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Chelmsford, Reino Unido
06 de enero del 2019
Narrador
Volvamos con nuestro pequeño labrador de Norfolk que conocimos en un principio, como recordarán fue raptado por tres delincuentes para que sea usado como perro de pelea y se lo llevaron a una cabaña en Chelmsford y ahora tenía un nombre y ese era Goliat.
Esos malos hombres constantemente sacaban a los perros hacia otro cuarto cerrado que estaba en el jardín de la casa. Aquí había un círculo de color blanco en donde los obligaba a pelear en forma de práctica para los combates reales.
Goliat, nuestro labrador, tenía mucho miedo, no quería hacer daño a otros perros. Su compañero, Rocco, un pittbull blanco de mayor edad, le advirtió que debía de hacerlo si no quería morir a manos de esos delincuentes.
Los humanos le pusieron a una can mestiza joven en frente al labrador. Goliat al verla se acordaba de su difunta madre y no quería hacerle daño. Pero, ella sí se tomaba esta práctica en serio y mordió al cachorro para e intentando sacar del círculo rápidamente. Goliat perdió las 2 primeros rondas y sabía que si perdía uno más, perdería el combate y recibiría un castigo. Así que, se armó de valor y se fue decidido a la can. Le arañó la nariz y mordió su cola con tanta fuerza que hacía que esta corra de dolor y tratando de quitárselo de encima. Goliat mordía fuerte de ella y esta can al correr despavoridamente salía del círculo, así que repitió su técnica en la siguiente y en la siguiente. Terminando él ganando.
A la joven can la agarraron y la lanzaron a un pozo poco profundo en donde pasaría la noche y no recibiría comida como castigo. Goliat se aliviaba de haberse salvado de eso y Rocco lo felicitó por su buen desempeño. Aunque, Goliat no estaba del todo feliz, se sentía mal por esa can recibiera ese castigo.
Goliat (apenado): Yo... No tenía otra opción y...
Rocco: Oye, no te preocupes por ella, va a estar bien, este no es un sitio para hacer amigos, Goliat. Este es un sitio donde el más fuerte sobrevive. Lastimosamente, no podemos cambiar las cosas.
A Goliat no le parecía correcto el hecho de pelear y estar haciendo daño a sus demás compañeros, ellos no tenían la culpa de que esta gente que usara a los perros como perversa diversión y para peleas. Es por eso, que trataba de ganar sin hacer mucho daño al oponente.
Creció con esta mentalidad y es así que nuestro cachorro dejó de ser tan cachorro y se convirtió en un perro adulto de 13 años perrunos quien compitió en varias peleas callejeras de perros con canes más fuertes y más grandes que él. Pero, Goliat, con todos los años de lucha y práctica, poseía distintas técnicas para pelear y los ganaba con facilidad. Se había vuelto el favorito de ese gran número de personas. Y para sus "dueños", Zack, Ryder y Nano.
Ryder (ríe): Te dije que Goliat iba a ser el que nos haga llegar a la gloria. ¡Mira todo este dinero que ganamos apostando por él!
Nano (serio): Lo sé...
Ryder: Oye, ¿qué te pasa? Alegra esa cara, amigo.
Nano (serio): Es solo que... Tenemos a tantos perros y siento que merecen estar en un mejor hogar, comenzando con Rocco, ese can nos ha ayudado muchos años en estas competiciones, ya está viejo y creo que lo mejor es que él, junto a otros canes, tengan un mejor futuro y tengan su propia vida lejos de nosotros.
Ni bien terminó de decir eso, Ryder y Zack comenzaron a reír fuerte y burlonamente.
Ryder (entre risas): ¿Estás bromeando? ¿Ellos tener una vida propia? Ay, por favor, no estarás hablando en serio... Los perros solo son objetos que se mueven, no tienen ni sentimientos, ni una vida. Solo se preocupan en comer, saltar, coger y dormir.
Nano (serio): ¿Te quieres callar de una p*ta vez?
Zack (sonríe maliciosamente): ¡Oigan, basta ustedes dos! También he pensado lo que dijo Nano, Rocco ya está viejo y fue un buen perro, y con Goliat no necesitamos a otro. Por mí que lo liberen, PERO ¿no será mejor que compita en su última pelea la otra semana? Si gana, será libre y si pierde también, termina bien en ambos casos.
Ryder: No se diga más, lo llevaremos el otro fin de semana.
Nano (dudoso): De acuerdo.
Zack abrió una botella de cerveza y se las dio a sus compañeros mientras hablaban acerca de otras cosas. Pero, de todos ellos, Nano ha estado bastante cabizbajo, quería salir esta vida que no lo llevaría a ningún camino y sobre todo, quería librar a los perros con quienes se había encariñado mucho.
Mientras tanto en el sótano donde todos los perros estaban, Rocco estaba intentando descansar cuando escuchó una voz conocida.
Goliat: Rocco, levántate un rato, pero sin hacer ruido, mira lo que traje (le muestra unas croquetas).
Rocco: ¿De dónde las sacastes?
Goliat: Las encontré en el jardín, están un pocos secas, pero podemos comer los dos.
Rocco: Gracias (tose).
Goliat: Ya estás que te vuelves viejo, amigo.
Rocco (ríe): Sí, me sorprende lo rápido que pasa el tiempo, sobre todo cómo has cambiado tú, cuando llegaste eras solo un pequeño cachorro labrador negro de... De...
Goliat: De Norfolk.
Rocco: Sí, de Norfolk y ahora mírate eres un esbelto y fuerte perro de lucha (ambos ríen). Apuesto que si sales de aquí todas las canes hembras quisieran estar contigo (ambos ríen).
Goliat: Sí, y todo te lo debo a ti, Rocco. Tú has sido como el padre que nunca tuve, muchas gracias.
Rocco: Ay, no tienes por qué agradecerme (le da un abrazo).
Goliat (acepta el abrazo): Oye, antes de entrar aquí, ¿tuviste algún proyecto de vida interesante?
Rocco: Pues, mi anterior dueño me llevaba constantemente a una ciudad muy bella bastante lejos de aquí, Londres... Mi antiguo dueño me decía que Londres era la ciudad de las mil caras porque te encontrarías de todo ahí y siempre me gustó la idea de poner una pata sobre esa ciudad y también de formar una familia allá.
Goliat (come una croqueta): ¿Una familia?
Rocco (sonríe): Sí... Me hubiera gustado tener una bella can junto a una camada de cachorros que correrían hacia mí gritando "¡PAPI!" jeje. Y al mayor de esa camada, le colocaría de nombre Charlie.
Goliat: ¿Charlie? Buen nombre.
Rocco: Sí (acaba la última croqueta).
Goliat (bosteza): Ya tengo sueño, lo mejor será descansar de una vez.
Rocco: Sí, buenas noches, Goliat.
Goliat: Descansa, Roc'.
Y fue así que tanto el pitbull blanco, Rocco, como el labrador negro, Goliat, terminaron cerrando sus párpados y teniendo un profundo sueño. Con el pasar de los años ya se habían acostumbrado a esta dura vida y a tener que lidiar los problemas que había dentro de esa casa.
Pasaron rápidos los días y llegó el fin de semana y como era habitual escogerían a Goliat para ir a otra pelea, pero este se dio con la sorpresa de que hoy escogerían a Rocco.
Goliat (preocupado): ¿Rocco? Tú vas a pelear, pero ya estás viejo.
Rocco: Descuida, perderé rápido. Y no creo que a estos humanos les importe.
Goliat, muy preocupado, se colocó con Rocco y no se movió de ahí, los humanos, Zack y Ryder pedía que se moviera, pero al ver que no podían decidieron que también iría Goliat para que acompañe a su entrenador.
Llegaron con su camioneta al establo en donde se hacían los combates entre perros y metieron a Rocco, mientras que Goliat miraba desde una cerca. Como contrincante había un perro labrador negro, más o menos de la misma edad que la de Goliat, se veía fuerte, robusto y aguerrido, su nombre era Bardock.
La pelea empezó y Bardock, el contrincante, ganó fácilmente a Rocco sacándolo del círculo. Siguió la segunda ronda y pasó lo mismo, la pelea se volvía aburrida para la multitud y con poco contacto. Aunque, si Rocco salía una vez más, perdería y por fin podría ser libre. Desde la cerca, Goliat le sonrío y le levantó el pulgar: Rocco le devolvió la sonrisa, Bardock se dio cuenta de esto y sonrió con maldad. Entonces que sonó la campana que indicaba que iniciaba la tercera ronda.
Fue entonces que Bardock decidió salirse del círculo a propóstio y no solo lo hizo una vez, sino que dos veces. Todos estaban sorprendidos y se preguntaban ¿por qué Bardock estaba que se dejaba ganar? La pelea estaba empatada y el próximo que marcara un punto, sería el ganador. Todos estaban nerviosos, Rocco al ver que podía gana, corrió hacia Bardock con la intención de sacarlo del círculo. Bardock esquivó la mordida de Rocco y se fue directo a morder de un costado del pitbull, este inmediatamente al sentir contacto trató de salir del círculo, pero su contrincante le impedía que saliera y lo arrastraba al centro del cículo blanco mientras le seguía mordiendo en puntos delicados, como era el pescuezo, las orejas y su panza. Rocco trataba de defenderse, pero por su edad se había vuelto más lento y no era aquel can de peleas que fue hace un tiempo.
Goliat (preocupado): ¡ROCCO!
Los apostadores que estaban viendo la pelea apoyaban al labrador negro con comentarios como "¡Acábalo!", "Ponle a dormir a ese viejo pitbull!". Mientras que Goliat estaba helado e impactado al ver la pelea.
Fue entonces, cuando Bardock mordió el cuello de Rocco y desgarró parte de su pelaje junto a la vena yugular. Rocco cayó de lado y comenzó a convulsionar por la perdida masiva de sangre y comenzaba a jadear. El otro perro, solo se dio media vuelta y regresó donde su dueño, escupiendo parte del pelaje que tenía entre los dientes.
Goliat (grita entre lágrimas): ¡¡¡ROCCO!!! ¡¡¡NOOOOO!!!
El grito que Goliat dio, fue suficiente para que sus cuerdas vocales se desgarraran un poco y le imposibilite hablar temporalmente, esto ya lo había vivido antes, la vez en que estuvo en el bosque de Norfolk con su madre y ella murió por el ataque de un lince.
Ahora estaba a punto de perder a quien había considerado su padre y sentía como todo se le nublaba.
Los dueños de Rocco y de Goliat entraron a la zona de batalla para socorrer a Rocco, pero este estaba sobre un enorme charco de sangre y comenzaba a convulsionar más lento, hasta que en los brazos de Nano, dejó de moverse y sus ojos se tornaron blanco, su pulso paró y dio su último aliento antes de siquiera haber podido salir del círculo blanco en donde los perros pelean.
Nano (entre lágrimas): Está muerto...
Jurado (serio): Es una pena, por favor, saquen el cuerpo que ya vamos a empezar la siguiente lucha.
Nano (molesto): ¡Ustedes lo mataron, malditos!
Nano salió del establo y lloró sobre el cuerpo de Rocco. Mientras tanto, Goliat volvió en sí y procesó todo lo que acaba de pasar y lleno de dolor salió a ver a Rocco y acompañó a Nano.
Este abrazó al labrador negro, Goliat, y se recostó sobre él, a Goliat no le importó, consideraba a Nano como el mejor de los tres dueños que tenía y también lloró junto a él.
Pasaron los minutos en el que Zack y Ryder salieron del establo riéndose de Nano.
Ryder: Ya, Nano, ¿sabes? Nosotros pagamos al dueño de Bardock, para que matara a Rocco en combate y así dejes de encariñarte de los animales.
Nano (a punto de golpearlo): ¿Qué? ¿Tú lo provocaste?
Ryder: No, toda la idea la tuvo Zack desde un principio para que se te colocara un punto final con los animales.
Zack: Así es, espero que hayas aprendido la lección o haremos lo mismo con Goliat (lo patea haciendo que Goliat diera un quejido).
Nano estaba impotente y Goliat solo le gruñía a Zack y a Ryder por haber permitido que Rocco muriera de esa forma.
Goliat (susurrando): ¡Malditos mounstruos!
Goliat no podía hablar más fuerte que un susurro, sus cuerdas vocales se habían vuelto a desgarrar por haber gritado y le dolía a la hora de hablar.
Nano tomó valor y se enfrentó a los dos. Goliat se le unió y comenzó a morder a los despreciables hombres. Nano aprovechó la situación y entre varios golpes le arrebató las llaves del camión a Zack.
Zack: ¿Qué crees que haces, imbécil?
Nano: Algo que tuve que hacer hace mucho tiempo.
Nano subió al camión y Goliat saltó hasta el asiento del copiloto, Nano arrancó rápido la unidad y logró salir de ahí. Mientras que Zack y Ryder le seguía corriendo hasta que se cansaron.
Nano llegó a la cabaña donde vivían los demás perros, cogió un teléfono fijo y llamó a la policía. Luego de la llamada, donde indicaba la dirección de la cabaña y el establo donde se realizaban las peleas, fue directo al sótano y abrió la puerta.
Nano: ¡Salgan! ¡Son libres!
Los más de 15 perros que estaban en el sótano se quedaron quietos por unos segundos y tratar de lo que había dicho el humano era real y no un sueño.
Nano: ¡Salgan ahora, son libres! (Solloza) Amigos...
No era un sueño, era real y todos los perros que estaban ahí, de todas las edades y razas salieron del sótano y tumbaron a Nano para darle varias lamidas que el joven recibió con gusto.
Nano se acercó a la sala y abrió la puerta principal.
Nano: Escuchen, sé que fui un completo idiota en todo este tiempo y sabía que hacíamos algo malo, pero me arrepiento, ya no quiero seguir haciéndoles daño, ni ustedes, ni a nadie... Al principio, solo quería un poco de dinero para mi enferma madre, solo quería eso, jamás estuvo en mis planes entrar al mundo de las peleas de perros y crear este daño... En serio, si me entienden, perdónenme... (rompe en llanto).
Nano se sentía tonto hablando a los perros como si estos le entendieran, se sentía tan mal que colocó sus manos en sus ojos y lloraba amargamente. Fue cuando Goliat se acercó a él y le dio una lamida en la mejilla, esto calmó al muchacho y se dio cuenta que todos los perros lo miraban de forma comprensiva para luego correr hacia él y lamerle en su rostro.
Nano: Gracias, chicos. Pero lamento decirles que este el adiós, por favor, cuídense y espero de verdad que encuentren un verdadero hogar y alguien quien les quiera.
Los perros asintieron y se retiraron, el último en quedarse fue Goliat quien estaba apenado por dejar a Nano.
Nano: Goliat, debes de ir con ellos, yo... Debo de pagar por todo el daño que hice, de esa manera tendré mi consciencia tranquila y podré estar en paz conmigo mismo. Nos vemos, amigo (abraza a Goliat y ambos derraman una lágrima de despedida).
Goliat corrió hacia el camino donde fueron los demás perros mientras escuchaba como los coches de policía comenzaban a llegar y vio como Nano lo detenían en un coche de policía sin que este haya puesto resistencia.
La policía también llegó al establo donde se desarrollaban las peleas de perros y donde había muerto Rocco, varios de los delincuentes sacaron sus armas y comenzaron a disparar a los oficiales, estos pidieron refuerzos y hubo un fuego cruzado en el que murieron la mayoría de malechores incluyendo a Ryder y a Zack.
Goliat siguió a varios de los perros y decidió sacarse el collar de la letra "G" que traía, quería olvidar todo de ese horrible lugar. Se subieron a diversos carros y cada uno tomaron caminos distintos, en el que varios canes de esa cabaña lograron tener lo que más anhelaron y que creyeron que jamás tendrían, alguien quien les quiera y les brinde su amor.
Y así poco a poco, el número de canes se despedían e iban con mejores familias. Hasta que luego de un año entero el único que no había sido adoptado era Goliat, él estaba feliz que sus compañeros y amigos hayan podido obtener una familia que les quiera antes que él.
En una carretera de Reino Unido
04 de marzo del 2020
Con Goliat ahora de 21 años, se subió a un bus rojo de dos pisos que por primera vez vio.
El viaje demoró algunas horas, pero había llegado a una ciudad que nunca antes había visto, leyó el nombre de la parada y decía Londres, estaba en el lugar que Rocco deseaba algún día conocer. Y fue entonces que decidió adentrarse en la ciudad y llegó a un parque, exactamente el Parque Candem.
Se paró en el canal para beber, y conoció a un zorro, a una ardilla y a una rata. Ellos le preguntaron su nombre y Goliat no podía decirles el nombre que tenía en ese momento, si iba a tener una nueva vida necesitaba un nombre nuevo y se acordó del nombre que Rocco pensaba poner a su hijo mayor, Charlie. Le preguntaron de dónde era y mintió que era de Cámbridge. La verdad es que quería ser literalmente un perro nuevo, quería olvidar su duro pasado y quería hacer que todo lo que pasó valiera la pena. Luego de eso, el zorro quien se llamaba Fergus lo acetpó para que esté en el Grupo del Canal y el resto ya lo saben.
Y fue entonces como es que el cachorro labrador negro de Norfolk, quien perdió a su madre a patas de un lince (en el Prólogo), quien tuvo que pasar una Nochebuena en Suffolk completamente solo, hambriento y en el frío, para luego ser raptado por unos delincuentes y llevado hasta Chelmsford y finalmente llegar hasta Londres, en donde ahora sería conocido como Charlie. Todo estaba conectado y nuestro labrador negro, Charlie, tenía la frente en alto, y con la esperanza de que podía rehacer su vida y tener lo que deseaba, un buen futuro.
Fin del Capítulo
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