"Hey brother

Do you still believe in one another?"

Suspiro una vez más.

Sentía la sangre escurrir por sus nudillos para seguir el camino hasta la punta de sus dedos y luego caer al suelo.

Los cuerpos tirados a su alrededor.

Sangre.

Sangre.

Sangre por todas partes.

-Bien hecho Takeomi.- dice un señor vestido de manera elegante, contento con el espectáculo a su alrededor.

-Aja…- es lo único que sale de sus labios. Sus ojos bicolor sin brillo alguno, su rostro sin emociones, su cabello largo y descuidado.

-Mi hermosa máquina de matar…- dice el hombre acercándose a él y agarrándole la barbilla- No por nada te decían dios de la guerra.

Ante la mención de su antiguo apodo el pelinegro sintió un revoltijo en su estómago.

Se volvió peor cuando el hombre pasó un brazo por su cintura, atrayéndolo, y levantó su barbilla conectando sus miradas.

-La próxima vez que te hable contesta mejor… ya sabes cómo es esto- dice el hombre con una sonrisa "gentil"- Ahora puedes irte… Esta noche te quiero en mi cama… 

-Si señor… - es lo único que sale de los labios de Takeomi.

El hombre se aparta de él, pero antes de subirse a su auto gira levemente su cabeza.

-Recuerda que si no vas… Sabes lo que pasara.

Con esto último dicho se fue.

Una vez solo Takeomi cayó al suelo de rodillas.

-Lo siento…. Lo siento…

Comenzó a repetir el como si fuera un mantra, mientras las lagrimas se acumulaban en sus ojos.

¿Con quien se disculpaba?

Tal vez con los cuerpos.

Tal vez con Shinichiro.

Tal vez con Wakasa y Keizo.

Tal vez…. Con él.

No sabía con quien se disculpaba, pero lo hacía.

Mira sus manos… 

Recuerda cuando todo comenzó.

Sus padres decían que lo amaban. Que era lindo, que era fuerte.

Pero no era ninguna de esas cosas. Todavía podía sentir el escozor de sus muñecas contra la soga ajustada, los golpes en su rostro para que se quedara quieto mientras lo ultrajaron siendo solo un niño.

Nunca se lo contó a los chicos.

Creía poder aguantar eso solo por sus hermanos.

Pero uno de ellos desapareció.

El y Senju lo buscaron… no lo encontraron.

Comenzaron a caer… 

¿Tan mal hermano mayor fue?

Confío en las palabras de sus padres…

Confío en las palabras de aliento de los demás…

Confío en que todo se resolvería y encontrarian a Haruchiyo.

Pero no debió hacerlo.

Ahora solo quedaba seguir junto a Senju…

Sin confiar en nadie…

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"Hey sister

Do you still believe in love?"

Marimacha. Puta. Anorexica.

Sus compañeros de colegio siempre la insultaban de esa manera.

Pero ella ya se acostumbró.

Antes todos la amaban porque era la niñita perfecta. 

Pero solo era una fachada que le obligaban a mantener.

Nunca la trataron mal por el miedo que le tenían a Haruchiyo.

Pero ahora que él no estaba…

A sus padres les dio igual su desaparición. En cambio ella y Omi lo buscaron, pero al hacerlo tuvieron una confrontación con ellos.

Takeomi le rompió la nariz a su padre de un solo puñetazo, mientras que ella le hacía lo mismo a su madre.

Los dos fueron abandonados por sus progenitores al día siguiente.

El amor por sus progenitores se fue con esa niña inocente hace mucho tiempo.

Las deudas comenzaban a acumularse Takeomi hacía lo que podía.

Ella también.

En la escuela comenzaron a molestarla. Por su apariencia física, por su forma de vestir.

Se notaba que estaba más flaca de lo que se consideraba saludable, se notaban las ojeras debajo de sus ojos.

Cuando creía que había encontrado el amor en un chico que le gustaba. Se enteró que él la engañó saliendo con otra.

Pero seguía en pie… Hasta que uno de sus compañeros terminó por romperla.

-¿Sabes Senju? -se le acercó uno de sus compañeros de clase, él era seguido por otros chicos y chicas- El otro día mi padre vio a tu hermano mamándosela a otro hombre en las oficinas donde trabajan… Creo que ya se porque tu otro hermano los abandonó… Después de todo, convivir con dos putas debe ser horrible.

Todos comenzaron a reírse como si hubiera sido el mejor chiste del mundo.

Pero de la nada Senju se abalanzó sobre su compañero y comenzó a golpearlo salvajemente.

-¡Estupido de mierda!- gritaba Senju llena de ira mientras seguía golpeando. Las chicas gritaron aterradas y los chicos se alejaron por miedo.

En eso llegó un profesor y trató de separar a Senju de su compañero.

Fue suspendida.

Otro día más en su vida.

Mientras iba caminando a su casa, todavía con el uniforme y manos ensangrentadas vio un cartel que decía: El amor salva vidas.

-Ja… que mentira más grande- se ríe ella entre dientes.

Después de todo…

Ya no creía en el amor.

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Era su cumpleaños.

Muto y el resto de la ToMan habían decidido festejarlo a lo grande.

Por un breve momento se preguntó cómo estarían Takeomi y Senju.

Pero rápidamente trato de olvidarme de eso.

Se había ido para hacerles un bien, después de todo ellos siempre eran criticados gracias a él.

-Vamos Sanzu- le dice Muto con una leve sonrisa.

El solo asiente. Definitivamente sus hermanos ahora mismo deberían estar bien.

Mientras en otro lugar…

Una señora llamaba desesperada pidiendo auxilio a los vecinos, algunos salieron de sus casas preguntando que había pasado.

La mujer solo lloraba y casi no le entendían.

Un vecino se animó a entrar a la casa de donde había salido la mujer y entonces salió rápidamente a llamar una ambulancia y a la policía.

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Vada: Aclaro... El finc fue echo antes de que nos dieran el pasado de los Akashi, igualmente usare mis versiones de ellos dependiendo el finc asique cuando use el cannon se los hare saber.

Otra cosa mas.

No permitire ningun tipo de Hate a los personajes a menos que en la historia misma se lo merescan o que yo cree un Oc especialme te para eso (como en Tempestad en mi memoria)