EPILOGO: Final feliz.

//Canción recomendada//


EDITADO


Otro sueño que no se hará realidad, 

solo para aliviar tu pena.

Otra vida que he tomado de ti,

un regalo para añadir a tu sufrimiento y dolor.

Otra verdad que nunca creerás, 

te ha jodido por completo.

Todos los gritos que comienzas a oír,

atrapados en tu mente, ensordeciendote.


¡Déjame iluminarte!

Esta es la forma en la que rezo...


Vivir no es tan duro, quemame desde adentro.

Vivir mi vida ya no es tan duro...

¡Llévate todo! ¡Quitamelo todo!

Canción en multimedia - (Prayer - Disturbed)

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      Arrastro mis pies hasta fuera del baño y dejo caer la toalla, para tomar mi ropa interior y meterme en ella. Hoy es el día de graduación y no me siento tan emocionado como lo creía, pero aun así, me siento bien. Me meto dentro del pantalón oscuro que me deja mi madre sobre la cama. Me miro en el espejo, observando mi delgado torso desnudo, que ya luce más repuesto gracias a la rígida dieta del nutricionista y, a un costado, la marca que tengo desde que desperté, me recuerda lo que siempre trato de olvidar: Lu.

      Me pongo rápidamente la parte superior del traje y luego los zapatos. Mi mamá me organiza la corbata y me peina y poco, ya que me corté el cabello y no es necesario tanto drama. Me besa en la frente y nos sentamos a desayunar una vez pisamos la sala. Luce tan emocionada y orgullosa. Solo nos tenemos el uno al otro, solos en este mundo, somos nuestro único apoyo y familia.

      Trotamos hasta el auto y Marta Hill conduce hasta el gran salón designado para el evento. Cuando llegamos, la ayudo a bajarse, ya que esos tacones, de metro y medio, que se puso le disminuyen la rapidez un noventa y nueve por ciento. Entramos y todo está bellamente decorado. Sonrío, tristemente, al imaginar a Emma portando su toga y su diploma, sabiendo que eso ya no será posible.

      Algunas personas me saludan y luego los organizadores nos entregan nuestras togas y nos dicen que esperemos unos minutos para hacer el desfile hasta la tarima, así que mi mamá debe esperar en su lugar hasta que salgamos.

      —Llámame si necesitas algo, amor —dice ella con cariño, besa mi frente, y camina con cuidado, saliendo la habitación.

      Me visto y me siento por ahí, a pensar en todo y en nada.


...


      —Ahora llamaremos a los recién graduados—anuncia el director del colegio, por el micrófono.

      Mantengo la mirada en mi mamá, que está con sus manos unidas y se ve muy feliz, ya que no para de sonreír. Después de un rato, oigo que nombran a mi compañera de al lado, y me preparo para caminar y recibir mi diploma para luego decir una palabras.

       —Tomás Hill —me llama con voz gruesa y amable, el director. Camino algo nervioso, bajo las miradas de la audiencia y recibo mi diploma con orgullo. —Felicitaciones —susurra el director cuando le doy un pequeño abrazo.

      Me subo al púlpito para decir algunas palabras de agradecimiento y, de repente, siento un escalofrío recorrerme el cuerpo. Intento continuar pero, después de unos segundos, el eco de unos aplausos me interrumpe, otra vez, abruptamente. Me detengo y miro hacia los lados, tratando de encontrar la fuente de los aplausos, y me estremezco por completo al ver una cabeza con el cabello completamente blanco, moverse entre la audiencia y avanzar hasta encontrarse entre las primera filas. Aplaude sin parar y sonríe mostrándome sus colmillos. Centelleantes ojos coloreados, hacen que un nudo se me atasque en la boca del estómago.

      —Tomás... —me trae de vuelta una maestra, que se encuentra a mi lado, y noto como todos me observan, esperando a que continúe o me baje, para darle paso a otro graduando.

      —Muchas gracias —concluyo, con la voz un poco débil, y cuando bajo, miro hacia los lados en busca de él, pero no le veo.

      Se ha esfumado y, sospecho yo que, lo ha hecho para siempre. Todos aplauden y hago una sonrisa que no califica ni de mueca. Mi madre camina rápidamente y se hace a mi lado para que nos fotografíen y ponemos una gran sonrisa de felicidad genuina. No puedo evitar sentirme inquieto por la calma tan profunda que siento, a pesar de todo lo que ha sucedido.

      Supongo que Lu al final si cumplió con su palabra.





FIN.

Gracias por leer.

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