C59: Gonadotropina coriónica.


Danna avanzó con paso inseguro por los enormes pasillos que conducían al área administrativa de la pista, necesitaba encontrar la oficina del padre de Gianna para poder hablar con él, contempló el sinfín de fotografías de patinadores famosos que decoraban las paredes y fue leyendo las pequeñas placas colocadas en las puertas, cuando finalmente llegó al final del pasillo y encontró la placa de metal dorado con el nombre del dueño de la pista se quedó quieta al darse cuenta que estaba en medio de una charla.

Soltó un pequeño suspiro y se giró para marcharse, volvería más tarde. Pero justo cuando daba el primer paso algo en aquella conversación llamó su atención.

—¿Por qué Danna tendría que hacer eso?—inquirió la voz del padre de Gianna.

—Piénsatelo bien, es la novia de Christopher Vélez de CNCO, no sé en que planeta vivas pero por lo menos aquí, es una banda con bastante éxito ¿eso es bueno para la pista, no?—Danna se acercó más a la puerta de madera y negó con horror.

—¿En qué sentido?—cuestionó nuevamente.

—Bueno, primero que nada sí mantenemos a Danna aquí, podemos organizar una buena competencia y pedirle que invité a su novio y a sus amigos...ellos vienen y justo cuando estén aquí, lanzamos un anuncio para las fans...el lugar estaría lleno de personas de un momento a otro y eso definitivamente es dinero...sí una de tus patinadoras tiene un novio famoso, definitivamente tienes que aprovecharlo, no puedes dejar ir a Danna de ningún modo....—aconsejó la voz de una mujer.—¿Has visto la cantidad de seguidores que esa niña tiene en redes sociales?

—¿Eso no sería como publicidad sin pagar un solo centavo?—la risita divertida de la mujer llenó el aire y Danna se apartó de la puerta lentamente.

—Pues claro, todos ganamos. Gana la pista porque mucha gente viene, ganas tú porque el hecho de tener una pista llena genera dinero a montones, gana la chica porque seguirá patinando en una de las pistas más prestigiosas del país...y por último, gana tu equipo porque es buena haciéndolo y eso definitivamente le viene bien a los Gladdiers....—explicó de nueva cuenta.

—Cesar jamás permitiría que utilizáramos a esos chicos para atraer más gente a la pista. Mucho menos a Danna porque sabes que mi hermano se encariña rápido con las personas...y Danna se ha convertido en alguien especial para él....—la mujer volvió a reír.

—Supongo que sabes mejor que nadie que en los negocios no existen los lazos familiares, Cesar puede ser el sujeto más cariñoso del jodido mundo pero la pista es tuya no de él, él solamente es el entrenador de los Gladdiers y finalmente quién toma las decisiones aquí eres tú....—replicó la mujer. La puerta le impedía verla pero sentía que la odiaba con todas sus fuerzas.—¿Entonces... que dices? Danna y Axel no han firmado ningún tipo de acuerdo aún, pero podríamos hacerlos que firmen para que no puedan irse hasta que el periodo de tiempo en el acuerdo finalice...en ese periodo por supuesto podemos sacar cuanta ventaja podamos de ella, al final de cuentas es una chica de diecisiete años...será fácil deslumbrarla un poco...

—Me encanta la idea, siempre tan brillante, Caroline...

Danna se apartó de la puerta incapaz de seguir escuchando aquello. Sentía la necesidad de huir y eso era precisamente lo primero que iba a hacer. Se giró tan rápido que fue inevitable el desastre que vino un segundo después; su cuerpo chocó contra el escritorio vacío de la secretaria. El lapicero de metal chocó inevitable con el suelo y en menos de lo que pudo ser capaz de reaccionar el padre de Gianna y la bruja llamada Caroline estaban observándola fijamente.

—¿Danna?—masculló el hombre con una mezcla de nerviosismo y asombro.—¿Qué haces aquí?

—Eh, quería hablar con usted....—murmuró sin apartar sus ojos de él.

—¿Acabas de llegar?—preguntó la mujer. Danna se quedó en silencio y Caroline se acercó más a ella—...te hice una pregunta....—la castaña retrocedió un paso y negó lentamente.

—Yo...tengo que irme—anunció antes de darse media vuelta para comenzar a alejarse de ellos. Y lo habría hecho de no ser por el brazo de la mujer sosteniéndola con fuerza. Danna observó la mano con uñas rojas que la tenía sujeta del antebrazo y luego llevó sus ojos a los ojos azules de la mujer pelinegra que la observaba con una mueca malévola pintada en los labios color carmín.

—¿Qué fue lo que escuchaste?—cuestionó entre dientes.

—Déjala en paz, Caroline—chilló la voz de su entrenador desde el fondo del pasillo.—aleja tus sucias manos de mi Danna, yo la vi primero malévola copia mal hecha de Maléfica—los ojos de la mujer la fulminaron de nueva cuenta y luego la soltó de golpe. Danna se tambaleó, llevó su mirada hasta el rostro nervioso y contrariado del padre de Gianna, negó un poco y después se marchó tan rápido como le fue posible.

(...)

—¿Danna? ¿Qué es lo que pasa?—inquirió la voz preocupada de Axel apenas la vio pasar a su lado caminando apresuradamente.

—Me voy—decidió con determinación. Axel la siguió de inmediato y la tomó de la muñeca para impedir que siguiera andando.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste, no puedo seguir aquí...no soporto más la distancia con mi familia, no soporto que la gente me mienta, que me utilice y Mateo es lo que está haciendo, quiere utilizarme para que traiga a Christopher y a los chicos y poder utilizarlos a ellos como si fuesen una especie de atracción de circo para ganar más dinero...¿de verdad crees que voy a quedarme aquí después de saber eso?

—¿De dónde sacaste eso?—chilló el muchacho totalmente asombrado ante la declaración de la castaña.

—Estaba buscándolo para decirle que necesitaba irme temprano porque tengo que ir al médico para recoger los resultados de los estudios que me hice ayer, y accidentalmente lo escuché...

—Dios....—susurró Axel y la soltó. Danna reanudó su huida y Axel la siguió de nueva cuenta.

—Voy a regresar a Miami....—declaró la chica.

—¿Te volviste loca? ¡No puedes hacer eso!—protestó el chico.

—Claro que puedo—espetó la muchacha.—Tampoco voy a quedarme, ya te dije porque...

—Por favor, piénsalo bien—suplicó el muchacho—está es una oportunidad increíble, Dan. Ni siquiera nos hemos presentado en una competencia formal ya quieres rendirte....—explicó contemplándola.

—Es que no tengo que pensar nada, es una decisión tomada y no te pido que lo hagas, pero sí que respetes mi decisión.—Axel también la observó fijamente y luego negó levemente.—¿Además que se supone que tengo que pensar? No voy a permitir que Mateo me utilice...

—Dios...en realidad debo estar más loco yo....—hizo una pausa—pero estamos del mismo lado, Danna. Estoy contigo, vinimos juntos y regresaremos juntos....—Danna se frenó de nuevo y lo observó un segundo.

—Pero eso sería renunciar a tu sueño...tú no tienes nada que ver en esto, Axel....—El chico le ofreció una pequeña sonrisa y luego negó.

—Aunque no lo diga y no lo demuestre tanto como tú, también echo de menos mucho a mi familia, Danna...la distancia no me pesa tanto como a ti porque a diferencia de tu familia la mía está siempre en el mismo lugar, sé que están ahí en cualquier momento pero aun así...además...para serte sincero, extraño a los Wheels...y sí vamos a hacer esto entonces vamos a hacerlo juntos, igual que al principio...además, sí Cesar esta involucrado en esto entonces...

—No, él no sabe de nada eso....—Axel suspiró pesadamente.

—Fue bueno mientras duro ¿no?—Danna apartó la mirada y cerró sus ojos un breve momento.

—En algún momento nos convertimos en el plan de marketing de Mateo y Caroline....—Axel rio levemente.

—Por lo menos estoy muy seguro que Cindy y los Wheels van a recibirnos con los brazos abiertos—Danna sonrió un poco.

—Seguro que sí—susurró en respuesta.

—¡Honeys!—Los chicos se miraron entre sí y se giraron para contemplar a Cesar que caminaba apresuradamente en dirección a ellos.—¿Qué hacen aquí y no entrenando con el resto de los Gladdiers?—inquirió cruzándose de brazos.

—Nos vamos—anunció Axel con voz firme.

—¿Disculpen? El entrenamiento no ha terminado, queridos.—se mofó el entrenador cruzándose de brazos.—Sí es por lo que pasó con Caroline, Danna, le pedí a Mateo que la despidiera por agredir a una patinadora, esos nos son los valores que tenemos en esta pista, sí mi madre estuviera viva se volvería a morir del coraje y la indignación...

—No, es que no nos estás entendiendo, Cesar.—explicó Danna en voz baja.—Nos vamos, a Miami. Regresamos a casa, volvemos a nuestro equipo...—declaró mirándolo fijamente.

—¿Qué? ¿Se volvieron locos?—chilló ofendido—Denme una sola razón que sea lo suficientemente buena como para abandonar a su equipo, porque por si no lo recuerdan este es su equipo ahora...el antiguo equipo de Super Wheels al que pertenecían para ustedes ya no existe más...

—Oye, los Wheels son nuestro equipo. Siempre van a ser nuestro equipo y claro que existe....—anunció Axel con molestia.

—De verdad fue un gusto conocerte Cesar, eres una muy buena persona y el mejor entrenador que los Gladdiers pueden tener, pero no podemos seguir aquí...no cuando tu hermano intenta utilizarme para que mis amigos vengan acá y lo hagan ganar dinero—los ojos del chico se abrieron con asombro y soltó un chillido de ofensa.

—Así que de eso estaba hablado con Caroline...maldito idiota de mierda, lo desconozco como hermano desde este momento....—Axel negó.

—De verdad lo lamentamos, Cesar. Eres increíble y las semanas que estuvimos contigo fueron increíbles también, aprendimos un montón, pero no podemos seguir aquí. Sí Danna se va, yo me voy con ella porque nosotros somos un equipo...y...somos parte de los Wheels....—Los ojos de Cesar se conectaron con los de Axel y luego observó a Danna en silencio.

—Cuando Mateo pregunte porque no están le diré que eran tan malos patinadores que los eché del equipo....—una sonrisa burlona se instaló en los labios del entrenador y Danna lo abrazó con fuerza.

—Gracias por comprendernos, Cesar...

—Sí, sí, como sea. Ahora largo antes de que me arrepienta y me eche a llorar porque están dejándome...—rio—...mucha suerte, sweeties...

(...)

—¿Estas segura que no quieres que entre contigo?—inquirió el muchacho en dirección a Danna.

—No, está bien. Es sólo recoger los estudios y esperar a que el médico los lea, nada de otro mundo...—le informó en voz baja.

—De acuerdo, mientras estás dentro reservaré dos vuelos a Miami de una vez—respondió tomando su teléfono del bolsillo de sus jeans.

—Axel....—el castaño apartó la mirada de la pantalla del celular y observó a Danna un breve segundo—...gracias por hacer esto conmigo....—Axel le ofreció una sonrisa genuina y negó levemente.

—Ya te dije que no tienes nada que agradecerme, nosotros somos amigos y estamos del mismo lado, Dan. Y sé muy bien que sí hubiésemos estado en papeles inversos tú habrías hecho lo mismo por mi—Danna le sonrió a modo de respuesta.

—Sin dudarlo ni un sólo segundo....—Axel asintió un poco y volvió a sonreírle.

—Ve de una vez, que tomaremos el vuelo más próximo a Miami....—la animó el castaño. Danna respiró profundamente y avanzó por el pasillo hasta el consultorio del médico.

Se sentó en la pequeña sala de espera y contempló fijamente la portada de una revista de vestidos de moda. La noche anterior había estado hablando con Christopher hasta tarde, había disfrutado de su voz y de su compañía a través de una videollamada e incluso se había emocionado cuando él le había comentado que volvían a Miami un par de semanas...como consecuencia, ahora moría lentamente de sueño y su estómago estaba comenzando a clamar por algo de comida.

Suspiró y una tonta sonrisa se formó en sus labios. Ansiaba ver el rostro de sus amigos y de su hermana cuando les dijese que había abandonado la pista y que volvía a Miami para quedarse con ellos, sabía que no la retarían, pero aun así le era inevitable no sentir los nervios a flor de piel.

—¿Danna Francis?—preguntó la recepcionista del médico. Danna asintió y se puso de pie de forma automática.—¿Es una consulta, cierto?—ella asintió de inmediato.

—No como tal...creo, en realidad sólo es para recoger los resultados de un estudio de rutina, y bueno...que el doctor lo lea porque para ser sincera no sé nada sobre eso—la mujer rio un poco y asintió.

—Entonces pasa que el doctor Hart está esperándote—Danna le ofreció una sonrisa pequeña y se adentró en el consultorio de paredes blancas donde el hombre de mediana edad estaba sentado detrás de su escritorio negro. El olor a antiséptico le dio la bienvenida y arrugó la nariz.

—Señorita Francis, estaba esperándola—inquirió amablemente.

—Lamento la demora...se me hizo un poco tarde....—explicó con las mejillas sonrojadas.

—Está bien, no te preocupes—hizo una pausa—veamos, aquí están los resultados del chequeo de rutina del que hablamos con Cesar el día de ayer....—murmuró abriendo el sobre cuidadosamente. El corazón de Danna se aceleró mientras observaba al doctor leer el papel frente a él con sumo cuidado. Sus ojos se encontraron con los de Danna—Tienes un alto nivel de gonadotropina coriónica en tu sangre—informó mirándole fijamente. Danna parpadeó varias veces.

—¿Qué? ¿Eso qué quiere decir? ¿Es una enfermedad rara? ¿Es malo?—preguntó asustada—¡No entiendo nada!—declaró en voz baja.

—Eso quiere decir... que tienes alrededor de seis semanas de gestación....—la chica lo miró asombrada y sin terminar de comprender muy bien de que rayos estaba hablándole el médico—...Felicidades Danna, vas a ser mamá...

_ _ _ _

Danpher's baby on the way! *c muere de la felicidad*

Renato va a matarlos *c muere de la preocupación*

¿Cómo se lo dirá Danna a Christopher? *c muere de la curiosidad*

¡Qué poca la de Mateo! *c muere de la indignación*

JAJAJA ¿Están todas felices porque finalmente y después de tanto tenemos un bebé Danpher en camino? ¿Quién quiere ser tía del bebé de Danpher? Que alce la manitaaaaa, jajaja

Muchos besos, muñecas.

Gloria. xx

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