ok, lleva tú a la niña- dijo Rocksteady
-¿Qué? Nop, tengo mucho que hacer- respondió el cerdo negando rotundamente con la cabeza
-¡Rockteady también tiene cosas que hacer!- exclamó el mismo
Mientras esos dos discutían, Karai volvía a recuperar la conciencia. Estaba algo mareada y desorientada pero pudo abrir poco a poco los ojos y al percatarse de que estaba en un lugar completamente desconocido se alteró, miró todo a su alrededor y para su suerte, no había sido desarmada, estuvo por desenvainar su tanto aunque con mucho esfuerzo ya que sus brazos estaban atados a su espalda al igual que sus tobillos.
-Ni lo pienses querida- Bebop la vio justo en el momento y agarró sus muñecas para después desarmarla
-¡Déjenme ir estúpidos!- exclamó ella tratando de liberarse a la fuerza pero era imposible
-Bye- el cerdo palmeó la cabeza de la pelinegra y se fue rápidamente del lugar llevándose con él todas las armas que le había quitado a la kunoichi
Una mirada llena de odio y furia se dirigió a Rocksteady.
-¡Camarada Bepob!- se quejó él pero su compañero no iba a volver, no pensaba hacer el trabajo- Bien...- suspiró rendido y miró a Karai sin importarle su mirada, luego la agarró el pie y la arrastró llevándola al sótano
Tampoco le importó en lo más mínimo que ella se golpeara por el camino con unas cuantas cosas ni en las escaleras donde se llevó varios golpes.
-No es nada personal, querida niña- la levantó de un brazo para luego lanzarla dentro de un frío y oscuro calabozo
Karai se quedó en el suelo sin hacer el mínimo esfuerzo por levantarse, era en vano y estaba tan golpeada que solo quería descansar un poco, se había quedado sin fuerzas y ni hablar de lo mal que se sentía emocionalmente pero dentro de todo, su familia estaba bien y eso era lo único que la mantenía sus pocas fuerzas.
-Que disfrutes tu estadía- dijo el rinoceronte de forma sarcástica para después irse por donde vino
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Continuará...
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