Eleccion.
Las ciudades estado que dominaban los paramos del sur, se dejaban gobernar por complejos sistemas democraticos, claramente una democracia totalmente selectiva, solamente los varones y mujeres decierto estatus y clase social podrian entrar y poder votar en las grandes deliberaciones, asi que toda la clase media y los ricos eran parte de este sistema, los ricos proque controlaban la mayoria de los negocios y los de la clase media porque tenian pequeños negocios pero tambien solian trabajar o estar aliados con alguno de los magnates, que la ciudad de Oreles en ese momento tuviera a sus 5,000 miembros en plena sesion dejaba en cuenta que tan peligroso era el asunto, despues de todo, las ciudades estado que les rodeaban tenian los mismos consejos o ya habian decidido sobre la marcha.
Los Hemanitas los habitantes de la ciudad de Heman, habia tomado el poder hacia unos 5 años un mercenario con sus tropas, ahora mismo ese hombre habia sido muy rapido y brutal expandiendose y forjando alianzas, ahora mismo controlaba la mitad de las islas y ciudades de aquellos lugares, eran todo un archipielago de islas al menos unas 300 islas, peor de esas solamente 30 eran grandes islas, con un ecosistema que iba fluctuando gracias a los mares del sur y los rios que llegaban del norte, ademas las islas cada una tenia diferente fauna y flora, ademas de que en algunas llovia mucho y en algunas eran deserticas, o con montañas o montes eran todo el lugar no habia isla igual, la isla de Oreles era una de las mas importantes y por ese motivo desde que cayo la famosa y legendaria ciudad de los templos, lo cual se considero un sacrilegio, todas las ciudades comprendieron finalmente que los Hemanitas estaban pensando en la conquista de el archipielago de las Princesas, en honor a que era una zona de recreacion y juego para las antiguas princesas de la Gran Cimeria, se decia que cada isla fue arreglada y acomodada para poder mantener a las princesas del Imperio y pudieran disfrutar sus semanas o meses cuando quisieran descansar del ajetreo de la gran Corte.
Los hombres y mujeres se miraban.
-No podemos ir a la guerra el enemigo tiene mas de 50,000 tropas ademas de que esta reuniendo mas y mas mercenarios-
-Podemos ir a la guerra primero a defender la mas grande virtud de nuestra gran republica, la libertad y la segunda, el tomar la isla de los templos sin duda es la mas grande herejia, Yoru el Aspostata pagara alto ese precio-
-No podremos vencer, acaso has visto cuantas tropas tenemos, apenas podremos reunir a 2,000 guerreros y que decir apenas tenemos para contratar a mil mercenarios-
-Pero que falta de brios y valor, acaso olvidan como antes hemos tenido esos peligros, es hora de levanrtarnos y enfrentarnos al enemigo, no recuerdan nuestas antiguas guerras siempre hemos ganado con el valor de nuestro pechos y buenas espadas en nuestras manos-
-pido sensatez, no podremos enfrentarnos contra un tirano que ya controla la mitad de nuestra region , acaso creemos que podremos derrotarle, mejor demoles nuestra sumision a cambio que respete nuestra libertad-
Los hombres y mujeres se peleaban dentro del recinto cada uno tomando el mando para decir o negar, peleando y discutiendo, al parecer existia el peligro de que finalmente llegara en un empate era uno de los peligros de la democracia todos hablaban pero al final ningun acuerdo se habia ordenado.
El recinto sono con la llegada de varios pies que entraban, eran esclavos que portaban al mas grande y anciano general, era incapaz de moverse pero tambien era uno de los mas ricos y poderosos de la ciudad, la suerte le arrebato a 10 hijos y solo le quedaba una dulce niña que habia acogido en su casa criandola como su heredera, ahora la niña iba al frente de esta delegacion, tendria 11 años ocasi 12, se veia que comenzaba a crecer, se le veia que estaba totalmente nerviosa pero se contuvo.
-Hombres y mujeres, ustedes los ciudadanos de Valor, aquellos que aman la libertad y que se niegan a someterse a la tirania, acaso han olvidado como antaño otros tiranos intentaron dominarnos y como nos enfrentamos a ellos, los aniquilamos en los campos de las doncellas, y que me dicen cuando enfrentamos a la invasion de los seres peces hacia 100 años, resistimos sus temible ataque por 10 años antes que finalmente nosotros la ultima ciudad recibimos refuerzos y les mandamos de nuevo a los lejanos reinos marinos de donde provenian, nunca importo el numero, sino el brio de nuestros pechos, acaso no hemos estado en situaciones donde la vida y la muerte pendia nuestra amada republica, ahora que se levanta un tirano y ustedes se quieren rendir sin pelear, acaso es que ya no hay mas hombres viriles.-
-Si vienes a mi cama niña te enseñare que soy mas viril de lo que crees-interrumpieron, pero la chica se mantuvo silenciosa y muy calmada, luego cuando las risas y todos volvian a poner el silencio, miro a cada uno de ellos, una ligera mirada que supieran que estaba ahi y que no se adrementaba, una mirada conocida le hizo sentir algo de calma.
-Que niña, acaso aun no quieres saber como sentirte mujer- dijo el que dirigia la coalicion que no fueran a guerra y se dieran la subordinacion
-Tal ves pero no contigo, se muy bien que tu esposa encuentra virilidad en otros brazos- todos comenzaron a burlarse de el hombre, una ves tenia el control, giro para ver a su abuelo que aunque ciego se negaba a rendirse, el queria que su queridaciudad nunca tuviera las cadenas
-Si no hay mas valor en sus corazones entonces que el destino de la republica caiga en mis manos, yo gastare toda mi fortuna en pagar a un ejercito, que se diga que las faldas salvaron a la republica cuando sus hombres preferian presumir de sus hazañas viriles enla cama...mientras ellos decian tener sendos y grandes rabanos pero en realidad tenian minusculos bananos-
Lass mujeres y tran parte de la multitud comenzaron a reir.
-Entonces dejaran que una niña y su anciano abuelo detengan en su manos el destino de nuestra dulce y amanda ciudad o se quedaran sentados-grito una mujer, ahora mismo todos estaban de acuerdo queel retroceder seria peligroso y quedar como grandes eunucos
-Votos por la guerra- dijo el encargado y secretario de dirigir esta reunion, docenas de manos se alzaron, otros salian del lugar incluyendo a quien decia que no, fuera lo que fuera, estaban en guerra.
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