Enfermedad.
— ¿Comó esta? — España llego abriendo como loco la puerta del hospital.
— Silencio — dijo Colombia que tomaba la mano de Maria y limpiaba las lágrimas de sus ojos por verla tan débil en la camilla.
— Le ha atacado fuerte el cambio climático con su estado actual, la energía toda su extensión esta en niveles críticos ya que no ha llovido y la represa hidroeléctrica que la alimenta parece un desierto. La escasez de prácticamente todo, los problemas económicos y la inseguridad son sus mayores problemas. Llego al estado de miseria numero 1 en el mundo, puede haber un estallido social de un momento ha otro. Si no fuera tan fuerte de espíritud y tan terca como una mula no lo aguantaría — comentó Ecuador mientras se paseaba por la habitación inquieto por la salud de su hermana.
— Debe estar mal para decirnos que te quiere ver y al gringo también — Panamá se arrepentía un poco por no haberse llevado mejor con Venezuela.
— O tal vez no le queda mucho de vida — el Estadounidense que seguro iba por su quinta hamburguesa y todavía le faltaba muchas por terminar apenas dijo eso fue fulmido por la mirada de todos en la habitación —
— Ella no se va rendir, es demasiado terca y orgullosa para eso. — Catalina sonaba segura de sus palabras.
— Claro, me dijo que no los iba a dejar por que sabia que ustedes solo están esperando que ella se muera y agarren su territorio — Bolivia iba entrando por la ventana con un ramo de flores medio destruido.
— Nosotros nunca haríamos eso — Ecuador sonó furioso, antes que todo ella su hermana mayor que tanto lo cuido de pequeño
— ¿Y sus jefes?, petróleo y el hierro, gas natural, tierras fértiles y lugares bonitos con un lindo mar caribe conectado. — Bolivia dejo el ramo de flores en la mesita de la habitación y vio preocupado a Maria. — Hasta a mi me suena tentador, más de uno espera que caiga para agarrar todo que quede de ella. Apuesto que Colombia seria la primera en declarar que es su tierra.
Colombia no aguanto y le dio una cachetada muy molesta. No lo soportaba, sabia que era parte de su familia y una persona querida para Venezuela, pero eso no le quitaba lo molesto que era en ese momento.
— Puedes cerrar la boca — refunfuño molesta para volver agarrar la mano de su hermana
— No te hagas, No eres tu la que le quito la guajira. Si eres una completa doble moral, te la das que la quieres y que tu hermana es importante para ti; pero no son los Colombianos que empezaron a pasar la gasolina y la comida para su país, no eres tú que siempre querías ponerte encima de ella, Cúcuta no esta llena y los comercios venden todos los alimentos hechos en Venezuela que pasan por la frontera mientras que San Cristóbal esta vacía. Apenas que Santos vea que no da para más hará todo lo posible para hacerlo peor. De nada te sirve que ella sea mejor que tú, para ti es mejor que ella este así — Bolivia estaba molesto por la situación y había escuchado mucho a Venezuela cuando se reunían, también era obvia la situación.
— Y a ti no te sirve que ella este así verdad, ¿quién te regalara casas o petroleo?. — Panamá estaba molesto como Bolivia trataba a su hermana
— Al menos si la necesitara en es situación no andaría de hipócrita viniendo aquí, en cualquier momento mientras ella esta en esa camilla cualquiera de los de aquí le pondría una almohada en la cara y listo. Atacar cuando esta más débil el enemigo, no haría algo tan sucio — Bolivia acomodo el cabello de Venezuela atrás de su oreja sonriendo con melancolía. Muchas veces ella lo ayudo a él y muchas veces estuvieron ellos contra el mundo más por sus jefes últimamente.
Colombia agarro la mano de Bolivia alejándola de su hermana y la apretaba con fuerza. Estaba molesta tanto que había una batalla de miradas.
— El día que ella caiga sera lo peor para todos — comento España y sabia que se formarían bandos. Lo que le pasará a Venezuela los afectaría a todos, sabia que ella luchaba a su mejor manera y estaba segura que ella lo superaría. Aunque como estaba ella no se veía uno nunca sabría.
— Con tal me de la plata que me debe — dijo Estados Unidos y tomaba refresco
— Co... Col...Colombia — la débil voz de Venezuela se escucho todos se callaron viendo como abría los ojos la chica.
— Maria, ¿Estas bien? — dijo Colombia tomando su mano rápido.
— Cl... Claro, tu crees que algo como esto me va a detener — dijo más consciente — Sólo es el mamaguebo dolor de cabeza por la diferencia de ideas de mi pueblo.
— Que bien, por que ya tenías los buitres encima — Bolivia se sintió mejor por sus palabras.
— Si me llegó a ir, cosa que no pasarar. Mis hermanos se quedaran con mis deudas — dijo de lo más normal mientras se acomodaba el cabello.
— ¡¿Que?! — dijeron sus hermanos sorprendidos.
— Claro, el gringo se quedara con las drogas que me pasa Colombia para pagar algo de mi deudas — se paraba de la cama buscando sus zapatos quitándose la vía con furia mientras todos la veían sorprendidos
— Genial, la cambiare por armas con los rusos — dijo el gringo animado
— Claro después le diré a todos los policías del mundo que tu tienes drogas — se quito la bata de hospital sin vergüenza a estar desnuda y busco su ropa para ponérsela.
— Bolivia se quedara con el cuartel de la montaña, nadie mejor que tu para que cuide al querido Comandante y los demás voy hacer todo el territorio se sumerja en el mar. Todavía no se como, pero lo haré — dijo mientras terminaba de ponerse la manta guajira que encontró y se sostuvo de la pared por otro dolor de cabeza que le dio.
— No creo que deberías salir así —España preocupado por su estado, hasta del mental por que parecía más loca de lo normal.
— y a ti España te dejo algo especial abre tu mano — dijo sosteniendo su cabeza
— ¡¿Que?! — dijeron todos y España estiro su mano preocupado y se puso nervioso al ver como esta agarro un bolígrafo del bolso de la Colombiana
" .l., mamalo en cruz. Trimardito"
— Bueno, seguro el jefe burrito me llame en cualquier momento para ir hacer la cola en un bicentenario — respiraba con un poco de dificultad y salió del cuarto seguida por Bolivia.
— Regresa a tu habitación — dijo Bolivia, por lo débil que se veía.
— Ya comenzara la época de lluvia y se llenaran otra vez las represas. Algo de paz me llegara pronto y lo demás lo puedo soportar — caminaba y parecía muy cansada.
— Eso espero, me sorprede hasta que me hables a mi — agarro el brazo de la chica y la ayudaba
— Las voces no te atacan tanto, todos culpan a mis hermanos, Estados Unidos, China, Rusia y hasta España. Se culpan a ellos mismos y yo soy un reflejo de mi gente, al estar tan divididos no me hacen pensar hasta con sentido — dijo sosteniéndose y las lágrimas empezaron a salir de sus ojos. La primera lluvia llego a Caracas
— Tratas de ser fuerte aunque estés tan débil por la situación, debe ser duro. Se que los quieres muchos y tu mente no te deja de decir que son el enemigo. — Bolivia veía como la gente veía feliz la lluvia que llegaba trayéndole un poco de esperanza
— No estamos en el mejor momento y todos empiezan a señalarse en las calles. Hasta la piedra más mínima es un enemigo ahorita — la lluvia llenaba de felicidad su corazón y su mente.
— La miseria no te sienta bien — llegaron a la salida del hospital y Bolivia no evito apartar la vista de las miradas desesperadas de las personas que se enteraban que un familiar estaba enfermo y no había medicinas
— No he visto algún país que le quede bien — Ella solo apartaba las mirada, no quería estar en un hospital sabiendo que alguien más necesitaba esos tratamientos que le estaban dando.
— El estar alejada de tus hermanos tampoco — se sentaron afuera esperando un taxi ya que las paradas de autobús debían estar full por las personas que se ocultaban de la lluvia.
— Mi mente no deja de verlos mal y culparlos de todo. Es mejor alejarme antes que un daño mayor se produzca — se voltio y vio que se acercaban sus hermanos y paro el primer taxi que paso sin importarle el precio entro
— Aun los llamas en tu inconsciente, por eso todos estaban ahí — Bolivia le dijo cerrando la puerta del Taxi sin entrar en el
— Siempre los llamare, aun cuando no exista. Fuimos uno solo vez y esa conexión sigue — el taxi arranco y vio la miraba de Colombia quien corría al verla en el taxi.
Se tiro en los asientos sobando su estómago, la ansiedad por la escasez la atacaba.
— ¿A donde le llevó? — preguntó al taxista.
— Al panteón nacional, por favor— dijo con una voz cansada
En estos momentos era que extrañaba más a Bolívar, lo necesitaba con más ansias a su lado, donde lloraba más su ausencia.
No había mal que durara 100 años, ni uno que se quite en un día.
Lloraba rogando, que con solo cerrar sus ojos sus dolores se calmaran.
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