Entró en el comedor de su casa encontrando a toda su familia reunida, les ofreció una pequeña sonrisa que ellos correspondieron y luego tomó su lugar entre el ecuatoriano y el mexicano.

—¿Por qué esa sonrisa, Dan?—le preguntó Erick removiendo entre su plato de porcelana un trozo de pollo.

Danna volvió a sonreír y luego soltó un pequeño suspiro—¡Pasado mañana es la primera competencia del año!—exclamó totalmente emocionada.

—¡Y deberían ver todo lo que Danna se ha preparado para esto!—comentó Joel.

—Tú pasas demasiado tiempo en la pista con Danna, ¿no, Joel?—se burló Richard antes de colocar un trozo de zanahoria en su boca. Las mejillas del muchacho se sonrojaron y el resto de los chicos rieron con algo de diversión.

—¡Déjame en paz!—protestó nerviosamente.

—¡Basta, Richard! Vas a hacer que el pobre chico se ahogue con la cena—anunció el hombre con la diversión filtrándose por su voz.

—Estamos muy seguros que va a irte muy bien, Danna—su corazón latió a toda prisa tan pronto como las palabras salieron de los labios de Christopher. Él la miró un breve segundo con el corazón acelerado y ella le sonrió tratando de parecer confiada, cuándo en realidad agradecía a Dios por el hecho de estar sentada en ese momento.

¿Cómo es que Christopher Vélez podía ser capaz de provocar ese mar de emociones en ella? Todavía no podía comprender como es que una sola persona podía ser capa de desestabilizar todo a tu alrededor con el puro simple hecho de ofrecerte una mirada como la que ese chico le estaba ofreciendo en ese momento.

—Muchas gracias, Chris—respondió tratando de sonar lo más relajada posible.—Por cierto, aquí tengo sus entradas—se puso de pie un breve segundo para tomar del bolsillo trasero de sus jeans las seis entradas para la competencia.

Cuándo se sentó de nueva cuenta pudo ver los rostros serios de los chicos, las sonrisas que le habían ofrecido al entrar en el comedor se habían esfumado por completo y en su lugar sus ceños fruncidos estaban presentes. Soltó un suspiro de frustración y miró a su padre.

—Dan...

—¿Qué es lo que pasa?—cuestionó un tanto asustada. La seriedad no era algo común en esos chicos cuándo no había cámaras de por medio y a menos que ella aún se diera cuenta, no tenían ninguna cámara por ahí.

—No podremos ir a la competencia—anunció el hombre.

—¿Qué?—susurró sorprendida.

—Pasa que los chicos tienen un compromiso y...tienen que viajar. Es un viaje exprés de una día para otro y...no lo pueden cancelar—le explicó su padre acomodando cuidadosamente sus gafas de montura negra.

Los ojos de la chica vagaron por los rostros contrariados de sus amigos y luego bajó la mirada a su cena intacta frente a ella.

—Ah, bien. No pasa nada—volvió a levantar la mirada y les sonrió un poco—entiendo que no puedan ir—agregó comprensiva.

—En serio nos hubiese gustado ir, Dan—le afirmó Zabdiel.—Verte patinar es una de las cosas que más nos gusta en el mundo—Danna sonrió.

—Y yo en serio, amo verlos cantar. Espero que les vaya muy bien, chicos—Erick suspiró dramáticamente y la miró un momento.

—Y nosotros sabemos que va a irte genial, princesa—le ofreció una linda sonrisa—eres una increíble patinadora y el que no crea eso, le partimos la cara—agregó haciendo que la muchacha riera.

—¿Cuándo se van?—preguntó volviendo a llevar su mirada hasta su padre.

—Mañana por la mañana, amor—respondió él

—Ah...está bien—se encogió de hombros tratando de parecer lo más despreocupada posible y posó su mirada en las seis entradas que ahora descansaban sobre la mesa.

—Realmente nos hubiese encantado verte, Dan—Comentó Erick.

—A mi también me hubiese gustado verlos—respondió simplemente.

—Como Cami, Maddie y su madre vienen con nosotros...hablaré con Yocelyn para que ella y Aaliyah vayan a verte—anunció Richard.

—¡Y yo le diré a mi hermana para que ella y Thiago también asistan!—añadió el cubano con una bonita sonrisa que Danna le respondió brevemente.

—No es necesario, chicos. Vamos a tener muchas competencias más...o por lo menos eso espero—Renato sonrió.

—Vas a ver que sí, cariño—suspiró—Dan...

—¿Sí?

—También es el día libre de Noah, así que....—ella asintió. ¡Completamente sola!—Espero no te moleste, pero Cindy dijo que podías quedarte con ella los dos próximos días, para que no estés sola—explicó—A mí me pareció una idea genial así que...acepté—Danna asintió sin ganas y le sonrió un poco.

No es que no le gustara la idea de pasar dos días completos con Cindy. Como en los viejos tiempos. Pero por alguna extraña razón que todavía no era capaz de comprender bien, le daba algo de tristeza saber que los chicos iban a hacer su primer viaje en grupo y ella no iba a estar con ellos. Encima su mejor amiga también se marchaba con ellos, así que eso la dejaba sin opción alguna.

—Está bien, papá. Me gusta la idea—respondió sonriéndole nuevamente.

(...)

—¿Qué es lo que tú haces, loca?—preguntó Richard entrando en la sala de televisión donde Danna veía fijamente la pantalla del televisor sin prestar atención realmente.

No era tan egoísta como para pedirles a los chicos que se quedaran con ella, ellos tenían un compromiso y por obra del destino y su mala suerte, era el mismo día de la competencia. ¡¿Algún poder supremo estaba castigándola o algo parecido?! Porque definitivamente, eso era lo que pensaba.

Apartó la mirada de la pantalla donde la chica no dejaba de parlotear sobre algún tema que ella no sabía y le ofreció una pequeña sonrisa a Richard, quién la mirada desde el umbral de la puerta de la habitación con una sonrisa en el rostro y una guitarra en la mano.

—Veo una película—respondió.

—¡Y por lo visto, está realmente buena!—se burló el dominicano empezando a caminar para poder acercarse a la chica—Ni siquiera parpadeabas, Danna—agregó y las mejillas de la chica se sonrojaron de inmediato.--¿En qué pensabas, Dan?—ella suspiró y Richard rio.

—En nada, realmente—lo miró—en la competencia—se encogió de hombros.

—¿Sabes que nos hubiese encantado estar ahí para verte, verdad?—Danna asintió lentamente.—Estoy completamente seguro que la vas a romper y va a ser un viaje tan rápido que ni siquiera vas a notar que no estuvimos—los ojos de Danna se posaron en los suyos y su corazón se encogió un poco. ¿De dónde había escuchado eso anteriormente?

—Eso espero—murmuró simplemente.—¿Vas a tocar la guitarra?—preguntó para cambiar de tema, no quería que su amigo notara que en realidad ese viaje aunque fuese un viaje express la ponía algo sensible.

—Quería practicar un poco—sonrió—pero ahora que estás aquí, tengo una mejor idea—los ojos de la chica lo escudriñaron y luego negó un poco.

—No, Richard, no....

—Sí, Danna, si...—rio—Vamos, ¿Por qué con Erick si hiciste un cover y con nosotros no?

—Ya les dije que cantar no es lo mío—se defendió y se cruzó de brazos.—Además, Erick me amenazó con decirles a ustedes que me convencieran—se mofó mirándolo.

—¿Tengo que amenazarte yo también?—preguntó el dominicano dejando cuidadosamente la guitarra en el suelo para imitar a la chica—Porque puedo hacerlo...

—¡Hey Richard! ¿Encontraste ya lo que te  pe....—Christopher se quedó callado tan pronto como se percató de la presencia de la castaña. Le ofreció una pequeña sonrisa y el corazón de Danna se agitó dentro de su pecho—...¿Qué hacen?—cuestionó mirándolos.

—Estoy tratando de convencer a Danna de que haga un cover conmigo—respondió el moreno y Danna lo fulminó de inmediato con su mirada color miel.

—Ah, qué bien—respondió el ecuatoriano con media sonrisa y luego posó su mirada en ella—Deberías aceptar, Dan. Cantas bien—Danna negó de nuevo.

—¡La música no es lo mío!—protestó bajando sus brazos.

—Ya lo dijiste antes pero no porque hagas un cover conmigo significa que Sony va a venir a grabarte un álbum—Danna rio ante el comentario de Richard y luego suspiró.—Chris, ¿podrías decirle al resto de los chicos que vengan para que me ayuden a convencerla de cantar conmigo?—los globos oculares de la muchacha se abrieron con sorpresa y luego de lanzarle una mirada fulminante al dominicano, le lanzó otra suplicante a Christopher.

—Por favor, no...—miró a Richard con reproche y suspiró totalmente rendida—Está bien, tú ganas—el muchacho rio—Te odio por esto, deberías saberlo—Recibió en respuesta un encogimiento de hombros por parte del chico y una sonrisa de triunfo adornó su rostro.

Los ojos del dominicano se posaron en Christopher y una increíble idea se le ocurrió. Ellos ya estaba ayudando en la planeación de algo realmente bonito para Danna, pero una ayuda extra a esos dos nos les iba mal.

Literalmente, él tendría que acorralarlos contra las cuerdas, metafóricamente hablando, tenía que hacerlos sentir aquello para que ellos –sobre todo Danna- pudiesen comprender que era realmente lo que pasaría sino reaccionaban pronto.

—Qué bueno que aceptaste—sonrió—¿Cantas con nosotros, Chris?—Danna volvió a mirarlo de mala gana y apartó la mirada de Richard tratando de controlar las ganas que tenía de lanzarle el control remoto.

—Eh, si.—respondió el chico.

—Sé de una canción que va a encantarles—anunció y tomó su teléfono. Tecleó unas cuantas cosas y luego los teléfonos de sus dos acompañantes comenzaron a sonar.

Danna miró la pantalla de su teléfono y negó de inmediato. ¡No iba a cantar eso!

—Richard...

—Ponemos el teléfono, por aquí....—murmuró el chico ignorándola completamente. Sonrió—Bien, ya les envié la letra. Primero cantaré yo, luego Dan, después viene el turno de Christopher...uhm, Dan. Seguimos tú y yo, Chris. Y para cerrar con broche de oro, Danna—ella suspiró pesadamente y asintió sin muchas otras opciones.—Comenzamos.—anunció y comenzó a acariciar lentamente las cuerdas de la guitarra.

—Tú crees que no sé lo que dirás. No eres buena al disimular...se acerca el final....—Danna lo miró un segundo, su voz era realmente hermosa.

—Ya sé que no era tu intención, partir en dos este corazón. Que eres tú, que no soy yo....—murmuró la muchacha e inmediatamente los ojos del ecuatoriano se posaron en ella. Volvió a llevar su mirada a su teléfono cuándo recordó que venía su estrofa.

—No tienes nada que explicar, sé que te espera alguien más. Que tengo que soltarte, ya lo sé. Que ya no debo amarte y entender, que no soy tu destino, que el amor se te ha escondido. Que te pierdo y que ahora sólo soy tu amigo....—apartó la mirada del teléfono y volvió a posarla en Danna. Lo que él no sabía es que Danna estaba a punto de echarse a llorar. ¡No podía negar que era una canción preciosa! ¡Pero no quería seguir cantándola más!

Richard los miró sonriente, parecía que realmente no podían apartar la mirada el uno del otro. Era como sí un imán invisible los atrajera mutuamente, como sí realmente estuviesen sintiendo la letra de la canción.

—No quieras mentirme ni disfrazar, con tantas palabras la realidad. Tú no me quieres y ya....—Tal y como Richard dijo, cantaron los tres. Sus voces mezcladas eran...interesantes.

—No tienes nada que explicar, sé que te espera alguien más. Y tengo que soltarte, ya lo sé. Que ya no debo amarte y entender, que no soy tu destino.
Que el amor se te ha escondido, que te pierdo y que ahora sólo soy tu amigo....—Danna se quedó callada mientras los chicos cantaban hermosamente, como sí de eso dependiera su vida.

—Y amigos, para qué, si no te voy a tener...mejor déjame besarte...por última vez....—Bajo la atenta mirada de sus dos acompañantes cantó en apenas un audible susurró. Su mirada se topó con la del ecuatoriano y cuándo este le sonrió, su torpe corazón estalló en un mar de nuevos sentimientos.

Pudiese ser que Danna estuviese insegura de muchas cosas, que no supiera realmente que era lo que pasaba por la cabeza de Christopher Vélez o incluso que no supiera como iba a hacer para volver a acercarse a él ahora que parecía que el muchacho vivía en otro mundo y estaban en diferentes sintonías.

Pero de una sola cosa estaba muy, muy segura.

¡Danna Francis, no quería perderlo!

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¡HOLA, HOLA SEÑORITAS! Sí, me sigo saltando los horarios... como que se me está haciendo costumbre, pero bueh, hay que aprovechar que mi hermano aún no está, jajaja

¿Saben que canción es? ¿Alguien de por aquí conoce la canción? ¿Alguien? ¿No? ¿Nadie? *c va llorando*

¿Pueden creer que me estoy volviendo una chica multifuncional? ¡Hago muchas cosas a la vez! Ni sabía que podía hacer tantas cosas a la vez, como por ejemplo escribir, hacer comida al mismo tiempo y encima congelarme, jajaja😂😂😂.

En fin, esta chica multifuncional les envía muchos, muchos besos casi con hielitos...

Un abrazo enorme para ustedes.

Dinámica de hoy...

Nah, hoy no tenemos dinámica, JAJAJAJA, no se me ocurrió nada interesante, pero en el siguiente capítulo las dinámicas vuelven.

Un abrazo enorme para ustedes.

All the love, G. xx