NAMJOON
 
Después de que Seokjin me dejara en mi casa, porque no quería que siguiera estando caminando solo por las calles, estuvimos platicando y me dijo que tenía una novia, pero el realmente no la ama, por que a él le gusta otra persona. Sentí un poco de lástima por ella, ya que según lo que Jin contaba era una buena persona y las buenas personas siendo heridas me causaba nervios y molestia. Pero a la vez, solo quería que dejara de salir con ella y estuviera con esa persona que dice que le gusta.
 
Abrí la puerta de mi casa, quitándome los zapatos y poniéndome las pantuflas que usaba para pisar la alfombra de mi madre. Si llegaba a poner un pie sucio encima, me mataría.
 
—¡Ya llegué!!- dije en voz alta, creo que no hay nadie.
 
Pero entonces una voz suave me llamó.
 
—Estoy en la cocina cariño— dijo mi mamá.
 
Me dirigí a dicho lugar, viendo a mamá cocinando la cena.
 
—Que rico huele ma- dije con una sonrisa.
 
—¿Oye bebé quien era el chico con el que venias??? —- preguntó mi mamá interesada en el tema
 
—Oh es Seokjin, siempre va a la florería de la abuela- dije, recordando al chico más guapo que eh conocido.
 
—Es un buen partido para ti hijo, no lo dejes ir- dijo ella, mamá aceptó muy bien lo de mi sexualidad, papá todavía no se acostumbra, pero también lo acepta como algo normal en mí.
 
—Llegue familia- dijo mi papá, entrando por la puerta principal.
 
—Amor que crees, Nam ya tiene un nuevo pretendiente- dijo mi mamá
 
—Mamá!!!- dije
 
—¿Y es guapo o tiene dinero??- dijo mi papá interesado de repente.
 
—¡Papá, que cosas dices! — mi papá solo se preocupa por lo material.

SEOKJIN

Llegue a casa y arrojé mis zapatos donde fuera, lo bueno de vivir solo, porque si estuviera con mis papás, no me dejarían de decir que soy una vergüenza para la familia, y que deje de estar usando a Rose, como para protegerme de lo que en verdad soy.

—Solo quiero estar bien conmigo mismo- dije, aunque sé que nadie me escucha, solo estoy yo y las paredes de la casa.

Recibí una llamada, era Rose.

—Cariño necesito verte- dijo directamente.

—Pero si nos vimos como hace media hora- mencioné, un poco divertido si es que se trataba de un cliché del “es que te extraño”.

—Bebé es algo importante y quiero disfrutar este día contigo- dijo con una voz chillona, la cual a veces me fastidia.

—No podría ser mañana, acabo de llegar a casa- dije, si sé que sonó egoísta, pero no la amo, solo la veo como una hermana.

—Está bien cariño, será mañana- dijo antes de colgar.

Me lancé a mi cama sin molestarme en quitarme la ropa que traía, y con el teléfono apagado totalmente me dormí.