C49: Llave mágica.
—¿Qué?—exclamó la castaña apenas la pareja terminó de hablar.—Guau. ¡Felicidades, Renato! ¡Felicidades, Cindy!—agregó poniéndose de pie para poder felicitarlos a cada uno.
—Estoy traumado—murmuró Erick frotándose los ojos con los dedos—No puedo terminar de creer que hasta Renato va a casarse y Richard y yo seguimos más solos que Sid en la primera película de la era de hielo....—Christopher rio.
—¿Eso es una felicitación?—preguntó el hombre y el cubano le sonrió.
—Obvio, gracias a Cindy vas a dejar de ser tan amargado como siempre, deberíamos estarle haciendo un altar en la punta del Everest en lugar de estar aquí sentados.—se burló el ojiverde.
—¡Erick!—lo retó su madre.
—Lo siento—susurró con las mejillas rojizas.
—Eh, te lo dije Dan. Vas a ser la niña de vestido rosado y el par de coletas que tire pétalos de rosa por el camino que recorra Cindy—masculló Richard haciendo que Camila y Danna rieran divertidas.
—De verdad estamos muy contentos por ti y por Cindy, Renato.—anunció Christopher ofreciéndoles una sonrisa a la pareja que permanecían sentados en uno de los sillones de la sala con las manos entrelazadas.
—Muchas gracias, Chris.—murmuró la mujer.—pero, yo quiero dar otra noticia que sé que va a ponerlos todavía más felices—rio—bueno, tal vez ya lo saben pero quiero hacerlo de todos modos. Una pista de patinaje de profesionales esta interesada en Danna—cinco pares de ojos se posaron en la chica que de inmediato apartó la mirada con las mejillas rojizas.
—¿Qué? ¿Y porque nosotros no sabíamos?—inquirió Richard cruzándose de brazos.
—Bueno, porque Danna no lo sabía hasta hoy en la mañana—le informó Cindy al moreno.
—Vaya, Dan. En serio eres una caja de sorpresas, nunca te cansas de sorprendernos ¿cierto?—inquirió Zabdiel sonriéndole.
—Qué lindo, Dan.—murmuró Joel con media sonrisa—sabemos que vas a ir a demostrar que eres la mejor—ella le sonrió tímidamente.
—Bien, ya que estamos en la hora de las buenas noticias yo también tengo otras dos noticias que dar—sentenció Renato sonriéndoles a los chicos que de inmediato lo observaron. —En dos semanas se reanudan los viajes del tour—los ojos de Danna se abrieron con sorpresa y su corazón se volvió un puño.—Y la segunda...los trámites para la adopción de Sophie iniciaron—Danna lo observó detenidamente mientras sus piernas comenzaban a temblar ligeramente.
—¿Qué?—espetó en un grito.—Papá, no puedes dejar que me separen de Sophie—imploró acercándose a él. Renato negó de inmediato y una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Es que no me estás entendiendo, Dan. Cindy ya había iniciado los trámites para su adopción y bueno, ahora que vamos a casarnos lo haremos juntos—la chica parpadeó varias como si estuviese soñando.
—Eso quiere decir que...
—Que sí todo sale bien, Sophie sería legalmente tu hermana....—los ojos de la muchacha se aguaron y se cubrió los labios con ambas manos mientras las primeras lagrimas comenzaban a bajar por sus mejillas.
—Gracias, Renato. Muchas gracias...
(...)
—Creo que ha sido un día bastante agotador, lleno de sorpresas y noticias increíbles ¿no?—Danna sonrió y apoyó su cabeza en el pecho desnudo de su novio.
—Siento que estoy soñando, que cuando despierte voy a encontrarme a mí misma siendo la chica de dieciséis años del orfanato—suspiró y Christopher acarició su espalda.
—Pero no es así; mi amor, estás aquí. A punto de ir a una pista para patinar con profesionales, a punto de convertirte en la hermana mayor de Sophie y siendo el amor de mi vida desde hace meses—Ella rio un poco y levantó su cabeza para observarlo a los ojos.
—¿Cómo sabes que estoy a punto de ir a una pista para patinar con profesionales?—inquirió la chica en voz baja.
—Porque es una oportunidad única que no puedes dejar pasar, mi cielo. Escucha, Dan. Sé que has soñado siempre con ser una patinadora profesional y ahora tienes la oportunidad en la palma de la mano, Danna. Está ahí, una sola palabra basta para que tu sueño se haga realidad, mi vida—explicó sonriéndole.
—¿Y pasa con nosotros?—cuestionó en voz baja.
—Nosotros nos amamos, Dan. Puede ser que ya no vayamos a estar tan cerca el uno del otro como estamos acostumbrados pero eso no significa que el amor que nos tenemos vaya a desaparecer o vaya a hacerse menos—suspiró—Yo puedo viajar para visitarte cuando tenga vacaciones y tú también puedes venir al tour cuando no tengas entrenamientos.—le sonrió—vamos a arreglárnoslas, así como cuando yo me fui a Ecuador y tú a México con Renato—finalizó.
—Suena muy fácil cuando lo dices así—puntualizó y Christopher rio en voz baja.—¿Cómo haces para aceptarlo así de fácil, Chris?—añadió con el ceño fruncido.
—Se llaman pequeños sacrificios mi amor, yo voy a apoyarte siempre para que logres tus metas, te estoy dejando ir sin poner objeción alguna y voy a impulsarte para que lo hagas siempre porque te amo como nunca amé a nadie en la vida; quiero que vayas y cumplas tu sueño, que lo disfrutes y que cada vez que entres a la pista de patinaje la hagas tuya, patina con el corazón, Dan. Olvídate de todo lo que te rodea, pero nunca te olvides del amor que yo siento por ti....
—...pequeños sacrificios....—murmuró antes de incorporarse un poco más y besarlo suavemente.
—¿Vas a extrañarme cuando no estemos juntos?—preguntó en un susurró.
—Cada vez que respire—respondió risueña y él volvió a besarla lentamente.
—Dan... ¿Cómo siguen tus costillas?—inquirió apenas se separaron. Danna lo contempló con el ceño fruncido y se encogió de hombros.
—Bien, el doctor dijo que un mes era suficiente para que estuvieran como nuevas y si mis cálculos no me fallan esta semana se cumple un mes—suspiró—¿Por qué la pregunta?—Christopher le ofreció una sonrisa coqueta y las mejillas de Danna se sonrojaron.—¡Que pervertido!
—Necesito que entiendas que la distancia no va significar nada entre nosotros, que puedes estar completamente segura que así te vayas a vivir al Polo Norte todo lo que me haces sentir y lo que provocas en mi va seguir con la misma intensidad que desde el día en que te conocí—murmuró—me robaste el corazón desde la primera vez que te vi, no sabía cómo manejarlo y finalmente estamos aquí....—Danna sonrió.—Te amo.
—Y yo a ti te amo con cada fibra de mí ser, Christopher Vélez.—él se giró con ella entre sus brazos y comenzó a besarla de nuevo.
—¿Mía?—ella sonrió ampliamente.
—Hasta el final de mis días...
(...)
El sol ni siquiera se había asomado cuando Danna entró en su habitación de puntillas tratando de no hacer ni un sólo sonido por pequeño que fuese. Cerró la puerta lentamente y apenas se giró sus mejillas se sonrojaron de inmediato cuando descubrió a su mejor amiga sentada en la cama contemplándola con una sonrisa burlona en el rostro.
—¿Se puede saber en dónde rayos estabas?—preguntó Camila cruzando sus brazos encima de su pecho.
—Yo....—susurró sintiendo como sus mejillas comenzaban a calentarse y ni siquiera tenía que ser adivina para saber que sus tontas mejillas estaban haciendo un cosplay de un maldito tomate.
—¿Pasaste la noche con Christopher, eh?—murmuró moviendo ambas cejas de manera juguetona.
—Nosotros...no...nosotros....—suspiró—no me hagas decírtelo....—Camila soltó una carcajada y Danna avanzó lentamente para poder acercarse a la cama donde su mejor amiga descansaba aun cubierta por los edredones.
—Me encanta la relación que ustedes tienen ¿sabes? Es realmente lindo la manera en la que se tratan el uno al otro y los momentos que comparten—soltó un largo suspiro y Danna la observó con una ceja enarcada.
—¿Está todo bien entre Zab y tú?—la pelinegra asintió de inmediato y Danna asintió levemente.
—Entre nosotros las cosas marchan más que bien, es solamente que pienso que ustedes hacen una pareja preciosa, Dan.—rio—tal vez alguna vez me gustaría que me dieran un sobrinito—las mejilla de la castaña se sonrojaron de nuevo y Camila se carcajeó.--¡Es una broma, Dan! Deja de hacerle la competencia a los tomates—se burló.
—Basta, deja de tomarme el pelo—replicó la chica.
—Estaba contemplando la fotografía que tienes en tu mesa de noche—anunció señalando la fotografía de ella y Sebastián—era realmente lindo ¿no?
—Lo era.—afirmó la chica.
—Me hubiese gustado tener un hermano mayor ¿sabes?—Danna la miró.—Ya sabes, para las peleas y todo el bullying lleno de amor que se hacen los hermanos unos a otros—añadió encogiéndose de hombros—realmente fuiste muy afortunada, Dan...
—Creo que si, a pesar de todo lo malo—Camila negó un poco.
—¿Has pensado ya en la oferta de la pista?—preguntó con renovado interés.
—Sí, y la verdad es que no sé que hacer...digo, si me encanta la idea de que alguien reconozca todo mi trabajo como patinadora y también sé que es una oportunidad maravillosa que muchos chicos patinadores quisieran tener, pero por otro lado me siento totalmente aterrada por el hecho de estar sola en compañía de personas que no conozco, salir de mi zona de confort e ir a enfrentarme a un montón de nuevos retos es totalmente...alucinante—Camila suspiró con pesadez y le ofreció una pequeña sonrisa amable.
—¿Te miedo dejar a los chicos?—inquirió en voz baja.
—Prácticamente, sí.—negó—pero ellos también se van de gira de nuevo así que...supongo que no me quedan muchas opciones. O me voy a la nueva pista para seguir practicando el patín o me voy con los chicos y me olvido de la pista nueva y de los Wheels.—hizo una pausa—Dios, estoy siendo una chica inmadura e irracional. Christopher está totalmente tranquilo con el hecho de que mi vida de repente de un giro completo para ir en dirección opuesta a ellos, hasta me dio un montón de razones por las cuales debería ir y otro tanto de opciones para mantenernos en contacto—Camila rio.
—Eso que está haciendo se llama sacrificio, Dan. El amor es así, te ama tanto que está dispuesto a lanzarte en dirección opuesta para que tú también logres tu sueño, es una acción muy bonita de su parte, deberías de saberlo...—explicó la muchacha.—...pero al fin de cuentas no importa cuántos sacrificios esté dispuesto a hacer Christopher, porque la que tiene la última palabra eres tú. Y el sacrificio que más va a contar va ser el tuyo, porque para ser honesta yo sé que alejarte de los chicos es el sacrificio más grande que vas a hacer en tu vida...
—Lo sé y no sabes cómo pesa....
—Ahora, Renato va a matarlos a ambos si se entera que hicieron mucho más que hablar—las mejillas de Danna volvieron a sonrojarse.
—¡Camila!—chilló avergonzada y su mejor amiga se rio divertida.
—Por cierto, mira esto—inquirió inclinándose sobre la mesa de noche, estiró su mano bajo la atenta mirada de Danna, tomó algo y cuando volvió a abrir la mano en su palma descansaba una pequeña llave dorada.
—¿Qué es eso?—preguntó y Camila la miró con burla.
—Una llave ¿qué no es obvio?—respondió burlona.
—Sí, ya sé que es una llave ¿Pero para qué es?—cuestionó poniendo sus ojos en blanco.
—Esta querida, Dan...es la llave mágica que nos da acceso a la caja de secretos de Marcelle Sáenz... ¿Lista para descubrir sus secretos?—Danna rio.
—La pregunta es, ¿tú estás lista?
_ _ _
¡Doble capítulo porque... pues porque sí!
¿Están listas para descubrir los secretos de Marcelle Sáenz?
¡Bienvenidas sean todas a la recta final de Hey Danna! *come helado napolitano mientras llora*
¡Muchos besos!
G, xx.
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