-Fotos de boda. | AwaMomo-NeiYoshi.
[Día dos: Fotografías | Boda.]
(Fictober)
[✨AwaMomo-NeiYoshi✨]
—¡DaiDai! ¡Mira, mira, mira!
Daiki levantó la vista de sus libros cuando escuchó la voz de Kane, quien se acercó corriendo aunque frenó sus pasos de improviso cuando quedó a poca distancia de su primo, retrocediendo un poco. Al mayor de ambos no le resultó extraño, sabiendo bien que su primo aún estaba enfrentando sus miedos.
—¡Hola, Kane! —saludó con una sonrisa. —¿Cómo te sientes hoy?
Los adultos siempre le preguntaban a Kane "¿Cómo te sientes hoy?" En lugar de “¿Cómo estás hoy?” Aunque a Daiki le parecía extraño, pensaba que debía haber una explicación lógica para hacerlo, aunque tenía la pequeña teoría de que era porque Kane era alguien muy especial, por eso debía tratarlo de forma especial. Cómo ahora mismo, que el pelinegro de ojos celestes prefería quedarse a una distancia de cinco pasos, aunque al mayor le encantaría darle un abrazo.
—Me siento bien, ya tomé mi medicina, hice mis tareas, comí todo mi almuerzo y pude estar en la sala de espera con seis personas sin llorar. —respondió Kane casi en automático. La psicóloga decía que debía enumerar sus victorias de cada día y se sentía orgulloso por hacer todo eso hoy.
—¡Wow! ¡Eso es increíble, Kane! —felicitó el pelinegro de oscuros ojos azules.
Las personas decían que ambos primos eran muy parecidos cuando pequeños, aunque ellos no lo creían así, ambos tenían el cabello negro, pero mientras Kane tenía los ojos de un claro color celeste-grisacéo, Daiki los tenía de un oscuro color azul mar, de la misma forma, él siempre había sido más alto y regordete mientras que el hijo de Yoshimi quien era más bajo y más delgado.
—¡DaiDai! ¡Mira esto! —Kane gritó una vez más llamando la atención del mayor, que volteó a verlo con curiosidad.
—¿Qué es eso, Ka?
—¡Son fotos de la boda!
—¿Qué boda?
—¡De mamá y papá! —chilló de nuevo, como si fuera lo más obvio del mundo.
El pelinegro le extendió la tablet dónde se veían distintas imágenes, en una había una gran habitación con telas blancas, celestes y grises, en la siguiente se veía un lindo arco lleno de flores blancas, también había una foto de un pastel enorme de cuatro pisos junto a una estatua de hielo. Daiki lo miraba todo con ojos curiosos.
—¡Mira, mira, ahí estoy yo! —gritó emocionado el menor. Señalando la siguiente foto donde aparecía la tía Yoshi con un hermoso vestido blanco que según lo poco que Daiki sabía de ropa, suponía que eran perlas, en sus brazos, se encontraba un bebé de cabello negro, tres dientes y la misma mirada gris-azulada que ahora mismo tenía frente a él, que traía puesto un traje celeste con un corbatín negro de moño. —¿No soy lindo?
—¿Por qué estás en la foto de la boda de tus papás? —preguntó Daiki con cierto tono molesto en su voz.
—¡Porque yo era muy importante y no podía faltar a la boda! —respondió con algo de arrogancia y gestos dramáticos de manos. Después de todo, Neito, su padre, le había explicado que era la mejor forma de darse a entender. —¿Por qué te molestas? ¡Tu también apareces en las fotos! Mira, mira, ahí estás tú...
Kane señaló la siguiente foto, dónde aparecía un bebé un poco más grande con un traje azul oscuro con una corbata negra, siendo sostenido en los brazos de Yosetsu, que tenía un traje igual mientras abrazaba de la cintura a Momo con un vestido del mismo tono de azul con unos fabulosos tacones rojos.
—Ya lo sé, ya me ví pero...
—¿Pero qué?
Antes de responder, Daiki se levantó con algo de torpeza y corrió en dirección a la mesa donde estaba la pantalla con las fotos de la boda de sus padres, volvió caminando con cuidado hasta sentarse a la distancia que su primo había establecido, y le mostró las imágenes.
—¿Por qué no aparezco en la boda de mis padres? —preguntó algo ofendido. Hasta sus seis años de edad, nunca lo había pensado a profundidad, cuando veía esa foto solo pensaba que su mamá lucía muy hermosa con el vestido blanco, pero ahora se preguntaba...
¿Por qué Kane aparecía en la boda de sus padre y él no en la de los suyos?
—¡¿No te invitaron a su boda?! —chilló Kane horrorizado, con las manitos en la boca. —¡Que malos son tío Yose y tía Momo! ¡¿Cómo no te invitaron a su boda?!
El menor de seis años recién cumplidos estaba sumamente indignado. ¿Cómo se atrevieron sus tíos a no invitar a Daiki a la boda?
Mientras que Kane estaba sumamente molesto con los brazos cruzados, Daiki se encontraba triste con una par de lágrimas corriendo por sus regordetas mejillas mientras miraba las fotos de la boda.
Cuando el menor se dió cuenta, también le dieron ganas de llorar, pero sabía que debía ser fuerte y aguantarse las ganas para poder reconfontar a su primo.
—No llores, DaiDai. —Kane se acercó un par de pasos aunque aún se mantenía un poco alejado, estirando la mano pero sin atreverse a tocarlo aún. —Mira, mira, aaaa, yo tampoco estoy en la foto. ¡A mí no me invitaron tampoco!
Las lágrimas siguieron corriendo por las mejillas del mayor, y el de ojos celestes también empezó a llorar, lamentándose por no saber cómo hacerlo sentir mejor. Así que ambos estaban ahí, sentados en el tapete para jugar que tenía forma de naranja gigante con libros alrededor y cada uno con las pantallas que tenían imágenes de las bodas de sus padres.
—Daiki ¿Ya estás listo? Tu papá tuvo que irse a una reunión en la agencia pero no te preocupes, yo te llevaré a tus clases de piano... —Las palabras de Yoshimi se cortaron al ver a los niños llorar, así que se acercó con rapidez soltando su bolso en el sofá y arrodillándose a una sana distancia a sabiendas de que no podía acercarse a su hijo de forma tan sorpresiva. —¡¿Se lastimaron?!
—¡No! —gritaron antes de seguir llorando.
—¿Por qué lloran? —preguntó la de ojos celestes, mientras acercaba las manos en dirección a los niños. Daiki se la sujetó enseguida y su hijo la sujetó a los pocos segundos mientras hacía pucheros.
—Tía Yoshi... —lloró Daiki, mientras agarraba la pequeña pantalla. —¿Por qué no fuí invitado a la boda de mamá y papá?
—¿Eh? —Yoshimi quedó confundida por sus palabras, y cuando lo entendió, tuvo que morderse el labio para evitar reírse. Lo que su sobrino dijo era lo más adorable y tierno que había escuchado en días.
—¡Los tíos son malos! ¡Muy muy malos! ¡No invitaron a Daiki a su boda, mamá! —dijo totalmente molesto el niño de ojos celestes, mientras tironeaba del brazo de su madre como muestra de su enojo. —¡Y a mí tampoco me invitaron!
—Niños, no es eso... —respondió ella, con una risa disfrazada de bufido. —Es que esas fotos son de antes que ustedes nacieran.
—¿Antes de nacer? —preguntaron.
—Sí, esas fotos son de cuando Yose-chan y Momo-chan tenían 22 años y ustedes nacieron cuando ellos tenían 24 años. —comentó Yoshimi mientras le acariciaba el cabello a Daiki que se abrazó a su cintura, y le dejaba caricias en la mano a su hijo para que se calme.
—¿Y por qué aparecemos en tu boda, mamá?
—Porque yo me casé cuando tenía 28 y Neito 26 años. Ustedes ya habían nacido. —contestó ella con facilidad.
—¡Ahhh! —respondieron aunque aún habían dudas en sus rostros.
—¿Por qué mamá y papá se casaron antes de que yo naciera? —preguntó Daiki, limpiándose las lágrimas con un pequeño pañuelo que había creado gracias a qué estuvo estudiando los enlaces químicos del papel absorbente.
—Porque Yose-chan y Momo-chan se amaban mucho, mucho, mucho y por eso decidieron casarse para estar juntos por largo tiempo. —contestó la mayor con una sonrisa.
—¿Y por qué no te casaste con papá antes de que yo naciera? —preguntó Kane, antes de poner una expresión trágica. —¡¿Ustedes no se amaban a mucho, mucho, mucho?!
—Kane, por supuesto que amo mucho, mucho, mucho a tú papá. Nos amamos tanto que incluso logramos traerte al mundo. —contestó con algo de duda, sin saber muy bien como explicarle la situación al menor. —Y sabes, organizar una boda no es algo tan fácil por eso tuvimos que esperar que crecieras un poco antes de casarnos.
Ambos niños asintieron sin entender del todo antes de volver a mirar las fotos en las pantallas.
—Te ves muy hermosa en esta foto, tía Yoshi.
—Gracias, DaiDai.
—Por supuesto, DaiDai. ¡Mi mamá es preciosa! —recalcó lleno de orgullo el más bajito, ganándose una risa de parte de la mencionada.
—Gracias, sólnyshka. —Su madre le sonrió, lanzandole un beso que su hijo atrapó con gestos dramáticos. —Ahora, debemos irnos, se hará tarde. Daiki tiene que ir a sus clases de piano, y Kane, tú tienes una sesión de fotos programada.
—Pero, pero ¡Las bodas! —Kane señaló las fotos sin saber cómo explicarse bien. —¿Cómo fue? ¿Qué pasó? ¡No recuerdo nada aunque estuve ahí! ¡Yo era muy pequeño!
—Yo ni siquiera estuve aquí. —Se quejó Daiki, señalando las imágenes de sus padres, dando a entender que también tenía muchas dudas. La mayor los miró a ambos y luego miró el reloj de su muñeca, si no subían al auto en un par de minutos llegarían tarde a todo.
—¡Tengo una idea! —Al escucharla, ambos voltearon a verla con interés. —¿Y si mejor esperamos a que Yose-chan, Momo-chan y Neito vengan a casa?
—¡Pero falta mucho para eso! —Se quejaron.
—Oh, vamos niños. No falta tanto, solo un par de horas. Además, si esperamos a que ellos vengan, Momo-chan y Yose-chan nos contarán la historia de como decidieron casarse y como fue su boda. Y yo junto con Neito les contaremos lo mismo. ¡Así tendrán todos los detalles! ¿Qué les parece la idea?
Ambos pelinegros de seis años se miraron por un par de segundos, como si estuvieran comparando qué tan buena era la idea aunque sin hablar entre ellos en ningún momento, después de una silenciosa deliberación, asintieron a la vez acompañados de un suspiro.
—¡De acuerdo!
—¡Vamos a esperar a su llegada!
—¡Muy bien! Pero ahora es momento de irnos, que vamos llegando tarde. Daiki, por favor busca tu mochila y Kane vuelve a poner las pantallas en su lugar.
Los niños asintieron, empezando a hacer las cosas que les pidió la mujer de ojos celestes, antes de dirigirse a la entrada de la casa para ponerse los zapatos y subir al auto. Ahora el plan era pensar en la mayor cantidad de preguntas para la hora de la cena.
[✨]
Posiblemente este OS tendrá continuación en el día 10, dónde veremos los recuerdos de la boda, no está 100% confirmado pero es casi una seguridad, de cualquier forma. ¡Nos vemos el siguiente día!
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