C15: Vistas nocturnas.
-¡La fiesta estuvo totalmente increíble!-comentó Danna entrando en la casa junto a Christopher y Jonathan.
-Creo que salió mejor de lo que esperábamos-respondió su cuñado dejándose caer en uno de los sillones de la sala. El ecuatoriano hizo un poco más fuerte su agarre en la mano de la chica, ella lo miró y le ofreció una pequeña sonrisa. El chico sentado en el sillón de la sala los observó con una pequeña sonrisa, soltó un exagerado suspiro y luego rio.-No hace falta que se comuniquen con la mirada, ya lo entendí. Los dejo solos tortolitos-anunció poniéndose de pie-por favor, sean unos buenos niños y no me den sobrinos hasta dentro de unos tres o cuatro años más-las mejillas de Danna se sonrojaron tan pronto como las palabras salieron a borbotones de los labios del muchacho.
Christopher miró a su hermano con una ceja enarcada y una mueca de diversión instalada en sus labios. Pasó su brazo derecho por la cintura de su novia y la abrazó apenas se percató que su hermano había desaparecido de su vista.
-Quiero mostrarte algo-anunció mirando a la chica.
-¿Otro edificio en ruinas?-cuestionó mirándolo con una pequeña sonrisa.
-No-se rio el muchacho-otro de mis lugares favoritos, pero....-se apartó un poco de ella y la miró de pies a cabeza-...creo que sería una buena idea que primero te cambiaras la ropa-ella lo miró fijamente y chasqueó la lengua.
-¿Este es otro arranque de machismo, Christopher Vélez?-preguntó ofendida.
-No, pero vamos a subir a la azotea de la casa-anunció sonriéndole-a menos que quieras subir en vestido y tacones, no tengo ningún problema-se encogió de hombros y Danna rio.
-Está bien, dame cinco minutos, no tardaré-La soltó y luego la observó caminar hasta su habitación para perderse detrás de la puerta.
Como ella lo había prometido, cinco minutos después ambos se encontraron caminando tomados de las manos hasta la parte trasera de la casa, Danna observó a su novio un breve segundo antes de que tirara de ella para hacerla subir por una escalera de metal, la ayudó a subir y cuándo finalmente los dos estuvieron en la cima, él la abrazó por la cintura.
-Suelo pasar aquí parte de las noches. Me gusta el sonido de la gente que vive de noche, el leve bullicio de las calles y la tranquilidad que se respira por aquí-explicó en el oído de Danna-El aire fresco, no contaminado. Me gusta admirar el cielo oscuro, pero lo que más me gusta Dan, es que puedo ver los millones de estrellas...en Miami no tenemos esto-agregó en voz baja.
Danna posó sus manos encima de las de su novio que descansaban entrelazadas en su estómago y sonrió. No estaban en el decimoquinto piso cómo en aquel lugar abandonado, pero no podía negar que la vista era estupenda. Podía apreciar las calles iluminadas y respirar aire fresco. ¡Y el cielo! Era totalmente espectacular.
Le era inevitable no pensar que estaba volviendo a aquella vez en Las Vegas. -No quiero irme de aquí-soltó de golpe la chica.-Es...totalmente increíble, Christopher. Me siento como sí estuviera en un sueño, no quiero despertar-agregó en medio de un suspiro.
-No estás soñando, muñeca-anunció él descansando su barbilla en el hombro de la castaña.-Sabes, sí hubiese sabido que iba a gustarte tanto te hubiese traído antes-ella rio un poco-Erick me sugirió que te raptara y te trajera acá-confesó en medio de una risita.
-¿Qué?-se giró entre los brazos de su novio y lo miró a los ojos.-Vaya, que buen amigo es Erick-protestó ofendida.
Christopher rio y besó su frente cariñosamente.-Dan...hay algo de lo que todavía no hablamos-comenzó y Danna suspiró-creo que te debo una enorme disculpa...si yo no hubiera sido tan idiota de siquiera acercarme a Azul y hubiera escuchado a Renato y a Richard cuándo me dijeron que me alejara de ella...creo que no se habría ensañado contigo-ella negó de inmediato-Y por consecuencia: Marcus no hubiese vuelto a aparecer en tu vida ni te hubiera dañado. Es mi culpa todo, perdóname... por favor.-pidió y ella negó de nuevo.
-No es culpa tuya, Christopher-lo tomó de las mejillas y lo obligó a mirarla a los ojos-No tienes que pedirme perdón porque no hay nada que perdonar. Lo que pasó fue...porque así tenía que pasar, no le des más vueltas-suspiró-Tú no has hecho nada malo, al contrario, todo lo que has hecho es amarme, cuidarme y tratar de protegerme. Voy a agradecértelo toda la vida y te amo por eso, porque eres tú, porque no importa nada más que tú-Danna sintió sus ojos arder por las lágrimas acumuladas.
Christopher miró a la chica frente a él y cuándo las primeras lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas él la besó. Apenas se separaron, Danna rodeó el cuello de su novio mientras las lágrimas no dejaban de recorrer sus mejillas. El ecuatoriano aspiró el aroma a frutas que despedía el cabello de Danna y sin poder evitarlo soltó las primeras lágrimas.
-Te amo-susurró con la voz amortiguada sin apartar su rostro del cabello castaño de Danna.
-Perdóname tú a mí por dejarte, Chris. Perdóname por ni siquiera darte la oportunidad de defenderte, por cuestionar tu amor. Por alejarme de ti.-sollozó-fui una chica egoísta que en lo único que pensó fue en su propio dolor, no me detuve a pensar en lo que ustedes pudieron haber sentido.-él negó y lentamente se apartó de ella.
Danna lo miró y se sintió la peor persona del planeta cuándo descubrió las lágrimas en las mejillas de su novio. Las apartó delicada y lentamente con sus dedos; y él la miró fijamente a través de sus ojos empañados.-Estás conmigo ahora y eso es lo único que importa, dejemos el pasado atrás, amor-ella sonrió un poco.
Volvió a posar sus manos en las húmedas mejillas del ecuatoriano y el corazón del muchacho se derritió de amor apenas sintió los labios de Danna sobre su frente.
-La madre de Camila suele decir que cuándo alguien te besa en la frente, significa...-Christopher la interrumpió.
Se apartó lentamente de ella y besó su frente también-...significa protección, amor sincero y la promesa de que jamás voy a dejar que te vayas, Dan.-completó él-es la máxima expresión de amor hacia una persona, representa un sentimiento puro, eso suele decir mi abuela-Danna sonrió y escondió su húmedo rostro en el pecho de su novio.
-¿Vas a quedarte conmigo para siempre, Chris?-preguntó sin despegar su rostro del cuello de Christopher.
Él sonrió y besó su frente de nueva cuenta-Por el resto de tu vida, me quedaré contigo incluso el día que me pidas que me vaya-murmuró sobre la piel de la chica.
-Pues puedes sentarte a esperar a que ese día llegue pero te prometo mi amor, que vas a cansarte...
(...)
Danna abrió los ojos de golpe apenas sintió que su almohada subía y bajaba lentamente. Su corazón latió apenas se dio cuenta que no era su almohada sino el pecho de su novio. Levantó la cabeza lentamente para encontrarlo profundamente dormido y automáticamente sonrió.
Habían pasado alrededor de tres horas sentados en la azotea en silencio, disfrutando de la compañía el uno del otro y de la vista nocturna, luego de media hora de insistencia por parte de Christopher para dormir con ella y de otra media de protestas por parte de Danna, finalmente había accedido a compartir habitación. Se cubrió más con el edredón y volvió a acurrucarse contra el cálido cuerpo del chico.
El brazo de Christopher la envolvió con más fuerza y una risita se escapó de sus labios.-¡Eres un tramposo!-protestó apartándose.
-Buenos días, dormilona-la saludó besando su coronilla. Danna rio y besó la mejilla de su novio para luego volver a recostarse sobre su pecho.-Desperté hace como...cuarenta minutos, pero déjeme decirle señorita Francis, que verla dormir es todo un espectáculo-explicó el castaño y ella se sonrojó de inmediato.
-Me siento muy acosada-comentó divertida.
-Tú tienes la culpa por ser tan bella.-replicó el muchacho.
-Adulador-murmuró en respuesta y Christopher rio.
(...)
Zabdiel De Jesús no podía apartar la mirada del cuerpo de la chica que descansaba cómodamente sobre el colchón de la cama. Camila estaba vistiendo su camisa y su cabello negro estaba esparcido en todas direcciones sobre la almohada dándole un toque único.
El boricua se giró lentamente para no despertarla y rodeó su cintura en un abrazo cariñoso. Besó la base del cuello de su novia y se apartó admirando la pequeña marca de nacimiento de forma extraña sobre la piel de la muchacha.
Ella se removió un poco, apenas abrió los ojos y sintió un brazo rodear su cintura su piel se estremeció de inmediato. Zabdiel rio un poco y volvió a besar su cuello, el cuerpo de Camila se relajó y soltó un pequeño suspiro. Sin duda alguna, la noche anterior había sido la mejor de toda su existencia.
Cerró los ojos un momento recordando las caricias y los besos de su novio, la manera tan dulce en la que se entregaron el uno al otro, como Zabdiel la había protegido en todo momento, los cuidadoso que fue y luego se sonrojó.
-Buenos días-murmuró el boricua sonriendo incluso aunque ella no pudiese verlo.
-Buenos días, Zab-susurró la chica.
-¿Estás bien?-preguntó con algo de preocupación.
-Me duele todo el cuerpo-se quejó-pero estoy mejor que nunca-añadió sonriendo bobamente.
-Jamás había visto tu marca de nacimiento, es linda. Tiene una forma extraña pero es atractiva-señaló dulcemente y Camila rio.
-La heredé de mi padre-respondió la pelinegra aún sin mirarlo-bueno, eso es lo que suele decir mi madre. La verdad es que jamás lo comprobé-se encogió de hombros y él sonrió. -No es por querer arruinar esto, pero...creo que deberíamos irnos, mamá piensa que estoy con Danna así que...-Zabdiel rio.
-Creo que soy una mala influencia para ti-comentó con diversión.
-Claro que si, Zabdiel De Jesús; la mala influencia-se burló la pelinegra.
-Te amo-se rio el boricua besando de nueva cuenta su cuello.
-Yo te amo más...
(...)
-Esto es para ti-inquirió Danna tomando una hoja doblada de unos de los bolsillo de su maleta. Sentado en la cama Christopher la tomó, luego tiró de la mano de la muchacha y la hizo sentarse a su lado.
-¿Qué es?-preguntó mirando con renovado interés el papel en su mano. Danna apoyó su cabeza en el hombro de su novio y sonrió.
-Vamos, amor. Ábrelo-lo animó.
Desenvolvió la hoja cuidadosamente y sonrió observando el tierno dibujo plasmado en la hoja blanca. Lo observó detenidamente y luego rio.
-Tus patines son...increíbles, mis ojos...tengo el derecho un poco más grande que el izquierdo y ese cabello... ¿estoy sosteniendo una paleta?-preguntó risueño.
-No seas tonto, Chris-protestó de inmediato.-Es un micrófono-añadió apartándose un poco de él.
-No sabía que tenías tanto talento dibujando, muñeca. ¿Esta es nuestra futura hija?-Danna estampó su mano en el pecho del chico y él rio con diversión.
-¡Lo hizo Maddie!-le informó volviendo a apoyar su cabeza en su hombro.-Y no, no es ninguna futura hija nuestra, es Madison-Christopher sonrió.
-Ya lo sabía-se defendió-Es muy lindo y tierno, recuérdame por favor llegando a Miami llamar a Camila para poder hablar con Maddie y agradecérselo-Danna sonrió.-Oye Dan...-murmuró girando un poco su rostro para poder alcanzar la frente de la castaña a su lado.
-¿Si?-preguntó Danna cerrando sus ojos brevemente, disfrutando de la sensación que le provocaban los labios de su novio sobre su piel.
-En serio deberías considerar eso de nuestra futura hija, podemos comenzar a intentar desde ahora...
_ _ _ _
¡Buenas tardes, cariños!
Espero que les guste mucho, mucho, mucho el capítulo. Que traviesos que son los Zabdila, ¡mi corazón! Jaja okayno, pues.
Por cierto, si les gusta demasiado esos ojazos verdes de Erick y ese pelazo que se carga, vayan a leer mi nueva historia STARKISSED.
Primera publicación: 01, Febrero.
En fin, espero poder publicarles un capitulo mañana, porque siento que hace mucho no he publicado aquí, y la verdad, es que me encanta y extraño hacerlo diariamente como con la chica de los patines, pero bueno...
DINAMICA,
Si Cindy les dice que están dentro del equipo de los Wheels (sí, para patinar junto a Danna), ¿de qué color serían sus patines?
Recuerden que es lo primero que vean, no sean tramposas porque las estoy vigilando JAJAJA :P
Les envío un beso enorme y un abrazo muy, muy fuerte.
All the love, G. xx
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