Estabas a punto de salir de Inglaterra hacia Escocia. Pero entonces el nombrado te agarro el brazo.

- Oye T/n, no te ofendas si te habla mal, es un poco... grotesco.

- ¿Alguien más bruto que yo? Pfft, sabes que esa persona no existe. 

- Bueno, el que avisa no es traidor, ok, you can go.

- ¡Adiós!

Llegué en tren, y me bajé buscando con la mirada buscando a Escocia, sinceramente no sabía ni como era, así que ya me diría quien es. Pasé al lado de un pelirrojo de ojos verdes que fumaba. El muy descarado me echó todo el humo en la cara.

- ¡Eh! ¡¿Quién te has creído que eres payaso fumador?!

- ¿Perdona? Estás en mi casa y puedo hacer lo que me dé la gana.

- Tsk, tanto tú como tus cigarrillos sois una molestia.

- ¿Acaso te molestan mis cigarrillos? -dijo acercándose peligrosamente a mí y encerrándome en una parte de la pared posando su brazo derecho al lado de mi cabeza. Justo delante mía me echó otra bocanada de humo a la cara.

- Sí, enfermo mental, así que si me dejas seguir buscando te lo agradecería, imbécil.

- ¿A quién buscas?

- A Escocia. 

- Soy yo.

- Me han dicho que es grotesco, no fumador. -dije tirándole el cigarrillo de la boca y dándole una guantada la cuál le giró la cara. Volvió a mirarme pero esta vez con una sonrisa psicópata.

- ¿Sabes que eso te va a costar caro?

Me cogió al estilo princesa y  me llevó a su casa.

- Hasta ahora, me lo he estado callando, he intentado no llegar ni a tocarte la mano. Pero tú solita te lo has buscado. -me plantó un beso en los labios.

- ¡¿Qué haces, inútil?!

- ¿Eres tan tonta que todavía no te has dado cuenta de lo que siento por ti?

En ese momento, sabía a que se refería me amaba. Pero yo apenas lo conozco, y no sé si lo amo o no.

- Pero yo no sé si...

No me dejo terminar, sus labios se volvieron  a posar sobre los míos.

- ¿Le das una oportunidad a este grotesco, fumador, enfermo mental, imbécil e inútil?

Me lo pensé un momento. Va, da igual a la porra.

- Sí.