El baile de máscaras. (Italia)
Tarde. Llegabas tarde. A esa fiesta que habías estado esperando todo el mes. Al baile de máscaras que había preparado el chico más mono de clase, Italia. Lo amabas pero no te atrevías a decírselo porque pensabas que el ya tendría pareja. Ibas corriendo, haciéndote pedazos los talones por lo zapatos de tacón de aguja negros que llevabas. Llegaste a la entrada y dejaste que la falda del largo vestido rojo que compraste hace una semana cayese al suelo. Era un largo vestido rojo, su falda arrastraba por el suelo, era un palabra de honor, el cual era como doblado por el tronco, y tenía un lazo que se enganchaba con un broche que era una rosa negra. Llevabas el pelo suelto repeinado hacia un lado y enganchado por una orquídea. Tu máscara te costo 150€ era preciosa. Era de color rojo bordeada de negro, tenía un par de plumas de pavo real que caía por un lado y una cadena enganchada por otro.
Entonces abrió la puerta. Iba super elegante. Nada más verlo tu corazón dio un vuelco.
- Buenas noches. La estábamos esperando. -Dijo con una sonrisa perversa.
Entraste y había un montón de personas. Pusieron música y acto seguido todos empezaron a bailar por parejas. Te diste cuenta de que solo 2 personas contándole a ti no bailaban. Y esa otra persona era la misma que te había abierto la puerta, Italia. El cual en ese momento corto la música.
- A ver, aquí, entre todas las chicas que hay, hay una, una sola, de la cual estoy locamente enamorado. -Tras decir eso, tu perdiste la esperanza. Tú pensabas que una persona tan... Como él, no podía amar a alguien como tu.- Esa persona, lleva un vestido rojo. Y voy a ir hasta ella ahora mismo, para pedirle que me haga el chico más feliz del universo.
Italia empezó a caminar. Cada paso te hacía estar más deprimida. Estabas a punto de perderle para siempre. Querías llorar. Y encima sabías que esa persona estaba cerca de ti porque él se acercaba a la zona en la que estabas tú. Cerraste los ojos. No querías ver a esa afortunada. Los pasos habían terminado. Ya había llegado a sus destino. No oías nada. Decidiste abrir los ojos. Para encontrarte bajo una máscara blanca unos ojos castaños. Estaba frente a ti.
- (T/n)... ¿Quieres salir conmigo?
Te quedaste boquiabierta. No puede ser posible.
- Sí.
Y esa fiesta de máscaras acabo con un beso de una máscara roja y otra blanca.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top