La mujer maravilla. Esa increíble chica con la que ella se identificaba. Aquella chica de diez años quería ser igual a ella cuando creciera. La mujer Maravilla estaba deteniendo a una camioneta grande. Le extraño que Superman no estuviera aquí para ayudarla, normalmente ellos siempre están juntos deteniendo criminales, o eso pensó. Aunque no era muy importante, estaba segura de que ella sola los podía detener sin problemas.
- ¡Detente ahí! -Uno de los hombres le apunto, pero Mujer Maravilla se rio un poco mientras se acercaba a él. - ¡Deja de reírte! -Grito fuertemente con las manos temblorosas. Miro a todos lados intentando buscar algo para amenazarla. Al ver a uno de sus lados vio a una niña mirando la escena sorprendida y emocionada. -Si te acercas matare a esa niña. ¡Te juro que le hare! -El hombre le apunto a la niña.
-Si lo haces, entonces te hare algo tan doloroso que desearan estas muerto. -Dijo la heroína, aunque aquel hombre no dejaba de apuntarle a la niña.
El hombre noto que la mujer se había puesto algo nerviosa. Puede que intentara salvar a la niña, entonces cuando lo hiciera él usuario algo muy especial. Saco un arma extraña de su cintura. La mujer maravilla quedo extrañada, pero no dejo de prestar atención a la mano de ese tipo. Debía estar atenta si ese sujeto le disparaba a la niña. Aquel hombre comenzó a mover su dedo por el gatillo. En ese momento se lanzó a abrazar a la niña, un segundo después la bala impacto en su espalda, pero no le hizo nada.
- ¡Te tengo! -Dijo mientras disparaba la otra arma. La Mujer Maravilla sintió una corriente eléctrica en todo su cuerpo, eso le causo mucho dolor. El hombre estaba sorprendido. -Vaya... ese tipo vestido de negro me dijo que algo así pasaría. -Se rio un poco antes de mirar por todos lados. -No pensé que realmente fuera a funcionar. Me dijo que usara esta arma contra ti y me daría una pequeña fortuna. Lo único que hice fue robar un banco para que alguno de ustedes viniera a probar este aparato y esta arma. -Saco un arma algo extraña. Apunto hacia ella.
La niña al ver la escena supo que debía hacer algo. No podía permitir que a la Mujer Maravilla le pasara algo, ella la salvo. Porque eso hacen los verdaderos héroes, pero, ¿que podía hacer? Solo era una niña de diez años que se acaba de cambiar de ciudad. Solo era una niña común, ¿qué debía hacer? Se sintió realmente desesperada, quería que ese hombre cayera por un portal. Lo deseaba con todas sus fuerzas, no quería que le pesara algo a su heroína favorita. Observo hacia aquel hombre solo para ver una línea de color morado en los pies de aquel hombre. Se extraño un poco, aquella línea se abrió y aquel hombre fue tragado, justo después el agujero se cerro y la línea desapareció. La mujer recupero la consciencia y un segundo después aquel hombre apareció enfrente de ella, la Mujer Maravilla lo sostuvo fuertemente.
- ¿Quién te dio esa arma? -El hombre se rio de manera nerviosa mientras negaba con la cabeza. -Espero que esa sonrisa te dure cuando veas a Superman. -Mujer Maravilla lo golpeo para que quedara inconsciente. Ella sabia que cosas le haría Superman para que ese tipo hablara, pero por lo que dijo se dio una idea: Batman. Miro hacia la niña, le sonrió mientras se acercaba a ella. - ¿Estas bien, linda? -La pequeña sintió mucha emoción. Estaba enfrente de su heroína favorita. - ¿Te hizo algo ese hombre?
-No. Estoy... bien. -La niña abrazo a Mujer Maravilla. Esta le correspondió el abrazo. - ¿Tu estas bien? -Mujer Maravilla le sonrió.
-De no ser por ti, quizás me hubiera lastimado un poco más. -Dijo con una sonrisa. -Dime pequeña: ¿desde cuando eres una mutante?
-Yo... -La niña estaba nerviosa. Ni siquiera sabía que paso, simplemente quiso ayudarla cuando la vio en peligro, no creyó que ella era la responsable de esto. Pero así fue, ella salvo a la Mujer Maravilla.
-Tranquila, no te pongas nerviosa. Estos poderes suelen activarse por una emoción muy fuerte, y gracias a eso me salvaste, linda. -Dijo Mujer Maravilla mientras la cargaba. - ¿Cuál es tu nombre?
-Cristina Suarez. -Respondió.
-Bueno Cristina, te agradezco por ayudarme. -Mujer Maravilla bajo a Cristina. -Tus poderes son especiales. Espero que algún día entres a un equipo de superhéroes. Me serias de gran ayuda para tipos como estos. -Mujer Maravilla cargo al hombre por el cuello de su camisa. Miro una última vez a Cristina, le sonrió antes de irse volando.
Ella la salvo. Cristina Suarez había salvado a Mujer Maravilla. Ahora que tenía poderes debía usarlos para ayudar a los demás. Y estar a un lado de su heroína favorita, pero no sería fácil. Tenía que tener un entrenamiento tan duro que le hiciera ganarse un lugar en la Liga de la justicia, porque ella iría a ese equipo. Estaría junto a ella y podrían salvar a la ciudad juntas.
Entrenaría hasta el cansancio. Participaría en todos los concursos de pequeños héroes, hasta que pudiera cumplir su nuevo sueño. Solo debía de decirle a sus padres de sus habilidades y como las usaría. No se iba detener hasta que cumplir su meta.
***********
¿Y ahora qué podía hacer? Ningún héroe podría ayudarla en este momento. Los demás estaban algo lejos y tardarían en llegar, pero sabía que no podía esperar tanto tiempo porque sus padres corrían el riesgo de morir en cualquier momento. Ella no quería que eso pasara. Aunque, ¿qué podía hacer? No tenía una respuesta para esa pregunta. Desearía ser un mutante, inhumano, o metahumano, cualquier cosa que le ayudara a detener a esos hombres que tomaron como rehenes a sus padres.
Ella y su familia habían ido al banco a sacar un poco de dinero. Ella se quedó en el auto esperando, pero no se imaginó que unos ladrones fuesen a asaltar el banco. Se supone que Royal Woods era una ciudad "tranquila", sobre todo porque tenía a un héroe muy importante que era Ace Savvy. Aquel héroe logro derrotar al Juggernaut y a varios X-men, no sería extraño que muchos villanos y ladrones le tuvieran miedo.
Desgraciadamente él no estaba aquí. En la escuela escucho a Lincoln y Clyde hablar de que se fue a una misión junto con los "Siete". Sabia que lo único que podía hacer era confiar en la policía. Bien dijo Superman una vez: "Ellos son los verdaderos héroes, a pesar de que ellos no tienen poderes ayudan a le gente". Ahora mismo ella pensaba que esa frase era una estupidez, los policías no podían entrar porque aquellos hombres amenazaban con matar a todos si lo hacían.
Seria todo lo contrario si Ace estuviera aquí. Él simplemente entraría por el techo, golpearía a esos hombres y listo, así de fácil y rápido. Pero las cosas no siempre pasan como uno quiere, solo debía tener fe en que ayudarían a sus padres. No podía hacer otra cosa. No era como si pudiera entrar y detener a esos hombres. Ella no era un superhéroe, pero quería serlo. Quería ayudar a sus padres.
Apretó un poco sus manos mientras sentía algo de furia, poco a poco comenzó a sentir algo de calor en sus manos mientras temblaban un poco. Las miro algo confundida; su expresión fue de sorpresa al ver que sus manos estaban brillando de un color rojo oscuro. Aunque eso la confundió le hizo pensar en algo: ¿y si esta sensación de ver en peligro a sus padres activó el gen x? Podía ser, una oportunidad que Dios le dio. Escucho una vez al hombre elástico decir que Dios les da dones a las personas que lo necesitan y sabe que ayudaran a las personas.
Se acerco un poco a la puerta del banco sin que los policías se dieran cuenta. Pero cuando la vieron ya estaba muy cerca de la puerta, algunos le gritaron que se alejara, pero ella sabia que no debía detenerse. Al entrar en el banco observo a tres personas con armas amenazando a las personas civiles; al escuchar que alguien entro dos de ellos apuntaron a las personas y uno a la puerta, pero al ver que era una niña no lo hicieron, por el contrario comenzaron a reírse un poco por haberse asustado con esa niña.
- ¿Te perdiste, pequeña? -Uno de los hombres le pregunto con un tono burlesco.
Ella no le respondió miro a las personas buscando a sus padres, no tardó mucho en encontrarlos; estaban completamente confundidos cuando la vieron entrar. Los podía entender, ellos pensaban que ahora estaba en peligro, o puede que fuese por el brillo de sus manos que aquellos hombres no vieron. Alzo sus pequeños manos, esos hombres al ver el brillo en sus manos comprendieron lo que esa niña iba hacer, antes de reaccionar solo sintieron como su cuerpo comenzaba a arder. Gritaron fuertemente mientras caían al suelo. El ardor era insoportable, y poco a poco iba aumentando hasta que las llamas consumieron todo su cuerpo dejando solo sus esqueletos.
Todos se quedaron sorprendidos y aliviados al mismo tiempo; fueron rescatados sin salir heridos o muertos. Los padres de la pequeña eran los que más estaban sorprendidos. Se supone que su hija era una chica normal, o eso pensaban. Con esto era obvio que no lo era.
- ¿Mildred? -Exclamo su madre corriendo hacia su hija. Al estar enfrente la abrazo fuertemente. Su hija bajo la mirada tímidamente porque sabía lo que había hecho, pero no se arrepentía, la situación era muy sencilla: eran ellos o su familia. - ¿Qué te paso? -Su hija solo miro sus manos, luego a su madre. Negó con la cabeza mientras la abrazaba.
-Tenía miedo... -Dijo con la voz un poco triste. -yo no quería que les pasara nada... -Su voz cambio a una rota. -pensé que... si no lo hacía, entonces.... ustedes...
-Está bien, hija. -Su padre acaricio su cabello y luego la abrazo con todas sus fuerzas. -Solo lo hiciste porque nos viste en peligro. -Acaricio un poco su cabello. -No te preocupes. Esto lo hiciste porque tenías miedo de perdernos, hablaremos con la policía y con los héroes de esto. Estoy seguro de que van a comprender.
Mildred se sintió un poco más aliada. Y puede que hasta los superhéroes la reclutaran en algún equipo. Eso hizo que se sintiera mejor. Solo esperaba que si se unía a un equipo fuesen los más importantes como la Liga, Los siete, o Los vengadores, aquello sería un sueño.
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Stella había entrenado muy duro durante meses. Tuvo que tener una buena alimentación y negarse a salir con amigas o algún amigo que quería ser mas que eso, pero sabía que debía sacrificar cosas si quería formar parte de alguno de los equipos más importantes del país, como La Liga, Los siete, o Los Vengadores. Cualquiera equipo al que perteneciera ella seria algo increíble. Lo único que Stella quería hacer era pertenecer a un equipo de Superhéroes y ayudar a la gente.
Aun se sentía un poco triste por dejar su vida en Royal Woods, lo peor era Lincoln y sus amigos. Había dicho que no quería una relación amorosa, pero era mentira, ella quería estar con Lincoln; no lo dijo porque no quería hacer sentir mal a sus amigos. Aunque aquello tenia mucho tiempo. Lo que ahora debía importarle era cumplir su sueño. Al descubrir que era un metahumano decidió concentrarse en su vida como superhéroe. Se cambio de ciudad, se puso a entrenar y entro algunos concursos de superhéroes. Sabía que esto podía ayudarla. Elaboro su propio traje con ayuda de su abuela.
Estaba lista. Ahora estaba en una fila y ella la siguiente. Entraría para demostrar porque debía entrar en uno de estos equipos. Se preguntaba qué le diría Lincoln, él siempre fue un fanático de ellos. Le envió un correo hace unos días para decirle de esto, pero no recibió una respuesta. Le aterraba que estuviera en las víctimas del accidente en el centro comercial de Royal Woods. No tenía idea de lo que paso; en las noticias solo decían que un mutante se salió de control y causo todo ese desastre. Stella se lo imagino cuando escucho que los equipos más importantes de superhéroes tuvieron que ir a Royal Woods.
Solo deseaba profundamente que Lincoln y sus amigos estuvieran bien. Quizás lo estaban, puede que Lincoln no quisiera contestarle el correo porque dejaron de tener contacto desde hace mucho tiempo. Ojalá que no fuese por eso.
- ¿Quién sigue? -Stella dejo de pensar en eso y enfoco su atención en la chica que hizo esa pregunta.
- ¡Yo! -Respondió mientras se acercaba a la chica.
-Pasa linda. -Dijo la chica. Stella entro. Aquel lugar era una habitación un poco grande, no tenía nada. Se hizo una idea de que le iban a pedir. -Muy bien, linda. Solo mira a la cámara y di porque quieres pertenecer a uno de los equipos más importantes del país.
Stella tomo un poco de aire mientras lo pensaba. Lo practico durante días, pero en ese momento su mente se quedó en blanco a causa de los nervios. Suspiro y vio a la cámara. Debía decir algo, quizás esta era su única oportunidad.
-Quiero pertenecer a uno de estos equipos porque siempre he creído que ellos hacen algo importante, y yo también lo quiero hacer. Mi sueño es ayudar a la gente, que ellas me vean como un símbolo de esperanza, como lo hacen con Superman. -Stella inhalo un poco de aire. -De pequeña pensaba que tenia estos poderes por una razón, y la razón es ayudar a quienes no lo tienen; protegerlos y decirles: "Yo los protegeré con mi ultimo aire de vida". Es lo que quiero demostrarle a la gente. Que me vean y algunos niños digan: "Miren es Starlight. De grande voy a ser como ella". Creo en las palabras de Superman: "hay un héroe en todos nosotros". -Stella se quedo callada. La chica lo miro un poco conmovida por sus palabras.
-Muy bien. Ahora danos una pequeña muestra de tus habilidades. -Dijo mientras se alejaba un poco.
Stella asintió mientras apuntaba a la pared. Sus ojos y manos brillaron de un color amarillo mientras las luces parpadeaban un poco; justo después lanzo un rayo que quemo parte de la pared. Todos la miraron un momento. La chica se acercó a ella con una sonrisa.
-Es todo, linda. Recibirás una llamada en caso de que estés dentro de alguno de los tres equipos, anotaste tu número de teléfono, ¿verdad? -Pregunto, Stella asintió. -Muy bien. -Apunto a una puerta que estaba del otro lado de la habitación. -Esa es la salida.
Stella sonrió un poco mientras se dirigía a ella. Esperaba estar dentro de algún equipo y poder ayudar a las personas.
****************
Cristina estaba dando vueltas en su pequeño apartamento. No le habían llamado avisándole que estaba dentro de un equipo de Superhéroes, le entristeció un poco que no seria un nuevo miembro de los Vengadores, La liga, y Los siete. Quizás eran por los nervios que tenia la presentarse, se sintió muy nerviosa, a pesar de estuvo entrenando por días, cuidando su alimentación para estar dentro de La liga. Sabia que no podían aceptar a cualquier persona. Aparte debía entender que también fueron personas con sus mismas intenciones.
Se sentía un poco desilusionada, se había mudado de Royal Woods a Metrópolis para estar cerca de su nuevo trabajo. Podía recordar a su padres despedirla con una sonrisa mientras le decía que la amaba y le deseaba suerte en su sueño como heroína. Cristina se sintió con el corazón roto, pero los héroes hacen sacrificios. Al mudarse a Metrópolis consiguió un apartamento barato y un empleo de medio tiempo para que tuviera tiempo de entrenar.
Al momento de que anunciaron de un nuevo miembro para los equipos de superhéroes más importantes, Cristina fue rápidamente al lugar donde harían las entrevistas. Dio algunas muestras de sangre, orina, saliva, su peso, altura y la razón del porque quería ser una heroína, al final de eso mostro sus poderes: hizo una espada de energía oscura y abrió portales a distintas dimensiones. Aunque ella no sabía qué eran esos portales, pero no tampoco se le ocurrió otra cosa, aparte de que nadie podía estar por mucho tiempo en esos lugares, a excepción de ella.
Se sentía muy desilusionada. Apenas habían pasado dos días desde que fue a la entrevista, puede que no la hayan escogido para esa vacante. ¿Cuántas mutantes, inhumanos y metahumanos van con su misma intención? Miles de personas. Y esas personas podían tener mejores habilidades que ella.
Suspiro un poco antes de recostarse en su cama. Aquel apartamento era pequeño, solo tenía una cocina pequeña, un baño pequeño y la sala donde estaba, una pequeña mesa, una televisión y su cama. Era lo que podía pagar, puede que aspirara a más, pero no quería distraerse con encontrar un empleo de tiempo completo. Aunque con esto, puede que regresara a Royal Woods y buscara un empleo de tiempo completo.
Cristina tomo el control de la televisión, y un segundo antes de encenderla su celular sonó. Lo tomo, al mirar la pantalla para ver de quien se trataba observo que era un numero desconocido.
-Hola. -Dijo al contestar.
-Hola, ¿habla Cristina Suarez?
-Si, soy yo. ¿Quién habla? -Pregunto con indiferencia.
-Hablamos de la corporación DC para decirle que ha sido seleccionada como la nueva miembro de La liga de la justicia...
- ¿Enserio? -Pregunto con algo de emoción. Al escuchar esas palabras tuvo ganas de gritar, pero se calmó al recordar de quien era la llamada.
-Así es. Nos gustaría que te presentaras mañana a las 6 P.M. en Nueva York donde se dará el anuncio oficial de que eres la nueva integrante oficial de La liga de la justicia, el cual es uno de los equipos más importantes del país.
-Si. Puedo ir a Nueva York. -Dijo Cristina sintiendo su corazón con ganas de explotar por la noticia.
-De acuerdo, te daré la dirección. -Cristina se puso de pie rápidamente y fue hacia la mesita donde agarro un bolígrafo y una hoja de papel para anotar la dirección. - ¿Lo apuntaste?
-Si
-Muy bien. Ahora no se te olvide llevar tu traje. El inspector Marciano estará esperándote. Hasta luego. -Y colgaron.
Cristina se quedó con el teléfono pegado a la oreja. Soltó un grito de emoción mientras comenzaba a dar pequeños brincos por todo su departamento. Ella había pensado que no entraría, pero vaya error. Nunca debió pensar en eso. Su esfuerzo había valido la pena, estaba dentro de La liga de la justicia y estaría junto a la Mujer Maravilla, la heroína que admiraba desde que tenia cuatro años.
****************
Mildred llego al lugar donde se celebraría su inclusión en el equipo de Los vengadores. Estaba emocionada porque iba a entrar. Seria miembro de uno de los equipos más importantes del país. Pensó que quizás no lo haría, pues al haber asesinado a esos ladrones cuando tenía ocho años, imagino que se lo negarían.
Pero no fue así. Los medios de comunicación la llamaron héroe, incluso Ace la felicito por salvar a esas personas. Aunque le advirtió que no matara, lo héroes no matan. Si lo hacían, ¿habría una diferencia entre ellos y los villanos?
Miro con emoción el edificio. Había muchas personas que estaban entrando. Ella miro algo nerviosa. Suspiro un poco antes de entrar. Habían muchas personas que estaban entrando, y algunas de ellas eran fans que venían a verla. Mildred quiso ir a saludarlas, pero no podía. En la llamada le dijeron que debía entrar y encontrar al Hombre hormiga. Aunque no quería dejar así a estas personas, por lo que levanto la mano y los saludo. La gente grito un poco de emoción cuando hizo eso.
- ¿Tu eres Mildred Thompson? -Mildred miro hacia atrás. Quedo sorprendida al ver que era el Hombre hormiga. Lo miro por un momento y luego asintió con la cabeza. El hombre le sonrió. -Entonces tienes que prepararte, en un momento se te dará la bienvenida al equipo. -Hizo una seña con la mano y un par de chicas llegaron en poco tiempo. -Acaba de llegar Sunspot. Llévenla detrás del escenario para que en un momento haga su entrada.
-Como diga. -Dijo una de las chicas. -Acompáñanos... -Mildred se alejó perdiendo de vista al Hombre hormiga, quien había comenzado a saludar a sus fans. Camino por unos segundos hasta que entro en una habitación donde había más personas hablando entre ellas y moviéndose.
-Muy bien, linda. Ahora espera junto a ellas. -Señalo a un par de chicas que estaban hablando. Se tardo un momento en reconocerlas, pero recordó que eran Stella y Cristina. -Nosotros te diremos cuando salgas.
Mildred asintió.
-Hola. -Dijo al estar cerca de las chicas, ambas voltearon a verla. Se quedaron algo sorprendidas cuando la reconocieron.
-Vaya... no imagine que todas íbamos a ser de Royal Woods. -Dijo Stella mientras e reía un poco. Stella conoció a Mildred y Cristina una vez que Jordan hizo una fiesta. Aunque nunca hablo mucho con Cristina ya que no le agradaba sus amigos. Y con Mildred había un poco mas de interacción, pero cuando se fue nunca volvió hablar con ella. - ¿Cómo has estado, Mildred?
-Bien. -Se rio un poco. - ¿Y ustedes?
-Solo algo nerviosa. -Stella se rio. -En unos momentos saldremos y dirán: "O miren, ellas son las nuevas integrantes de los equipos más importantes del país".
-Pero al final será algo que nosotras queríamos, ¿o no? -Comento Cristina. Todas asintieron con una sonrisa. Para las tres esto era el mejor día de su vida. - ¿En qué equipo estarán? -Pregunto.
-Los siete.
-Los vengadores.
-Yo en La liga, pero no importa realmente, lo que importa es que haremos algo importante, ¿no lo creen? -De nuevo volvieron asentir con una sonrisa.
*************
-Muchas gracias a todos por venir. -Dijo una mujer en un vestido de azul que dejaba descubierto una parte de sus pechos, aquella mujer era de cabello negro con un rostro angelical. -Mi nombre Elizabeth Hearst y soy la presidenta de la corporación Vught.
-Mi nombre es Henry Aronofsky y soy el presidente de la corporación Marvel. -Henry iba vestido con un traje muy elegante
-Mi nombre es Joe Finger y soy presidente de la corporación DC. -Dijo un hombre de cabello rubio con algo de sobrepeso. -Estamos muy felices de que nuestras películas: Guerra del infinito, Noche oscura y Ataque en el espacio, han sido consideradas como las películas mas taquilleras de la historia del cine.
-Y no solo eso, la empresa Disney nos ha donado una generosa cantidad de dinero para hacer un parque de diversiones con la temática Marvel. -Agrego Henry.
-Pero, ¿les digo algo? Eso no importa, lo que importa son las cosas buenas que estamos haciendo con eso, ayudando a gente que lo necesita, dando justicia y trayendo paz al mundo. Eso es lo que realmente importa. -Elizabeth fue interrumpida por los aplausos de la gente. -Es lo realmente importante; darle libertad y justica al mundo. Porque eso es lo que hacen los héroes, ¿no lo creen? -De nuevo mas aplausos. -Pero todo es gracias a ellos... -Señalo la pantalla, en esta aparecieron las fotografías de Los vengadores, La liga de la justicia y Los siete.
- ¿Y quieren saber algo más? -Henry hizo una pausa. -estos equipos tendrán tres nuevas miembros y su bienvenida la darán tres de los miembros de estos equipos...
-Denle la bienvenida a Inspector Marciano, Hombre hormiga y al Falcon de fuego. -Entraron cada uno saludando a sus respectivos representantes.
Los héroes saludaron al público.
-Muchas gracias a todos a nuestros ustedes. -Dijo el Hombre hormiga al público.
-Nos alagan, pero siempre es un honor salvarlos del peligro. Después de todo esta es la razón de nuestra vida. La razón por la que Dios nos dio estas habilidades; para proteger y ayudar. -Inspector Marciano dio un aplauso.
-Ahora nos gustaría dar la bienvenida a nuestras nuevas integrantes.
Detrás del escenario estaban Mildred, Stella y Cristina platicando cálidamente, pero se vieron interrumpidas por una chica que les dijo que era momento de salir. Se miraron entre ellas con una sonrisa nerviosa, pues a pesar de que este era un sueño hecho realidad estaban muy nerviosas. Estaban junto a tres de los héroes mas importantes y mucha gente las estaba viendo. Suspiraron un poco antes de salir.
Salieron y la gente grito con mucha emoción cuando ellas salieron. Pensaron por un momento que quizás eran por sus trajes; el traje de Mildred era uno completamente negro, el de Cristina era una blusa negra con una falda de color amarillo, y Stella traía el mismo conjunto que Cristina, pero su traje era completamente blanco con algunas estrellas doradas en este. Con algo nervios las tres comenzaron a saludar a la gente, lo cual aumento los gritos.
-Como nueva miembro de Los siete: Starligh.
-De Los vengadores: Sunspot.
-Y como de La liga: Magik.
Cada uno de los héroes se acerco a las chicas. Fueron agarradas de la mano y la levantaron. La gente grito de emoción. Las chicas se miraron entre ellas tímidamente antes de sonreír. Las personas confiaban en sus nuevas heroínas, así que no las decepcionarían; harían su mejor esfuerzo.
****************
- ¿Qué te parece el lugar? -El inspector Marciano pregunto con una sonrisa.
-Es bonito. -Contesto Cristina. El lugar era de varios pisos y había mucha gente trabajando en este. En el lugar donde se encontraban había una mesa redonda con laptops enfrente de las sillas. -Nunca me imagine estar en lugar como este, siempre fue mi sueño, pero...
-No te preocupes. Es normal que te sientas así, mírame a mí, no soy de este mundo, pero me aceptaron dentro del equipo. Aunque ya sabes cómo es Superman. -Cristina sonrió.
-Un hombre increíble.
-Tú lo has dicho. Como te decía: solo es cuestión de que te acostumbres a esto, pero te aseguro que esto es lo mas hermoso que puedes hacer.
-Gracias. -Inspector Marciano sonrió.
-Ahora si tienes hambre puedes pedir algo en la cafetería, tenemos a los mejores chefs del país, hacen cosas muy deliciosas.
Cristina estaba feliz. Había cumplido su sueño; mañana estaría aquí y vería a su heroína junto con los demás integrantes, no tenia dudas que esto era lo mejor de su vida.
****************
- ¿Qué te parece la torre, Mildred? -Pregunto el Hombre hormiga. -Puedes encontrar de todo, no por nada el dueño es Tony Stark. Tenemos un pequeño bar, una sala de entrenamiento con la mas alta tecnología, y en caso de que quieras pedir algo "especial" solo dile a Tony.
-Gracias.
-Entonces te veo mañana, yo iré un rato al bar, ¿quieres venir? Tony hizo una fiesta por nuestra nueva integrante. -Mildred negó con la cabeza con una sonrisa en los labios. -De acuerdo. Nos vemos mañana.
El Hombre hormiga salió de la habitación. Mildred se quedo sola observando la mesa rectangular con siete sillas, y en cada una de estas tenía el símbolo que representaba a cada miembro del equipo. En una de esas había una llama de fuego, lo más probable es que ese fuera su lugar. Se acerco para sentarse.
- ¿Quién eres? -Mildred se asustó un poco cuando escucho esa voz. Era profunda y no sonaba nada amigable. Miro para todos lados, pero nada. -Te hice una pregunta, ¿quién carajos eres? -Mildred volteo y lo vio: traje blanco, capa, y un símbolo de luna en el pecho.
-Soy Sunspot, la nueva integrante del equipo. -Mildred se rio un poco. -Tu eres el Caballero Luna, ¿cierto?
-Lo lamento niña. Suelo hacer muchas cosas que olvido otras más. -Dijo mientras se acercaba a ella. Mildred noto que él lo miraba de manera rara, como si la estuviera estudiando. -Eres bonita.
-Gracias. -Mildred se sonrojo un poco.
-Que dice, mi reina... -Dijo el Caballero Luna mirando al cielo. Mildred se confundió un poco. - ¿en serio me autoriza hacer eso? -El Caballero Luna se rio de forma extraña. -Muchas gracias, mi reina. -Miro un momento a Mildred. Comenzó a reír mientras se quitaba la ropa. -Después de todo, yo soy Iron Man.
- ¿Qué...? -Mildred observo con mucha confusión el pene erecto de ese hombre. El Caballero Luna escupió su mano y la paso por su pene. - ¿Qué rayos crees...? ¿Ah...?
-Cálmate putita. Te contrate, ¿lo recuerdas? Fui a un burdel, hablé con esa vieja y listo. Pero tu sabes que somos muy "rectos". -Se rio un poco. -Yo no puedo... hay cosas que debo hacer, si no lo haces te expulsare del equipo, y no solo eso, también te matare. ¡Juro que lo hare! -Sujeto a la chica por su cabello con mucha violencia y la golpeo contra el suelo. Mildred se vio tentada a atacarlo, pero no pudo. Se asusto un poco cuando dijo que la mataría, así que se quedo quieta. Aparte estaba atenta no tenia poderes cuando el sol no estaba, debió cargar energía. -Me alegro que lo entiendas. Ahora disfruta esto... -El Caballero Luna comenzó apretar sus pechos con algo de violencia, luego su mano comenzó a bajar mas abajo hasta su intimidad.
- ¿Eres un enfermo de mierda, Marc? -Esa voz hizo que se sintiera aliviada. Alzo la mirada para ver a Carol Danvers o Capitana Marvel. - ¿Cómo te atreves hacerle eso a hasta niña? -Negó con la cabeza mientras chasqueaba con la lengua. -Sabes que odio que hagas esto. Aparte, ¿quién te crees? ¿Iron Man? -Se rio un poco mientras se acercaba a Mildred. - ¿Estas bien?
-Si...
-Me alegro, ahora déjame hablar con este pervertido de mierda. -Mildred asintió con alivio. Pero no podía creer que la Capitana Marvel la salvo de un... ¿héroe?
Al salir en el pasillo se quedo esperando a que ella saliera. No entendió que paso con el Caballero Luna, fue muy raro. De repente comenzó actuar de una manera, luego de otra. Lo que la aterro fue que amenazó con matarla. Se quedo un rato más hasta que salió de la habitación.
-Lamento eso, linda. -Dijo Carol con una sonrisa. -Pero... Marc tiene un problema en su cabeza que le hace pensar que puede hacer todo porque la luna se lo permite. -Se rio un poco. -Aunque es un buen tipo, al menos en el día.
Esta bien... -Mildred recupero su compostura. -solo...
-Regresa a donde sea que te estas quedando, no te quedes nunca con ese tipo a solas y si llega a pasarse contigo, me lo dices para darle un lección. -Mildred asintió. -Regresa a donde te estés quedando y nos vemos mañana, ¿de acuerdo?
Mildred asintió. Al menos fue salvada de ser violada por un... "¿héroe?" No entendió como fue que paso eso, pero confiaba en la Capitana Marvel, después de todo era una de las mas grandes heroínas del mundo. Solo esperaba que no volviera a pasar. Porque para la próxima vez no estaría sin poder solar.
*************
Stella miraba la oficina con pantalla y una mesa ovalada en medio de esta. Este lugar seria su nueva oficina y lo mejor es que no estaba muy lejos de su hogar. Ya había conseguido un departamento en Great Lakes City, la ciudad donde era el Falcon de fuego. Vought se mudo hace poco a esa ciudad por lo que paso en Royal Woods, así podían ir rápidamente si llegaba a suceder algo. Era lo que le gustaba a Stella, no le quedaba demasiado lejos de Royal Woods, donde vivían sus abuelos e incluso podía ir a verlos de vez en cuando y quizás darle una visita a Lincoln.
Paseo nuevamente su mirada por la oficina.
-Podemos rastrear cualquier auto con el numero de sus placas, aunque estos estén a kilómetros de distancia. Te encantara trabajar aquí. -Dijo el Falcon.
-No lo dudo. -Stella estaba feliz de hacer esto. Ayudar a la gente, era su sueño. Siempre escucho en la televisión a Ace o Superman hablar de estos poderes. Ella quería ser igual, quería ser un símbolo de esperanza para las personas como Superman. -Siempre soñé que un día estaría aquí, los ayudaría y salvaríamos personas.
-Ya tendrás la oportunidad...
-Vaya... así que esta es la nueva integrante. -Ambos voltearon hacia atrás y ahí estaba Ace Savvy viéndolos con una sonrisa. -Es un gusto. -Ace se acerco a Stella y le extendió su mano. Al estrecharse la mano, Ace le sonrió de una manera extraña. Stella noto que el Falcón tenia una mirada de preocupación. -Oye Falcón, ¿me puedes dejar a solas con nuestra nueva integrante?
-De acuerdo. -El Falcon vio a Stella un momento antes de salir. La chica noto una mirada de lastima, pero no le presto mucha importancia, solo la dejo pensando un poco. -Hijo de puta. -Susurro tan bajo que ninguno de los dos lo escucho.
Al quedar los dos solos, Ace toco su trasero.
- ¿Qué carajo? -Stella se alejó rápidamente.
-Vamos, ¿no te interesaría tener sexo con uno de los más grandes héroes del país? -Ace se rio un poco. Stella lo miro con una mezcla de asco y confusión.
- ¡NO! -Le respondió. - ¡ESTÁS LOCO! -Ace se volvió a reír. Stella solo se alejó de él.
-Seria una pena que tus padres desaparecieran. -Esas palabras hicieron que Stella se detuviera en seco. -Seria una pena que vieras un video con la razón del porque ya no están. -Stella tembló un poco cuando Ace se volvió acercar a ella sonriendo de oreja a oreja. -Es solo una chupadita, ¿sí? Después de eso te dejare en paz y no te volveré a molestar, ¿tenemos un trato?
Stella quedo estaba completamente asqueada y asustada. Tenia ganas de vomitar en ese momento, pero no lo hizo. Le preocupaba mas que ese tipo fuese asesinar a su familia. ¿Cómo es que un héroe la había amenazado? No se suponían que eran héroes, y ellos salvan gente. Con mucha resignación asintió. Ace volvió a reír y se bajo los pantalones, las nauseas le regresaron con más fuerza al ver su pene erecto. Lo señalo con ambas manos mientras lo movía de lado a lado.
-Piensa en otra cosa. -Pensó mientras lo metía a su boca.
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Stella estaba vomitando. Todo el semen de Ace había quedado en su boca y no pudo evitar tragar un poco. Él solo se rio mientras ella salía corriendo hacia el baño. Nunca se imagino que algo así le sucediera. Y mucho menos se imagino que el responsable fuese un héroe, ¿qué mierda pasaba por su puta cabeza al pedirle eso? ¿por qué le hizo esto? Aquellas preguntas hicieron que las lagrimas salieran de sus ojos.
-Al menos no te hizo tener sexo. -Miro hacia tras y vio a una chica en un traje morado oscuro con un triángulo amarillo. Stella supo que era Jayna una de los gemelos fantásticos. -Ace es un hijo de puta, así que nunca te quedes aquí por mucho tiempo porque ese tipo te hará esto cada que pueda. -Negó con la cabeza. - ¡Eres un pervertido de mierda, Translucido!
-Solo quería saber si se lo iba a tragar todo o lo vomitaría, la duda estaba matándome. -Stella no vio a nadie solo escuchaba, pero de repente apareció un hombre desnudo a mitad del baño mientras se masturbaba. Eso hizo que las nauseas regresaran y volviera al inodoro. -Aparte la chica nueva es linda.
-Si, sí, pero no tendrás sexo con ella.
-Que amargada eres. Aunque me conformo con la linda vista de su culo. -El hombre cerro un ojo y miro al trasero de Stella. -Piernas grandes y glúteos carnosos. ¡Me encanta!
-Enfermo de mierda. -Dijo Jayna con asco.
-Bueno, creo que me iré de aquí. -Dijo Translucido mientras caminaba a la salida. -Cuando me descubres me amargas la diversión.
-Ten cuidado con Translucido, no te obligara a tener sexo, pero le encanta espiar a las mujeres. -Stella se aparto del inodoro. Esto era una mierda, ¿en serio eran héroes? Esto no era como lo imagino, la violaron, y un pervertido la estaba acosando. Estos tipos no eran héroes. - ¿Te sientes mejor? -Stella la miro con asco. -Tomare eso como un "si". Ahora que terminaste, ¿puedes salir? -Stella alzo una ceja confundida. -Es que mi...
- ¿Estas lista, Jayna? -Un hombre entro al baño completamente desnudo, Stella se dio cuenta que era Zan, su gemelo, pero, ¿por qué estaba desnudo?
-Deja que Stella se vaya. La chica tuvo su primer encuentro con Ace. -Le respondió. Nuevamente Stella sintió asco. Esos dos... eran hermanos e iban a... ese pensamiento hizo que volviera al inodoro. - ¡Por el amor de Dios! Necesitamos el puto baño para hacer ciertas cosas privadas, chica.
-Así es. -El hombre se acercó y comenzó a besar a su hermana mientras comenzaba a tocarla. -O podemos dejar que se quede. -Dijo al apartarse de los labios de su gemela. Rompió su traje y miro sus senos, comenzó a lamer sus pezones mientras su gemela daba gemidos. -Incluso podría unirse, obvio si quieres. -Vio a Stella, la chica estaba completamente pálida.
- ¡No! -Con ese grito salió corriendo del baño.
-Ella se lo pierde. -Volvió a lamer los pezones de su hermana.
Mientras iba corriendo no podía creer lo que había visto. Esto era... ¡ni siquiera tenía algo para describirlo! Simplemente era: ¡ASQUEROSO! Si tan solo hubiera sabido que eran así, jamás en su vida se hubiera metido en esto. Pero no podía irse, ¿tenía miedo que Ace le hiciera algo a su familia? Ese tipo la había amenazado con eso y ella no podía dejar de pensar en eso. Lo soportaría por su familia. Solo intentaría alejarse lo mas que pudiera de esos tipos.
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