A Inglaterra, sorprendentemente, no le molesta que todos sepan que le gusta bordar, no lo esconde a pesar de ser un actividad poco masculina.

Suele bordar mientras está mirando la televisión, lo que suele ser después de la cena.

El bordado es una actividad delicada, no se puede ser muy rudo puesto que de serlo existe el riesgo de romper el hilo o el lienzo de algodón. Pero Inglaterra es medio bestia y suele ser tan rudo al bordar que cada dos semanas va a comprar agujas porque todas las que tenía las rompió o dobló.

¿Y qué borda? Unicornios, seres mágicos, flores y algunas frutas.

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Gracias por leer, espero de corazón que estas cosas les gusten.