Unión familiar.

Luna no paraba de llorar y gritar con fuerza. ¿Cómo es que estaba pasando algo así? ¡¿Qué mierda sucedió para que pasara esto?! No había nadie más que ella. Y todo con cada paso que daba era destruido. No paraba de llorar. Pero no sabía si era por el miedo, el que Sam ahora estuviera muerta. Limpió las lágrimas e intentó calmarse por ver la gran cantidad de cadáveres en el suelo. ¿Dónde estaban los de sus amigos? Cuando todo fue destruido sus cuerpos salieron volando e inmediatamente después regresaron algunas partes de su cuerpo y órganos.

- ¡¿Qué carajo está pasando?! -Gritó fuertemente.

La tierra tembló con mucha más fuerza; algunos escombros salieron volando y donde ella estaba parada se formó un gran agujero. Cayó al suelo de rodillas mientras aún seguía llorando. Se sentía como una idiota al no entender el por qué sucedía esto. Cerró fuertemente sus puños y comenzó a golpear con fuerza el suelo repetidas veces. Para su sorpresa logro hacer grandes grietas. Se quedó en blanco al darse cuenta. Lo extraño es que ni sus manos le dolían. Miró al cielo intentando pensar en algo. Quizás ella... pero, ¿cómo? Aunque por la situación de este momento no parecía haber otra explicación. Era un mutante, metahumano o inhumano.

Y lo único que ella había querido era olvidar la situación de Lincoln. Olvidar que su hermano, el mismo hermanito que amaba con todo su corazón, había asesinado a dos de sus hermanas, pero, muy a pesar de lo que hizo, seguía amándolo. Quería verlo y preguntarle porque razón asesinó a dos de sus hermanas. No quería creer que lo hizo por maldad. Su hermano no era así.

¡¿Por qué no lo hizo en aquel momento?! Pudo abrazarlo y preguntarle qué le sucedía en lugar de verlo como un asesino. Pero no podía pensar correctamente. Lo único que se limitó hacer fue salir de la casa para evitar que no las fuera a lastimar. A nadie más. Aunque si realmente hubiera querido lastimarlas lo hubiera hecho en ese momento. Y él no lo hizo. Luna pensó después que lo hizo fue un accidente. Lincoln las amaba. A todas ellas. Siempre lo demostraba. Muy a pesar de las cosas que llegaban hacerle, él las amaba.

Golpeó nuevamente el suelo, esta vez sintió un choque eléctrico recorrer todo su cuerpo y sus manos comenzaron a brillar; el suelo se abrió mucho. No sabía si fue aquella luz, pero la tierra se partió mucho más cuando golpeó el suelo. Miró su mano y estas seguían brillando intensamente. La abrió un poco y eso causo que saliera algo parecido a rayos. ¿Cómo mierda le había sucedido esto? No se suponen que eran normales.

- ¡Maldición! -Gritó nuevamente. Pero más escombros salieron volando.

El ver como la tierra temblaba y como algunos trozos de concreto lo hicieron igual, pensó que quizás era su voz. No había otra explicación. Si era una mutante debía ser eso. Se recostó en el suelo mientras intentaba olvidar la mierda que causo. No había nada nadie más. ¿Quién más podría ser el responsable si no había nadie a excepción de ella?

- ¿A sí que tú causaste toda esta porquería? -Luna se levantó del suelo y vio parado, a unos metros de ella, a Ace. –Esto no se hace, niña. ¿No sabes que si tienes poderes debes buscar al superhéroe más cercano? -Negó con la cabeza. –Pero debo admitir que me quede sorprendido al ver como una gran parte de la ciudad fue destruida. -Chasqueó los dedos. -Pero no pasa nada. -Ace se bajó los pantalones y le mostró su pene, moviéndolo a los lados. -No estás tan rica como tu hermana Leni, pero tienes un bonito culo. –Comenzó a masturbarse lentamente. - ¿Me la vas a chupar por tu cuenta o tengo que obligarte? -Luna hizo una mueca de asco sin saber que decir o hacer. Si no fuera por el traje de superhéroe pensaría que se trataba de un violador. Arrugó la frente, mirándolo con asco. -Ya veo. Te tengo que obligar, -Se rió. -la verdad me gusta la violencia cuando estoy cogiendo. -Ace se acercó a ella. Intentó ver debajo de su falda, pero no lo logró. Pero si podía tocar sus muslos... un momento antes que lo hiciera Luna le dio un puñetazo en el estómago, lo que le sacó un poco de aire. El dolor casi lo hace caer al suelo. Miró con furia a Luna. - ¡Cabrona hija de puta! -Ace se acercó a ella para darle un cabezazo, pero no pareció lastimarla. -A la mierda.

Luna lo volvió a mirar con asco y lo golpeó con una fuerza que sintió como su cráneo comenzaba a romperse. Se acarició la cara. Por suerte tenia factor curativo y dureza, si no lo tendría probablemente habría muerto. No podía vencer a esa chica. Incluso podía matarlo. Ace tomo impulsó y se fue volando rápidamente. Pensó que podría detenerla, pero estaba muy equivocado. Esa perra era demasiado peligrosa, debía llamar a la maldita Liga de la justicia. Esa mutante o inhumano era de destrucción masiva. Ellos debían ser quienes se encargaran.

Sintió que su reloj comenzó a vibrar. Notó que era una llamada de Jack un ojo.

- ¿Qué pasa? Espero que no sea otra de tus estupideces porque tenemos un problema y necesito a la Liga o los Vengadores. -Del otro lado de la pantalla Jack se estaba recuperando lentamente de unas heridas en su cuerpo. Al parecer había otro problema.

-Aparecieron un par de mutantes o inhumanos, no sé qué carajo son, toda esa mierda es lo mismo para mí. Como sea, te puede interesar quienes son las mutantes que mencionó... -Jack sonrió con algo de malicia.

-No tengo tiempo para tus estupideces, debo...

-Leni Loud... -Se detuvo en seco en medio del cielo. Con tan solo escuchar ese nombre la situación se borró de su cabeza. Imaginó como aquella hermosa chica lamia su pene hizo. Sintió como su pene se ponía nuevamente erecto. –al parecer es una mutante. Pensé que te podría interesar.

- ¿En dónde está?

-Está en nuestro edificio. De hecho, pensé que estabas aquí, por eso te llamé.

-Prepárala en estos momentos debo hacer una llamada. -Colgó. A pesar de que quería ir en ese momento y mirar todo el cuerpo de esa chica, debía ser paciente. Esta situación era importante.

Luna vio a Ace a lo lejos, parado en medio del cielo. Le dieron ganas de matarlo, al menos el mundo estaría mejor sin una persona como él. Pero era un héroe, y no se sentía con fuerza. Eso último casi la hace reír. Al golpear el suelo con un poco de su fuerza se agrieto de nuevo. Quizás se debía a que su cabeza le dolía un poco. Quería era dormir y que todo esto era una pesadilla.

- ¡Te harán sufrir, perra! –Luna alzó la mirada donde Ace estaba arriba de ella.

Ace pasó un dedo por su cuelo mientras sacaba la lengua. ¿Era un superhéroe? Ace desapareció volando perdiéndose de vista. Era mejor no verlo. Con lo que le quiso hacer y cómo se expresó, le hizo dudar que fuera un "superhéroe". ¿Qué clase de "héroe" diría algo como lo que él dijo?

Nuevamente se recostó en el suelo. Dio un suspiró pesado y volvió a ver todo el caos que ocasionó. Las ganas de llorar regresaron nuevamente. No podía evitar hacerlo, recordar la muerte de Sam... no lo podía soportar. Nunca se declaró a ella porque pensó que la rechazaría. Tampoco se enteró si tenía los mismos sentimientos hacia ella. Luna tuvo la sensación de que sí, pero no dio el siguiente paso por miedo a que solo no fuera verdad. Además, a veces la veía sonriéndole a Lincoln de una manera que no le gustaba. Nunca tuvo problemas con él por eso. Lo que si paso fue que a su hermano ya no le gustaba estar en casa cuando Sam iba de visita.

Pero ya importaba un carajo. No sabía dónde estaba su hermano y quizás no lo volvería a ver nunca más; Sam ahora ya estaba muerta. Su vida se había jodido. De lo único que tenía curiosidad era sobre las cosas que podrían hacerle. Tal vez la matarían o la encerrarían al ser altamente peligrosa. Se sentó y miró hacia el cielo hasta que a lo lejos alcanzó a ver un punto entre azul y rojo. Pensó que quizás era Ace otra vez. Esperaba que no fuera él porque lo mataría. Pero alcanzó a observar que no era Ace, si no alguien más. El punto rojo y azul se acercó mucho más. Luna observó que tenía una capa roja y la letra "s" en su pecho notar quien era.

Se acercó rápidamente hasta que prácticamente estaba a unos cuantos metros de ella

-Así que tú eres la que causo este caos. –Superman; el mejor superhéroe del mundo; uno de los más poderosos. Él que siempre le da esperanza y la inspiración de que cualquiera puede ser un héroe. -A ti te conozco. Si mal no recuerdo eres hermana de Lisa Loud, ¿cierto? - ¿Cómo lo sabía? Puede que fuera porque una vez fueron a su hogar unas personas que trabajaban con las compañías de héroes. Lo que ellos querían era que Lisa ayudara a atrapar a los asesinos de héroes. Quizás era por eso. No debía sorprenderse. Además, era Superman quien estaba enfrente de ella. Luna asintió. -Ya veo. Debería ir a tu casa para ver a Lisa, pero lo más probable es que llame a esos sujetos. –Se acercó a ella. –Además, quiero que esa zorrita sufra.

Luna sintió un golpe en su rostro al escuchar esas palabras. ¿Acaso Superman le llamó perra a su hermana? ¿Sobre todo él?

Superman se movió rápidamente y le dio un puñetazo en el estómago seguido de un rodillazo en su cara. Sabía que si esa mocosa había causado un desastre de tal magnitud debía tener cuidado y dejarla inconsciente en ese momento.

Luna ni siquiera pudo reaccionar con claridad. Solo sintió los goles en su cuerpo y después todo oscuro.

Superman sacudió un poco sus manos. Él siempre se tomaba en serio lo que hacía. Superman inmediatamente como alguien aterrizaba detrás de él. Ya sabía quién era.

-Veo que terminaste con el problema... Superman. –Superman lo miró y le sonrió. –Me gustaría poder llamarte por un nombre normal.

Superman observó que en su cabeza no había casco. Lo contrario a otras veces donde solo se levantaba la máscara para dejar libre la parte de su cara.

-Llegaste más rápido que mi equipo, Tony. -Se rió. -El imbécil de Flash nuevamente está en una orgia con muchas chicas lindas. Es el hombre más rápido y se corre rápido.

-Ya sabes que a mí me gusta tomarme en serio mi trabajo. –Cuando Tony se acercó a él observó que su armadura no era muy estorbosa como antes.

- ¿Nuevo traje, Tony?

-Así es. –Tony miró su traje. -Use nanotecnología, me tomo un año y medio para terminarla. -Superman sabía que Tony era de los pocos que se tomaban enserio su trabajo, sin embargo, era un alcohólico. Pero por lo menos también sabía cuándo eran apropiado hacerlo y cuando no. Tony miró a Luna y la señaló. -Así que ella fue la que causo toda esta mierda. -Negó con la cabeza chasqueando la boca. - ¿Qué le harás?

-Estoy pensando; es hermana de Lisa Loud y sabes muy bien que no debo tenerle preparada cualquier cosa.

-Así qué es hermana de Lisa Loud. -Tony se acercó un poco a él. -¿Sabes? Al entrar a la ciudad y hackear su sistema descubrí que Ace tiene en su edificio a Leni Loud, pensé que ella había sido, al menos hasta que vi las cámaras de seguridad. Pero lo interesante es que Leni Loud es muy bonita y tú sabes perfectamente que a Ace le gustan ese tipo de chicas.

Superman apretó los puños.

- ¡Ese maldito pervertido hijo de puta! ¡Le voy arrancar el pene y hare que se lo trague! -Tony golpeó su hombre repetidas veces. -Creo que debería ir, odio que no me hagan caso. Si yo digo que algo se debe hacer, entonces debe hacerse. Así de fácil.

-Tranquilo. Envié varias de mis armaduras para que detengan a Ace y vigilen a las chicas. Porque también hay una niña mutante llamada Lily Loud. -Superman se sorprendió. -Así es; tres más de las hermanas de esa niña sumamente inteligente aparentemente son metahumanos, mutantes o inhumanos. Habrá que hacer las pruebas para ver que son.

-Hare pagar a esa mocosa por chantajearme. -Dijo con malicia en sus palabras. Había estado esperado algo como esto. Sabía que esa mocosa no publicaría una mierda del tipo de diversión que tenían muchos de ellos. No cuando una de sus hermanas causo un caos y menos aun cuando él tenía a tres miembros de sus hermanas. -Firestorm se va a divertir.

-Sobre eso... quería preguntarte si podía llevarlas a Nueva York para internarlas con Kingpin en la "Mansión X". Obviamente hasta que me digas. -Superman asintió con una enorme sonrisa. -Me alegró. Y no te preocupes, tendrás vista en primera fila. Por el momento has lo que quieras, yo te diré cuando me las lleve. -Preparó su traje para ir al edificio de Ace. -Entonces...

Un casco apareció, cubriéndole la cabeza y parecía que iba a marcharse.

-Espera... -Tony se detuvo. -¿Crees que deberíamos mandar a alguien? Me gustaría que cayera en la desesperación.

-Está bien. Mandare al Caballero Luna para que secuestre a sus hermanas y al resto de su familia para que se divierta un rato. A menos que quieras ir tú directamente.

-Sera más divertido que caiga en la desesperación. –Dijo, y Tony se alzó de hombros.

-Como quieras. Antes de irme... -Se acercó a de nuevo a Luna. No podía cometer errores. Alzó su dedo índice y apareció una aguja con la picó a Luna. -Es un tranquilizante. No quiero que despierte a mitad del camino. Casi soy idiota y me voy sin hacer esto. -Dijo, quitando la aguja de su cuerpo y cargando a Luna. Superman vio que una de las armaduras aterrizar frente a ellos. Esta se abrió y Tony colocó a Luna dentro de ella. -No quiero llamar la atención. Aunque solo podríamos decir que es la culpable del caos en el centro de ciudad. Como sea, la llevare en esa prisión extraña y buscaré a Luna para que se lleve al resto de sus hermanas. –Con eso último Tony se fue volando.

Superman miró un momento el caos y luego tomó algo de impulsó y fue detrás de Tony. No podía dejarlo solo. Esa chica era peligrosa. El caos que causó fue grande. Ace tenía razón en eso; aquella mutante o inhumano era de destrucción masiva, por lo que debían tener cuidado. Fue por eso que siguió a Tony. Puede que le inyectara un tranquilizante, aunque a veces eso no era garantía. Él conocía a muchos metahumanos, inhumanos o mutantes que sus cuerpos rechazaban los tranquilizantes.

...

- ¿Qué tantas ganas tenia de cogerte a esa chica, Ace? -Superman lo miró con asco y molestia. Ace no respondió ya que estaba chupando el pene de Jack de un solo ojo. -A mi gusta. Mucho. Pero no es como que siempre piense en lo mismo. -Jack, dando pequeños gemidos, movió su cadera un poco. Superman se dio cuenta que pronto terminaría dentro de la boca de Ace. Jack volvió a gemir y movió sus caderas con algo de violencia. Superman se dio cuenta que ya había eyaculado dentro de su boca, pero observó que Ace parecía que lo quería escupir. - ¡Si no te lo tragas te mató! –Los ojos de Superman se iluminaron de un color rojo brillante. Ace soltó unas lágrimas mientras deslizaba todo el contenido agrio por su garganta. Los ojos de Superman dejaron de brillar. Soltó una risa divertido por lo que paso. -Espero que con esto aprendas a que debes hacer lo que yo diga, Ace. Cuando yo digo que se hace algo, debes hacerlo, ¿de acuerdo, Ace?

-Si... señor. -Respondió algo tembloroso y asqueado.

-La única razón por la que no te mató es porque vendes productos, pero sigue probando tu suerte y veremos si eso me sigue importando, maricón de mierda. -Superman lo vio con seriedad. Después su rostro cambió nuevamente por uno amigable. -Bien, nos vemos. -Superman iba a salir del edificio, pero, un momento antes de abrir la puerta, esta se abrió y Black Noir entró. Superman sonrió al verlo. -Hola, amigo. ¿Cómo has estado? -Lo saludó de forma amigable. Él solo se limitó a verlo. -Aun te gusta estar en silencio, ¿cierto? Pero me agrada esa parte de ti. -Black Noir giró su cabeza hacia Ace. -¿Sabes algo? Me alegre verte, amigo. En estos momentos necesito que le des una visita a toda la familia de Lisa Loud, ¿podrías hacer eso por mí? -Black Noir asintió lentamente. -Muchas gracias. Sabía que podía contar contigo. -Black Noir alzó su pulgar. -Bueno, me voy. -Volvió a mirar a Ace. Pasó su dedo índice por su cuello haciendo que Ace temblara un poco. -Nos vemos, Ace. Jack.

Salió de la habitación con dirección a la salida. Antes de salir pudo observar a varios reporteros con las cámaras de seguridad. No sería mala idea decir que estaban en Royal Woods. Sabía que Lisa inmediatamente llamaría a sus amigos. Podía evitarlo, pero era más divertido limitarse a ver que ellos hicieran de todo para sobrevivir.

La puerta se abrió y varios reporteros junto con camarógrafos se le acercaron.

-Superman, ¿ya sabe quién causo el caos en el centro de la ciudad?

- ¿Es cierto que la situación es delicada?

- ¿Ya encontró al culpable?

- ¿Qué tan peligroso es este nuevo mutante o inhumano?

-¿Es un nuevo villano?

-Tranquilos. -Superman movió sus manos indicándoles que bajaran el volumen de su voz. -La liga de la justicia, Los vengadores y Los siete estamos al tanto de la situación, es por eso que acabo de reunirme con Ace Savvy para comenzar a buscar al culpable. Ustedes no se preocupen, nosotros siempre los protegeremos de males como el de ahora.

...

En las noticias acababan de decir algo muy bastante grave; el centro de la ciudad acababa de ser destruido por esa razón los tres equipos de superhéroes más importantes de la ciudad tuvieron que ir a Royal Woods. Ambos estaban preocupados. No podían pensar con claridad. Y sus mentes no dejaban de ver escenarios malos. ¿Por qué? Tenían miedo de que algo malo les pudiera haber sucedido a sus hijas.

Desde lo que pasó con Lincoln no habían dejado de estar tristes. Siempre amaron a sus hijas. Y Lynn nunca lo admitiría, pero Luan, Lynn y Lori siempre fueron sus favoritas, de las cuales dos fueron asesinadas por Lincoln, su propio hermano, mientras que a Lynn solo le arrancó el brazo. No podía entender. Siempre pensaron que Lincoln las amaba y que daría la vida por cualquiera de ellas. Pero con esto... estaba seguro de que se equivocó.

Ya llevaban mucho tiempo dando vueltas en círculos, buscando a sus hijas. No las podían encontrar por ningún lugar. Rita incluso había comenzado a llorar mientras que Lynn comenzaba a caer en la desesperación. Esperaban que estuvieran bien. Quizás estaban heridas y podría ser que se encontraba en algún hospital. Pero si ese era el caso los abrían llamado. Quizás tiraron su celular. Deberían ir al hospital o con la policía porque simplemente estaban dando vueltas en círculos.

-Lynn, hemos dado muchas vueltas y no hemos encontrado ni una pista de nuestras hijas. -Comentó Rita con pesimismo. - ¿No crees que uno de los dos debería regresar con las demás? Además, Lisa me envió un mensaje de que Lana y Lola fueron llevadas a casa por un policía y parecían bastante mal. Solo balbuceaban cosas sobre Leni y Lily. Aparte que ya está oscureciendo, Lynn

-Lo sé, Rita. Pero... no quiero perder a otra de nuestras hijas.

-Solo hay... ¡CUIDADO, LYNN! -Gritó Rita, mientras un hombre se atravesaba en calle.

Lynn movió el volante para pasar la Van sobre él. Sin embargo, aquel hombre corrió hacia ellos y se impactó contra la Van, moviéndola unos metros, provocando que se estrellaran contra un muro, por suerte tenían el cinturón de seguridad. Aunque algunos vidrios del parabrisas se clavaron en su piel.

Ambos gimieron con dolor mientras intentaban moverse.

- ¿Estas... bien, Rita? -Preguntó Lynn, dando gemidos de dolor.

-Si... yo... -Rita lo volteó a ver, pero se quedó callada al ver a Black Noir aun lado de la puerta. Lynn al ver esa mirada se giró. Se calmó cuando lo vio.

-Muchas gra... -Ni siquiera pudo terminar la oración cuando Black Noir destrozó la puerta y sacó a Lynn de la Van.

- ¡Lynn! -Gritó Rita, pero Black Noir repitió la acción con ella. Rita se golpeó la cara en el concreto. Gimió de dolor mientras sentía sus dientes algo flojos.

- ¡Rita!

Lynn intentó ponerse de pie, pero Black Noir golpeó sus piernas de manera que crujieran y se rompieran. Soltó un grito de dolor. Algo de sangre salió de sus piernas. Black Noir tomó a Lynn de la cabeza y la azotó contra el suelo repetidas veces hasta que se quedó callado. Rita no pudo creer lo que miraba. Solo miraba como un héroe goleaba a su esposo con violencia. No se suponía que ellos hacían ese tipo de cosas. Dejó de golpearlo hasta que el rostro de Lynn quedo lleno de sangre. Volteó para ver a Rita, quien se quedó asustada. No sabía qué hacer. Nunca se imaginó estar en una situación como esta, sobre todo con un héroe.

Black Noir inclinó su cabeza a la izquierda. Admiró sus pechos y su enorme culo. Se acarició la entrepierna, luego se desabrochó el pantalón del traje mostrándole su pene erecto a Rita. Quizás era vieja, pero eso no quitaba que fuera bella y tuviera un cuerpo bastante bueno. Además, sus hijas eran hermosas. De seguro que en su juventud ella también fue muy hermosa. Aunque todavía lo era. La edad no le quitó mucho de su atractivo.

Por algo le dieron ganas de cogérsela a Black Noir. Rita se quedó en blanco y no sabía que hacer o decir. Su mente seguía intentando procesar sobre esta situación que involucraba a Black Noir, quien estaba masturbándose enfrente de ella y mirando su cuerpo. De un momento a otro él se acercó a ella, levantó parte de su máscara dejando al descubierto su rostro. Rita intentó alejarse, pero Black Noir la sostuvo de su camisa y le rompió la ropa.

Sus pechos quedaron descubiertos. Los admiró por un momento y, unos segundos después, comenzó a lamerlos mientras apretaba su culo. Le sorprendía que a pesar de la edad su cuerpo no pareciera tener muchas arrugas, lo cual lo había excitado mucho más. No era común ver a este tipo de mujeres. Rita intentó separarse, pero Black Noir la tenía bien sujeta. Rompió su pantalón y vio su vagina. No era como las de las ancianas. No era como una pasa. Su vagina aun parecía estar en un buen estado; limpia y sin algún olor fuerte como la de las demás.

Rita ya había empezado a llorar. Intentaba apartarse de Black Noir, pero aquel, ¿héroe? La tenía bien sujeta. ¿Cómo es que estaba en esta situación? ¿Y cómo es qué un héroe podía ser el responsable? Black Noir continúo lamiendo su vagina hasta que apartó su rostro y la recostó sobre el suelo. Escupió su pene, movió su mano para cubrirlo todo con la saliva. La miró un momento antes de comenzar a penetrarla. Rita, nuevamente, intentó apartarse de él, pero no podía. Era muy fuerte. Sintió como su intimidad era invadida por él. Nunca en su vida se imaginó que algo así le pudiera sucedido. En su juventud nunca le paso, y no lo creyó por su avanzada edad, ni mucho menos pensó quien era el responsable.

Black Noir comenzó aumentar el ritmo. El final estaba cerca. Rita ya había dejado de luchar. No podía quitárselo de encima y el que lo intentara no hacia una diferencia. Solo podía limitarse a sentir como su interior era invadido por ese cálido líquido espeso. Black Noir soltó un gemido. Se puso de pie, sonriéndole con la parte libre de su máscara.

-Un anal. Quieres darle un anal. -Black Noir volteó y vio al Caballero Luna parado. - ¿No es verdad, Black Noir? -Lo miró un momento antes de asentir. -Nadie cree que la luna me habla, pero esta es la prueba, ¿no lo crees? -No le respondió, solo se limitó a golpear a Rita en el estómago con la fuerza suficiente para dejarla sin aire e inconsciente. -Ya acabo de ir por los demás; su abuelo, tíos y tías. Solo nos queda ir por las chicas.

Black Noir se subió el pantalón del traje y tapó de nuevo su rostro. Miró al Caballero Luna mientras asentía a lo que le dijo. Esperaba que las demás estuvieran igual de buenas o mucho más que su madre, quien, a pesar de su edad, su vagina aún estaba apretada. ¿Cómo estaría su ano? ¡Dios! Quería meter su pene dentro de su ano.

...

Luna despertó en una habitación totalmente blanca. Durante estos días no había podido dormir bien. Cada que cerraba los ojos podía ver a su hermano, quien asesinaba a sus hermanas y les hacía daño. No podía entender, ¿Por qué Lincoln les hizo eso? Luna siempre lo amó y de pronto se comportaba de esta manera, y no solo con ella, también con Leni y Lily a quienes violó. ¿Qué le había pasado a ese hermanito amable?

-Escucha, niña. Estas en un bunker muy resistente -Luna miró a todos lados, pero no vio a nadie. Aunque por el sonido que tenía se dio cuenta que le hablaban por un micrófono. -quiero que grites con todas tus fuerzas. - ¿Por qué? No tenía que hacerlo si ella no quería. -Si lo haces evitaremos que tu hermanito le de otra visita nocturna a tu hermanita Lily. ¿Tenemos un trató? -Luna se sintió furiosa por escuchar eso. Entonces, ¿Lincoln estaba con ellos? -Haz lo que te pedimos. Sino, bueno, podríamos mostrarte en vivo y directo cuando lo haga.

Apretó los puños y dio un gritó tan fuerte; inmediatamente en ese lugar comenzaron aparecer pequeñas grietas. Incluso vio algunos puntos negros. Aunque también vio como comenzaba a salir un gas de color blanco. Dejó de gritar al respirar ese gas extraño. Comenzó a sentirse algo cansada. Dejó de gritar para comenzar a parpadear con brusquedad para no quedarse dormida, pero no lo consiguió, se sentía muy cansada.

Afuera de aquella habitación, Henry miraba sorprendido lo que Luna hizo. El único que logró hacerle un rasguño fue Superman, pero nunca se imaginó que alguien más lo conseguiría. La familia Loud estaba llena de sorpresas; todos los hermanos consiguieron sorprenderlo, una logró congelar prácticamente un cuerpo completo. Al intentar descongelarlo, el cuerpo se partió en pedazos. En cuanto a la pequeña, pues solo tenía garras, eran parecidas a las de Logan, a excepción que solo contaba con dos, pero se compensaba con la enorme garra que salía de sus pies.

Ahora si no sabía qué hacer con esa chica: Luna Loud. Era peligrosa. Si daba un gritó a todo pulmón... ni quiera podía tener una teoría como tal. Había escuchado que el sonido podría destruir el mundo, y ella había hecho una ruptura en aquel bunker que podría soportar la explosión de varias bombas nucleares directamente. Algo que solo había conseguido Superman. No podía usarla como algún superhéroe, a menos que le pusiera algo para controlarla como lo había hecho con otros villanos, pero, ¿y si algo salía mal? Entonces si estarían en problemas. Esa chica era peligrosa. Tan peligrosa como Superman, o Bruce Banner, quien logró escapar.

Aunque intentaron controlarlo; ya fuera cortando su cuerpo o poniéndole collares que causaran mucho dolor. Sin embargo, fue imposible. Su cuerpo sanaba, al igual que Wade Wilson o Logan. Quizás debía hablarlo con Elizabeth y Joe. Puede que pensaran que debían matarla. Alguien con un poder de esa inmensidad era muy peligroso. O puede que la dejara en la mansión hasta que muriera de vieja, o para que en algún momento la liberara y Superman la matara.

No era mala idea, podía debilitarla hasta el punto que no fuera tan peligrosa, así Los vengadores, Los siete y La liga la derrotarían, todos unidos. Eso podría elevar las ganancias. Todos los equipos uniéndose para derrotar a un villano extremadamente poderoso. No era tan mala idea. Lo hablaría con los demás para ver qué es lo que debía hacer. Por el momento dejaría que Black Noir, Firestorm y Jordi se divirtieran un rato con las chicas.

...

Leni se despertó con un agudo dolor de cabeza. Al levantar la vista observó que estaba en una habitación completamente diferente, mucho más grande y cálida; tenía una cama junto con un pequeño baño integrado ubicado en un rincón de la habitación. Le resultó mucho más agradable que en esa prisión. Siempre dormía en suelo y solo tenía un balde. Se acarició un poco las sienes. Su cabeza aún parecía dar vueltas. ¿Qué le había pasado?

Y esa pregunta la golpeó haciendo que recordara todo lo que paso en el otro lugar. Era mejor no pensar en eso. Le daba náuseas. Podía recordarlo todo; Lincoln le había hecho algo malo. Algo tan doloroso y horrible que se tuvo que acariciarse la entrepierna. Aún le dolía. Recordar como Lincoln le hacía lo mismo que Chaz... su cuerpo tembló un poco mientras se sentaba en el suelo. Jamás se imaginó que tendría miedo de pensar en Lincoln. Siempre le gustaba verlo, estar con él, hacerle ropa. Pero ya no sentía con ese tipo de cosas.

Cuando vio a su hermano después de mucho tiempo se sintió feliz, aunque un poco molesta porque Lincoln le hizo algo horrible a Lori, Luan y Lynn. Ella lo había visto todo aquel día cuando se fue. En un principio se sintió furiosa con él, pero leyó por internet que muchos mutantes o inhumanos que obtienen sus poderes de manera repentina tienen accidentes. Leni pensó que quizás fue lo mismo con Lincoln. Además, él nunca haría algo como eso. Se supone que las amaba, y muchas veces se los demostró. Pero estaba equivocada.

Cuando él entró quiso ir con él. Sin embargo, su cuerpo no pudo moverse. Se quedó quieta y se sintió feliz de que al fin lo había visto después de mucho tiempo. Pero esa felicidad se fue cuando su hermano le quitó la ropa interior y comenzó a tocarla en sus zonas privadas. En un principio se sintió desorientas, aunque cambió cuando Lincoln la empezó a tocarla con más violencia. Era mucho más agresivo que cuando Chaz la tocó en un callejón. Y Lincoln continúo, a pesar de que estaba llorando, él continúo hasta que volvió a sentir como algo la quemaba. Al bajar sus ojos vio ese líquido blanco cayendo de ella.

Pero no se detuvo ahí; Lincoln chupo su ano, al principio se sintió extraña, sin embargo, el dolor se hizo presente nuevamente. Lincoln metió sus dedos adentro de su ano, los movió por todo, al sacarlos de nuevo metió su pene. Quizás Lincoln pensaba que no sabía lo que estaba haciendo, pero Leni lo sabía. Después de muchas explicaciones por parte de Lori supo que eso no era algo bueno, y por el dolor ya sabía la razón.

En el momento que Lincoln metió su pene adentro de su ano se sintió con mucho más asco. Él simplemente se limitó a golpear sus glúteos mientras soltaba risas y la llamaba puta. Leni no se sentía muy lejos de eso. Las putas, por lo que le explicó Lori, son a las que le hacen lo mismo que a ella, y lo repiten las veces que quieran. No eran muy distintas a ella. Lincoln la visitó varias veces, y no solo a ella, sino que también lo repetía con Luna, Leni, su abuelo, sus padres. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué hacía esto? ¿No se supone que las amaba?

Esperaba que, sea donde sea que estuviese en ese momento, no volviera a verlo. No quería volver a verlo. Y si llegaba a verlo, bien, lo mataría. No quería que Lincoln la volviera a lastimar. Le dolía cuando lo hacía. Aun podía sentir el dolor en sus glúteos, entrepierna y senos. La mayoría de veces que Lincoln la iba a ver la golpeaba y se comportaba como un animal. Se limpió las lágrimas y se puso de pie. Observó que en la cama había ropa, era una falda de color blanco junto con una blusa del mismo color, ropa interior igual, y un par de tenis. Al menos estaba limpia. La que tenía ya olía mal. En los días que estuvo en ese lugar nunca se tomó un baño, o al menos que ella recordara. Había veces que dormía y cuando despertaba su cuerpo estaba húmedo.

Al menos esperaba que pudiera tomar un baño y cambiarse la ropa más seguida. Sintió el agua caer en su cuerpo. Lo lavó con mucho cuidado, relajándose y al terminar se puso la ropa que estaba en la cama. Se sentía cómoda y más fresca. E incluso mucho más relajada. Pero su cabeza aún daba vueltas junto con un dolor punzante que la hacía sentirse mareada. Quizás si dormía un poco se le pasaría el dolor.

Pero antes de que se acostara la puerta de la habitación se abrió sola. Leni miró afuera, por un momento pensó que Lincoln aparecería, por suerte no fue así. Aunque no quería salir. Tenía miedo de que Lincoln llegara aparecer y volviera hacerle cosas malas. Solo debía ignorar que la puerta estuviera abierta. Se recostó de nuevo en la cama para intentar dormir, pero no lo consiguió. El calor dentro de la habitación comenzó aumentar, tanto que comenzó a sentirse sofocada. Lo hubiera ignorado, pero comenzó a sentir un ardor en su cuerpo. Salió rápidamente y justo después de que lo hizo la puerta se cerró.

Gruñó un poco por eso. Solo quería dormir. ¿Por qué siempre le negaban las cosas que quería hacer? Odiaba que se aprovecharan de ella. Suspiró con molestia mientras comenzaba a caminar. Aquel lugar parecía estar lleno de habitación. Esperaba encontrar alguna. Además que no tenía otra opción y tampoco quería dormir en suelo. No cuando había camas. Solo esperaba no encontrarse con Lincoln, y en caso de que lo hiciera, intentaría usar el hielo que salía de sus manos. No entendía para qué era, cómo funcionaba, o como apareció. Pero según lo que alcanzó a escuchar de esas personas; sus habilidades eran congelar lo que quisiera.

Eso es lo que usaría eso para alejar a Lincoln, porque, a pesar de todo, no quería matarlo. Después de todo lo que le había hecho no quería matarlo. ¿Era por qué aun lo amaba? Aún después de lo que le hizo, lo amaba. ¿Por qué tenía que ser así? Odiaba ser tan amable. Golpeó la pared, esta se congeló mientras salían unas grietas de causada por el golpe que le dio. Ni siquiera le dolió su mano, todo lo contrario cuando lo hizo una vez. Continuó caminando por el pasillo, había múltiples habitaciones iguales a la suya, pero estaban cerradas, en algunas, incluso, logró ver niños. Niños que solo golpeaban su cabeza contra la pared, o solo miraban a la nada, o caminaban hasta golpearse contra algo.

¿Qué les habrá pasado para que estuvieran así? Leni los ignoró. No tenía tiempo para ayudar a esos niños. Y cuando algunos de ellos tenían poderes ya que cuando golpeaban o chocaban contra la pared usaban sus poderes, ya fuera lanzado acido de su boca, fuego, convertir su mano en algún material que ella no conocía. Si les hablaba, lo más probables es que la atacarían. Era extraño que solo por eso, ¿Qué les pudo haber sucedido?

Caminó hacia un pasillo donde observó a un niño despedazar a otro. Notó que el que estaba muerto tenía su cuerpo flotando. Ni tampoco parecía estarlo tocando, al menos no con su cuerpo, pero al ver con más atención observó que algo saliendo de su espalda. Parecían ser tentáculos o algo así. Aunque no quería saberlo. El niño miró el cadáver y caminó a otra dirección.

Leni se sintió aliviada. Ya no tendría que cruzarse con él. Dio la vuelta en uno de los pasillos donde no escuchó a ningún niño. Sin embargo, había un rastro sangre, o eso parecía; era de color rojo y muy espeso. Aun lado había una masa de carne. A pesar de ser asqueroso era mucho mejor que cruzarse con el niño. O algún otro que le pidiera ayuda porque perdió a su mami y papi. Deberían ser lo muy listos como para saber que estaban por su cuenta. Hasta ella lo sabía. ¿Por qué ellos no? Se supone que ella lo entendía. Le resultó gracioso, ¿realmente era una estúpida?

Su hermanito nunca le explicó que sucedió con su mami y papi. Lo único que hacía era ir a verla, metía y sacaba su cosa de las piernas hasta vaciar el líquido blanco y después se iba sin decir alguna otra palabra. Bueno, a veces, cuando hablaba le decía: "Estuvo muy rico, puta" o cosas que no quería recordar por lo desagradable que eran aquellas palabras. Miró hacia enfrente; más habitaciones. No parecía tener un sentido caminar por ahí. Pero puede que, tal vez, y solo tal vez, que sus hermanas estuvieran ahí. Aunque, ¿Cómo podía saberlo con exactitud? Quizás era porque la prisión donde ambas estaban parecía ser igual a donde ella se quedaba. Y no le costaba nada con buscar, puede que realmente sus hermanas estuvieran aquí.

Lo deseaba. Estaba sola. Extrañaba a sus hermanas. Siempre le gustaba abrazar a Lily o jugar con ella. Con todas sus hermanas en realidad. Menos con Lynn. Ella era una perra egoísta. Lynn Loud la perra egoísta de la casa Loud y la más mierda dentro de la familia. Nunca llego odiar a nadie, ni siquiera odiaba a Chaz o a Lincoln por lo que le hicieron, pero Lynn era otro caso. Siempre había tenido ganas de usar su bate de beisbol y golpearla hasta que la matara. Dios. La satisfacción seria enorme.

-Ahora tienes los poderes para hacerlo, ¿no? –Leni miró hacia enfrente; un hombre calvo y vestido con un traje de color negro la miraba con una sonrisa.

-¿Quién es usted? –Preguntó Leni, sentándose en el suelo.

-Mi nombre es Charles Xavier. –Charles se acercó a ella. Leni no se movió, por alguna razón no lo hizo. –Tú eres Leni Loud. –Charles se rió y se sentó junto a ella. –Obvio que eres Leni Loud.

-Sí, ese es mi nombre, pero, ¿Quién es usted? –Preguntó nuevamente Leni.

-Soy profesor de personas con habilidades especiales. Soy alguien que te dice que tus poderes son una bendición y debes usarlos contra quien creas que es necesario. –Leni pensó en Lynn, Lincoln y Chaz. Ellos no le agradaban. Pero Lynn y Lincoln eran sus hermanos. –Con quien sea puedes usarlos. –Se puso de pie y se desabrochó los pantalones quedando solo en bóxer. Leni quiso dar unos pasos hacia atrás, pero no pudo. –No voy hacerte nada como esos la mayoría de idiotas. Solo estoy para enseñarte algo... –Se bajó el bóxer y Leni vio su pene. De nuevo se sintió asqueada. Pensó que le meterían esa cosa dura en su entrepierna. –esto. –Se señaló el pene. –De aquí vienes. Todos venimos de aquí, pero nosotros, tanto como tú o como yo, somos diferentes. Venimos de aquí, aunque nosotros somos mejores. Somos el futuro. –Se subió los pantalones y le sonrió. –Usa tus poderes cuando quieras. No te pasara nada si piensas que es lo correcto. Mata a quien quieras. Son tus poderes. –Volvió a caminar hacia donde lo había visto al inicio. ¿En dónde apareció exactamente? –Adiós, Leni Loud.

Charles desapareció. No supo cómo lo hizo, o si era producto de su imaginación, pero ya no estaba. Y sintió movilidad en su cuerpo nuevamente. Inhaló algo de aire. Había pensado que Charles iba hacerle lo mismo que Lincoln, pero no fue así. Al menos eso la alivio. No quería seguir repitiendo la misma rutina de meter y sacar. Le daba asco. Volvió a caminar. No sabía a donde iba, ni siquiera sabía si sus hermanas estaban aquí, pero al menos quería cerciorarse de que no estaban ahí. Había la posibilidad, y si estaban ahí puede que estuvieran heridas. A como Lincoln la trató a ella, no le sorprendería que hiciera lo mismo con sus hermanitas pequeñas. Además, ella era la mayor. Ella debía proteger a sus hermanas pequeñas.

Dio la vuelta y más puertas. El lugar parecía un laberinto. Golpeó la pared de nuevo, la cual se congeló y agrieto un poco. Al mirar su mano la notó de un color azul o gris. Ahora que lo recordaba; su cuerpo, a veces, era de ese color. Pero no podía recordar si era verdad. En el recuerdo su cuerpo estaba lleno de cables por todos los agujeros de su cuerpo mientras muchos hombres en bata le tomaban fotografías. Sacudió su cabeza. Era mejor que siguiera caminando para buscar a sus hermanitas.

Aunque solo parecía estar dando vueltas sin sentido. Ya ni siquiera podía escuchar las voces de los niños. Era mejor que se quedara enfrente de una habitación hasta que se abriera la puerta. Sin embargo, en ese mismo momento, escuchó golpes. Era similar como cuando su padre aplastaba la carne que iban cenar. Tenía hambre. Pasó su lengua por sus labios y lo hizo hasta que estuvieron húmedos. Era su padre. Estaba preparando la cena para toda la familia. Leni tenía hambre.

Al caminar hacia un pasillo vio algo que la dejó confundida; un monstruo. O ese parecía, pero su papá no estaba. ¿No se supone que estaba preparando la cena? El monstruo que estaba enfrente de ella era enorme mientras que estaba comiéndose a un niño. En una, de lo parecían una mano, sostenía a otro niño. ¿Qué tan grande era? ¿De cuánto era su tamaño? Quizás cinco o seis veces que ella. Desearía ser tan lista como Lisa.

El niño que sostenía aquel monstruo lloró, pero el monstruo lo apretó haciendo que su cabeza explotara, después se lo comió. Masticó su cuerpo, no del todo ya que una de sus piernas cayó enfrente de Leni, quien miró el trozo de carne por un momento. Aunque su atención se desvió nuevamente al monstruo al escuchar sus gruñidos. ¿Qué quería? Leni lo volteó a ver. Pudo percibir el calor que emanaba de su cuerpo. Lo miró a los ojos. Notó que la iba atacar, pero no podía permitirlo, ¿verdad? ¿Cómo podía hacer eso de congelar? Alzó sus manos y observó como el monstruo era totalmente congelado.

Finalmente se congeló. ¿Ahora qué? Quizás un golpe. Nunca tuvo tanta fuerza como Lynn, pero si era fuerte. Aunque ese monstro era grande. Quizás si saltaba. Aunque no saltaba tan alto como Lynn. Caminó unos pasos hacia él, casi hasta llegar a su cara. Parecía que la iba atacar, pero, ¿cómo podía saber? Ella era la idiota. O eso dijo Lisa una vez. Bueno, podía intentarlo. Tomó algo de impulso y brincó. Su puño impactó contra la cabeza del monstruo y la destrozó. Mientras que el resto de su cuerpo se partió a la mitad. Lynn estaría orgullosa que ahora era más fuerte que ella. Cuando la viera congelaría su cuerpo y le sacaría lo de adentro. Seria placentero. Odiaba a Lynn. Podía usar estas habilidades para matarla, ¿Quién podría negarle que usara estas habilidades?

...

Luna miraba afuera de la habitación donde había despertado. Estaba alerta. Sabía que si estaba abierta Lincoln aprovecharía para violarla. Cuando él entraba su cuerpo estaba débil y lo sentía bastante relajado, apenas y podía caminar. Ahora no se sentía así, lo único que no podía hacer era hablar y su vista le estaba dando vueltas. No podía hablar porque, por lo había visto, todo era a su paso cuando hablaba. Desearía hacer eso con Lincoln. Cerró sus ojos por un momento.

Estaba cansada. Ya casi no le quedaban fuerzas. Pero no podía dormir; golpeó su rostro y lo sacudió. Debía estar despierta. No sabía porque tenía tanto sueño, si la mayoría del tiempo la dejaban dormida. Aunque cuando estaba despierta le hacían mierdas con las que terminaba muy cansada; Lincoln la violaba, la obligaban a que gritara, hacían que algo impactara contra su cuerpo por mucho tiempo hasta que sangrara. Era agotador.

Miró el pasillo donde paso un chico entre quince o dieciséis años arrastrando el cadáver de otro. Luna se acercó un poco para verlo, pero no tanto para que no se diera cuenta que estaba ahí. Observó que tenía enormes dientes filosos. Su aspecto le resultó divertido.

-Un mutante peligroso que ya no está en las calles. Dios bendiga a los Estados Unidos de américa.-Pensó sarcásticamente. Le resultó gracioso porque, aparentemente, a los que eran peligrosos como ella los encerraban en lugares como esos. Aunque le intrigaba saber cuál era el propósito. Simplemente los apartaban de las calles porque si, o quizás hasta los usaban hasta que aprendieran a usar sus poderes, o los pudieran controlar. Pero nunca le pusieron algo en su cabeza para que entrara en control mental. O eso recordaba ella.

Siguió prestando atención cuando alguien cruzó los pasillos. Luna sacudió su cabeza y miró con más atención. No podía ser verdad. ¿Cómo era posible? ¿Qué no Sam había muerto? Ella la asesino. Debía estar soñando, pero parecía tan real. Se acercó lo más que pudo, por suerte Sam se había dado cuenta de su presencia.

-Hola, Luna.La saludó Sam, alzando su mano. –Te ves de la mierda. ¿Qué te sucedió?

-Hola, Sam. Estoy atrapada en este lugar porque hice algo horrible. Ahora que estoy en este lugar mi hermano me viola a mí junto con el resto de mi familia cada que lo veo. –Respondió, dentro de su cabeza, con sarcasmo. -¿Y tú? Pensé que estabas muerta.

Sam le sonrió. ¿La había escuchado? No era posible. Sam, por otro lado, se acercó a ella y Luna cayó por lo débil que se sentía. ¿Aunque cómo sabía que esto no era un truco? Aunque nunca había visto cosas de ese tipo. Inhaló algo de aire y se puso de pie; sus piernas temblaron un poco, pero no le importó. Sam se detuvo un momento y la miró detenidamente. Luna le sonrió y Sam parecía estar feliz por eso. Quizás era un sueño, pero era mejor que soportar toda la mierda de la vida real. Al menos aquí podía ver a Sam nuevamente.

Al estar cara a cara Sam le acarició la cara y luego su cabello. Se miraron a los ojos y Luna la besó. Había querido hacerlo desde siempre, y si se trataba de un sueño, ¿Por qué no? Ella le correspondió el beso. Luna la abrazó del cuello y Sam la agarró de la cintura.

-¿Por qué no me incluyen en el beso? –Ambas se separaron cuando escucharon la voz de Lincoln. –Nunca pensé que tú también fueras así, Leni.

-¿Leni? –Pensó Luna. Miró a un lado y vio a Leni. -¿Qué mierda hacia ella ahí?

Lincoln tenía su pene erecto y al ver lo que ambas hicieron comenzó a masturbarse mientras le sonreía.

-Lo siento, pero hay cosas que no puedo esperar. –Dijo Lincoln, deteniéndose. –Ahora... -En ese momento un vapor golpeó el rostro de Leni y Luna haciendo que se marearan. Movieron el vapor, pero terminaron por oler el vapor lo que las mareó y cayeron. –voy hacer... -Lincoln les arrancó la ropa dejándolas totalmente desnudas, después golpeó sus glúteos. –Dios, están bien buenos sus culos. No me canso de ellos. –Puso el trasero de Luna contra su cara y comenzó a chupar su vagina, mientras que le metía un dedo por el ano a Leni. Ambas sabían que esta era la rutina de Lincoln cuando las llegaba a ver. –Voy a...

Lincoln cargó y luego acostó a Luna en el pecho de Leni, puede que le quitaría la vista de sus tetas, pero se conformaba con ver su culo. Comenzó a penetrar a Leni mientras apretaba uno de los senos de Luna, su culo o le acariciaba el clítoris. Luna y Leni solo se limitaron a sentir como lo hacía, al final era lo único que podían hacer. Dejaron de sentirse mal después de la cuarta vez, sabían que al final no se detendría. Por más que lo quisieron su hermano no se detendría. Lincoln comenzó a mover sus caderas con algo más de violencia y Leni supo que el final ya estaba, pero, en un momento a otro, se puso de pie y fue hacia Luna rápidamente metiendo su pende dentro de su y vacío todo el contenido. Luna sintió el sabor agrio dentro de su boca, pero no podía escupirlo, así que se lo tragó. Aunque no era la primera vez que lo hacía.

-¿Luna? ¿Leni? –Escucharon la voz de una niña que ambas reconocieron al instante. Cuando Lincoln volteó a ver se sintieron desesperadas.

-Eres tú ah... ¿Lily? ¿Cierto? –Lincoln chasqueó los dedos. –Si lo eres. Lo siento, Lily. Pero en estos momentos me voy. –Dijo un tanto decaído. –Me gusta tu ano, está muy apretado, pero ya vacié mi contenido en Luna, así que mejor otro día.

Lily apretó los dientes y se lanzó contra Lincoln, quien solo rodó los ojos al ver como se acercaba. Sus manos aumentaron de tamaño y, unos centímetros antes de que le enterrara las garras, la golpeó. Lily cayó al suelo mientras su rostro se llenaba de sangre al instante, pero ella no se iba detener. Aunque antes de que pudiera ponerse de pie, uno de los pies de Lincoln aumentó de tamaño y comenzó a golpear su rostro repetidas veces con fuerza hasta que se hinchó y vio partes de su hueso. Lily ya no pudo moverse.

-Debes entender, putita. –Lincoln se puso en cuclillas y acarició su culo. –El que tú quieras coger, no quiere decir que yo también. –Se levantó. –Nos vemos luego, chicas. –Con eso último se marchó.

Luna y Leni comenzaron a llorar. No podían acercarse a Lily. No pudieron ayudarla. Eran unas malas hermanas. ¿Por qué Lincoln hacia esto? ¿Qué le sucedió a su hermano?

...

-Carajo, Charles. Eso estuvo intenso. –Dijo un hombre delgado con traje de color amarillo que tenía una capa. –Que se besaran siendo hermanas, rayos... pero estuvo rico.

-Es divertido jugar con ese tipo de cosas, Jordi. –Dijo Charles, volteando la silla de ruedas donde iba sentado. -¿Te gustó?

-Obvio. Por este tipo de cosas desearía que vinieras más seguido. Me gustaría que me cumplieras ese tipo de cosas.

-No soy muy fanático del sexo, Jordi. –Charles sacó un cigarro. –Lo hice porque a ti te encantan ese tipo de cosas. Obviamente sabía que te gustaría.

-Leíste mi mente, ¿cierto? –Dijo Jordi con un tono burlón. Charles le dedicó una sonrisa y le guiñó un ojo. Era evidente que si lo hizo.

-Por cierto, ¿Qué le gusta a la rubia idiota? –Preguntó. Era interesante lo que podía gustarle. Aunque siendo una estúpida no podía esperar mucho.

-Le mostré a una de sus amigas, al parecer también tiene atracción por las mujeres. –Inhaló y exhaló humo del cigarro. –A decir verdad me excito un poco eso, sobre todo porque sus amigas son muy atractivas.

-Lo que daría por darle una visita a esas chicas junto con esa rubia idiota. –Dijo con un poco de frustración. -¿De qué otra cosa te enteraste?

-De que odian a su hermano Lincoln, pero eso ya lo debes de saber, y a su hermana Lynn. –Respondió inmediatamente. –Por lo que vi era una deportista bastante molesta. Me sorprende que apenas lo acepten. Con tantas personas juntas terminas por volverte loco en un punto.

-¿No es a la que Black Noir le gusta metérsela? –Charles asintió. –Lo haría yo, pero la verdad me da un poco de asco.

-Bueno, fue divertido, pero tengo que irme. Nos vemos, Jordi. –Charles giró su silla hacia enfrente y comenzó avanzar. –Tengo unas clases con algunos niños mutantes sobre cómo controlar sus poderes.

-Está bien. –Jordi le sonrió. –Nos vemos, Charles. Espero volver a verte por aquí.

-Siempre doy sorpresas.

La puerta se abrió y luego se cerró. Jordi miró la pantalla de la grabación como la más pequeña sanó totalmente de sus heridas y fue con sus hermanas de inmediato, las cuales seguían sin poder moverse. La niña comenzó arrastrarlas por el pasillo hasta su habitación. A Jordi se le hizo un gesto muy noble. Esperaba que para la próxima vez estuvieran todas juntas para hacer lo que tenía pensado.

...

-¡Por favor perdónenme, chicas! –Dijo Lily, llorando. -¡No... no las pude ayudar y... yo deje que les pasara algo muy malo! –Lily observó cómo de los rostros de sus hermanas comenzaban a salir lágrimas. Era una inútil. No pudo protegerlas de él, de Lincoln. –Perdónenme, hermanitas.

Ambas se sintieron impotentes de no poder moverse. Querían decirle que no se preocupara por ellas. Lo importante es que ella estuviera bien. Habían pensado por un momento que Lincoln la había asesinado con los golpes que le dio, pero fue un alivio ver cuando se puso de pie mientras las heridas en su rostro sanaban.

-No te preocupes, Lily. Lo importante es que tú estés bien. –Pensó Luna. Desearía decírselo.

-Luna, ¿acabas de decirme algo? –Preguntó Lily, acercándose a ella, incrédula.

Luna se quedó un momento en blanco. No dijo nada, lo pensó, pero, ¿Cómo supo que había pensado en algo? No podía ser verdad. Aunque si...

-¿Puedes escucharme? –Pensó Luna.

-Sí, te escuchó, pero... -Luna se quedó en blanco. No pensó que pudiera hacer como eso, aunque ahora era bueno que pudiera comunicarse con sus hermanas. Eso la aliviaba. -¿Cómo lo hiciste? No vi que abrieras la boca.

-No lo sé. –Luna estaba tan sorprendida como ella. –No importa, ¿estás bien, Lily? ¿No te duele?

-Estoy bien, ya no me duele nada.

-Cuando nos podamos mover hablaremos. Intenta dormir.

Lily asintió. Luna sonrió a medias. Lily se acercó a sus hermanas, recostándose a su lado, pero sin dejar de mirar la puerta. Debía estar alerta de lo que pudiera entrar. Aunque estuviera cerrada.

...

NA: Voten porque "What if..." quieren en mi perfil. Si uno ajeno del de F.F. gana aquí, subo esa parte exclusivamente a Wattpad. Ustedes deciden.

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